Para situarnos en la historia, presentaré a los protagonistas de la misma, que no son otros que mi tía María y un servidor. Los acontecimientos se desarrollaron hace aproximadamente 12 años, cuando yo tenía 22 y mi tía 47.
Relato
Mi Tía y yo
Para situarnos en la historia, presentaré a los protagonistas de la misma, que no son otros que mi tía María y un servidor. Los acontecimientos se desarrollaron hace aproximadamente 12 años, cuando yo tenía 22 y mi tía 47.
Mi tía, la cual es hermana de mi madre, siempre ha vivido con nosotros y para mí ha sido como una segunda madre, es decir, me ha visto nacer, me cuidaba, me llevaba al colegio, me preparaba la merienda, luego me bañaba, y muchas veces nos bañábamos juntos, siendo esto lo más natural del mundo, por lo que siempre hemos tenido mucha confianza el uno con el otro.
Con la entrada en la época de adulto, aunque ella estuviera ocupando el baño yo me desnudaba y me ponía a duchar con total naturalidad, ella me ayudaba a jabonarme la espalda, y por último me ayudaba a secarme… muchas veces el roce de la toalla en mis genitales hizo que yo tuviera unas erecciones descomunales…ella sonreía y me decía: “ qué lindo estas hecho todo un hombre, tienes una linda polla”
Fue a partir de ahí que yo empecé a fijarme cada vez más en mi tía y a compararla con las mujeres maduras de más o menos su edad, entonces percibí que mi tía era realmente hermosa, y comencé a hacerme unas fantasías sexuales enormes con ella. De ahí en más con mayor asiduidad, me metía en el baño cuando ella se bañaba y le devolvía sus atenciones diciéndole: “tía te ayudo como tú lo haces conmigo”, y jabonaba su cuerpo, y pasaba reiteradas veces el jabón y mis manos sobre su pezones hasta que los sentía duros al tacto, ella me sonreí y me decía “ como sabes que eso es un mimo para mí, mi sobrino del alma” y me daba pequeños piquitos en la boca…luego como aún tenía un poco de miedo que se molestara, le decía “date la vuelta te jabono la espalda”, y ella me dejaba, y mi jabonada terminaba en sus nalgas, y su culito aunque presumo que ella se sentía mi mamá ,nunca se casó ni había tenido ningún amor, todo el amor me lo ha brindado a mí, desde toda la vida y cuando crecí me puse a observarla desde otro punto de vista, la miraba como la mujer que mas me calentaba, dueña de un cuerpo espectacular, y aunque ya paso hace rato los cuarenta, sí hay que decir que se conserva muy bien para la edad que tiene, es decir, posee unos pechos muy bien puestos y un culo de los que yo llamo espectacular.
También aprovechaba cuando ella no estaba para ir a su habitación y cogerle las bragas y los sujetadores y a masturbarme pensando en ella.
Mi pasión por ella iba en aumento, y soñaba con poderla coger, poseerla, llenarle la concha de semen, chupar su concha. Siempre estaba al acecho, y así por ejemplo, estando en la playa junto a ella pude verla cómo asomaba parte de su pubis negro por la entrepierna, pero cuando ella se dio cuenta, enseguida riendo me dijo…”eres buen observador, te gusta lo que estás viendo”.
Como íbamos a veranear toda la familia junta, es decir, mis padres, mi hermano y abuelos, nos teníamos que amoldar en la casa que tenemos en Mar del Plata, así que yo me las ingeniaba para dormir con ella, ya que mi hermano no soportaba dormir con nadie. Creyendo que yo me encontraba en un profundo sueño, al despertarse, aprovechaba para darme un beso caliente en mis labios, luego quitarse la ropa de dormir, quedarse totalmente desnuda, para luego vestirse en la misma habitación, pero lo que no sabía es que yo me encontraba despierto, por lo que la pude ver en alguna ocasión cómo se bajaba el pantalón del pijama para ponerse las bragas, y me mostraba su hermoso culo blanquecino. En otra ocasión, al tumbarse en la cama y ponerse las bragas, la pude ver su coñito negro. Huelga decir, que tras irse de la habitación, lo primero que hacía era cascarme una paja pensando en el hermoso espectáculo que me había brindado.
En una ocasión, yo me desvelé a media noche y encendí la luz de la mesita, y al girarme pude ver cómo mi tía tenía el camisón subido hasta casi la cintura, por lo que mostraba parte de su monte de Venus, su conchita y parte de su culo. Yo no podía creer lo que estaba viendo, y mi corazón empezó a latir a mil por hora. Sigilosamente me levanté y empecé a masturbarme delante de ella, intentando hacer el menor ruido posible. Cuando me encontraba en plena faena, hice un movimiento en falso y me tropecé con la pata de la cama, por lo que el ruido la despertó y me pilló infraganti. El mundo se me vino encima y yo no supe qué decir, pero ella, lejos de reprimirme me dijo que qué estaba haciendo, a lo que yo no supe qué contestarle. A continuación me dijo que si nunca había tenido relaciones sexuales con una mujer, yo le contesté que no, puesto que todavía era virgen. Entonces sin mediar palabra, ella cogió mi mano y empezó a guiarme primero por su monte de Venus y después a bajar hasta palpar su vagina.
Después me dijo que cerrara la puerta con cerrojo y que no hiciera ningún ruido, yo obedecí como si fuera un perro. Cuando me di la vuelta ella empezó a subirse el camisón y en unas décimas de segundo me encontré delante de mi tía como vino al mundo. La imagen que siempre ansié contemplar tenerla en mi cama a mi disposición. Me preguntó que si en realidad no había hecho el amor alguna vez, a lo que le contesté que no tía te lo juro. Mi sorpresa fue mayúscula cuando ella me respondió que también era virgen, y que desde hacía mucho tiempo lo que deseaba hacer, era perder su virginidad conmigo, ya que ella me amaba, no como tía sino como mujer algo que aunque estaba soltera, no me imaginaba.
A continuación se abrió de piernas y cogiendo mi pene con su mano, empezó a masturbarme como me había pillado ya varias veces , y me pidió que yo le tocara la conchita y este botoncito, que se llama clítoris, ambos en muy pocos minutos entramos en una espiral de jadeos y gemidos apagados, para que no nos oyeran, y cuando ya no dábamos más abriendo mas sus pierna, tomo mi pija dura como una roca y se la puso en medio de su concha y me pidió “penétrame mi amor” al introducírselo lentamente en su vagina que al estar muy lubricada, comenzó a deslizarse dentro, hasta que hizo tope en algo; yo noté que algo de dolor le produjo, pero al ver ella que yo me detenía me rogó “sigue, mi amor, no te detengas, es lo que siempre quise, darte mi virginidad” enseguida estábamos el uno entregado al otro en un continuo movimiento de caderas, y comiéndole los pezones sonrojados que tiene con mis labios succionado como si quisiera sacar leche de ellos. No tardé mucho en correrme en su hermosa concha que estaba, llegando a descargarle toda mi leche, como nunca antes lo había hecho. Ella también se corrió junto conmigo y las únicas palabras que llegó a articular fueron: “gracias sobrino” “nunca pensé gozar tanto con el sexo, me siento plena, y por favor quiero que sigamos siempre siendo pareja, aunque mas no sea sexual” ¿me lo prometes?
Como me iba a negar a ese pedio tan caliente de la tía, cada vez que tenía oportunidad nos quedábamos a solas, no precisamente para conversar… he tenido desde entonces los momentos más calientes de mi vida
Desde aquel entonces, todas las noches lo hicimos, hasta que acabó el verano. La historia continuó hasta ahora, ya que cuando me decido a irme a vivir a un piso que alquilé, ya que llegué a ser Gerente de Relaciones Institucionales de una Multinacional, le platee a la familia que debía abandonar la casa de mis padres, para no ser una carga para ellos ya que mi puesto haría que tuviera realizar reuniones de trabajo en algunos casos en mi casa, por lo que tendría que contratar una mucama... Fue en ese momento que ella, le dice a mi madre, yo me voy con él para hacerle de ama de llaves y tenerle la casa en orden, al igual que su ropa, y prepararle la comida, el me va a necesitar, lo acaba de decir, además siempre ha dependido de nosotras ¿No te parece?
Mi madre y la familia se pusieron muy felices no solo, de mi progreso profesional y que tuviera casa propia, sino que además fuera la tía quien me acompañara, para estar al frente de la casa y no una persona extraña…
Desde ese momento comenzamos a vivir como si fuéramos un verdadero matrimonio, dormíamos y cogíamos, cada día, cada noche, ella me mimaba, me cuidaba, mandaba mis trajes a la tintorería, hacía que llegara a la empresa impecable, me planchaba las camisas con todo esmero.
Yo le retribuía mandándola a la peluquería, que tuviera manicura y masajista , para que se sintiera siempre espléndida, salía con ella y le compraba, ropa, vestidos y ropa interior, cuando había alguna reunión en la Empresa la llevaba, iba espléndida y la presentaba como “mi tía” y ella actuaba como tal, pero cuando regresábamos a casa me daba unas cogidas de campeonato y yo profundamente feliz…
Un fin de semana que no teníamos ningún plan de salida ya que hacía frio y estaba por llover, después de echarnos un par de cogidas y quedarnos abrazados, y tapaditos, me dice al oído: “querido hoy tengo ganas de hacer algo que nunca hicimos”, por supuesto para quitarnos las ganas aquí estamos y tenemos todo el día… ¿Sabes lo he pensado mucho?, y hoy es el día, vamos al baño, denos una ducha calentita, y con agua bien templadita quiero que me hagas uno o dos enemas bien profundos para limpiar mis intestinos y luego, quiero que me desvirgues el culo, creo que va a ser hermoso, ya que cuando te monto y me coges metiéndome un dedo en el culo me enloquezco y tengo unos orgasmos descomunales…pero mi deseo es tenerla toda adentro y que acabes dentro de mi…¿sí?
Así lo hicimos, cuando volvíamos a la cama ella tomo del botiquín del baño un pote de crema que lo trajo a la habitación, nos acostamos y comenzamos a besarnos y acariciarnos, aunque yo lo habíamos hecho en el baño, yo seguía muy caliente y tenia una erección descomunal pensando en el culito que me iba a desvirgar.
Ella tomo, el pote de crema y comenzó a hacerme una paja enorme embadurnando mi pija con la crema, luego dándome la espalda, se unta su culo con la crema, y en posición cucharita
Coloca mi pija entre sus nalga y me dice “desvírgame” por favor despacito, tu verga es muy gorda y grande… Antes de penetrarla metí un dedo con crema y noté que su culo se dilataba, su deseo hacía que su esfínter respondiera a los estímulos, quité el dedo y comencé muy despacio a perforar ese agujero hambriento de pija, no puedo negar que me costó muchísimo pero en todo momento ella colaboró espléndidamente, y cuando la tubo bien adentro, sus jadeos y movimientos eran espectaculares en pocos minutos llene su culo de esperma y casi al instante comenzó a correrse en forma reiterada…y me gritaba “ te amooo, teamooo eres quien amooo con todas mis fuerzas, has desvirgado totalmente a tu tía “ y soy feliiiizzzzz!! Como ya no menstrua no es necesario cuidarnos y siempre encontramos la forma de cogernos… tengo una vida de éxito laboral y otra en la cama, es una madurita fogosa e incontrolable hembra…siempre tiene ganas!
Lo que más me gustó fue que tanto mi tía como yo perdimos la virginidad juntos, y tener esta vida que vivimos es lo más parecido a estar en el paraíso.