Mi primo y una noche espléndida.

Hola nuevamente a mis lindos lectores, en este tercer relato les contaré un poco sobre los efectos secundarios de mi nueva vida sexual, después de lo que me paso en el metro y con Adrian en la fiesta y el taxista (primer y segundo relato) me percate de que mi relación no llenaba ese vacío que sentía en mi y mucho menos el placer al que me había entregado, así que di por terminada mi relación con Antonio con quien había compartido 2 años de novios pero que al final no era el hombre que buscaba(era muy celoso) y no me daba lo que necesitaba.

Esta etapa de libertad comenzó cuando comenzaba el quinto semestre de preparatoria, tenía todo el tiempo para dedicarlo a mí misma, iba al gimnasio tres veces por semana, a fiestas los viernes y salidas con mis amigos, en fin, era en todo normal a una chica de mi edad excepto en los gustos y necesidades que tenía como mujer.

El viernes al salir de clases me fui directo a casa con la idea de comer algo rápido e irme al gimnasio como de costumbre pero al llegar me encontré a mi tía Elena y a Robertito (quien ya no era aquel chiquillo con el que solía jugar, para ser dos años menor que yo ya era todo un guapo hombrecito, eso me llamo más la atención ya que siempre nos habíamos gustado), muy contenta me apresure a saludarlos y a platicar sobre esos 5 años en los que no nos habíamos visto, debo decir que mi tía y en especial Roberto quedaron muy sorprendidos de ver en la guapa mujer que me había convertido.

Después de comer Roberto y yo nos pasamos platicando largo rato, me sorprendía que siguiera siendo un poco tímido porque es raro ver a un chico tan guapo que le cueste trabajo platicar con una mujer (o posiblemente yo ya no era una santa y por eso me parecía tímido) pero en fin, el y yo siempre nos hemos tenido mucha confianza, así que le platique sobre el fin de mi relación con Antonio (aunque no el por qué sucedió y mucho menos mis nuevos gustos sexuales), el me conto sobre su novia Lucia y sus pequeños problemas “amorosos”, aunque el no me lo decía me daba ternura ver a mi primo totalmente desesperado por acostarse con su novia, se nota que las hormonas de la adolescencia de mi primo estaban a tope.

Después de platicar me apresure a cambiarme de ropa y me fui al gimnasio, así el resto de mi tarde transcurrió de los más normal, cuando me disponía a regresar a mi casa note que en mi maleta no estaban las llaves y me enfadé porque eran casi las 8:30 pm y estaba a punto de llover y me empaparía toda y no tenía nada para cubrirme, para mi mala suerte al salir comenzó a caer una fuerte lluvia, mi casa se encontraba a unas calles así que corrí lo más rápido que pude, cuando llegue a casa toque la puerta con desesperación pero nadie me abría y yo estaba totalmente mojada, volví a tocar pero nada, una vez más, y otra, hasta que por fin Roberto me abrió y entre disparada, no sin antes reclamarle el haber tardado tanto para abrir y su falta de atención, solo alcanzo a decirme que mi mama y mi tía habían salido… hasta que caí en cuenta que me miraba de arriba abajo con los ojos totalmente abiertos, entonces me di cuenta que la lluvia había hecho casi totalmente transparente mi blusa de ejercicio (y que al ser ajustada no acostumbraba usar sostén) quedando total y deliciosamente visibles mis senos con los pezones totalmente duros apuntando hacia adelante con ese tono de piel rosita que se nota bajo la ropa y de un pequeño e incomodo silencio me apresure a subir a mi cuarto un poco apenada.

Al estar en la soledad de mi cuarto me mire en el espejo y valla que me veía deliciosa con el cabello húmedo y mi blusa transparente por efecto del agua, ahora entiendo la sorpresa que se llevo mi primo al verme entrar así.

Me metí al baño y abrí la ducha, mientras se calentaba el agua fui a quitarme la ropa y note el tambo de mi ropa sucia todo revuelto, quede sorprendida porque no lo había dejado así pero no fue hasta que me desnude y puse la ropa en el tambo cuando me di cuenta que habían unas diminutas tangas encima y enrolladas, yo nunca las dejaba así por lo que me resulto extraño así que tome una de ellas y la desenrolle…

Demonios!! Estaba toda llena de semen justo en la parte más amplia (donde se pone la cuca), tome la segunda y lo mismo, tome una tercera que era una diminuta tanguita de encaje blanco que había usado hace dos días y estaba toda mojadita(al parecer la había lamido o algo así), tome las otras y toque ese liquido que estaba en mi ropa interior y estaba aún tibio, no era difícil suponer que el pervertido de Roberto se había pajeado con mis tangas sucias y sólo dios sabe que mas hizo, ahora entiendo porque tardo tanto en abrir, seguramente estaba devolviendo las prendas robadas.

Mientras me bañaba no podía quitarme de la mente a Roberto, ese guapo adolescente con las hormonas a tope, desesperado por tener a una mujer como para ser capaz de pajearse con ropas intimas, entonces muy dentro de mi nacía una nueva idea, de cierta manera yo me encontraba igual que él porque tenía más de un mes desde que tuve sexo así que me decidí a jugar un poco con él, posiblemente los dos saldríamos ganando.

Salí de la ducha, me coloque una blusita de tirantes sin sostén, unos shorts de licra negros ajustados y unas sandalias, baje como si nada, mi primo estaba distraído en su video juego, así que pase lentamente frente a él, pude notar como automáticamente su mirada se fue a mis piernas y a mis firmes nalgas, cuando me encontré frente a él me agache en 4 patas y en una repisa comencé a buscar “algo”, me estiraba y le paraba el culo, sabía que me veía, que me deseaba y ese era el juego.

Saque una pequeña botella de vodka que tenia escondida para eventos especiales, mi primito apenas pudo quitar la vista de mi entrepierna y me dijo:

-Waw que celebramos?
-El vernos después de mucho tiempo – le dije

Fui por dos vasos y me senté junto con él, el plan seguía su curso así que comenzamos a beber, platicando viejas anécdotas, vivencias y sobretodo del desamor, las copas continuaban su misión y al poco ya hablábamos de sexo y podía ver a mi “tímido” primito mirarme las piernas y mis tetas sin pudor alguno, entonces cuando me miro los senos le dije:

-Primo, te gustan mis senos?
-Erika como me dices eso… somos primos
-Bueno pero eres hombre, sólo dime que opinas de ellos..
-Tienes unas tetas hermosas Erika…
-Te gustaría verlos? – le dije

No espere respuesta alguna cuando lentamente hice a un lado los tirantes de mi blusa, cayendo lentamente de mis hombros y deteniéndose donde comenzaban mis tetas, sentía un cosquilleo electrizante recorrer mis brazos y mi espalda, con mis manos baje rápidamente la blusa y mis senos se movieron dulcemente mostrándose firmes y hermosas, Roberto se abalanzó sobre mí, me beso con desesperación, me apretaba las tetas, e introducía su lengua en mi boca, era sorprendente como la calentura y un poco de alcohol había transformado a mi primo, me tumbo sobre el sillón y de un tirón me quito mi short y se encontró a menos de 15 cm de una cuca deliciosamente depilada que ya tenía rastros de estar húmeda y caliente, abrí mis piernas y lentamente mis labios vaginales se abrieron como pétalos mostrando mi cuca en todo sus esplendor, sin pensarlo mi primo empezó a comerse mi entrepierna, sentía su lengua recorrerme estremeciendo todo mi interior mi primo me estaba dando una mamada tan deliciosa que no tarde mucho en sujetarlo fuertemente del cabello mientras descargaba mi primer orgasmo empapándole la boca, quede idiotizada, tumbada, desnuda y mojada.

Sin aviso mi primo me tomo de los tobillos y me encogió las piernas sobre mi pecho, trataba de meter su verga en mi conchita, pero su inexperiencia no lo ayudaba mucho ya que me punteaba sin lograr penetrarme (fue entonces cuando recordé que no podía tener sexo sin protección ya que estaba en mis días fértiles y no quería accidentes), entonces me levante dejándolo sentado sobre el sillón y vaya que sorpresa!!! A pesar de estar sentado se le veía una tranca de por lo menos 19 ó 20 cm, era grande y un poco gruesa, debo admitir que mi primo tiene un pene de muy buen tamaño, fue entonces cuando decidí regresarle el favor, le pedí que se acostara en el sillón (aun mi cuca estaba deseosa así que aun quería que me la comiera), me subí sobre el sillón y al estar a la altura de la cara de mi primo le pedí que me volviera a comer el coño, que lo hacía de maravilla y me moría por eso, lentamente comencé a sentarme, deseaba sentarme en la cara de mi primo y así lo hice, me senté sobre su cara colocándole la cuca exactamente sobre su boca, comenzaba a mover mi cadera en círculos y adelante y hacia atrás, mientras mi primo se sujetaba de mis piernas.

Era maravilloso sentir la lengua de mi primo introducirse en mi cuca, su boca abrirse y cerrarse bajo mi entrepierna al mismo tiempo que yo le llenaba su cara de mis jugos, era de locos!! Mi primo comenzaba a tomar el ritmo, me mordisqueaba la conchita, me lamia y alzaba la vista para ver a su prima cabalgar como loca sobre su cara, en ese instante me tomo de las nalgas y me movió hacia adelante, entonces ya no era mi cuca la que estaba encima de su boca, ahora era mi ano el que lamia con fuerza, no sabía lo que estaba pasándome dentro, era una sensación nueva, sentía delicioso, sentía placer, cosquillas, desesperación, me sentía como una perra en brama, simplemente Roberto me estaba comiendo el culo como jamás nadie lo había hecho y el sentir su lengua abrirse paso en mi ojete mientras mis nalgas abrazaban su cara no hizo más que descargarme un orgasmo como jamás en la vida hasta ahora.

Como pude me incorpore, no podía ver bien y todo me daba vueltas, solo escuchaba a mi primo jadear mientras descansaba en el sillón, no podía creer lo que me había hecho, Roberto se levanto hacia mi y me dijo que deseaba cogerme que quería que yo fuera su primera mujer, mientras tanto yo maldecía el estar en mis días fértiles y no poder darle a mi primo su primera vez como se merece, pero trate de respirar y tomar un poco de control y encontré una solución, tome a mi primo de la mano y lo tumbe nuevamente en el sillón e hincada frente a él le pregunte:

Alguna vez te han hecho sexo oral?
Y abriendo los ojos y sabiendo mis intenciones me dijo: No, nunca, tu serás la primera chica que me la chupa.

Le sonreí mientras le acariciaba tiernamente las bolas, con la otra mano recorría de arriba hacia abajo lentamente, era un pedazo de carne totalmente duro y caliente, comencé a darle pequeños besos a todo su falo, le besaba los huevos y los lamia hasta llegar a la punta que ya se encontraba mojada de un liquido transparente y un poco viscoso, así que con la punta de la lengua probé ese delicioso néctar, primero recorría la punta de su pene con la lengua, tratando de absorber todo ese jugo que le salía, hasta que no fue suficiente y me la metí en la boca, tenía un miembro delicioso, caliente y duro, me lo comía como loca, como si al succionarlo quisiera acabármelo todo, mi primo gemía y se sujetaba de donde podía, yo estaba totalmente entregada a la deliciosa tranca que tenía metida en mi boca que ya estaba lubricada totalmente de los jugos de mi primo, sentía mi boca casi llena, tibia, dulce y un poco viscosa, a ratos sentía como su pene descargaba pequeñas porciones de liquido pre-eyaculatorio que caían directamente sobre mi lengua y que en la frenética mamada empezaban a salir de mi boca por los lados, tome a mi primo de las nalgas y lo empujaba para que me follara la boca y entendió perfectamente porque me tomo de la nuca y me follaba la boca con fuerza, tanto que sentía sus huevos chocar con mi barbilla, sentía en mi boca mas líquido tibio que antes, me sujeto con fuerza y me metió todo su pene en la boca, mi frente chocaba con su ombligo y sus bolas se apretaban en mi barbilla mientras sentía su tieso pene convulsionarse en lo más profundo de boca, descargando en mi garganta todo su caliente semen, pude notar hasta ocho largos chorros chocar en mi garganta llegue a pensar que se había orinado en mi boca pero no, mi primo descargo toda su tensión sexual en mi boca, todo ese semen que no había podido sacar antes lo había hecho en mi boca.

Me separe de el un poco y no pude contener todo el semen en mi boca y parte cayó sobre la punta de su pene cubriéndolo con sus jugos como si fuera un helado con cubierta, quedo totalmente mojado de su semen desde la punta hasta sus testículos, quede totalmente cansada, débil y aun podía sentir dentro de mi boca espesos restos de semen de mi primo, entonces Roberto se levanto me levanto y me sentó en el sillón, entonces sin la menor caballerosidad me abrió las piernas y las puso sobre sus hombros, sujeto su verga y la trato de colocar en mi conchita:

Pero que estás haciendo Roberto?
Quiero estar dentro de ti, por favor, déjame hacerte el amor, tu sabes que siempre he sentido algo por ti..

Fue aquí cuando mi primo logro poner su verga en la entrada de mi cuca, entonces trate de zafarme pero no podía, lleve mi mano hacia mi cuca y trate de sujetar su pene para que no me lo metiera, pero al tocarlo pude sentirlo totalmente empapado del semen que le había escupido encima, trate de quitarlo pero lo único que conseguí fue embarrarme la mano de restos de semen…

Noo!! Estoy en mis días fértiles, me puedes dejar preñada idiota! -
No va a pasar nada Erika tranquila, además si pasa algo yo estaré contigo…

Entonces sentí su pene abrirse paso en mi, lo sentí caliente y lubricado de su propio semen, sabía que estaba mal, que esto me podría traer una grave consecuencia pero mi gusto por el sexo sin protección fue más grande y Roberto comenzó a bombearme, primero lentamente mientras lo contemplaba disfrutar cada centímetro de mi vagina, la gozaba y sentía, tenía ese rostro de satisfacción que todo hombre usa cuando penetra a una mujer, me empezó a follar duro, el sillón comenzaba a moverse debido a las embestidas brutales que me estaba dando, sentía como el trozo de carne de mi primo se abría paso sintiéndolo más caliente a cada centímetro que entraba más y más en mi conchita, solo veía mis piernas encogidas sobre mi pecho y mis pies apuntando hacia el cielo mientras caía sobre mi cara el sudor de la frente de mi primo.

Sus embestidas empezaron a ser más rápidas, yo sabía que se acercaba el final y lo deseaba, en ese instante sentí como sus testículos se contraían en la entrada de mi cuca e inmediatamente pude sentir como descargaba su leche en lo más profundo de mis entrañas con una fuerza que me hacía creer que reventaría, sentí como cada disparo de su semen invadía mi útero y alojaba su semilla en todo mi interior.

Roberto se acostó sobre mí y pude sentir como de mi conchita empezaba a salirse su semen a pesar de que aun tenía su tranca metida hasta el fondo, nos levantamos totalmente agotados y en ese momento escuchamos un auto llegar y me asome por la ventana rápidamente…

Mierda!! Es mi mama y mi tía!

Tomamos nuestras cosas, le dije que se hiciera el dormido en su cuarto y salimos corriendo, a tiempo llegue a meterme al baño y abrí la ducha, mi mama pregunto como estábamos y le dije que bien y se fue a dormir, mientras tanto me quede ahí, sentada y sonriendo, me encontraba plena y feliz, mi primo me regalo muchas cosas esa noche: me dio un placer que no había tenido, me follo sin protección y sobretodo se corrió dentro de mi (y abundantemente), además fui su primera mujer, así que salgo ganando.

En la mañana siguiente nuestras madres salieron muy temprano y yo no tenía ganas de salir porque estaba cansada, entonces mi primo entro a mi cuarto, lo primero que me dijo fue que me quería, que deseaba estar conmigo y que no importaba si me dejaba embarazada que nos iríamos y el se haría cargo, eso de cierta manera me alago, aunque sabía que debido a que su primera vez fue conmigo se encontraba confundido y cuando todas estas ideas rondaban mi mente Roberto ya se había metido a mi cama totalmente desnudo, como me encontraba de lado no le costó mucho trabajo ponerme boca abajo, como dormía con una blusa larga y tanga no hizo más que levantarme la blusa y poner mi tanga de lado sobre mis nalgas y así con mi culo al aire y a su disposición me comenzó a lamer el ano yo rápidamente me moje y me volví loca ya que unas horas antes había descubierto que eso y el semen eran mi debilidad, pronto Roberto se encontraba hurgando en medio de mis nalgas con una desesperación que nunca había visto, subió y beso mi espalda, mis nalgas y fue cuando subió a besar mi cuello que sentí su pene tieso y húmedo rosando mis nalgas, en ese momento Roberto lo tomo con la mano, le levante un poco más la cola y lo hundió sin dificultad en mi conchita, subía y bajaba con fuerza penetrándome profundamente, mi cara hundida en una almohada callaba los gritos de placer que me estaba dando un chico al que unas horas antes había quitado la virginidad, no aguante mucho tiempo y tuve un orgasmo brutal mientras Roberto gemía y hacia más lentos sus movimientos, nuevamente me había llenado la concha de su leche…..

Al terminar esa sesión de sexo me dispuse a ir a la farmacia que está a tres cuadras para comprar una píldora de emergencia por que era casi seguro que mi primo me dejaría embarazada con la cantidad de leche que me dejo dentro, aunque era ya un milagro no haber quedado preñada en alguno de mis encuentros previos.

Ese día hice entender a mi primo que lo que paso aquí era muy especial y que si deseaba repetirlo no debía contarle a nadie o no me volvería a tener jamás, gustoso aceptó y aun queda más relatos de esta etapa de mi vida, espero poder contarlo todo y que este relato les haya gustado tanto como yo lo viví.

Hasta pronto.
Erika H.