Mi tía Ines

Uno trata de portarse bien y no hay caso a mis 22 años visito a unos parientes que solo había visto un par de veces y como estaba de practica en el pueblo vecino a quince minutos los visito.
Cuando llego mi tía Inés casi me estrangula con su abrazo y me besa con ardor en mi boca diciéndome cuanto has crecido y lo apuesto que eres… me imagino que tienes novia y que las mujeres se vuelven locas por salir contigo, error le digo no tengo novia y las mujeres no me interesan si no son gallardas, y mirándola a ella dándole un giro en si misma digo… así como eres tú adoradísima tía. Eres exquisita y haces que a uno las hormonas se le revolucionen… no me digas eso que tu tío ni me guiñe el ojo… estoy casada con un macho que no responde y no es tan… ardiente como este…sobrino, dice dándome un apretado abrazo acompañado de un beso con lengua en mi boca, sentía sus senos apretados en mi pecho, mi pene comenzó a desarrollarse y se uso duro como palo…, parece que ella se dio cuenta y me mira sonriéndome y mimosa me dice ¿te estas excitando sobrinito?, no deseas acariciar a tu ardiente y vehemente tía, claro que con respeto y cuando te diga alto tu te detienes. Que me dijeron, mis manos cobraron vida propia, recorrían y exploraban ese maravilloso cuerpo, sin darme cuenta, una de mis manos recorría sus piernas y la otra entraba entre sus senos desabrochándole su blusa, ella gemía y sollozaba esto es delicioso, el otro día en el metro me manosearon unos desgraciados hasta casi hacerme vaciar mis fluidos y tu tío ni me mira, dame en el gusto y tu sáciate atormentando a tu tía, me tienes desesperada… déjame, pero seguía besándome, estaba extasiada y arrebatada con las caricias y gemía, por supuesto yo estaba a mas de mil grados de calentura, me había bajado los pantalones y a ella la tenía sin calzones, de pronto elle baja mis calzoncillos y se apodera de mi pene…, el pobre no podía más de rígido, duro y frenético,, ella hace un movimiento sentándose a lo jinete y abriendo sus piernas sobre mis piernas, la apreso, la apreté hacia mi cuerpo y su vulva estaba tan mojada que ni ella ni yo nos dimos cuenta que la había empotrado clavándole mi pene hasta el fondo de su matriz, solo gimió y me abrazo con mayor fuerza y quejándose me dice… sobrino soy tu hembra me enfilaste tu pene hasta el fondo…y comienza unos meneos azarosos con sus caderas.
No nos detenemos hasta que ella entre gritos y gemidos me dice… mis orgasmos…. mis orgasmos son tuyos, inundándome mi pene en su matriz, ante esos gritos y los apretones de su vagina sobre mi pene solo lograron que vaciara mis semen tibios dentro de su sabrosa y hambrienta matriz, como la inunde, si parecía que nunca dejaría de producir mi tibia leche inyectándoselas en su vientre. Luego relajados y agotados nos acomodamos en el sofá. Recuperándonos… me dice esto será un secreto tuyo y mío, nadie debe saberlo, nadie debe ni siquiera suponer que tu fuiste mi amante y un excelente amante, quede agotadísima y satisfecha bésame y déjame tranquila.
Luego se levanta y va al baño a asearse, para luego decirme debes irte, tu tío este sábado tiene una fiesta con el club, saldrá de aquí como a las cuatro y no creo que vuelva antes de media noche… tu veraz…
Por supuesto ese sábado llegue al oscurecerse tipo seis de la tarde…, como me recibió… en tangas y apenas cubierta con una delgada y traslucida bata de tul, que poco cubría. Desde las ocho hasta mas haya de las diez de la noche estuvimos en su cama regocijándonos y gozándonos mi pene me dolía de las veces que la había penetrado, ella solo gruñía y se quejaba diciéndome, esto es lo que yo necesitaba un buen amante, ahora deberás tener cuidado cuando me visites, nadie debe sospechar…
Otras dos veces la he visitado, en cuatro años de matrimonio esta pareja de 34 años aun no son padres y ella dice culpable tu tío… por eso como tu llevas los mismos genes que él deberás embarazarme, este no es capaz, pero tu si lo eres y la próxima semana estaré en mis días de concebir un hijo y tu deberás fertilizar engendrándome un bebé, no te preocupes engañaré a tu tío y él pensara que fue él quien me fecundo.
He terminado mi práctica y he vuelto al instituto donde me gradúe, mi primer trabajo lo logré en la usina de mi última practica cerca de mi tía quien me ofrece su casa para arrendarme una pieza para vivir a si la acompaño en sus cuarto mes de maternidad que tiene.