Tenia la entrepierna irritada pero no estaba satisfecha.
Relato
Salimos al balcon, mi suegra se sentia mal ella tenia el coño en carne viva de tanto follar y no conseguia que yo me corriera, no sabia mamarl y con la mano tampoco lo lograba.
Apoyada en la barandilla intente explicarle que su hija me habia vaciado por la tarde abrazandola por la cintura y susurrandole al oido. Mi verga noto la dureza de su culito y de nuevo se empalmo, ella lo noto y comenzo a mover las caderas levante el playero y encare mi capullo a la entrada de su cueva inexplorada, mi suegra se agarro con fuerza al hierro y solo dijo:
-Despacio por favor.
Comenze a perforar con cuidado, no dijo nada hasta que mis huevos chocaron con sus nalgas,
cuando empece a moverme gemia mordiendose los labios, estabamos al aire libre y podiamos alertar a algun vecino, volvio a correrse un par de veces antes de que la estrecha cueva lograra recibir la lefa que descargue en sus entrañas.
Con mi polla todavia dentro de su culo vimos llegar a los que habian salido de fiesta todos estaban bastante bebido, todos menos mi esposa que se ofrecio a no beber para conducir de vuelta.
Todos se dirigieron a dormir a excepcion de mi mujer, quien al ver a su madre vestida con su playero se fijo como por los muslos maternos resbalaba un rio de liquido, supo que era leche de mi polla.
En lugar de enfadarse, una vez en nuestra cama me hizo contarle todo con pelos y señales y me hizo follar a pesar de que mi pija pedia una tregua.
Al dia siguiente mi esposa se despidio de su madre diciendole que en cuanto necesitara CUALQUIER cosa de mi no dudara en llamarme.