Manoseaba sobre mi sujetador lila, me acariciaba con timidez, le ayudé con mi mano para darle confianza, mientras uníamos nuestras bocas en un beso húmedo
Relato
Voy a mi graduación y para variar mi padre por ser viernes y se reúne con sus amigotes no me puede acompañar. Una de mis profesoras Florencia de unos 35 años , delgada sin ser flaca, bonitos senos y un acentuado trasero, me ha dicho que me acompañará ya que su marido anda en la mina y sus hijos de 12 y 9 años están visitando a sus abuelos, no deseo quedarme sola y menos aburrirme, espero que tú me aceptes a tu lado me dijo y me entretengas… la miré a sus ojos mientras pasaba la punta de mis dedos por sus senos, sentí como se estremeció, pero nada dijo., cuando le dije conmigo no hay mujer que se aburra. Solo me sonrió y se acaloraron sus mejillas.
Finalizado el acto las madres felicitan a sus hijos con abrazos y besos en sus mejillas y sus novias con abrazos y fogosos besos en sus bocas, llego a su lado y me da la mano felicitándome, le digo, a los otros le dan abrazos y besos como felicitaciones ríe y me abraza poniéndome los labios para besarme en mis mejillas, pero soy intuitivo muevo mi cabeza y beso sus labios con mi lengua metida en su boca jugando con su lengua, al separarse me mira sorprendida y respirando entrecortada me dice y ahora que haremos, le dijo vamos a pasarla bien vamos a comprar comida china preparada acompañada por un buen vino para celebrar y luego bailamos, de acuerdo y antes que responda la tomo de una mano y la arrastro fuera del salón… buscamos una venta de comida china paramos un taxi y le doy la dirección de su casa para la cena…, fresco me dice vamos a mi casa y quien lavara los platos después…, yo le digo no soy manco y me gusta tener encantada a mis mujeres. Nada responde.
Llegamos a su casa sacamos la comida y la botella de vino poniendo la mesa, comamos le digo antes que se nos enfríe nuestra cena de graduación…, me mira y me dice primero me voy a cambiar ropas para no ensuciar esta que es de salida y va a su dormitorio, por la puerta entrejunta la veo desnudarse y eso alborota mis hormona y adrenalinas…, entro sorpresivamente a su dormitorio me mira sorprendida latoso entre mis brazos y le digo… eres hermosa y de lindo cuerpo , ella esta solo con su ropa interior de color lila y medias negras, oye estoy desnuda dice, si lo sé por eso te digo que tienes un delicado y amoroso cuerpo que me tiene excitado y la beso en su boca trata de cerrarla, pero al nuevo intento la entreabre y a la tercera vez me recibe mi lengua en su boca y mimosa me toma con sus manos mi cabeza acariciando mi pelo, mientras yo bajo con mis labios besando su oreja, cuello, nuca, hombro, su seno el cual lamo y succiono, chupé su pezón, ella gime transportada, complacida permitiéndome meter mi cabeza en su entrepiernas y arrodillado sorber de su vagina, grita entusiasmada y vibra cayendo sobre la cama, la acomodo y sigo chupando su vagina. Me mira extasiada soñolienta convulsionada por el placer de ser la atención de mi persona, me dice macho…, machito me tienes loca, soy una puta, haz lo que quieras conmigo…,
Nos sentamos en la cama, a esas alturas la sensualidad de Florencia estaba mas que deseosa. Me acariciaba las piernas y puso su mano sobre mi pecho. Nos seguíamos acariciando y besando como desesperados. Estábamos muy calientes. Noté un bulto en su pantalón, su pene rozaba con mis bragas, me empezó a tocar las nalgas y todo el cuerpo con sus manos, los senos por encima del sujetador que aprisionaba mis grandes pechos deseosos de explotar.
Manoseaba sobre mi sujetador lila, me acariciaba con timidez, le ayudé con mi mano para darle confianza, mientras uníamos nuestras bocas en un beso húmedo.
Mis pechos son grandes pero nada caídos, su aureola es rosa rojiza y cubre gran parte de mis senos… con unos pezones que en reposo son de medio centímetro, grandes y deseables. Pensé que se le salían los ojos. Mi vagina era realmente peluda, hacía más de un mes que no me la había afeitado y mis vellos púbicos estaban todos desordenados… mi culo es más bien grande y blanco.
Yo estaba en braguitas que no cubrían mi vello y medias negras con liguero. Le dije que esperara que nos acomodáramos. Le quité los pantalones y la camisa, mientras besaba su cuerpo con cariño, como una caricia. Me tumbé en la cama, subí las piernas despacio, las flexionó, mi vagina, quedaba perfectamente a la vista, la vio y se le salían los ojos de pasión, se mordía los labios, babeaba, miró detenidamente aquella vagina, sus labios eran grandes, muy grandes, rosados, húmedos.
Mis jugos vaginales empezaban a escurrirse por mi entre pierna, puso su lengua allí, la movía despacio, me iba a matar de placer, cerré los ojos y acerqué su cabeza más a mi vagina húmeda, le crucé las piernas detrás de su cabeza, no se podía escapar, quería más, más placer.
Mi clítoris se podía ver a simple vista, siempre lo he tenido muy prominente en plena excitación. Creo que se sorprendió de su tamaño, lo tocaba con la lengua, lo succionaba, no pude más, tuve un fuerte orgasmo, no me había penetrado, pero me estaba muriendo de placer, me pude a gritar como una loca, se asustó un poco, pero seguía chupando, lamiendo, mamando.
De repente se incorporó, se arrodilló en la cama, levantó bien mi culo me puso una almohada debajo, los labios de la vagina le colgaban, y ya su color era púrpura. Le pedía que me la metiese por ahí. Y así fue, puse su glande apoyado en la entrada de mi vagina, de un empujón me penetró.
Estuvimos no menos 10 minutos a quince minutos con arremetidas y vaivenes.
Como me excitaba. Finalmente un nuevo orgasmo, pero ahora había sido penetrada eyaculó en mi matriz, noté el escozor de la leche caliente en mi interior. Quedamos exhaustos, satisfechos, nos dormimos unos minutos.
Al despertar me dice si estoy arrepentida de haberme entregado a él… , le contesto que hace tiempo deseaba que otro macho me apareara ya que mi esposo era muy tradicionalista y no me acariciaba y menos besar, lamer o chupar mi vagina y eso como tu viste le digo me encantó, entonces me dice me tendrás a lo menos una vez en la semana acariciándote y sorbiéndote tu vagina aquí en esta cama…, te convertirás en mi amante, en mi mujer, serás mía muchas veces más me dice…. Que susto le digo voy a llamar a la policía y reímos felices…nos acariciamos, besamos y nos relajamos acercándonos a l comedor a calentar la cena y servirnos esta acompañada del vino
Continuamos luego besándonos más apasionado y caliente que antes en mi vida rara vez me habían besado con lengua y nuestras lenguas se enredaban como si ellas solas fuesen suficientes...y yo seguía apretujada de mis nalgas por sus dedos…,
Me lleva a la cama y me abrí de piernas y empezó a lamerme mi sexo, a disfrutarlo deliciosamente porque era su ritual antes de coger a una mujer, él me dice que debe prenderla y hacerle desear ser penetrada con un sexo oral. Ella gemía rico... se meneaba transmitiendo así, de manera voluptuosa su gusto. Yo devorándome su sexo, frotando su clítoris con mi lengua nuevamente me instalo sobre ella y pulso mi pene en su matriz, nuevos gritos apasionados, nueva entrega de orgasmos de parte de una mujer ardiente…, mi profesora resulto ser una deliciosa puta, como me abrasaba y acariciaba loca de pasión mientras yo buscaba sus orgasmos y ella me los daba de a dos seguidos y esperaba con frenesí que regara su matriz con mi leche y semen.
En esas su marido llamó a su esposa por teléfono, y ella sin inmutarse le respondió que estaba sola y pensando en él, estoy ardiente a si que adiós y le corto mientras me besa y se entrega a una endemoniada tarea de aparearse conmigo.
Despertamos al día siguientes agotados habíamos copulado gran parte de la noche, igual me besa y se levanta a prepararme un buen desayuno con jamón y huevos fritos me dice…
Ya me ha preparado mas de mil desayunos en estos dos años de cohabitación que llevamos nos cuidamos de mis hijos y cuando podemos dormimos juntos noches enteras. Leo mi alumno preferido me ha poseído las veces que desea como su mujer, tanto ha ido sus periódicas penetraciones que estoy preñada por su semen aunque a mi marido le digo que el mi semental que me tiene preñada.