Mi primera vez con mi tía, me volví su amante y me enamore de ella
Relato
Ocurrió ya hace años, mi tio Alberto se caso con Aida, mi vecina, el tenía 27 años, ella 24, ella era de talla pequeña, 1.55 mt, mi tío siempre se caracterizo por ser un tipo machista, por mi padre sabía que las únicas experiencias sexuales que tenía habían sido en burdeles, jamás había tenido alguna novia, Aida fue la única novia que tuvo y con la que se caso poco tiempo después, nuestras familias siempre fueron muy amigas, la boda fue bien vista por todos, yo tenia 14 años en ese tiempo, aun estaba en la escuela secundaria, estaba con las hormonas encima y me hacia muchas pajas, Aida no era una mujer voluptuosa, era delgada y si tenia su culito, yo me tenia mucha confianza con ella ya que junto con su hermana Luciana, ellas me cuidaron cuando yo era un bebe porque mis padres trabajaban y me dejaban con ellas, así que crecí con ellas, Luciana tenia muy buenas piernas y mejor culo que Aida, sin llegar a ser un mujeron, soñaba con meter mi pinga en ese culo, Luciana fue mi inspiración para hacerme muchas pajas, pero solo fueron fantasías, siempre tuvimos un trato muy respetuoso con ella, era una mujer muy recatada, jamás se le conoció novio alguno.
Respeto a Aida, era una mujer mas alegre, le gustaba ir a fiestas aunque no la dejaban mucho, lo hacia cuando podía, siempre aparento ser una mujer algo liberal y por ahí andaba con algún noviecito, pero aparentemente sin llegar a más, exactamente no sé como hizo mi tío para llegar a enamorarla, pero un buen día nos dieron la noticia que eran novios y meses después se casaron.
El día de su boda ella se veía muy bien, después de la ceremonia religiosa, fuimos todos a un local donde celebrarían la fiesta, ella se cambio a un vestido muy ceñido y por primera vez al verla esa noche pude sentir un deseo sexual por ella, no pude evitar tener una erección al mirarla, cuando me acerque a saludarlos y felicitarlos, después de darle la mano a mi tio, me acerque a ella y le di un abrazo, al hacerlo, ella misma apretó su cuerpo contra el mío como nunca antes lo había hecho, era la primera vez que sentía sus tetas apretadas contra mi pecho y tampoco pude evitar tocar mi pinga contra su cuerpo, es imposible que no la haya sentida todita, lo extraño fue que lejos de separarse al sentirla, me apretó mas fuerte aun, como disfrutando ese momento, yo me sentía muy excitado, pasaron unos segundos y me soltó, no volví a verla igual después de ese día.
Después de un par de meses de casados, en casa, mis padres acordaron que se queden a vivir con nosotros ya que estaban alquilando un departamento y les salía muy caro para sus posibilidades, así que se mudaron con nosotros, mi familia estaba conformada por mis padres y yo. Mi padre era militar y mi madre era policía que prestaba servicios en una unidad llamada Fénix y salía con una moto, mención aparte, su uniforme que tenía un pantalón algo crema muy apretado dejaba ver sus curvas y la verdad que tenia un muy buen culo, era un deleite mirarla caminar desde atrás pero me molestaba mucho que los vecinos la quedaban mirando también, aparte de la fama que tenían las policías femeninas justamente de la unidad en la que trabajaba, pero esa es otra historia.
Volviendo a la historia, mi tio trabajaba como electricista industrial en proyectos, por lo que el siempre se ausentaba por un mes y estaba en casa 10 dias. Mi tia no trabajaba ya que mi tio no quería, se quedaba en casa. Yo estudiaba en las mañanas en el colegio y por las tardes estaba en casa a partir de la 1 pm, mi padre trabajaba en turnos, se ausentaba 2 días de casa y después tenia libre 1 día, pero ese día normalmente se iba de casa a cualquier lugar, mi madre salía temprano a trabajar y estaba todo el día fuera, no tenia un horario fijo de retorno a casa, pero lo seguro era que volvía después de las 8 pm, por lo que normalmente estábamos todas las tardes en casa mi tía y yo, ella era técnica de enfermería, ya no ejercía por causa de mi tio, asi que por las tardes solo veíamos películas o me ayudaba con mis tareas, nos volvimos muy cercanos, ella siempre que podía me abrazaba o me daba algún masaje, muchas veces sentía sus tetas pegadas a mi cuerpo, siempre andaba con unas tremendas erecciones y varias veces la vi mirándome el paquete de reojo, pero todo quedaba en eso, nos hicimos tan cercanos que ya veíamos normales esos apretones y yo también empecé a hacerle masajes a veces o abrazarla cuando ella estaba de espaldas, frotaba siempre mi pinga en su culo en esos abrazos y ella no me decía nada, cada vez esos abrazos era mas atrevidos y duraban más, en una ocasión que yo la estaba punteando cuando la solté ella dándome la espalda hizo su mano hacia atrás y me toco el paquete encima del pantalón, era ya la había sentido muchas veces pegado su cuerpo, pero era la primera vez que lo sentía con la mano, fue solo un roce y se apartó. Después de eso cuando ella me abrazaba por la espalda, siempre bajada sus manos y me tocaba el paquete, pero siempre por encima del pantalón, eso se convirtió en nuestra rutina todas las tardes.
Cuando mi tío estaba en casa podía escuchar cuando se hacían el amor, el daba bufidos algo ruidosos, a ella jamás la escuche, solo escuchaba el sonido de la cama y los bufidos de el hasta que terminaba, yo siempre me quedaba en su puerta escuchando, hasta que en cierta ocasión me atreví a llevar una silla, me subí a ella y pude observarlos desde la ventana superior de la puerta, estaban desnudos, ella debajo de el con las piernas abiertas y el empujando y jalando una y otra vez mientras a su vez le besaba el cuello, ella con las manos al costado agarrando las sábanas, yo me hacia la paja y en una de esas ella me logra ver, yo me asuste pero no me baje, ella no decía nada, solo me miraba y pocos segundos después el empezó a dar espasmos, estaba terminando dentro, ella seguía mirándome sin decir nada, yo termine mi paja también eyaculando en mis manos, me baje de la sila, me limpie rápido en el lavadero del baño y volví para devolver la silla a la sala, pero ya no estaba, mi tía había salido y la regreso, me cruce con ella, solo nos miramos, ni dijimos una sola palabra y ella entro a su habitación, no sin antes volver a rozarme el paquete con su mano.
Cuando mi tio volvió al trabajo, nosotros volvimos a nuestra rutina, ya era algo implícito nuestros manoseos, jamás hablamos de la vez que los vi cogiendo, cierto dia ella me abrazo por detrás nuevamente, como era costumbre bajo una de sus manos y me toco el paquete suavemente, pero esta vez yo agarra su mano y la metí dentro del buzo con el que estaba, ella no dijo nada, solo la sintió totalmente dura y me empezó a masturbar hasta que termine en sus manos, voltee, tome su mejilla y le di un beso en los labios, ella solo correspondió el beso, y se fue a su habitación, yo, como leyéndole la mente, fui detrás de ella, cerramos la puerta, nos volvimos a besar, ella me quito el polo, me llevo a su cama, ambos nos quitamos la ropa, era la primera vez que veía una mujer desnuda, jamás había tenido sexo, ella acerco sus senos a mi boca, empecé a besarlos, le chupe los pezones, vi que ella gemía mucho cuando se los chupaba asi que empecé a hacerlo con bastante energía, recorrí su cuerpo con mis manos, toque su culito y empecé a masajearlo mientras seguía chupando sus pezones, ella tomo una de mis manos y lo llevo a su conchita, estaba mojada, ella misma guio mis dedos a ciertos puntos que aparentemente le gustaban, una vez ya tenia identificado ese punto en su conchita ya empecé a moverme solo, así seguimos buen rato, yo estaba loco por penetrarla pero ella me dijo que no lo haga aun, de pronto, después de un buen rato ella empezó a dar gemidos muy fuertes, casi gritando, nunca la había visto ni escuchado asi, y empezó a retorcerse como convulsionando, sentí mi mano que tenia en su concha mojarse completamente, como si estuviese orinando ella, y tuvo un cambio muy notable, empezó a gritarme: “Ahora puto pajero, quiero que me la metas hasta el fondo” “quiero sentir toda esa pichula dentro de mi” “rómpeme toda” yo estaba a mil por hora me puse encima de ella, se la metí toda, mi pene es de tamaño normal, unos 16 cm, entro con mucha facilidad, era mi primera vez, pero estaba tan excitado que solo dure unos pocos minutos y eyacule dentro de ella, ella lo sentía y me seguía gritando, esta vez me decía que la preñe, que el puto de mi tío se lo merecía por no saber complacer a una mujer, cuando estaba eyaculando, ella me cogió del culo y apretó mucha más, como para que no se escape ni una gota de leche dentro de ella, nos quedamos en esa posición varios minutos, en todo momento estuvimos besándonos, me eche a su costado y la abrace, ella puso sus mejillas en mi pecho y se quedaba pensado mientras daba suspiros, levanto su rostro hacia mi y volvimos a besarnos, ella me cogió la pinga y empezó a masturbarme, a los pocos minutos volvía a estar erecto nuevamente, esta vez ella se puso encima mío y empezó a cabalgar sobre mí, subía y bajada, empezó suave pero al rato nuevamente empezó a gemir mas fuerte y su movimiento fue mas frenético, esta vez si dure mas tiempo que la primera vez, levante mi torso y empecé a besarle el cuello mientras seguíamos haciendo el amor, ella no paraba de moverse, me pare y la levante, la tuve así levantada sin dejar de metérsela en ningún momento por varios minutos, la tendí en la cama y seguí penetrándola, las sabanas estaban totalmente destendidas y casi todo fuera de la cama, seguía metiéndosela con fuerza una y otra vez hasta que volví a eyacular dentro, nuevamente ella me cogió del culo y apretó comiéndosela toda adentro. Nuevamente nos abrazamos y sin decirnos palabra alguna solo descansamos ya eran poco mas de las 7 pm por lo que tuvimos que vestirnos y asearnos ya que mi madre llegaría dentro de poco y si se enteraba que me estaba cogiendo a la mujer de su hermano iba a ser un desastre. Antes de salir de su habitación nos abrazamos nuevamente, nos besamos, parecíamos una pareja de novios. Es así como empezamos a ser amantes, pero yo no sé, la consideraba algo mas que eso, pero esto fue solo el inicio.
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513584 veces
Relato casi en su totalidad real que demuestra que toda mujer casada es una puta sumisa en potencia
Relato erótico enviado por morboso sadico el 29 de July de 2009 a las 18:09:16 - Relato porno leído 299819 veces
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