Mi querido yerno II

Me sentia incomoda en presencia de mi hija, pues ella sabia que yo me habia follado a su marido, pero no solo me tranquilizo, ademas me animo a que aprovechara el fin de semana y me lo tirara cuanto me viniera en gana, porque a ella no le importaba (la mala zorra no sabia que yo la habia visto en la playa gozando con tres jovencitos).

Tras la cena decidimos salir a dar una vuelta. Mi hija me presto un vestido, a pesar de mi barriga me sentaba bien, yo me sentia atractiva. Debajo solo llevaba un pequeño tanga y el escote no admitia sosten. Miguel sentado en una silla me confirmo que estaba de buen ver, mientras su mujer se acicalaba me cogio de la cintura me acerco a el, saco su gorda polla, hizo que me abriera de patas y me sentase sobre el. Aparto la tela del tanga y me clavo la tranca en el coño, yo cabalgaba mientras el me comia las tetas, mi hija fue testigo de mi corrida, me levante y su boca ocupo el lugar de mi chocho, chupo la polla de su marido hasta que le saco la ultima gota de semen.

En el coche yo ocupe el asiento de copiloto y mi yerno estuvo todo el trayecto manoseandome, asi que llegue a la disco chorrosa como una perra.

Mi hija y yo bailabamos mientras Miguel nos miraba desde la barra, se nos acerco un joven de muy buen ver, resultaba ser uno de los chicos que se habia tirado Pili (mi hija) por la mañana en la playa, me presento como su hermana y enseguida vinieron los otros dos que se habia follado el puton de mi hija. Yo observaba a mi yerno que no se inmutaba.

La cerveza hizo efecto y fui al aseo dejando a Pili en compañia de los tres chicos, estaba relajada meando cuando se abrio la puerta y entro mi yerno, se abrio la bragueta y me puso la polla en la boca, yo nunca la habia chupado, intente hacer lo que pude lamiendole los huevos y el palo pero era tan gorda que no podia metermela en la boca, por instinto abri el vestido y me la puse entre las tetas y apretandolas empece a hacerle una paja que debio gustarle. Antes de correrse me hizo levantar y ponerme de pie sobre la taza del aseo, me cogio del culo y apunto la gorda polla a mi raja, agarro mis muslos y cogiendome de su cuello los puse alrededor de su cintura. Cai sobre el de golpe, senti como si me partiera en dos y al mismo tiempo un placer tan fuerte que mi pepitilla solto un chorro de liquido, me aplasto contra la pared y a cada embestida suya, mi chocho le respondia con un chorro de jugo, que se convirtio en un torrente cuando note que descargaba su leche dentro de mi, ya no recordaba esa sensacion.

Salimos del aseo como dos desconocidos, mi hija no estaba en la disco y solo habian dos de los tres chicos, estos me dijeron que mi "hermana" se habia marchado con su amigo a la playa (joder la zorra de mi hija no perdia el tiempo).

Yo estaba alli con el chocho aun mojado de mis corridas y la leche de Miguel, chorreandome por los muslos, entonces me di cuenta de que el tanga se habia quedado en el aseo, los jovenes empezaron a ponerse cariñosos, me cogian de la cintura, me tocaban el culo y yo alagada me dejaba hacer. Me invitaron a terminar la noche en su casa, acepte, no sabia como decirselo a mi yerno, pero este parecia adivinarlo y me hizo un gesto indicandome que me fuera con ellos.

La energia de aquellos muchachos era inagotable, ya os contare lo que disfrute en aquella casa en otro relato.