Mi secretaria, mi amante, mi puta, mi esclava

EL SIGUIENTE RELATO NO ES REAL ES UNA FANTASIA, SIN EMBARGO ALGUNAS DE LAS COSAS MENCIONADAS SON POR EXPERIENCIAS, Y ME ENCANTARIA QUE ESTO OCURRIERA DE ESTA FORMA.

Mi nombre es Raúl Torres, tengo 46 años, soy dueño de una serie de Hoteles y Restoranes en mi país a lo largo de Chile, por lo que tengo una vida bastante agitada y estresada, llena de reuniones, negocios, viajes, etc. Estoy casado hace 20 años con una mujer perfecta con quien tengo 4 hijos. Físicamente me conservo bastante bien, principalmente por mi afición al gimnasio y mentalmente tengo las mismas ganas de sexo que un joven de 18, y esa ha sido la razón por la que nunca he podido ser fiel.
Como mi empresa es grande, tengo mi propia secretaria al igual que el gerente. Gloria mi secretaria antigua se retiro porque su esposo fue trasladado por trabajo a otra ciudad por lo que tuve que buscar una secretaria nueva, los curriculim que llagaron fueron demasiados por lo que elegí a las más jóvenes, porque siempre he tenido la idea que en el ambiente laboral es bueno tener chicas jóvenes y guapas para recrear la visual, pero el numero seguía siendo largo por lo que decidí dejar un día entero para entrevistar a todas.
Ese día comencé a las 8 de la mañana con la primera, la segunda… e iba separando los curriculum a las chicas que me ponían caliente la imaginación (lo que a mí más me gusta son los pechos grandes). Separe a 3 en la mañana, Catalina, que era rubia delgada, linda cara, lindo culo, pero con las tetitas chicas, Andrea que no era muy bonita pero tenía unos pechos grandes, y Alejandra (la que más me gusto), que tenia pechos grandes, delgada, un culo bien formado. Luego del almuerzo la primera en entrar fue Sandra, con la que quede loco, de verdad que era una mujer escultural, parecía de esas prostitutas caras que van a hoteles, no muy alta, morena, con unos melones de esos que parecen de silicona bajo una blusa rosada delgada, un culito bien formadito que se lucia bajo una minifalda, y linda cara, el caso es que ella me hiso un planteamiento que me llamo mucho la atención:
Sandra: Buenas tardes Sr. Torres
Yo: Buenas tardes Sandra, siéntate – mientras decía esto miraba como sus pechos se marcaban bajo su blusa rosada, y note que no llevaba sujetador- veo en tu currículum que egresaste este año del instituto, ¿Qué edad tienes?
Sandra: 24 señor
Yo: ¿Y no hay experiencias en tu curriculum?
Sandra: No señor, pero lo hare bién- al decir esto se paro y se inclino hacia adelante dejando que viera bien sus tetitas y las sacudió un poco. Yo sentí que mi pene se endurecía bajo mi pantalón.
Yo: Que tratas de hacer?
Sandra: Don Raúl, si me contrata, seré solo su secretaria- y volvió a sentarse
Sandra: Verá, además de trabajar como secretaria, puedo darle masajes descontracturantes y otras cosas.
Pero que chica más atrevida y buenísima pensaba yo! Pero trate de cambiar el tema para ver si insistía.
Yo: Dígame, quien pago sus estudios, sus padres?
Sandra: No Sr. Los page yo misma trabajando
Yo: En que trabajabas? Sigues trabajando?
Sandra: Sigo trabajando pero quiero dejarlo, no es un trabajo digno. Trabaje prostituta para una empresa, atendía a los clientes que venían del extranjero. Pero ahora quiero cambiar de vida, claro que quiero altos ingresos, no quiero ganar lo mismo que una secretaria normal, quiero ganar muchos más.
Yo: Eso es complicado, que harías para gar más? (lo dije sabiendo la respuesta que la había deducido, pero quería escucharlo de sus labios)
Sandra: Hare todo lo que usted necesite de mi, pero quiero ganar cuatro veces lo que se me pagara.
Yo: Quiero detalles que cosas me harías?
Sandra se paro y se quito a blusa, dejándome contemplar sus melones. Camino hasta mi me tomo de la corbata y me dirigió bruscamente al sillón para 3 personas que tengo en mi oficina, me desabrocho el pantalón y saco mi pene que estaba duro como piedra, luego se sentó sobre mi dejando sus pechos en mi cara y comenzó a frotármelos yo los mordí y succione mientras pude y luego comenzó a rozar su conchita depilada contra mi enorme pene, pero no duro mucho.
Yo: vuelve aquí.
Sandra: me contrataras?
Al ver su carácter fuerte no pude evitar enojarme, no hay nada que me moleste más que ser mandado, yo ya había decidido contratarla pero le mostraría quien es el jefe. La tome por la espalda y metí mi mano bajo la minifalda manoseando todo su culito. Luego tome un pecho con cada mano y comencé a manosearlos y pellizcar sus pezones fuertemente.
Sandra: Sr. Eso me duele
Yo: Eso te pasa por insolente, yo aquí soy el jefe y nadie me pone condiciones, se hace lo que yo quiero y se me trata de usted.
La verdad es que lo dije con bastante ira por lo que parece que la asuste. Volví a sentarme en el sillón y le ordene que venga hacia mí.
Yo: Ahora ven de nuevo, y ponme tus pechos en la cara.
Lo hiso pero no jugué con ellos solo mordí uno finamente causándole un poco de dolor.
Yo: Ahora vístete y siéntate.
La observe mientras se ponía la blusa y me imagine el placer que sería tener ese par de tetas cada vez que quisiera en el trabajo, una prostituta personal de 24 años. Una vez que se sentó comencé a hablar.
Yo: Comienzas el lunes con el sueldo que quieres, pero hay reglas que vas a seguir. Primero, nunca me trataras de tu, soy tu jefe y me debes respeto. Segundo, no dejaras de ir al gimnasio, porque por tu cuerpo noto que vas mucho y si vas a ser mi puta y secretaria no quiero que te pongas fea. Tercero, no tendrás novio ni estarás con otro hombre mientras trabajes aquí. Cuarto, contratare a otra secretaria también su nombre es Alejandra. Quinto se hace lo que yo digo siempre, no quiero escuchar un “hoy no” ni “no puedo ahora”, Seis, cuando tenga que viajar por negocios tu vas conmigo, siete quiero que tengas siempre preservativos en tu cartera y por ultimo si alguna vez te pido que atiendas a algún cliente mío, lo harás y serás recompensada. Te parece?
Sandra: Me parece, pero como será eso de los clientes?
Yo: Muchos clientes importantes se hospedan en mis hoteles y buscan servicios sexuales discretos, a ellos los complacerás. Y ahí otros que buscan ligar y no siempre resulta a ellos los seducirás sin que sepan que eres una puta, y quiero que uses siempre preservativo.
Sandra: Me parece bien – dijo en voz baja - ¿Cuándo empiezo?
Yo: El lunes, se supone entras a las 7:30, pero ese día llegare a las 7:00 quiero que llegues a esa hora.