mi primera vez...

hola, esto que os cuento ha sido algo que, desde luego nunca imagine. Mi trabajo me produce ha veces dolores de espalda, y un dia comentandolo con mi compañera me dijo que ella, podria aliviarme ese dolor, ya que es masajista. pasaron unos dias y le dije que haber cuando podia darme un masaje, ella me dijo que el fin de semana proximo, ya que librabamos las dos. El viernes por la noche me llamo para quedar a una hora, quedamos a las 10,00 h. en un supermercado proximo a mi casa ya que ambas teniamos que hacer unas compras, tomamos un café y estubimos hablando, me pregunto que si mi marido estaba en casa, le dije que el estaba trabajando, le parecio genial ya que habia traido la camilla para el masaje, dijo que estariamos mas tranquilas que en su casa. Me dijo que si queria un masaje a base de mermelada, ya que era buenissima para la piel y que relajaria toda mi tension acumulada, le dije que si. Hicimos las compras y me dijo que comprase mermelada de melocotón, ya que a ella le parecia la mas adecuada, salimos del super dirección a mi casa, subimos la compra de ambas y la camilla.
Me dijo que pusiera musica y que me quitase la camiseta, pantalon, zapatillas y sujetador, asi lo hice y me tumbe. empezó a ponerme mermelada por la espalda y piernas, senti un agradable bienestar, sus manos se deslizaban por mi piel muy suavemente, acercaba sus manos rozando los laterales de mis pechos, no le di importancia pero me encantaba. Lo mismo hacia en mis muslos, acariciaba mis entrepiernas, me pidio que me quitase las braguitas ya que, se podian manchar de mermelada, asi lo hice. Madre mia que placer cuando empezo a masajearme las nalgas, buff me senti especialmente rara y excitada.
Me pidio que me diera la vuelta, entonces esparció mermelada por mis pechos y vientre, mis pezones estaban muy alterados, ella sonrió. Se relajaba en ellos y yo me dejaba llevar. dijo que sentia calor, ya que su trabajo requiere un esfuerzo y no hay aire acondicionado en casa, se quito la camisa y el sujetador, me excitó mucho el ver sus tetas encima de mi cara, se balanceaban, no son grandes, son como las mias, una talla 85, pero preciosas. Me estaba sintiendo mojada y ella oía mis pequeños gemidos, y continuaba sonriendo, me masajeaba mis entrepiernas y se mezclaron mis juguitos con la mermelada, casi estaba haciendo una fantasia de mi marido realidad. El a veces me pide que le cuente cosas parecidas a esta, pero pocas veces le digo nada. Ella se dio cuenta de que estaba excitada, y se acerco a mis pezones y los lamió un poco, esa vez sonrei yo, me pregunto si me habia molestado, a lo que le conteste que no, acercaba sus pezones a mis labios, pero cuando intentaba yo lamerlos se apartaba, eso me ponia mas excitada todabía.
Me puso su dedo en mis labios, mientras que con la otra mano empezo a tocar mi vagina, bufff.., senti ardor en mi vientre, empezo a dejar que le lamiera los pezones, son rosados y duros, como los mios.
Empezo a lamerme toda, mi cara, orejas, ojos, labios, cuello, pechos, pezones, vientre..., madre mia, solo de recordarlo me pongo humeda. El placer mas intenso fué cuando con sus labios rozo mi vagina y con su lengua mi clitoris, fué un estremecimiento total.
Decidimos ir a la habitación, alli en la cama fué todabía todo mejor, nos abrazamos, pegamos nuestros cuerpos y disfrutamos de cada centimetro de nuestra piel. acabamos haciendonos un sesenta y nueve tremendo, nos corrimos a la misma vez, nos quedamos mirandonos a los ojos y sonriendo, quizás lo volvamos a repetir. Y quizás invitemos a mi marido, pero con la condición de que solo mire. Por cierto el dolor de espalda mucho mejor.