Hola, quiero contarles esta experiencia inolvidable con mi querida abuelita, esto sucedió cuando yo tenía 16 años y para ese entonces mi abue tenía aproximadamente 68. Ya hacia 3 años que no la veía, mi relación con mi abuelita era excelente, aunque no convivíamos mucho debido a sus constantes viajes al exterior, por ser residente y pensionada en Estados Unidos, sumándole a eso que uno de mis tíos vivía allá. Cuando venia al país se quedaba en su casa, la cual mientras estaba fuera era cuidada por una familia de confianza. En una de esas visitas al país, coincidió con su fecha de cumpleaños, a pesar de no vivir juntos existía un lazo de amor muy fuerte, yo la quería mucho y estoy seguro que ella también a mí. Cada vez que ella venia al país siempre le pedía a mi papa que me permitiera quedarme con ella durante su estancia. Recuerdo a mi abuela, una señora bastante elegante, un poco rellenita, de proporciones normales, su rostro muy tierno adornado por unas gafas algo grandes, su pelo teñido de negro dejaba entrever algunas canas, su piel blanca denotaba ya sus arruguitas, propias de su edad, en fin a mi me parecía muy linda.
Recuerdo que se hizo una cena familiar para celebrar su cumpleaños, desde temprano comenzaron a llegar mis tías para cocinar un delicioso banquete, mi papa les ayudaba con las compras del mercado, y mi hermana y yo nos dedicamos a ver televisión, ya que estábamos de vacaciones por fin de curso. El día transcurrió con bastante movimiento, mi abuela se veía contenta de tener a su familia reunida en la casa, quiso intervenir en la preparación de la cena (cocinaba delicioso), pero no la dejaron, era la festejada, así que se fue a sentar a la sala con mi hermana y conmigo a ver TV, pasado algún tiempo mi hermana nos dejo solos en la sala, ya que se fue al cuarto a dormir; mi abuela se paso al sillón donde yo estaba y me abrazo, recostándome en su pecho, me acariciaba con la dulzura de una abuela, me comenzó a acariciar el rostro, después fue bajando hasta mi pecho, donde se entretuvo cierto tiempo, ahí sentí que la ternura de abuela había desaparecido, me acariciaba de una manera extraña, diría, me apretaba el pecho fuerte, diciéndome al oído, como has crecido, ya eres todo un hombre! Eso me gustó, aunque todavía estaba extrañado, siguió acariciándome y apretándome. Sin saber porque comencé a sentir como crecía mi pene, me estaban gustando esas nuevas caricias de mi abuelita, pero cuando todo pintaba mejor, se escucha la voz de mis primos que estaban llegando, por lo que rápidamente mi abuela se levantó para ir a recibirlos. Me quede empalmado, y con una gran calentura, que claro sabia no estaban bien, ya que era mi abuela, la razón de la misma. Al ver que no bajaba mi erección, me decidí ir al baño a masturbarme, comencé a imaginarme a mi abuela que me tocaba, que me acariciaba el pene, que era ella quien me masturbaba y así termine rápidamente expulsando abundante semen. Salí del baño, pensando que estaba mal lo que había hecho, pero en eso escuche la voz de mi mama que recién había llegado, por lo que me dirigí a saludarla, prosiguiendo con mi tarea de ver TV, hasta que llego la hora de prepararme para la cena, me dirigí al cuarto donde dormía cuando me quedaba ahí, el cual estaba contiguo al de mi abuela. Me duche, me arregle, poniéndome guapo para la ocasión, ya que quería impresionar a mi prima Aida, que desde muy chico me atraía, por lo que me tarde un poco. Me demore tanto que mi abuela me fue a buscar, cuando entro al cuarto se me quedo viendo de arriba abajo con una mirada sobre sus lentes que describiría como acosadora; Me pregunto que si me había arreglado tanto para ella, a lo que le respondí que por supuesto (mentí, pero era su cumpleaños, no podía menos), se acerco, me agarro de la mano, y me abrazo diciéndome que yo era su mejor regalo. Salimos y fuimos al comedor, donde estaba reunida toda la familia. Cenamos y pasamos un buen rato en familia, hasta que se hizo tarde. Todos se despidieron, y fue en ese momento que mi abuela me pidió que pasara la noche con ella en su cuarto, puesto que no quería quedarse sola después de tanta alegría, inmediatamente asentí con gusto, y los pensamientos que por la tarde me atacaron volvieron a mi mente, despertando una vez más mi pene y mi morbo. Entramos al cuarto, mi abuela se dirigió al baño y me dijo que se cambiaria, que aprovechara e hiciera yo lo mismo, le respondí que yo dormía solo en bóxer, que no tenía nada que ponerme, solo quitarme, sonrió y entro al baño. Me quite la ropa, quedando solamente en bóxer, me metí en la cama, (la única cama de la habitación, de tamaño mediano) tapándome rápidamente con la unica sabana que habia. Pasaron algunos minutos antes que saliera mi abue, pero cuando salió, pude notar que llevaba puesto un camisón celeste de de esos de tela fina, algo transparente, y un tanto corto, que permitía ver a trasluz su calzoncito de color Blanco. Se dirigió al tocador para dejar sus lentes, puso el seguro a la puerta y apago la luz, encaminándose hacia la cama. Nunca antes había dormido con mi abuela, era la primera vez y vaya primera vez, estaba excitado, pude sentir como se acomodaba lentamente en la cama, tapándose con la misma sabana con la que yo estaba cubierto, se pego a mí y me abrazo, regalándome un rico beso en la mejilla, le correspondí y nos quedamos quietos, podía sentir su brazo abarcando mi pecho y sus pechos pegados a mi costado, eran medianos, estaban algo flácidos y caídos, pero su contacto separado únicamente por una fina tela era delicioso, su cabeza la había recostado en mi brazo, estábamos juntos como pareja en la cama. Yo estaba realmente excitado, creo que mi corazón palpitaba muy rápido y mi pene estaba más duro que nunca, era increíble lo que estaba sintiendo por mi abuelita, su perfume me atraía aun mas a ella. Por momentos sentía como si me apretaba, me parecía que le daba nervios. Pasamos algunos minutos así, hasta que sentí como deslizo una pierna lentamente alcanzando a entrar en contacto con la mía, hubo quietud nuevamente. Era mi turno, tenía que hacer algo, así que me moví pegándome más a ella y así su pierna también alcanzo a quedar sobre las mías. Eso parece que la animó y comenzó a acariciar mi pecho y mi estomago suavemente, pude percibir cierto temblor en su mano a medida que la deslizaba sobre mi estomago, en uno de esos movimientos bajo su mano tanto que alcanzo a tocar la cabeza de mi pene totalmente erecto, dejando escapar un leve sonido de asombro y sorpresa, apartando su mano inmediatamente. Hubo silencio por unos minutos, no supe que hacer, más que quedarme quieto, esperando a ver qué sucedía. De repente siento como agarra mi pene por encima del bóxer, apretándolo y preguntando que porque estaba así, no supe que decir, entonces prosiguió diciéndome que no creía que una viejita como ella, pudiera ponerme así, mi boca estaba reseca, mi cuerpo comenzó a estremecerse al sentir la mano de mi abue agarrando mi pene, estaba que estallaba, fue en ese momento que me atreví a decirle que era por ella que estaba así de empalmado, que me perdonara, a lo cual me respondió que como podía ser, si ya estaba vieja, si ya no tenía nada que ofrecer, pero antes que terminara de hablar puse un dedo en su boca, e hice lo inesperado, tomándole de la cara le di un beso fugaz en la boca, creo que la sorprendí, no dijo, ni hizo nada. En ese momento tomé la iniciativa, me acomode dejándola a ella boca arriba y yo a su costado, volví a besarla tiernamente en la boca, no quería apresurarme, de todas maneras tenía toda la noche, no quería estropear el momento, comencé a besarle lentamente la oreja y el cuello, sentía su piel arrugadita. Parecía ser que los 2 lo estábamos disfrutando, escuchaba sus gemidos, ella se había quedado inmóvil dejándome hacer. Mientras la besaba mi mano comenzó a deslizarse sobre su camisón hasta tocar sus pechos, los cuales comencé a apretar suavemente, yendo de uno al otro y viceversa, pude notar como su cuerpo comenzaba a responder y como de su boca salían aun mas gemidos, continúe besándola en los labios, pero ahora mis besos fueron correspondidos, pude sentir como los entreabría para darle paso a los míos, busque su lengua con la mía y jugueteamos por un rato, era increíble, como estaba descubriendo tan buena amante, en ese momento continúe llevando mi mano hasta sus piernas y comencé a acariciarlas subiendo lentamente su camisón hasta lograr dejar descubierto su calzoncito, fue entonces que comencé a acariciarle su vagina por sobre este, con cuidado y ternura deslizaba mi mano de arriba hacia abajo, dándole leves apretones por momentos, subí mi mano por el interior de su camisón hasta alcanzar a tocarle los pechos, los cuales apreté con ternura deslizando mi mano de uno a otro, note que no dejaba de besarme, parecía no querer dejarme escapar, fue ahí que metí mi mano dentro de su calzón y la deslice hasta alcanzar su vulva, vaya salto que dio, su vulva era gordita, sus labios vaginales eran bastante carnuditos, tenía algunos vellos púbicos, pero no me importaba, con cuidado comencé a deslizar un dedo entre su rajita, despacio subía y bajaba entre sus labios vaginales, como esperando que se abrieran, movía mi dedo en forma circular, hasta que comencé a sentir como se empezaba a humedecer, dando paso al interior de su vagina, fue en ese momento que comencé a introducirle 2 dedos en su interior, comencé a masturbarla, pudiendo sentir como ella lo disfrutaba, comenzó a mover su cadera de arriba hacia abajo, empujando su puchita hacia mi mano como queriendo llevar ella el ritmo, era algo delicioso, escuchar esos gemidos, que eran cada vez más seguidos y fuertes, hasta que se estremeció por completo, era increíble había hecho terminar a mi querida abuelita a puro dedo. Aprovechando la pausa le baje rápidamente el calzón y le saqué el camisón, quedando completamente desnuda, también yo me quite el bóxer y entonces me dedique a mamarle sus tetas, estaban deliciosas, era lujuria total, las apretaba y las chupaba como queriendo comérmelas, me comencé a colocar despacio entre sus piernas, ella rápidamente acepto abriéndolas para mí, me acomode hasta quedar mi pene sobre su vulva, comencé a moverme despacio deslizándolo sobre ella, sin penetrar. Estuve unos minutos así, mientras nos besábamos y acariciábamos, hasta que mi miembro se fue abriendo paso poco a poco entrando en su vagina, era algo delicioso sentir aquel calor interno en mi pene que había entrado totalmente, comencé el mete y saca, de una manera lenta (a pedido de ella, ya que como me comento le dolió un poco) hasta llegar a una cogida bestial, quería atravesarla, introducirle hasta los huevos, así mismo ella también respondía empujando fuertemente. Sus tetas se movían de arriba hacia abajo, era algo genial, yo no paraba de empujar, cada vez más rápido, hasta que escuche a mi abue gemir tan fuerte, estaba llegando su segundo orgasmo, yo seguí moviéndome rápidamente hasta venirme dentro de ella, ahhhhh que rico, que cogida más rica, era increíble, me había cogido a mi abuela. Me recosté sobre ella, besándola, quedando abrazados por un rato, hasta que nuevamente mi pene volvió a levantarse queriendo mas de esa rica chochita, e inmediatamente busque volver a penetrarla, unos cuantos empujones y para adentro, comenzamos nuevamente a coger, le agarraba las tetas, y se las mamaba, mientras ella solo gemía y se movía al ritmo de mis embestidas, era algo especial, seguía penetrándola, metiéndosela toda, hasta donde era posible, consiguiendo lo que tanto me gustaba, verla disfrutar, gemir cada vez que recibía una estocada, ver como se mordía los labios, hasta que nuevamente escuche esos gemidos que presagiaban la llegada de otro orgasmo, ahhhhh, pero esta vez nos venimos los dos al mismo tiempo, yo también estalle nuevamente dentro de ella, llenándola con chorros de mi semen calientito, cosa que disfrutó y que agradeció con un enorme y rico beso, y con una frase tan especial e inolvidable - Gracias, por haberme hecho sentir mujer nuevamente, te quiero.
Después de tanta acción nos recostamos abrazados, estábamos exhaustos, después de algunos besos chiquitos, nos quedamos dormidos hasta la mañana. Después de aquella noche, me convertí en el amante de mi abuelita, lo hacíamos casi todas las noches, hasta que tuvo que irse nuevamente. Pero en sus siguientes visitas, continuamos con nuestras deliciosas experiencias inolvidables. Descubrí que en la familia está el mayor deleite, pronto les contaré otras experiencias inolvidables con otras mujeres miembros de mi familia.
Relato erótico enviado por Anonymous el 14 de December de 2007 a las 13:35:08 - Relato porno leído 783812 veces
Si te ha gustado Mi querida abuelita vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Mi querida abuelita.
chico2295
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
perforador
(6 de July de 2011 a las 03:41) dice:
muy exitante,el deseo no tiene edad limite,eso debe quedar bien entendido por los que piensan que la edad es un li,mitante. katebrown
(18 de October de 2022 a las 22:08) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:33) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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