Mi sobrina tiene el mejor culo que eh visto en mi vida
Relato
Buen día, Mi nombre es José Antonio tengo 52 años de edad, soy divorciado desde hace unos 5 años, mido 1.90, soy moreno y de complexión robusta, aunque hago ejercicio diariamente así que tengo brazos fuertes, y buena condición física, desde que me divorcie no me han faltado mujeres para liberar tensión de vez en cuando, ya que; modestia aparte tengo un buen aparato, 23 cm para ser exactos.
Está historia comienza cuando mi sobrina se mudó conmigo hace un año, ella quería estudiar enfermería y la universidad en la que quería hacerlo estaba cerca de mi hogar, así que mi hermano (su padre) me pidió personalmente que la dejara quedarse conmigo; yo no tuve ningún problema mi casa es muy grande y solamente vivo con mis dos hijos, uno de 13 y otro de 15.
En realidad me alegraba mucho la noticia, ya que además de ser la única sobrina de la familia, se trataba de mi ahijada, y desde niña siempre la considere como otra de mis hijas, mi princesa.
Ella era una chica bastante hermosa, su nombre era Sarahí de 19 años cuando se mudó hace un año,tenía un pelo castaño precioso, era chaparrita aproximadamente de 1.56, era de tez blanca lo que hacía que pareciera una muñequita preciosa,tenía unas tetas increíbles firmes y redondas, una cinturita pequeña y bien definida, unas piernas bien ejercitadas con unos muslos bien formados, pues practicaba voleybol en sus ratos libres, y por último, un culo delicioso, no exagero cuando digo que es el mejor culo que eh visto en mi vida, caderas grandes y dos nalgas redondas y grandes que lucían increíbles con cualquier cosa que se pusiera, herencia de su madre claramente, muchas veces había fantaseado en cojerme a mi cuñada, pero carajo su hija estaba mucho más buena.
Sarahí era una chica amable, inocente y hasta algo tímida, nunca había tenido un novio, pues mi hermano era bastante celoso, y en las fiestas familiares simplemente hablaba con cualquiera, pues como dije antes era la única sobrina y no tenía con quién hablar, eso dió pie a qué muchos de sus tíos y primos tuvieran la oportunidad en más de una ocasión de ver más de cerca el cuerpo de infarto que Sarahí tenía, en más de una ocasión pude ver cómo sus primos aprovechaban que ella volteaba para mirarle el culote, o cuando uno de sus tíos se quedó mirando cuando ella estaba agachada para recojer unas bolsas del suelo, incluso su abuelo a quien Sarahí le tenía mucha confianza pues en algún punto de su niñez vivió con el y con su abuela, su abuelo le tocaba las piernas disimuladamente cuando ella se sentaba junto a el, incluso pude ver una vez que cuando ella se levantó para traerle agua al viejo este le dió una nalgada obviamente Sarahí lo tomaba con alegría pues pensaba que eran mimos de parte de su abuelo, pero estoy seguro que el viejo y todos los hombres de la familia soñaban con ese culote.
El caso es que cuando Sarahí se mudó conmigo empezé a sentirme muy atraído hacia ella, siempre supe que estaba buena, y aprovechaba un descuido para mirarle el culo o las tetas, pero siempre supe que solo quedaría ahí, en fantasías, pero verla todos los días hacia que me empezará a sentir con ánimos de un día simplemente lanzarme sobre ella, creo que todo esos pensamientos empezaron a surgir después de una ocasión.
Sarahí había tenía un par de semanas viviendo con nosotros, y se adaptó fácilmente a nuestra casa, ella solía cocinar para todos, y lavar toda nuestra ropa, nunca se lo pedimos pero era muy hogareña, en una ocasión que estaba cortando tiempo por cosas de la universidad y no lavo la ropa, yo me puse a hacerlo,así que entre a su habitación para llevarme su ropa sucia, cuando la saqué del Sesto, note que su ropa interior no encajaba con su personalidad, ya saben cuando vez a una joven tímida te imaginas que llevará algo discreto o así, pero este no era el caso, la mayoría eran cacheteros y tangas de encaje, lo cual me sorprendió bastante, pero me dió curiosidad así que decidí revisar sus cajones, para ver si toda su ropa era así, y lo que ví solo lo confirmo, lencería de encaje y sexy fue lo que encontré, obviamente que esto se debía a su madre, quien siempre fue muy provocativa en cuanto a su ropa se refería, Sarahí debió seguir el tiempo ejemplo de su madre al ser la única figura femenina que tenía cerca para seguir, imaginarme a mi propia sobrina, una joven tímida, con un cuerpo de diosa con esa lencería me encendió por completo, después de lavar la ropa conserve un cachetero aún usado y pensando en eso, me hice la paja de mi vida, me considero un experto en el tema sexual señores, pero esa paja se sintió mucho mejor que cualquier posición con otra tipa cualquiera, y fue así que inició mi viaje para tirarme a mi sobrina, pero eso será para otra ocasión, ya que este relato es algo largo, les seguiré contando más después.