Desnudémosno nos dice, esto debe realizarse sin que nada estorbe y la ropa estorba, acercándose a mí me susurra, cuando la tengamos ardiente de pasión y loca por un apareamiento hazla tuya.
Relato
Llego donde mi tía a la cual le gusta la lectura de las estrellas, una noche al observarla me digo…ordenan que esta noche debe ser una noche estimulante, excitante en las relaciones de las parejas…, es una noche para compensarse de los placeres carnales, indecentes picantes, ardientes y vehementes. Es la noche que buscan las parejas adúlteras para satisfacerse de sus infidelidades, sobre todo los amores filiales se aumentan y sublevan impacientes deseando la mujeres maduras ser abusadas y penetradas por los jóvenes machos hijos de sus familiares, a veces sus propios hijos. Diciendo esto me toma entre sus brazos y comienza excitada a recorrerme con sus labios besándome por mi cuello y cara…, recuerdo esa noche y las noches posteriores pensando en lo sucedido, a mis 16 años me excitaba viendo a las hembras perrunas cruzarse con los perros, imagínense como estaba si una mujer que mas de una vez había sido la imagen de mi mente mientras me masturbaba, me acariciaba, me ponía a mas de mil grados de caliente…, la deseaba y me había mandado un recado que me necesitaba, aquí iba este goloso e insaciable macho, digamos joven macho aunque potente y deseándola…
Llego a su lado y me dice esta noche será noche de luna creciente… ¿estas preparado?, por supuesto le digo…, hoy seremos dos estudiando las estrellas y tu nos acompañaras, recuerda guardando secreto tendrás muchas ocasiones, pero debes callar.
A media noche me lleva a su establo en el pajar del segundo nivel había preparado un refugio en donde se veían dos colchonetas arregladas en el suelo, un escritorio pequeño con cartas y candelabros de velas con ellas, frente a la gran puerta corredera de este en el segundo nivel.
Por la puerta a medio abrir veíamos las estrellas y de pronto una sombra cruza por el patio y se encarama hacia donde nos encontrábamos, pensé que se estropeaba mi noche, pero no, se hizo mas placentera llega una mujer de buen físico Iris mi tía me dice te presento a Marta es la cuñada de mi cuñado, casada con el hermano de este vive en la ciudad igual que tú, pero lleva un a vida que es un infierno luchando con el desastroso de su marido y la maliciosa de su suegra. Lo único que desea es un hijo y así poder sobrevivir su vida y que la suegra la deje tranquila, le conté que hoy leyendo las estrellas podríamos saber de un embarazo, por que le ha puesto empeño todo este mes y no le resulta y ahora esta en fechas predispuestas para la fecundidad de su matriz.
Desnudémosno nos dice, esto debe realizarse sin que nada estorbe y la ropa estorba, acercándose a mí me susurra, cuando la tengamos ardiente de pasión y loca por un apareamiento hazla tuya.
No se como se las arreglo mi tía, pero prontamente tenía a su amiga Marta desnuda acariciándola y mirando las uniones de las estrellas, ayúdame me dice, y entre ambos comenzamos a excitarla, a recorrerla con nuestros labios besándole por su cuello y cara…, mis manos estaban entusiasmadas recorriendo ese magnifico cuerpo maduro ya que Marta tenía 38 años, su cuerpo estaba rígido, pero con las caricias comenzó a relajarse, tenía unos preciosos senos que besaba entusiasmado y mamaba sus pezones, de sus labios al comienzo salían refunfuños, luego fueron suspiros, para terminar con gemidos y exhalaciones de pasión excitada y activada su sensualidad, su apasionada excitación carnal se hacia presente, su cuerpo se estremecía, sus caderas bailaban un meneo apasionante, gemidos de placer salían ahora de sus labios, se sentía amorosa y propensa a un apareamiento sexual con un macho, deseaba ser penetrada y su vagina se humedecía de anhelos por ser poseída, ser penetrada por un buen pene…, como arqueaba y balanceaba su cuerpo, Iris me dice es tuya complácela y aparéala fecundándola, esta en sus fechas y esta desesperada por tener un feto en su matriz…
Me acomodé sobre ella… me dice que haces… luego me abraza, trato de ensartarle mi pene, pero sus movimientos me lo impiden, ella desesperada al sentir las clavadas de mi pene en su vientre lo toma con su mano y lo guía a su vagina…, como se estremece cuando este comienza abrir sus paredes vaginales, gritaba eufórica al sentirse profanada por este miembro. ¡Ah…, Oh…., eso…. Hmm…, ahg…y se meneaba exquisito abrazándome…, vuelve a decirme déjame… su agitada respiración me excita, eres muy joven para mí dice, la callo diciéndole eso lo veremos y la recuesto en la cama de paja, me entrega su delicioso cuerpo, delgado, pero no flaco con sus amplias caderas y sus dos meloncitos por senos, desesperado mi erguido duro, firme mi grueso pene la penetraba con duras arremetidas, ella dice, me destrozas, es mas grande y grueso que el de mi marido, no la dejo seguir y trato de empalarla con mi miembro, no estaba preparada aun su vagina, como se menea de cintura al contacto y resuella angustiada sabiendo que está acoplada en un apareamiento carnal por otro hombre que no es su marido.
Dos minutos después siente como esa masa de carne sigue penetrándola y comienza a abrirle sus carnes vaginales al ir hurgando en ella para iniciar el coito que ambos pretenden, comienzo mi entra y saca de mi pene al tiempo que ella comienza un delicioso y delicado meneo de sus cintura…, saco mi pene casi hasta extraerlo completamente y vuelvo a penetrarla con fuertes gemidos de su parte, gemidos de dolor y pasión, su cadera es balanceada por la pasión del coito y se menea apetitosa al tiempo que recibe en su vientre mi miembro buscando su matriz, por lo menos quince minutos estamos en trabajo de placer antes de que ella gime y suspira angustiada y su respiración acelerándose me dice entre gemidos…, voy hacer tuya …, mis orgasmos…, seré tu mujer…, ¡ah…oh soy tu hembra!, toma, toma mis elixir de pasión… soy tu hembra gózame…, al tiempo que acelera sus movimientos de cadera y luego suspira con un ¡ah, tuya…oh…soy tu hembra…, eres mi amante. Sintiendo como moja mi pene en su matriz por las emisiones de pasión en la entrega…, esto me excita y pronto riego sus entrañas con chorros de mi esperma tibia que la enloquece hasta casi desmontarme con sus movimientos de placer al ser colmada y satisfecha por un poderoso pene que la baña con su semen tibio en su matriz.
Nuestros movimientos ahora son más lentos hasta que descansamos abrazados. Intercambiamos luego opiniones con Iris sobre las estrellas y al retirarnos Marta me dice duerme esta noche conmigo…, la acompaño.
Llegamos al dormitorio y Marta se transforma en una mujer sublevada del placer carnal y diciéndome quiero ser tuya otra vez saca mis ropas y las de ellas acostándonos en su cama… que noche a lo perrito fue mía dos veces más.
Se acerco a mí y le digo necesito caricias y consuelo estas cosas no me las hace mi marido, dice: te acariciaré y te consolaré como ningún hombre inteligente es capaz de hacerlo, es un juego interesante, pero es mucho más agradable realizarlo si los dos estamos abrazados y besándonos en la boca, eso nos seduce, al tiempo que me abrazó por mi cintura y además el que te saca la ropa al tiempo que te acaricia para luego consolarte, te calienta, gemía, intentaba salirme de la situación casi en forma felina ofreciendo la mayor de las resistencias a mis intentos, como había quedado de espaldas a mi sus órganos tomaban contacto con las formas de mi culo lo que me excitaba aun más y sus intenciones ya las conocía y pronto estuve empotrada gimiendo y gritando de los destructivos aciertos que su pene revolvía en mi vagina, mi vientre se alborotaba en sus balanceados movimientos del coito, ese muchacho un adolescente era un hábil y perito semental del sexo. Como chillaba y gemía alborotada por sus penetraciones en mi matriz, no se cuantas veces moje su pene y cuantas veces este me regó con sus espermas tibias y deliciosa en mi vientre, era una maquina productora de semen, por supuesto no deseaba perder este semental y me convertí en esos momentos en su esclava sexual, su amante su mujer a pesar de estar casada con otro macho.
Descansamos y conversamos como ambos éramos de la ciudad intercambiamos nuestros teléfonos y me convertí en su presa atada a ese esforzado pene.
De vuelta a la ciudad lo llame…
A partir de ese momento ya no pude ver a mi sobrino como tal, sino ya lo veía como un hombre que deseaba cogerme sin control, a cada oportunidad que mi sobrino tenia lo aprovechaba para ver mi cuerpo, esto era cuando me cambiaba, bañaba, entre muchos otros momentos que tenia para verme y lo más lascivo era que yo no hacía nada para evitar que me viera, al contrario cada vez que me bañaba dejaba la puerta abierta para que me viera y así en la ducha con la certeza que me estaba viendo yo hacía movimientos sensuales e incluso con el pretexto de lavarme mi zona intima yo me la tocaba con tanta sensualidad que sin duda sabia que él tenía su pene bien erecto desde donde estaba viéndome.
Relato erótico enviado por putita golosa el 27 de July de 2010 a las 23:14:27 - Relato porno leído 309822 veces
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Por eso dedica 30 segundos a valorar Mi tía Iris del campo.
learcu
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:20) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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