Hola soy Laura tengo 18 años, me considero una chica bonita soy de Medellín-Colombia, el relato que les voy a contar me sucedió hace unos días con mi tía Luzmila, una mujer súper buena, tiene un culo espectacular y unos senos firmes y ricos. Ella no es lesbiana, pero yo si y me excita mucho estar a su lado.
Relato
Hola soy Laura tengo 18 años, me considero una chica bonita soy de Medellín-Colombia, el relato que les voy a contar me sucedió hace unos días con mi tía Luzmila, una mujer súper buena, tiene un culo espectacular y unos senos firmes y ricos. Ella no es lesbiana, pero yo si y me excita mucho estar a su lado.
Un fin de semana me llamó y me dijo que si quería pasar unos días en su apartamento que se sentía muy sola y yo sin pensarlo dos veces me fui. Ella vive en un apartamento pequeño, de dos cuartos. Cuando llegué ella se estaba bañando luego me abrió la puerta, estaba en toalla, entré me dijo: ven vamos al cuarto vemos la tele mientras me visto.
Me senté en la cama y ella se quitó la toalla la tendió en la cama y se sentó sobre ella y yo la miraba, mi excitación era súper, me temblaban las piernas. Cuando comienza a afeitarse tenía apenas una sombrita de vellos púbicos negritos, se hacía una rayita con la máquina y me hablaba y yo le seguí el cuento solo la miraba a su vagina.
Cuando terminó se paró y me dijo: mira Laurita como me quedó, y yo le dije tía te quedó espectacular, comentó voy a enjuagarme, se fue y yo sentí que no cerró la puerta del baño y me quité las chanclas y me asomé, ahí estaba enjuagándose la vagina yo llevaba unos shorts argos y una blusita, no tardé en masturbarme ahí.
Cuando vi que venía, regresé corriendo a la pieza y me acosté en su cama, ella llegó desnuda y sacó su ropa, una muy sexy, un topcito, un jeans descaderado, un hilito dental súper pequeño, lo cogió y se lo puso y pude ver como esa tirita diminuta se insertaba en su lindo y provocativo culo.
Luego me dijo, Laura voy al mercado, no me demoro. Cuando salió corrí hacia el baño buscando mi tesoro, las brasileras, cuando las vi era un hilito dental de color rosa, estaba húmedo y tenía su olor, era fascinante, me masturbé con ellas, las lavé y las colgué en el baño, luego fui a la ropa sucia y encontré otras tangas, las lavé y al tocarlas me excitaba mucho. Cuando llegó le dije, tía te lavé tus tanguitas, me dijo gracias mi amor y me dio un rico beso en la mejilla.
Luego nos fuimos a ver una película, ella se sentó al lado mío y al rato me dijo, oye porque no nos ponemos más cómodas, más ligeras de ropa y yo acepté claro, ella se paró y se quitó el top y comenzó a masturbarse, ahhhhhhhhhhmmmmmmmm… dijo ¡que ricooooooooo!… siiiiiiii.
Apagó y me fui a "dormir", quien duerme solo pensaba en ella en esa masturbación.
A la madrugada como a las 4 AM, me levanté con cuidado y abrí su puerta con cuidado y me le acerqué, estaba durmiendo profundamente con el culo parado, me paré a su lado y suavemente comencé a tocarla, le pasé mi mano por el ano, le tocaba la vulva, estaba todavía un poco húmeda, yo la tocaba y luego me lamía las manos.
Cuando comenzó a amanecer fui a dormir, al despertar eran las 9 AM, me levanté y ella estaba en la cocina con una bata cortica y sin tangas ni brasier, estaba semi desnuda. Desayunamos, ella se paró y se fue a jugar PC al otro cuarto y yo me fui a buscar las tangas de ella las que estaban todas húmedas.
Fui al cuarto y corrí las sábanas y ahí estaban todas mojadas las cogí y las rocé por mi vagina y me metía el dedo lentamente. Al rato de esto me paré y me fui donde ella estaba ahí jugando cuando me dice:
Laura, ayer cuando te fuiste a dormir me quedé masturbándome, fue tan rico y yo que bueno tía, me gustaría verte como lo haces y me respondió, pues hagámoslo las dos, cuando me dice esto me comenta que no quiere decir que sea lesbiana y yo ah si claro tía lo se, vamos fuimos a la sala nos desnudamos, cuando me vio, mi vagina la tenía un poco velludita y me dice, oye ya estás de afeitar, si deseas te la afeito como la mía y yo bueno.
Fuimos al baño, sacó una máquina nueva, me senté en el sanitario y e
lla se arrodilló al frente mío y comenzó a afeitarme, parecía como si me masturbara, terminó y cogió una coquita con agua y me preguntó: ¿me das permiso de enjuagártela?, le dije claro, me echó agua y me la tocaba todo rico, yo comencé a temblar ella dijo ¿que te pasa? le respondí, lo que pasa es que estoy un poco nerviosa nunca me la habían tocado, ella se paró y me dijo tócame la mía, sin pensarlo la comencé a manosear y me dijo: ven vamos, pues a la sala, nos fuimos y nos sentamos una enfrente de la otra y nos masturbamos fue lo más rico.
Y eso que ella no es lesbiana es caliente chao, mmmuuuaaaa…