MI PRIMERA VEZ Y FUE RICO. ( CON fotos)

MI PRIMERA VEZ Y FUE RICO.

Hola, mi nombre es Fany, actualmente tengo 18 años, soy de tez clara, 1.60 de estatura, delgada, pero con unas bubis bien paraditas y eso sí unas nalgas, bien redonditas y paraditas. En la colonia todos me chulean mi trasero, mis amigos cercanos y desmadrosos me han dicho que el que me reviente mi culito será el más afortunado del mundo, lo que no saben es que ya me lo desvirgaron desde hace como tres años y el que lo hizo ni cuenta se dio de que me cogió, bueno, eso creo, yo creo que por eso desarrolle esa parte de mi cuerpo más.



Les contaré de esa ocasión, pues era el mes de mayo, yo nunca había tenido sexo con nadie, a lo más que había llegado era a masturbarme, ahí es que alcance los primeros orgasmos en mi vida y en muchas ocasiones hasta a mi hoyito les toco dedo. En esas fechas hacia un buen de calor y ese mismo calor me alborotaba más las hormonas, yo ya quería probar, quería que alguien me desvirginara, mi novio que traía solo me calentaba, pero yo lo notaba todavía muy menso para eso, así que el no prospecto, tal vez más adelante podría darle la oportunidad y alguien más pues no se me ocurría, quería hacerlo con alguien mayor, que supiera, que me tuviera paciencia. En esa mañana de martes, amanecí más ganosa que de costumbre y como no me pude quitar las ganas con mis manos esa mañana, pues así andaba, no había nadie en la casa y me fui a dar la vuelta por el patio, se me olvidó contarles que acá en donde vivo vivían varios familiares, tías y tíos, familiares cercanos y otros que yo ni relación familiar les encontraba pero eran familia, cada quien tenía su terreno, su casa más o menos alejada y así era ese lugar. Bueno, como de costumbre todos se habían ido a trabajar desde muy temprano y no regresaban hasta la tarde, andaba dando la vuelta y me entretuve cortando unos limones del árbol que teníamos en la casa. Cuando escucho allá a lo lejos el grito inequívoco del papa de una de mis primas de esas lejanas, su papá era un viejillo borrachín jubilado como de 65 años, se la vivía bebiendo de días y me imagino que ese día era igual que muchos otros, mi tía y mí que era su única hija (con mi tia) siempre salían todos los días quien sabe a donde, pero siempre regresaban hasta la noche. Me acerqué de lástima para ver si estaba todo bien con el, si no estaba lastimado o algo, porque cuando andaba de briago, siempre se andaba cayendo por todas partes. En ese momento no pasaba por mi cabeza alguna idea lujuriosa, por el contrario, estaba actuando como buena samaritana, solo tenía un rasponcito en su brazo, un poquito de sangre con tierra y eso es lo único que me preocupó, no se fuera a infectar, le pregunté que si estaba bien, me volteo a ver tratando de reconocerme pero no dijo nada, creo que ni me reconoció, lo levanté como pude y me lo llevé con dirección a su casa, que pues estaba como a cien metros de la mía, no había nadie que me ayudara, al fin llegamos y la puerta no tenia candado, estaba abierta, lo conduje hacia su recamara, lo recosté y fui por un balde de agua y jabón para limpiarle el raspón y con una toalla que estaba ahí lo limpie, luego luego que toco cama se quedó al parecer dormido, yo continué limpiando la herida hasta que quedó limpio, ya me disponía a retirarme a mi casa cuando escucho que llamó a mi tía por su nombre, decía ven Vilma (así se llama mi tia), quiero coger contigo, acuéstate conmigo balbuceaba, me voltee y repetia lo mismo pero estaba con los ojos cerrados, como era posible, ahí es cuando por curiosidad o por calentura le dije –ahorita voy amor- lo dije sin pensarlo, que loca, me dije a mi misma, un calentón no le hace mal a nadie, aparte mi tia con sus cincuenta y tantos ya ni caso le ha de hacer al pobre, fui a cerrar la puerta, me asomé por las ventanas para ver si no había por allí alguien y como no ví a nadie me regresé a la recamara, me quité el pantalón, la blusita y me quedé únicamente en calzones y sostén, moví a Alonso (así se llamaba mi tio político) y no reaccionó, solo emitia algunos sonidos raros, lo puse de lado y me acomodé de cucharita con él, le pasé por encima de mi cintura su brazo y yo le iba dirigiendo su mano por mis caderas, mi redondo y joven trasero y luego lo subí hasta mis bubis, sentía rica esas manos rasposas, manos de hombre, no de niño, se comenzó a mojar de mi vagina y el calor se apodero de mi mente. En una de esas se repegó mas a mi cuerpo, y me acercó su cara a mi espalda, estaba dormido y solo se estaba acomodando. Pensé que se iba a despertar, pero no, restregué mi trasero casí desnudo en su pantalón y no sentí el bulto que siempre le sentía a mi novio, ese que estaba siempre bien duro.

Después de casí cinco minuto pensé en retirarme, me levanté y cuando me agaché para levantar mis jeans, ví unas revistas debajo de la cama, eran unas revistas pornográficas y las saque y me puse a hojearlas, me pusieron mas cachonda, luego me puse a buscar en el closet a ver si no había algunas otras, pero no, pero lo que si encontré fue una tanguita que se veía como la de algunas chicas de la revista, la cheque para ver si estaba limpia y pues como se veía casi nueva me quite mi calzón de puberta y me puse esa prenda, me ajusto perfectamente, me miré en el espejo y ¡wow, que cambio!, me veía mas mujer, solo una cosa faltaba, que alguien me diera la estrenada para ser completamente una mujer.
Sin pensarlo dos veces comencé a quitarle los pantalones y la playera a mi tio y lo dejé solo en puros calzoncillos, le metí mi mano un poco temblorosa para agarrarle su bulto y lo sentí, era la primera vez que lo hacia y mi amante ni en cuenta. Se lo saqué completamente y ahí estaba, flácido, con una mata de pelos y unos testículos enormes, me imagine que esa bolsa guardaba un monton de leche, pues se veía grandota. Me acerqué a olerla y pues lógicamente olia a orines, se los lave con cuidado de que no se fuera a despertar y ni siquiera se inmuto, luego de la maniobra comencé a moverlo de atrás para adelante, le jalaba el cuerito de su miembro para atrás, pues no tenía circuncisión,
hasta que después de un ratito comenzó a reaccionar ese miembro, poniéndose bien duro y bien grueso, mi novio yo creo que no tenia ni la mitad de lo que tenia ese viejo. Media yo creo que cerca de 22 centimetros sin exagerar y de lo grueso ya ni hablamos, estaba bien gruesa, casi como del tamaño de un pepino mediano (con razón no lo dejaba mi tia, pensé).
Con un poco de miedo y asco, le comencé a pasar mi lengua por su glande, por el tronco, se lo rodeaba con la lengua, ya un poquito después trate de metérmelo a mi boca, y apenas entró la cabeza, estaba deliciosamente duro y grande, no entraba en mi boca, mis fluidos empezaron a escurrir y a mojar la tanguita que tenia puesta, que deliciosa experiencia estaba teniendo, Alfonso apenas y se movia, ni en cuenta de lo que pasaba, pasaba mi lengua por todo lo largo de su miembro, se la ensalivaba y pequeños mordiscos le daba; sus bolas me las metia en mi boca, jugueteaba con ella, ya sin importarme nada, me monté encima de Alfonso, me pasaba su miembro por mis labios vaginales y junto con su liquido que le salía más mojada se ponía mi rajita, el olor a sexo era fuertísimo, le puse mis bubis en su cara y que rico raspaba esa barba en mis senos.


Me levanté un poquito y agarre el miembro con una mano, lo acomodé en mi entrada que ya escurria y palpitaba por sentirse profanada y comencé a a bajar poco a poco, me iba abriendo al máximo mis labios vaginales, sentí mucho dolor y me la saque por completo, ni siquiera había entrado la cabeza de ese pitón, no me dí por vencida y comencé nuevamente a bajar, el dolor era terrible, mis manos estaban llenos de fluidos.
Sin pensarlo dos veces me dejé caer de golpe, grite fuerte, ayyyyaaahhhhhhhh… apenas y pude introducir la mitad y sentí que me reventó algo por dentro, arquee la espalda y me agarre fuertemente de los hombros de Alfonso, sentí que toda mi cosita estaba estirada al máximo, me quise mover hacia adelante para mitigar el dolor y en ese pequeño movimiento comencé a tener mi primer orgasmo con un hombre. Todo mi cuerpo se estremeció y sentía claramente como mi vagina aprisionaba ese enorme miembro con cada contracción.


Estaba escurriendo por todas partes, la piel erizada, me mordia mis labios para no gritar de placer, jadeaba incesantemente. Después de recuperar el aliento, no me sentí satisfecha con eso y ya pasado un poco el dolor me volví a enderezar y tratar de meter todo ese animalote en mi interior, fueron minutos larguísimos en los que trate de clavarlo hasta el fondo hasta que por fin mis clítoris rozó el tronco de su miembro, fue deliciosisimo y que me comienzo a venir nuevamente, aghhhhh, gemia y gemia, no me importo mi orgasmo yo quería sentir más, comencé a cabalgar desenfrenadamente, sin importarme que se fuera a despertar Alfonso, me vine nuevamente, ya eran tres orgasmos en menos de una hora que había tenido y ese miembro seguía durísimo, me saqué esa cosa de mi puchita y se sintió como cuando destapas botella de vino, comenzó a salir un poquito de sangre mezclado con mis fluidos.
Con la toalla me limpie y limpie el miembro de Alfonso, comencé a mamar nuevamente, no me iba a ir sin antes probar de todo con este macho, mi vagina comenzó a lubricar nuevamente, me monte nuevamente, pero ahora de espaldas a él y seguí cabalgando y cabalgando ese duro miembro, escurría a montones, solo escuchaba el chasquido de mi vagina cuando chocaba con su tronco, estaba endiosada con ese viejo que era mi tio, mi clítoris se inflamaba más y mas de tanto placer que recibia. Después de cerca de quince minutos metiendo y sacando ese fierro, me vine otra vez, me dejé caer hacia atrás, me sentía completamente ensartada.

Después de un ratito de descanso, decidí que también quería por ahí, quería que me rompiera también mi hoyito, tenia que ser completada la tarea, me comencé a lubricar mi hoyito y en la misma posición intenté meterlo en mi interior pero nada mas al sentir la puntita y el dolor horrible me levanté. Me lavé con jabon y sentí como que resbalaba más que con mis fluidos mis manos y se me vino a la idea de que tal vez resbalaría más fácil con jabón y comencé la maniobra, ahora puse a mi macho de lado y de cucharita comencé a jugar en la entrada de mi hoyito, aun así tan solo la puntita me causaba un dolor indescriptible, me puse boca abajo y como pude coloque a Alfonso encima de mí, quiso como que reaccionar y solo alcance a entender -Vilma que rica estas- me abrí las nalgas con una mano y con la otra sostuve su miembro en la entrada de mi hoyito, me comencé a tratar de meter el miembro de ese macho, y ya en la entrada comencé a meterlo lentamente, mi hoyito al igual que mi vagina comenzó a estirarse al máximo, cada centímetro que entraba era un dolor tremendo, aflojé las nalgas y en eso solté el miembro de lo resbaloso que estaba y todo el peso del cuerpo de Alfonso cayó sobre mi cuerpo e hizo que entrara hasta el fondo toda esa barra de carne en mi virgen hoyito, sentí que ahora si esta vez me había reventado algo adentro, aguante todo mordiendo la almohada para no soltar el grito, fueron minutos eternos de dolor pero al fin se acostumbró mi culito y para mi sorpresa Alfonso como que comenzaba a reaccionar al sexo, decía –rico amor y se empujaba mas y más con un mete y saca delicioso, de vez en cuando me pellizacaba las bubis, que excitante era, ese mete y saca, lo comenzó a hacer más rápido, yo movia mas y mas la colita, al mismo instante que comencé a tener mi orgasmo y aflojé el cuerpo sentí como explotó completamente Alfonso en mi interior, inundándome con un liquido caliente mi interior y se desplomó. Así estuve cerca de cinco minutos aguantando aún, hasta que por fin lo hice de lado y se desconectó de mi. Saliendo una enorme cantidad de esperma de mi





Al salir también el dolor fue bastante, me sentí destrozada por dentro; me escurrían chorros de esperma, sentía que todo me palpitaba; como pude me puse los jeans y mi blusa y levante mi calzón y me fui. Nadie me vio salir de la casa de mi tia y discretamente llegue a la casa, cada paso que dí hasta la casa sentía que se me aflojaban las piernas, pero llegue y me metí a darme una ducha, mi mamá no estaba asi que aproveche para bañarme sin prisas, apenas me quité la tanguita de mi tía y de mi culito comenzó a salir más leche mezclada con sangre, lavé la tanguita y aun la guardo como recuerdo de mi desvirgada. Me acosté en mi cama y me quede profundamente dormida, cuando me desperté sentí que todo me dolía, le dije a mamá que me sentía muy resfriada y que me dejara descansar todo el día. Anduve con un dolor enorme casi cinco días por mi colita, pues me quedó toda rosada y lastimada, pero no me arrepiento de la cogida que me aventé. Al otro día supe que mi tia le armo un escándalo a mi tio, porque ella se dio cuenta que él se había cogido a alguien en su propia cama, mi tio según que ni en cuenta, y yo por dentro gustosa de que ese hombre con tremendo trozo de carne me haya hecho mujer completamente, aunque yo sola lo haya disfrutado.