Me llamo Alberto y tengo 20 años. Desde la prepa me mudé a una casa con mis tíos en una ciudad diferente a mi ciudad natal en la que mis padres viven. Mi relación con mi familia sustituta es muy buena. Esta familia está integrada por 4 personas, mi tía, mi tío, una prima y un primo; claro que como no es mi familia original hay ciertas cosas que son diferentes, como por ejemplo, mirarle el culo a mi prima no lo veo tan mal, y hay ciertas cosas que a esta familia no le cuento.
Sin embargo, en el aspecto sexual nunca había pasado nada hasta hace no mucho tiempo. Un día, cuando ya estaba de vacaciones pero que el resto de la familia seguía con sus actividades, mi tía se encontraba en la casa, porque no trabaja, y yo por las vacaciones. Estaba yo desayunando y se me vino a la cabeza el recuerdo de una exnovia, con la que acababa de terminar; el recuerdo que tenía en la cabeza fue el del sexo oral que ella me hacía, pues aunque ella me decía que era novata, lo hacía muy bien. De lo que estoy seguro es que esta niña, mi exnovia, sí era virgen, pues cuando se lo hice por primera y única vez, lo pude notar. Pero bueno, el punto es que mi tía notó mi sonrisa y me preguntó que si que pensaba, no sabía que decirle, pues no le podría contar, pero ella me dijo que después de ya varios años viviendo con ellos debería de haber la confianza para contar, por lo que me animé y le dije que recordaba como mi ex me hacía sexo oral, mi tía se sonrojó y me dijo que si porque se me había venido ese recuerdo a la cabeza, y le dije que era porque tenía ganas de que me hicieran sexo oral; después de esas palabras aclaré que no era proposición ni mucho menos, sino sólo el comentario y respuesta a su pregunta. Ella se quedó callada y después de unos minutos cambió el tema.
El día siguió normal y a eso del medio día le dije que me metería a bañar, cerré la puerta de mi habitación y me comencé a arreglar la ropa que me pondría y esas cosas, cuando mi tía tocó mi puerta, abrí y le pregunté que si le podría ayudar, ella entró y con mucha pena me dijo que lo que le había contado la había dejado pensando pues hacía mucho que no lo hacía con alguien que no fuera su esposo, yo me sorprendí, debo decir que mi tía no está precisamente buena, pero sí muy cogible, entonces le dije que no sabía como ayudarle, aunque por supuesto tenía la idea en la cabeza, ella me tomó mi mano derecha, la puso sobre su seno derecho y me preguntó que si eso me daba una idea, entonces me senté a su lado en el borde de mi cama y la comencé a besar, no quise perder tiempo y la comencé a desnudar, ella hizo lo mismo conmigo al mismo ritmo y de un momento a otro ya estábamos desnudos. Yo comencé a besar su cuello y a bajar, pasando por sus pechos y mordisqueando y succionando sus pezones, seguí bajando y al estar cerca de su entrepierna la empujé un poco para que se recostara en la cama, le abrí las piernas y entonces comencé a mamar su concha, le pasaba la lengua y sintiéndome todo un actor porno hasta le escupí en la cuca para después seguir mamando. Ella estaba suficientemente rasurada, lo que me facilitaba el sexo oral. Ella no tardó mucho en venirse, entonces le dije que si ella me daría la mamada que yo quería, asintió con la cabeza y como toda una experta se metía toda mi verga en la boca, aclaro que mi miembro no es muy grande, pero sí lo suficiente. Ella lo hacía muy bien y me hizo eyacular muy pronto, y con la experiencia que ya estaba demostrando ella retuvo mi semen en su boca, me lo mostró con su lengua y después lo tragó.
Por supuesto que no terminaríamos ahí, yo quería penetrarla pero mi verga estaba flácida, por lo que mientras recuperaba mi erección, me acosté junto a ella y mientras la besaba la masturbaba, ella se vino varías veces y mi mano estaba cubierta de su venida, entonces mi miembro se recuperó y puse la cabeza de mi polla en la entrada de su vagina, ella me detuvo un momento y me preguntó por el condón, le dije que yo no tenía ninguno, ella me dijo que tampoco tenía, pero que entonces antes de venirme yo sacara mi verga de su concha, y que me podía venir sobre ella, eso me excitó más, entonces le metí mi verga y comencé a bombear, sus senos se movían frenéticamente y ella gemía. Después de no mucho tiempo sentí que mi venida estaba cerca, entonces saqué mi verga de su concha y me dispuse a echar toda mi venida en su abdomen y sus pechos.
Al terminar le dije que me tenía que bañar y ella me dijo que se metería a bañar conmigo. Entramos a la regadera y seguíamos besándonos y acariciándonos. Tomé el jabón y lo pasé por sus senos y sus nalgas, su concha, y se me ocurrió acariciar su ano, ella no puso resistencia, después de quitarle el jabón le metí un dedo y ella me miró y me preguntó si quería hacerlo por ahí, le dije que sí y ella me dijo que tenía muchas ganas pero que no me dijo nada por temor a mi rechazo, entonces con mi verga ya dura comencé la penetración, su ano estaba algo cerrado, lo cual provocó más fricción en mi verga, después de un rato penetrándola me vine dentro de su ano, ella gritaba de placer, después me dijo que llevaba varios meses sin sexo anal y que por eso gritó tanto, yo estaba complacido, ella se secó un poco, se envolvió en una toalla y salió de mi habitación, me dijo que antes de irme fuera por la toalla.
Yo me arreglé y fui a su habitación, ella estaba vestida, me dio mi toalla y me dijo que quería hacerlo de nuevo en unos días, pero que quería que yo fuera discreto, le dije que sí, que no diría nada, entonces me dio un beso y me fui.
Hemos tenido más sexo por muchos días, pero nada relevante realmente, pero cuando hagamos algo atrevido, les cuento de nuevo.
A partir de ese momento ya no pude ver a mi sobrino como tal, sino ya lo veía como un hombre que deseaba cogerme sin control, a cada oportunidad que mi sobrino tenia lo aprovechaba para ver mi cuerpo, esto era cuando me cambiaba, bañaba, entre muchos otros momentos que tenia para verme y lo más lascivo era que yo no hacía nada para evitar que me viera, al contrario cada vez que me bañaba dejaba la puerta abierta para que me viera y así en la ducha con la certeza que me estaba viendo yo hacía movimientos sensuales e incluso con el pretexto de lavarme mi zona intima yo me la tocaba con tanta sensualidad que sin duda sabia que él tenía su pene bien erecto desde donde estaba viéndome.
Relato erótico enviado por putita golosa el 27 de July de 2010 a las 23:14:27 - Relato porno leído 309956 veces
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Por eso dedica 30 segundos a valorar Mi tía.
tbcim
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:23) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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