Mis padres habían salido junto con mi hermana mayor a visitar a mi tía, me había quedado con mi hermana de 18 años
Relato
La primera vez fue con mi hermana.
Mis padres habían salido junto con mi hermana mayor a visitar a mi tía, me había quedado con mi hermana de 18 años, ella me cuidaba pues yo recién había cumplido los 16, al poco rato llegó su enamorado y me mandaron a jugar, pero me escondí en la casa, ellos sintiéndose solos empezaron con besos y caricias, yo los espiaba de cerca atento a lo que hacían con mi pene levantado, arrecho, pronto su enamorado la desvistió, pude apreciar los grandes senos de mi hermana, y él de igual manera se desnudó, se podía apreciar que estaba bien dotado, nunca antes había visto un pene tan grande parecía de 25 cm y grueso, mis amigos de mi edad lo tenían igual que el mío 12 a 14 cm, mi hermana empezó a emitir sonidos con las caricias que le hacían y poco a poco abrió las piernas para que la penetrasen pero como no tenía preservativo le pidió hacerlo por atrás, ella no quería pero el la convenció, le aplicó crema y empezó a metérsela muy suavemente para que ella no se quejara y así estuvieron como media hora en el mueble, estuvieron un rato más y él se fue. Mi hermana empezó a limpiar las zonas del mueble que habían manchado recogió su ropa y se metió a la ducha, yo salí de donde me había ocultado, era la primera vez que había visto en directo un encuentro sexual, antes con mis amigos habíamos visto algunas películas pornográficas y acompañado al hermano mayor de un amigo a un prostíbulo, pero nunca en directo, estaba caliente, me desvestí y me metí a la ducha, mi hermana se sorprendió y me gritó para que saliera pero insistí en que quería bañarme con ella, mi pene estaba parado lo cual ella lo notó inmediatamente y comenzó a decirme que me bañaría como antes lo hacía, me jabonaba todo mi cuerpo lentamente lo cual me gustaba bastante y a ella también, empezó a tocar mi pene que estaba durito, se lo metió a la boca y lo chupaba repetidamente, lo cual me llenó de dicha hasta que eyaculé en su boca y mi pene empezó a desinflarse, ella empezó a reirse y me preguntaba porque duraba tan poco, le dije que era mi primera vez, se lavó bien su cosita y me pidió que se la chupara que me enseñaría a ser hombre, empecé meter mi lengua en su chucha lengueteando su clítoris, con gran deleite para ambos al poco rato me cansé de esa posición pero ya tenía nuevamente paradita mi pinga y me empecé a acercar tratando de metérsela, ella solo se reía lo cual me daba cierta confianza alcance a metérsela pero estabamos incómodos tal que me dijo para irnos a la cama nos secamos y corriendo nos echamos en la cama donde poco a poco a poco empecé a tocar y besar sus senos y la mayor parte de su cuerpo con gran deleite, mientras ella me acariciaba, para luego penetrarla y gozar como un loco, estuvimos largo rato así la hice voltear como había visto hacer a su enamorado, antes le aplique una crema de su tocador y la penetré muy lentamente sin que ella mostrara dolor moviéndose a su gusto, estuvimos así más de media hora, con mi pinga completamente parada, ella me dijo que lo había hecho muy bien y que ya lo podía hacer con cualquiera que le había gustado y que lo volveríamos a hacer, fue realmente grandioso