Mi primo y yo hemos cogido desde hace años. Todo empezó como un juego de niños y hoy... es nuestro JUEGO QUE NADIE ENTENDERÁ.
Relato
Cuando yo tenía 7 años y mi primo Cristian ya 4, estábamos viendo la TV. Ya era tarde, nos habíamos quedado solos. Mis papás papás no estaban y él vivía con mi abuelita quien tampoco estaba. De pronto, sin darnos cuenta le cambiamos a un canal donde estaban dando una película erótica: una pareja se besaba apasionadamente, mientras la mujer decía "cógeme".
Yo estaba buscando el remoto, para cambiarle, cuando de repente mi primo me agarró la cabeza y me plantó un beso.
Yo no le dije nada (me había gustado), pero tampoco se volvió a repetir... en los días siguientes.
Meses después, yo estaba aburrido y decidí ir a casa de mi abuelita a jugar con mi primo.
Cuando llegué había otros dos niños allí y decidimos jugar a las escondidas. No sé si por deseo o por destino, le dije a mi primo que nos escondiéramos juntos. Él aceptó. Fuimos tan buena pareja que no nos podían hallar. Yo decidí asomarme por un hueco para ver si alguien merodeaba por allí. Cuando de pronto, comencé a sentir unas manos en mis nalgas. Me acariciaban muy rico. E intentaban meterse dentro de mi ropa. Yo no me opuse, sentía tan rico y quería que llegara lo más que pudiera. Nos acariciamos y nos besamos tan rico que no lo olvidé en meses.
Y así eran nuestros encuentros. Solo besos y faje.
Pero, pasaron los años. Él tenía 8 y yo 12. Y un día en que mis papás tuvieron una salida, yo lo llamé con el pretexto de jugar...
Él vino y yo lo recibí con un abrazo. Él lo aceptó, pero vi en su cara cierta incomodidad.
Tenía miedo proponerle lo que había pensado y creo que él lo notó, porque inmediatamente me sonrió y me dio una nalgada.
¿Para qué me quieres, primo?, me dijo. Vamos a jugar a algo. le dije yo. Mira, bájate los pantalo0nes. Él lo hizo. Cierra los ojos. Lohizo.
Vi que su verga no era de un tamaño considerable, pero de igual manera se me antojó.
Comencé a chupársela lentamente y vi cómo lo disfrutaba.
Me garraba la cabeza y me la empujaba a modo de tragarme su verga.
Después me dijo que me quería hacer lo mismo. Yo acepté y entonces me di cuenta de algo: me encantaba tener el papel de mujer: porque había disfrutado más mamársela a él, que él me la mamara a mí.
Se escuchó el ruido de la puerta de la cochera y rápidamente nos salimos de nuestro mundo y tratamos de actuar como si nada.
Y, nuevamenter, así fueron años.
Después de algún tiempo, él ya no era como antes.
Tenía yo que intentar atraerlo a mi casa (puesto que mis papás me dejaban solo muy a menudo). Pero difícilmente aceptaba.
Después de un tiempo, él entró en la secundaria y volvió a acudir a mí: quería que lo asesorara con trabajos escolares.
Yo acepté con gusto, porque en verdad lo quiero y porque no perdía esperanzas de volver a hacer lo nuestro.
Y así fue: mientras hacíamos una de sus tareas en la computadora, él me dijo que iba al baño. Yo rápidamente pensé y actué: busqué en internet videos porno, videos eróticos y los dejé cargando con la ventana cerrada.
Cuando él llegó yo le dije que estaba un poco lento el software y, simulando un error, abrí las ventanas pornográficas.
Él se me quedó viendo. Y yo le dije "ay, perdón". "¿o lo quieres ver?"
"Está bien", dijo él.
Los empezamos a ver y vi bajo su pantalon como rápidamente su verga se ponía dura. Me excitó demasiado sobre todo al saber y recordar que ese aparato ya había estadop ern mi boca.
Se lo empecé a tocar y, sin preguntarle, me quité mis ropas y comencé a frotar mi culo en su verga.
Le encantó, lo sé, porque me comenzó a tocar. Y, sobretodo, agarró mis nalgas y me las abrió, queriéndolmela meter.
Sentí tan rico.
Su respiración se aceleró.
Pero no pudo penetrarme. Me dolió tanto y nos quedamos con las ganas.
Nos volvimos a distanciar.
Después de un tiempo mis papás tuvieron que rentar fuera de la ciudad por su trabajo. Solo venían a verme los fines de semana (por decuisión mía).
Mi corazón se alegró tanto, pues era una enorme oportunidad para reconquistar a mi primo.
Y un día, cuando él se dirigía al colegio lo detuve y le dije: ¿puedes venir al rato a mi casa? te invito a ver una película de terror."
Él aceptó aunque yo sabía que no vendría. Pero me llevé una agradable sorpresa cuando vi que sí lo hizo.
Llegó y me dijio: "bien, aquí me tienes. Veamos la película, porque para eso me citaste, ¿no es cierto?"
Y yo, otra vez con miedo, le dije: "¿y si a caso te hubiera mentido, te irías?"
-No lo sé. No sé qué pensar.
-Pues piensa en nuestros encuentros, piensa en nuestra historia. Piensa en lo rico que has sentido. Porque, no me mientas, te han gustado.
-No lo niego, pero, ¿y si nos descubren?
-¿Y quién lo hará?, ¿quién lo dirá?, ¿tú?
-Supongo que no. No puedo. Es algo peligroso y, al mismo tiempo y como tú lo dijiste, me gusta. Supongo que me gusta por lo pelogroso, por lo prohibido, porque gracias a ti conocí el placer sexual, la excitación, la lujuria... el sexo. Muchas cosas.
-¿Lo ves? Continuemos nuestra historia. Nadie nunca lo sabrá, sdolo tú y yo. Y eso es rico, muy rico. Incluso no te prohibo tener novia, hazlo si quieres. Yo sé que solo somos amantes. Yo sé que lo de nosotros no será formal nunca. Todo empezó como un juego y no tiene porqué cambiar. Creéme que a mí no me quita el sueño el si algún día serás mi esposo. No. A mí me quita el sueño que ya no nos demos placer.
-Está bien. ¿Qué haremos esta noche: ver película de terror o haremos una nosotros, pero porno?
Eso me super calentó y, sin decir nada, me levanté mi playera y le puse mis pezones en su boca. Él no puso resistencia y me los empezó a chupar, a morder... ¡riquísimo! Era la noche y el encuentro más rico que habíamos tenido... hasta ese entonces. Aunque, una vez más, no me pudo penetrar. Me dolía muchísimo y él se limitó a masturbarse entre mis nalgas y después me vació toda su leche caliente en mi boca. Sentí riquísimo cuando este bajaba por mi garganta. Pero me dolió no verlo satisfecho a él.
Mientras nos vestíamos le dije.
-Te tengo una propuesta.
-Dime.
-¿Por qué no compras un lubricador para sexo anal?
-No sé. ¿Por qué no lo compraas tú?
-Porque tú eres el hombre. Además, tú pasas más seguido por la farmacia. Halo, por favor. Verás que así disfrutaremos mucho más... ¡los dos!
-Bueno, lo voy a intentar.
Pero, nuevamente, pasaron los días y me volvió a evitar. Yo trataba de hacerle plática, para que otra vez me quisiera y aceptara coger con migo.
No lo conseguía.
Un fin de semana (lo que significa que mis padres estaban en casa), en la noche, cuando mis papás se fueron a dormir, yo salí de la casa y me dirigí a la suya. Corrí con suerte de que estaba fuera de su casa y mi abuelita no se enteró que fui.
Le dije:
-Cris, vamos a mi casa, están dando "Masacre en Texas".
Él me miró -una de esas miradas que me aterraban.
Miró adentro de la casa.
-Pero ya estarde y no me va a dar permiso.
-No le avises. Escápate. Por favor.
-Está bien. Pero veremos película ahora sí.
-Sí -le dije dudando.
Llegamos a casa, no hicimos ruido. En ese momento no me percaté, solo hasta después pensé que si él no había hecho ruido, quizá lo debería haber tomado como una SEÑAL de que él también querúia algo.
Entramos a mi cuarto y comenzamos a ver lo que quedaba de la película. Por suerte no recibí reclamos ni rechazo porque la película ya había empezado.
Estuve muy casto toda la película. Y, la parte que esperaba, afortunadamente, llegó.
una escena erótica (una parecida a la que nos hizo comenzar el juego). Con gran disimulo voltié a ver cómo reaccionava. Y vi en sus ojos mucha satisfacción, y, aunque no lo crean, vi lujuria.
"Ya va a ser mucho más fácil", pensé.
Y cuando terminó la película le comencé a hacer plática para que no se fuera.
-¿Ya has vuisto los detras de camaras de el conjuro?
-No.
Y corrí a encender la computadora.
-Vamos a verlos, estan muy buenos.
-Pero ya estarde.
-Duran muy poco.
Efectivamente, duraban poco, pero no era eso lo que quería que viera. terminamos de berlos y después abrí una carpeta con videos pornos que había descargado. Por si ese tema no lo convencia del todo, me di el lujo de descargar unos realmente especiales y acordes a la ocasión.
VIDEOS PORNOS, VIDEOS DE SEXO ENTRE PRIMOS.
-¿Los vemos -le dije-
-Sí quieres.
Esas palabras me sonaron a gloria.
Los empezamos a ver y, con el passo de ellos, a calentarnos. Se acercaba, lo sabía, nuestra gran noche, la que quizá esperamos desde ese beso que inició todo. Sabía que él también lo quería.
Y, por fin, comenzamos...
Yo le comencé a buscar la verga dura y él no puso objeción. Al contrario, practicAMENTE, ME LA DIO.
-¿Te la chupo?
-¡Sí! -dijo en un suspiro. EAso me exito mas.
Lo comencé a hacer y él comenzó a buscar mi trasero por debajo de mi ropa. Lo encontró y me lo empezó a acariciar. Sentía de lo más rico.
Sentí más rico aún cuando sentí que buscaba quitarme (SALVAJEMENTE) mis prendas.
Yo me paré y lo hice. Después, asumiendo el papel de mujer, lo desnudé a él. Y él me empujó en la cama y me montó. Se comenzó a masturbar en mi espalda y en mis nalgas. Ya se comenzaba a masturbar en mi cara , bucando mi boca, cuando le dije:
-No, amor. Esta vez no. Esta vez te tengo una sorpresa que te va a encantar.
-¿Qué es? -me dijo con esa voz en suspiro que tanto me excita.
Sin contestarle, me fui al cuarto de baño. Me puse jabón en los dedos y me los metí en el culo. Después, de un lugar secreto, tomé el lubricante y me lo llevé a mi habitacion.
Llegué y él estaba viendo los videos. Sin que se diera cuenta, me puse lubricante en el culo. Muchísimo.
Y le di una ultima mamada en la verga. Para que tambioén lubricara y porque se me antojaba.
Posteriormente, lo tumbé en la cama, boca arriba y... me montpé en su verga abriendo con mis manos mis nalgas. Para agrandar mi culo. Y él se sorprendió.
Desde ese momento su rostro de fascinación y doble excitación se me quedó grabado en mi memoria. Y yo sabía porqué:
En su verga sentía la calidez de mi culo poco a poco. Lo estabamos logrando. Su verga estaba entrando (POR FIN) en mi culo.
Lanzó sus primeros gemidos y me excitó máas para seguir metiéndome más su duro plátano.
Sentía tan rico cómo su rifle entraba hasta que alcanzó el fondo... comenzó la segunda parte.
Comencé a brincar como loca en su verga, lanzaba gemidos. Por la excitación ya ni si quiera me contenía para que mis papás no nos oyeran. Era nuestra noche. A los dos nos estaba encantando.
Él porfin entró en el acto agarrando mi cintura y a atraerme contra su pelvis, haciendo que su rica verga entrara de golpe. A Mí me encantaba.
Me dio, y me dio y me dio. Duro. Yo galopaba en su verga tan dura y resistente (pensé que con dos minutos su verga habría explotado). Llevávamos por lo menos cinco minutos a ese ritmo. Yo brincando, él agarrandome y dándome rico. Gimiendo los dos, llenos de placer.
De repente él se sentó, conmigo arriba aún, y me dijo.
-Ponte de a perrito, mami. Por favor.
-Lo que tú ordenes, papi.
Y lo hice. A penas me había acomodado cuando sentí como su fierro entraba en mi culo. Me comenzó a dar tan duro que yo sentía que me llegaba hasta el alma. Era riquísimo. Estuvimos así otros cuatro minutos.
Después yo me tumbé boca arriba y abrí las piernas. Él me las agarró y me las levanto (como en la posicion en la que cambian el pañal a los bebés) y comkenzó a darme más dosis de salchicha.
Me dio y me dio duro y tan duro que lanzé un grito. Ambos nos detuvimos para escuchar si no se habían despertado mis papás y levantado... pero no. Seguimos haciéndolo. Muchos minutos, muchas arremetidas hasta que vi, por su rostro, que el final se acercaba. Yo quería sacar su pene de mí, para hacerlo toda la noche, p"ero, al mismo tiempo, no quería que parara. Decidí empujarlo tantito hacia afuera de mi para damr ecuenta lo que él quería. Y me excito saber que tampoco quería parara, pues no me hizo caso y siguió arremetiéndome. Se oía super rico el "chac-chac" que hacen dos cuerpos al chocar (en este caso sus piernas contras mis nalgas). Y, para hacerlo más rico, sentía cómo sus huevos pegaban en mi cuerpo.
Comenzó a lanzar gemidos más fuertes y más excitantes y yo también. Llegaba la tercera parte.
Cuando estaba pensando en decirle que cuando se fuera a venir me avisara para que me lo echara en mi boca, él me dijo:
-¿Dónde te los echo?
Lo pensé un momento, pero decidí experimentar algo nuevo, aprovechando que por fin se nos había dado la penetración.
-Adentro -le dije. Y eso lo excito, pues lanzó un lartgo gemido y me dio mas rapido.
Por fin, por su cara, me di cuenta de que había acabado. Al rpincipio no sentí nada, pero después sentí la ricura calidez de su semen escucrriendo al salir fuera de mi cuerpo.
Nos quedamos unos minutos así. Y luego se acordó:
-¡Ya estarde!, no me acordaba -me alegró saBER que hasta la nocion del tiempo habia perdido de los rico que había sentido él tmbien.
Nos vestimos. ¿Quería hacerle unas preguntas, pero no me atreví. Se fue. Y yo me quedé en mi casa, en micuarto, en mi cama aun fantaseando. Oliendo las sabanas. Una parte aun estaba manchada por su semen y lo chupé.
A los pococ días, lo vi conectado en watsap y me armé de valor para no quedarme con la duda y le pregunte:
-Hola, Cris. ¿Te puede hacer uhna pregunta"
-Dijme -dijo serio.
-¿Qué te pareció la otra noche"
-¿que que me pareció?
-Sí, ¿te gustó?
Hizo una pausa tan seria que otra vez sentí miedo. Pero finalmente dijo.
-Disculpa, es que cerré laas demás conversasiones.
Volvió mi alma al cuerpo. Y me enió un mensaje lñargo (considerando lo cortante que era) diciendo.
Cómo puedes preguntgar si me gustó, si tú bien viste cómo me encantó hacerte mi mujer. Cómo puedes preguntarme qué me parecio si bien sabes que no hay plabras para desribir lo rico que estuvo NUESTRA noche.
No obstante, voy a tratar de contetarte:
querido primito, quiero agradecerte por no darte por vencido. Por invitarme siempre a estar contigo a solas. Si desde las primeras veces que te rechacé te hubieras dado por vencido no habríamos tenido la noche tan rica que tuvimos. Suspongo que si sabes que eres la primera persona a la que penetro. Me siento tan bin por eso porque se podria decir que fuiste mi primer amor. Es indescriptible el sentimiento de habeerte cogido en la noche, en tu cama, en secretio.
GRACIAS PRIMA, tienes razón, podemos andar con quien querramos pero tu y yo siempre seremos cómplices. Me encantaría que me dieras la oportunidad de seguirte cogiendo. Tienes un cuelo delicioso y una manera de moverte que me infarta. En mi verga siento un coasquilleo que me mata. No quiero terminar contigo nunca primita. Nos podremos enamorar de alguien mas, pero lo de niosotros va mas alla del amor. Va mas alla de la fidelñidad. No estamos enamorados, no le somos infiel a nadie porque al final de cuentas, lo de nosotros es UN JUEGO:
Un juego que yo comence, un juego que solo tu y yo sabemos jugar tambien
Somos unos afortunados de que se nos den tantas veces la oportunidad de repetir lo que hicimos esa noche. Y apartir de hoy, te juro que ya no las voy a volver a desperdiciar.
Porque siempre amaré nuestro JUEGO QUE NADIE ENTENDERA.
A partir de ese momento ya no pude ver a mi sobrino como tal, sino ya lo veía como un hombre que deseaba cogerme sin control, a cada oportunidad que mi sobrino tenia lo aprovechaba para ver mi cuerpo, esto era cuando me cambiaba, bañaba, entre muchos otros momentos que tenia para verme y lo más lascivo era que yo no hacía nada para evitar que me viera, al contrario cada vez que me bañaba dejaba la puerta abierta para que me viera y así en la ducha con la certeza que me estaba viendo yo hacía movimientos sensuales e incluso con el pretexto de lavarme mi zona intima yo me la tocaba con tanta sensualidad que sin duda sabia que él tenía su pene bien erecto desde donde estaba viéndome.
Relato erótico enviado por putita golosa el 27 de July de 2010 a las 23:14:27 - Relato porno leído 309821 veces
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 22:04) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:31) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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