Mi tia me siguio, pidiendo tener sexo, me llevo a extremos,limites y me hizo un adicto al sexo de todo tipo
Relato
Les narre que a muy temprana edad tuve una intensa actividad sexual, que mi tía Lucena, en la primera oportunidad que tuvo, luego de ver lo dotado que era, me sometió a una maratón sexual, que de a po0co comenzó a gustarme, al día siguiente de haberme, hecho como dijo ella limpiarme el pene con su boca y acto seguido, con mi miembro haberle limpiado su vagina, que en concreto era nada mas que haberme pegado una chupada, de verga fenomenal, y haberla cogido, sin saber mucho pero ella saboreo cada minuto, de los embates que me hacia darle, ella mugía y gemía, de una forma, abismal.
Le decía que ya en la mañana como desayuno, me dijo tengo ganas de que me pongas tu miembro, en mi cueva porque estoy como deseosa de sentirlo, quieres, yo claro como me había gustado, le dije, bueno, si quieres, no me dejo ni terminar de acomodarme, en la cama, me tomo mi trozo, dijo lo vamos a poner durito, y con su boca comenzó, a mamar, a lamer, mi pene, se puso tieso, como un palo, dijo déjame que esta vez voy a ser yo la que te lo haga, se puso encima mío, con sus dos globos, en mi cara, tomo, mi pene se lo puso adentro, ,tras ello vino una cabalgata desenfrenada, era mover su cadera para arriba y para abajo, sus gritos de placer eran tales, que me turbaban, un si, si ay , mmm si, empapado por sus jugos, mi pene bailaba dentro de su cueva, comencé a sentir ese cosquilleo, que concluyo, en largar un montón de liquido, y ya era como una delicia llegar a ese estado, me dejo extenuado, y en un estado de euforia, que quería seguir, haciendo eso sin tener conciencia de lo que lo que era realmente, pero me gustaba largar ese jugo y que su boca me lamiera.
Ella , al decirle que me gustaba, se aprovecho, me demostró que era una adicta a tener un miembro adentro, no me dejo respirar, exploto de mi todo, ya se tiro a lo, largo, y abrió bien sus piernas, me dice lámeme acá abajo, yo la mire, le dije como, si lámeme, con tu lengua, como yo te hice, medio temeroso, me acerque a su parte peluda, con un labios rojo, saque mi lengua, medio con asco, le lamí, ella tomo mi cabeza, con su dos manos, casi sujetándome, sentía un gusto como salado, le pase la legua, ella me guiaba, mientras se retorcía, y corcoveaba, me decía apura, mas apura mas, mas rápido así si, si,. El jugo salado, que salía de adentro, se me metía en la boca, lo hice tan rápido, que en un momento sentí como una erupción, de ella, que se repitió un par de veces, y tras ello, como que se calmo, así quedo acariciándome la cabeza, se quedo, a mi me picaban los labios, por un rato, aprendí que eso le gustaba mucho, (luego les cuento como lo use con otras mujeres).
Ella me convirtió de a poco en una maquina en el apetito sexual, a la noche, ya yo estaba esperando que arranquemos la maratón, ella ya sin importarle, mucho se acostó, a mi lado totalmente desnuda, su mirada era penetrante, tomo mi pene con su mano, lo sobaba con su mano, puso una de sus tetas, en mi boca, chupala, y claro eso se lo hice, con delicadeza.
Al ra5to estábamos para entrar en acción, me montó, y volvió la cabalgata, yo esperaba el punto de largar el jugo pero ella me sorprendió, me dice, te voy a hacer un regalito, salio de encima mío, me hizo poner de rodillas, s puso adelante mío, dejando su culo grande frente a mi vista me pidió que me arrime, y cuando tomo mi miembro, lo puso en el agujero del ano, me pido, que entre despacio, así lo hice, se deslizo, dentro del ella y allí me pido que vaya y venga me encantaba ir y venir no tardo a llegar mi erupción, largue la leche, en se agujero, me dejo muerto, me quede a su lado, estaba tan cansado que me dormí, hasta casi el medio día ella me quería despertar pero yo estaba tan rendido, que ni me podía desperezar, ni mover, ella me dejo, hasta que llego la hora del almuerzo donde me devore todo, ella se reía me dijo este ejercicio da hambre, yo al mire, ella comenzó una larga charla donde me explico todo, lo que tenía que saber, los riesgos, una clase magistral de sexo, y claro entre medio me saco le compromiso de guardar el secreto, de todo lo que habíamos echo, además me dijo de que siguiéramos, haciéndolo,, en todo estuve de acuerdo.
Al poco tiempo, yo quería estar con mi tía Lucena el mas tiempo posible. Hasta mi madre sin sospechar llego decirme, que me pasaba, que estaba casi todo el día en la casa de la tía, yo le decía que ella me ayudaba mucho con las tareas, no le aclare en ese tiempo que eran las tareas sexuales y no las escolares.
Habría pasado como un año, ya era una cosa de no creer, sabia de sexo, que un hombre, que me triplicaban, en edad. Ella era una mujer voraz yola satisfacía en lo que me pedía, estaba piel y hueso era una piltrafa.
Me enferme, me llevaron al medico, el cual me dio un tratamiento por la debilidad, estuve como un mes, en la cama, no podía ir al colegio y sin nada, de sexo, desde ya, ella no dejo de venir a verme y estar a mi lado. Yo la miraba como con desesperación, para desvestirnos y comenzar el juego sexual, pero la realidad me decía que no podía.
Paso mucho tiempo hasta recuperarme totalmente, en lo escolar no me atrasé porque Diana, vecina y compañera de escuela, me alcanzaba todo lo que se estudiaba, las tareas, todo solo venia un rato, comencé a echarle el ojo, era chiquita, pero desarrollada, sus senos ya eran notorios y su culito apetecible, prominente; ella claro muy inocente, ante la falta de mi tía que por unos días sin saber porque no venía, hasta que mama me contó que había conocido un señor que la había invitado a viajar al caribe.
Me puse mal, entendí temprana edad que fui su juguete.
Diana pasó a estar en mi mira, extrañaba las locuras con tía Lucena, me había mal acostumbrado, y ella era lo mas cercano que tenía para seguir empleando lo que había aprendido, en otro les contare hasta donde llegue con diana, mi compañerita de escuela
A partir de ese momento ya no pude ver a mi sobrino como tal, sino ya lo veía como un hombre que deseaba cogerme sin control, a cada oportunidad que mi sobrino tenia lo aprovechaba para ver mi cuerpo, esto era cuando me cambiaba, bañaba, entre muchos otros momentos que tenia para verme y lo más lascivo era que yo no hacía nada para evitar que me viera, al contrario cada vez que me bañaba dejaba la puerta abierta para que me viera y así en la ducha con la certeza que me estaba viendo yo hacía movimientos sensuales e incluso con el pretexto de lavarme mi zona intima yo me la tocaba con tanta sensualidad que sin duda sabia que él tenía su pene bien erecto desde donde estaba viéndome.
Relato erótico enviado por putita golosa el 27 de July de 2010 a las 23:14:27 - Relato porno leído 309821 veces
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Por eso dedica 30 segundos a valorar Mi tia, siguio..... 2ª parte.
felipepan
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 21:31) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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