Con veinte años mas, un maduro me hizo sentir que era mi macho
Relato
Chateamos varias veces, asegurando que no habría desilusión al momento de conocernos.
Acordamos encontrarnos en la puerta de una cafetería a las tres de la tarde. cita que acudí puntual.
La espera no fue larga, cuando llegué distraje mi atención por brillo de la vereda y alguien preguntó si era Matias, al levantar la vista, pude observarlo, casi tartamudeando contesté afirmativamente.
-¡Soy Guille!-¡Que alegría verte!-
Dijo, mientras estrechamos las derechas, y sin soltarlas tira hacia él, dándome un beso en la mejilla porque giré la cabeza, claramente la intención era en la boca, pero me dio vergüenza.
Continuó hablando:
-¡Desde la otra esquina estaba mirándote! Te pintaste tal cual sos, a una cuadra ya te reconocí!-
En coincidencia, él, era igual a lo que me había dicho: 55 años, ojos celestes, pelo corto, canoso, 85 kgs, altura 1. 75, bastante proporcionado, una tonalidad de voz agradable.
Tomamos un café mientras nos íbamos contando sobre nuestras vidas. Parecía que éramos viejos amigos, nos caímos bien de primer momento.
Luego propone ir a la casa situada a dos cuadras y en camino compramos unas cervezas con unas papas fritas.
Su hogar era un antiguo caserón, reciclado a nuevo, tenía unos ventanales y puertas altas, al cruzarlas, ingresamos a un pasillo de recepción oscuro. Espero que cierre la puerta y prenda la luz. De repente sin darme cuenta que había dado dos vueltas a la llave, me arrincona contra una pared. Sin poner resistencia alguna, comenzó a besarme. Lo abracé, acaricié su rostro, orejas, hombros, acción que imitó pero no tardó mucho en dirigir las manos directas a mi cola, uniendo aún mas ambos cuerpos para comenzar a balancearse lentamente de un lado a otro, rozándome, aun vestidos para hacer notar la dureza de su miembro, mientras nuestros labios y lenguas se fundían .
Jamás había estado con otro veinte años mayor Su trato tierno me hizo sentir mas cómodo. Un escalofrió me corrió en el cuerpo, cuando pegado a mi oído derecho, en un tono grave y seductor agradeció el no haber fallado a la cita, y halagó los besos y caricias que le estaba proporcionando ya que eran los culpables de la erección y dureza de su miembro. Le dije que me la estaba haciendo sentir, frase que lo hizo sonreír retrucando que eso no era nada comparado con lo que iba a gozar toda la noche. Siguió hablándome suave, hundí la panza dejando mas espacio en mi cintura por notar unos dedos que después de rascar morbosamente la espalda bajaron por la raja hasta el ano metiendo la primer falange del anular aumentando los escalofríos y acelerando la respiración en señal de estar excitado.
Entre manoseos, apoyadas, besos y voces seductoras habremos estado veinticinco minutos.sin movernos de ahí, empezando a suponer que él quería tener sexo en ese lugar, entonces le quité la remera siendo correspondido de igual manera, luego agarro mis manos llevándolas a la espalda pidiendo que no las moviera y comienza a chupar, apretar mis pechos, ocupándose mucho en cada uno.
A su vez aun con los pantalones puestos, pero desabrochados, repitió la acción de meter una mano en mi trasero acariciando la raja de un extremo a otro hundiendo un dedo en el ano sumando a la misma vez, el darle pequeños mordiscos a los pezones.
Me hizo gemir, mientras decía que así y mucho mas gozaríamos toda la noche.
Empecé a transpirar, provocó una sensación de entrega total a esa persona que me estaba transportando a un nivel de éxtasis nunca experimentado
Quise devolverle ese sentimiento pero no me dejó, seguido de agarrarme de una mano y mostrarme la casa.
Tenía un jardín de invierno desde donde se podía ver la luna por su techo transparente, lugar que tuvimos sexo en distintos encuentros, en otro ambiente una mesa larga con seis sillas y contiguo la cocina, frente a la mesa un mueble que dividía ese comedor de la habitación, muy cómoda que entre otras cosas, poseía una pc con un monitor de 21 pulgadas puesto en un escritorio frente al sommier. Baño en suite, con jacuzzi, lugar donde fuimos después de la previa.
Nos desnudamos y pregunta si la estaba pasando bien, obtuvo una respuesta afirmativa, sumado a que me parecía una persona muy copada. Se sentó en un banco donde habíamos apoyado la ropa, estirando la mano para tomar la mía, tirando a situarme encima suyo de frente.
Rodié su cuello para apoderarme de sus labios, luego una oreja, paso la lengua y al oído copiando hasta su tono, hago la pregunta anteriormente hecha hacia mi.pero no responde, en su lugar toma mi mano derecha llevándola a su pene que estaba muy erecto. Lo agarre estudiando su largo y ancho. Posteriormente lo medí dando 16,5 x 5, grosor que me asustó, pero no lo expresé.
Mientras tanto me dijo:
-¿Ves como lo tengo? Culpa tuya, cuando chateamos dijiste que dos veces te cogieron y al tocarte noté que tenés el culito muy cerrado, aparte cuando te chupé los pezones, gemiste y encima también me contaste que nunca te chuparon el culo, todo esto me dice que si hago las cosas bien vamos a pasarla excelente por mucho tiempo. Vamos a bañarnos bebe!-.
Tenía razón, anteriormente le conté que solo una persona me penetró, un chico siete años menor, disfrutándolo bastante, mas, la primera vez que cuando él estaba a punto de acabar, me chupó las tetas y sin pajearme, pudimos terminar al mismo tiempo. Lo hice dos veces en tres años.
Sabía también que masturbándome, me encantaba tocarme los pezones y nunca me habían hecho un beso negro.
Nos metimos en la tina, previamente preparada para que tuviera mucha espuma, comencé a enjabonarlo por el cuello, parte pectoral, brazos, panza hasta detenerme en su pene y testículos, partes que me tomé varios minutos limpiando y acariciándolas. Quise llevarlas a mi boca, pero el no me dejó diciendo que siga pues me faltaban sus piernas y sus pies. Al terminar, hizo lo mismo conmigo. Pasó el jabón por un pecho, lo enjuago para luego apretarlo, lo mismo con el otro, tomó mi parte sexual, presionó las bolas, acción que dolió y lo expresé. Pero ignoró mi queja.
Me hizo dar vuelta y apoyar las manos contra los azulejos. Los bordes de la bañera estaban alejados de la pared de manera tal que quede un poco agachado e incomodo.
-Apoya la rodilla en el borde así te tengo mas abierto.-
Con una mano pasó el jabón por mi raja varias veces y siguió con mis piernas, con la otra fue retirando la espuma pero también lo aprovechó para darle unos masajes con dos dedos en forma circular al ano y meter un poco uno de ellos. Terminada "la limpieza" me abrió los cachetes y sentí una humedad distinta por el agujero, era su lengua que giraba y entraba.
-mmmm Guille me encanta!-
Él seguía y alternaba órgano bocal y dedos, hasta no darme cuenta cuantos metía.
-Guille nunca pensé que ésto era tan satisfactorio y encima den ganas que me cojas!-
Sentí en ese momento un chirlo suave, una escupida siguiendo con varios dedos juntos metidos y sacados varias veces. Tuve un poco de temor a que comenzara a dolerme y con mis manos separé las nalgas, fomentando que mi amigo pudiera entrar aun mas con su lengua.
Gemí con desesperación.
-Ahhhhhh amor! Por favor, cogeme ya!!-
-¡Así quería que me lo pidieras putita, tenés un culo para darle y chuparlo todo el tiempo!-
Me sentí raro.
-¡Putito, amor, el femenino no lo siento, putito tuyo, si me seguís haciendo gozar, todo lo quieras!!-
-¡Si bebe no hay drama, igual no te cohíbas, entre cuatro paredes sentite como quieras conmigo, yo te voy a hacer gozar el tiempo que quieras, putito!! ¡Vamos a la cama!-
Agarró dos toallones y fuimos a la habitación.
-Ahora me vas a secar-.
Lo hice desde su cabeza y fui agachándome llegando a sus pies, quedando arrodillado delante de su sexualidad, la tomé con una mano y con la otra acaricié sus huevos, levante la vista e interrogué si me dejaba chuparla. Le recordé que no tenía gran experiencia pero ganas sobraban y pedí me guiara.
-Soltate Mati.¡Es toda para vos!.-
Entre mis labios, probé la cabeza, le pasé la lengua alrededor, humedeciéndola, sentí precum sabor que me excitó, tragando toda su extensión lentamente, salía de mi boca y la trataba como un helado, subía de las bolas hasta la cabeza y volvía a bajar para ocuparme un momento largo de esas dos preciosidades redondas y grandes.
-¿Te gusta la verga de tu macho?-
-¡Si amor, me enloquece!-
Seguí con el mete y saca, acompañando con una mano.
-Pone las manos atrás, solo con la boca putito!.-
Tomó mi cabeza, impulsándola hacia él, introduciendo toda la extensión de su miembro obligando a retenerla un rato, sentí ahogarme y aflojó pudiendo sacarlo de mi boca pero a los pocos segundos volvió a hacerlo. Me pasó lo mismo, generando muchísima saliva, pero al retirarla, desee volver a tenerla, repitiendo, como si eso fuera lo único que me importaba. Al escucharlo gozar y ver la calentura que le provocaba, me excitaba aún mas, haciéndome emitir el placer obtenido.
-Ahhh que bien!! ¿Mati viste que no tenia que guiarte? ¡Me encanta como la chupas!.Si no hubiésemos hablado pensaría que te has comido mil pijas!!-
Al oírlo aumente mi ritmo e intercalaba esparciendo la saliva o besándosela hasta que pidió que parara. Me levanté, lo abracé, empecé a besar y acariciar cara, brazos, espalda. Nos tiramos en la cama, quedé debajo, se apoderó de mis tetillas comenzó a frotar pene con pene, me hizo jadear, abrí mis piernas.
-¡Hay Guille, no puedo mas! ¡Necesito sentirte dentro, ésta putita necesita la pija de su macho!-
Me salió de adentro, estaba tan excitado que no me molestaba si él tenía ganas de tratarme en femenino.
-¡Bueno putón mio, me encanta que te sueltes!-
Fue hacia el escritorio, agarro un pote de gel y una goma que se ato en el pito explicándome que era para retener el orgasmo, aparte puso un vídeo de un maduro pijón dándole a otro mas chico.
El pendejo estaba en cuatro gritando y pidiendo mas al recibir tremenda cogida por parte de su compañero.
-Ponete como en el video, putita.-
En el medio de la cama, en posición de perrito, apoyando los codos para levantar un poco mas el culo le dije sensualmente:
-¿Asi queres? macho mío-
-¡Siii, como me gustaría un día verte en esta posición y con medias de red!-
Se puso gel en la mano y me metió un dedo, después dos, echó gel sobre la raya, mientras metía el tercero, lo miré mordiéndome los labios y gimiendo. Se puso en posición, sentí dolor al entrar su cabeza pero dejé que siguiera relajándome mas, continuó lentamente y mi estado de calentura era tal, que empuje hacia atrás, logrando penetración total, entró y salió despacio varias veces, transformando molestia en placer, mientras en el video el pasivo se levantaba quedando en la misma posición pero se abrazaba al activo mientras éste le pellizcaba un pezón y el otro se lo mordía.
Lo imité, Guille entendió haciendo lo mismo.
Tuve la necesidad de impulsarme hacia adelante y atrás, mientras mis pechos eran manoseados y besados.
-Date vuelta quiero que me mires mientras te la pongo.-
Abrí y levanté las piernas poniéndolas sobre su espalda, con estocadas mas profundas me expresaba que no olvidaría la cogida de mi macho.
-Me gusta como me coges, amo tu pija!! Besame.-
Estuve abrazado besándolo unos minutos, mientras no dejó de manosearme, miramos la pantalla, el chico estaba arriba de frente al mayor.
-¡Ahora vos vas a trabajar, cabalgame putón!-
En esa pose, sus manos estaban un poco abriendo la cola y otro rato pellizcando mi parte pectoral, mientras yo me apoyaba en sus piernas subiendo y bajando. Al rato se me ocurrió darme vuelta sin sacármela, era mi primera vez tan entregado y tanto tiempo penetrado. Volví a pedirle que quería otra vez en cuatro, fue el momento que mas gocé, primero mas lento para terminar dándome estirado de espaldas, rápidamente.
-Ahhh tomá, puto mío te voy a llenar el culo de leche, ahi viene ahhh!-
Era increíble, todo lo que decía era real, pude sentir cuando se engrosaba y eyaculaba llenando mi interior de semen.
-Quedate así, arriba, no me la saques, que salga sola, me encantó.-
-¿Queres quedarte a dormir Mati?-
-Si vos querés si!-
Eran como las ocho de la noche, nos colocamos en cucharita, dormimos solo dos horas, desperté primero y Gui roncaba, bajo las sabanas empece a chupársela un tiempo prolongado, lo escuche gemir. Me dejó seguir bajo el cobertor.
Habiendo aprendido sus gustos y por casi veinte minutos, mamé ese falo hasta que explotó dentro de mi boca profiriendo frases calientes pero halagadoras por el oral que le hice.
Me quede hasta el mediodía del otro día, pero teniendo sexo dos veces mas.
Nos veíamos cada tres o cuatro meses estando hasta cuatro días juntos y por cuatro años.
Veces que contaré mas adelante.
Entramos al cuarto y empezó todo, él me tomó por detrás y empezó a tocar mis nalgas y me susurraba cosas al oído: ¡eres una puta q aprenderá de mí!, ¡eres mi perra! Y yo se lo confirmaba le dije q seria su perra, el me volteo y quedamos frente a frente, y acercó su boca a la mía, pero mas q besarme su lengua paseaba por mi boca.
Relato erótico enviado por Putitacachonda el 29 de December de 2009 a las 23:34:17 - Relato porno leído 140700 veces
Aventuras en Paris
Jesús y Pablo marcharon a Paris para poder vender el video. Dejaron a sus tres amigos en una casa que habían alquilado en un pueblo muy pequeño en Huesca. Los dos habían quedado con Pierre, un ejecutivo muy interesado en esta clase de material.
Relato erótico enviado por mena55 el 24 de August de 2008 a las 13:55:00 - Relato porno leído 114289 veces
Si te ha gustado Mi primera vez con un maduro vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Mi primera vez con un maduro.
Matias Alejandro Pac
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 22:10) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:41) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
Registrate
y se el primero en realizar un comentario sobre el relato Mi primera vez con un maduro.
Vota el relato el relato "Mi primera vez con un maduro" o agrégalo a tus favoritos