Era algo que me estaba volviendo loco, sabía que no se acordaría, y que luego todo sería normal, hasta que me decidí, debía hacer algo.
Relato
Me dejo medianamente molesto el llamado que recibí de mi tía rebeca, donde me explicaba sus problemas para llegar pronto a Santiago y lo que eso significaba para mi, el problema era que mi tía Alejandra se iba hoy del hospital donde estaba para irse a vivir con su hermana mi tía rebeca y estaba todo listo para que saliera, pero mi tía rebeca se encontraba en Argentina y tenía dificultades para volver a chile, y claro como yo era el único familiar que quedaba en Santiago, aunque casi ni conociera a mis tías, debía hacerles el favor.
Así que fui a buscarla al hospital donde se encontraba, al llegar tuve que hablar con su médico, quien me dio las indicaciones de cómo tratarla y todo, me explico su problema y como afectaba el Alzheimer en su vida cotidiana, que pese a no funcionarle bien la memoria puede llevar una vida medianamente normal. Firme unos documentos, y me la trajeron para llevármela, pese a no acordarme mucho de ella ya que no la veía hace 10 años aprox cuando era solo un niño, me sorprendió bastante su tierna hermosura, con melena rubia, una cara súper bonita que pese a tener 44 años de edad y estar algo rellenita, era más bien bajita debe tener 1 metro con 60 aprox, si bien no es gorda, esta algo pasadita de peso, pero lo que me dejo atónito era sus tetas eran inmensas, aunque siempre vestía muy tapada era algo que no podía ocultar al igual que su culo, pero sinceramente lo que más destacaba era su tierna sonrisa y gestos agradables.
Por mi mente pasaron un sin fin de ideas morbosas ya que mi debilidad son las mujeres maduras, pero nada tanto como para hacer algo, ya en mi casa ella se comportaba muy bien pese a nunca recordar mi nombre ni quién era, ella pensaba que era un enfermero o algo así, y debo decir que fue un gran aporte, cocinaba limpiaba, lavaba, todo lo que fuese labores domésticos los hacía muy bien, pero mi mente ya no estaba tranquila me masturbaba pensando en su grandes tetas, era algo que me estaba volviendo loco, sabía que no se acordaría, y que luego todo sería normal, hasta que me decidí, debía hacer algo, tenía que hacerla mía, era mi gran oportunidad o si no iba a terminar volviéndome loco.
Salí de mi cuarto ya decidido y fui a su cuarto pero ella no estaba ahí, entonces escuche el sonido de la lavadora y me dirigí al baño , hay estaba ordenando y lavando la ropa, su inmenso culo resaltaba por sobre su vestido, sin pensarlo más me dirigí donde estaba y sin que se diera cuenta la sorprendí abrazándola por la espalda, palaste todo mi pene en sus abultadas nalgas, pese a estar por sobre la ropa era obvio que lo sentía, ya que presionaba con inmensa fuerza desde su cintura, ella de inmediato se detuvo pero no opuso resistencia, quedándose quieta, le corrí el pelo y le comencé a besar el cuello, mientras que mis manos comenzaron la odisea de abalanzarse por sobre aquellas dos montañas que eran sus tetas.
Al tocarlas me sentí en la gloria, se notaban que estaban muy apretadas con su sujetador, ya que estaban duras, las apretaba con fuerza, mientras mi pene se rozaba con su culo era una sensación fabulosa y al saber que era sin consentimiento le daba otro gustito extra.
L a di vuelta y quedo frente a mí, y me sorprendió que no me mirara con susto, sino que su cara era de lo más normal , siempre muy bonita ella, no aguante mas y la bese, sentí sus labios su lengua, su salvia, me sentía en el cielo, esa madura era realmente un manjar, le apretaba sus blandas nalgas mientras me fundía en nuestro primer beso, su culo era suave blando y grande, debía ser mío, debía follarme aquel grande trofeo aunque al tocarlo y reconocer su tamaño note el desafío que se me presentaba al tratar de penetrarlo.
Solté por un momento su grandes nalgas para desabotonarle la camisa, le succionaba su lengua por cada botón que le desataba, tragaba su el néctar de su saliva de forma desesperada, hasta que se soltó el ultimo botón, la mire de arriba abajo, ella no me quitaba la vista, por mi parte quede anonadando al darme cuenta de que era más delgada de lo que parecía solo que sus pechos eran muy abultado.
Tome por debajo el sujetador, y con fuerza se lo levante soltando al aire sus hermosas e inmensas tetas, blancas y con un gran pezón rozado y carnoso, y sin pensarlo los devore, los chupaba con mucha fuerza, mientras el otro lo piñizcaba y lo amasaba con fuerzas, en ese momento comenzaba a sentir pequeñas quejas de parte de mi tía, no eran reproducibles tanto como dolor sino que más bien parecían molestias, me turnaba éntrelas dos tetas, sin parar de chupar y llenarlas de mi salvia de vez en cuando volvía a besarla para sentir su saliva, y volvía a lo mío.
Continúe así un rato, sus inmensas tetas me tenían hipnotizado, así que las succione cuanto pude y cuanto me cabía en la boca, hasta que la boca ya no daba más de cansancio, en ese momento sentí que mi pene ya no daba más,, la bese mientras la bajaba hacia el suelo.
Y ya recostada en el suelo saque mi pene y me senté sobre ella dejando mi miembro a la altura de sus tetas, no tenía la intención por ahora de hacerme una rusa sino que tenía que sentirlas, así que acerque mi pene a uno de sus pezones y lo aplaste con la cabeza de mi pene, así sentí todo el contorno de sus ubres en mi pene, hasta que por su cuelo llegue a su cara, al sentirlo en su cara ella mostro una expresión clara de repulsión, pero afirme su cara y mi pene fue de sus mejillas hasta su frente, sus ojos, su nariz, y sus labios, que si bien estaban cerrados, no costo demasiado abrírselas e introducir mi pene ardiente dentro de su dulce y cuarentona boca.
L e folle por un momento su boca, ya que claramente ella no sabía mamarla, hasta que sentí que era el momento de hacerla mía, su culote debía esperar, tal vez para otro día, pero su coño debía ser mío, me puse por sobre ella , y le subí su falda y note su amplia cadera, así que rápida mente le saque sus calzones, y le separe sus piernas para quedar en frente de su carnoso coñito, sus labios mayores eran grandes, cubiertos por una fina capa de vellos rubios casi invisibles, , no dude mas, y abriéndoles los labios con mis dedos, le abrí el coño y le metí la lengua en lo más profundo de su ser, me sorprendía al saborear lo higiénica que estaba, seguramente se cuidaba mucho, lo cual provocaba un gusto comerle el coño a esa mujer, su clítoris igualmente era grande del porte del dedo meñique de mi pie, lo cual era un gusto saborearlo, y succionarlo, mi tía Alejandra en un momento comenzó a moverse, movía las piernas de repente apretándome la cabeza entre sus muslos lo cual me excitaba aun mas, mientras me comía su coño, con una mano, le agarre un pezón, y comencé a tirárselo con fuerza hacia abajo, y sus movimiento ya eran más intensos, y su interior se humedeció al momento en que me apretaba con sus piernas , lo cual sentí todos sus jugos correr por mi boca, era lo máximo, trague cuanto pude mientras que ya con mis dos manos jalaba con fuerza sus ya enrojecidos pezones.
Sentí que ya era el momento, así que me arrodille apuntándola, y la mire de pie a cabeza, mostrándome todo su húmedo, sexo, su piel transpirada, sus inmensas tetas con sus pezones enrojecidos, y su tierna y bonita cara siempre mirándome.
Así que acerque mi miembro a la entrada de su vagina, colocando la cabeza del pene en sus labios, y lentamente, la comencé a penetrar, la bese salvajemente mientras sentía como mi pene entraba en la intimidad de mi enfermita tía, la penetración fue suave y tierna, ella me abrazo, y me dejo hacer.
A lo misionero comencé el vaivén en su interior, besándola en todo momento, con una mano apoyada en sus hombros para afirmarme, y la otra amasando una de sus grandes tetas, la penetración era lenta pero profunda, trataba de tocar el fondo de su persona, utilizando toda mi fuerza, tratando de aguantar el orgasmo que ya sentía venir.
Aumente la velocidad de mis embestidas, sentía su respiración más agitada, sus pezones comenzaron a endurecerse nuevamente, me separe un momento para verla mientras la follaba, era preciosa una mujer madura, rubia tez blanca, con un carisma excepcional, y una ternura indescriptible, era perfecta, sin contar su voluptuoso cuerpo, la pasión que sentí en ese momento fue imposible de detener así que rápidamente, la bese con furia, y con ambas manos le estruje las inmensas ubres, mientras le llenaba el coño a borbotones con mi leche, tuve tanto espasmos en esa eyaculación, que me dejo tirado un buen rato sobre ella, la mire y le dije que la amaba, pero ella no respondió.
Saque mi miembro de su chorreante vagina, y me acosté al lado dejándola en paz, ella en un momento, se levanto y se fue a la ducha yo por mi parte me vestí y me fui al living, debo reconocer que estaba medianamente nervioso después de la situación.
Hasta que apareció vestida, maquillada y muy sonriente como siempre, y me dijo muy tiernamente
-Enfermero estoy lavando la ropa, tiene usted ropa sucia.
Lo cual me causo gran agrado que todo haya salido como lo planee.
Relato erótico enviado por Anonymous el 14 de December de 2007 a las 13:35:08 - Relato porno leído 783570 veces
Si te ha gustado Mi tía con Alzheimer vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Mi tía con Alzheimer.
aminadabxxx
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
malito02
(5 de April de 2011 a las 11:46) dice:
buen relato con la tia eh eltinchocmd
(27 de April de 2011 a las 17:45) dice:
Buen relato kpo mucho morbo katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:07) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF mujermuysexyslp
(18 de March de 2011 a las 19:38) dice:
me gusto tu relato c.rojo
(15 de March de 2011 a las 15:16) dice:
que envidia, espero y tengas mas momentos como ese uxanka
(14 de March de 2011 a las 00:17) dice:
Te envidio LOLOAMONIO
(14 de April de 2011 a las 08:35) dice:
SI MI MADRE TUVIERA ALZHEIMER ME LA COGIA IGUAL
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