Cuando regresé al pueblo de vacaciones, me siento algo incómodo, ya que aunque en donde vivo soy gay declarado, cuando llegó al pueblo, no quiero que nadie se dé cuenta de mi gusto por los hombres. Por lo que evitó cualquier situación que me ponga en evidencia, más que todo, para que mi madre no se llegué a sentir mal.
Relato
Pero la última vez que estuve de visita, estando en casa, llegó mi tío Evelio, hermano de mi padre, que falleció ya hace muchos años. Bueno mi tío tras saludarme, y darme un fuerte abrazo, me invitó al bar del pueblo, a tomar unas copas de vino, lo que yo acepté ya que llevaba mucho tiempo que no veía ni hablaba con mi tío Evelio. Pero desde que salimos de casa, me pasó el brazo por encima del hombro, y así fuimos caminando bien juntos, hasta que llegamos al bar del pueblo, donde me presentó a casi todos los presentes, ya que yo me marché del pueblo, ya hace muchos años. Y a medida que comenzamos a tomarnos una que otra copa de vino, si me di cuenta de que mi tío, no paraba de estar agarrándome, ya fuera por los brazos, la espalda, y hasta mis piernas, aunque en esos momentos, lo vi como una forma de expresarle su aprecio a un sobrino que no veía, desde hacía mucho tiempo.
Ya había oscurecido, y como el pueblo es uno de esos que jamás llegaron a poner alumbrado en la calle, a mí me parecía que ya era muy tarde. Fue cuando se me ocurrió preguntarle a mi tío, que había pasado con el secadero que mi padre tenía. Evelio me comentó que próximamente, él pensaba ponerlo a funcionar de nuevo, y aprovechó el momento para que lo acompañase a verlo, ya que según él yo era copropietario de ese lugar, y podía ser que se me ocurriese algo mejor en que usarlo. Yo la verdad, es que ni idea tenía de eso. Pero para complacerlo, le dije fuéramos. Por lo que a pie nos dirigimos al secadero, solo que mi tío desde que salimos del bar, me volvió a pasar su brazo sobre mis hombros, y así seguimos caminando. Yo en parte me sentía algo incómodo, sobre todo por la manera que algunas personas se nos quedaban viendo, pero por otra parte el que mi tío me llevase así agarrado, me estaba comenzando agradar.
Al llegar al secadero, apenas entramos y él prendió la luz, sin más ni más que me abrazó y plantó un tremendo beso en la boca, dejándome sorprendido, y sin saber que hacer. Evelio al tiempo que me estuvo abrazando y acariciando todo mi cuerpo, comenzó a introducir su lengua dentro de mi boca, sin que yo hiciera nada por evitarlo. Por un rato ninguno de los dos dijimos una sola palabra, yo sentía sus manos acariciando todo mi cuerpo, y sin que él me lo pidiera, yo mismo me comencé a quitar toda la ropa, al tiempo que él también lo fue haciendo. Pero en cierto momento cuando me bajaba el interior, mi tío se agachó, y se dedicó a mamar mi miembro. Yo no sé si fueron las copas de vino, o el deseo reprimido de tener sexo con otro hombre, pero lo dejé que continuase mamando, hasta que simplemente me vine, dentro de su boca.
Yo estaba deseoso de que continuásemos, por lo que cuando se puso de pie, frente a mi nos seguimos besando, hasta que lentamente me fue llevando a una pequeña mesa, en la que me recosté, al tiempo que mi tío me tomó por los tobillos levantando, y separando mis piernas, para de inmediato dirigir su miembro directo al centro de mis nalgas. Yo sentí sus ensalivados dedos, como los fue pasando por mi esfínter, y cada vez que los pasaba, yo no tan solo gemía de placer, sino que le suplicaba que me lo metiera. Lentamente comenzó a pasar su colorado glande por el ojete de mi culo, y de la misma manera comenzó a presionarlo lentamente. Yo fui sintiendo como su verga, se fue abriendo paso, entre mis nalgas, y como mi tío presionaba con su cuerpo. Yo por mi parte, me sentí en la gloria, a medida que su miembro me fue penetrando por el culo, por lo que rítmicamente comencé a mover mis caderas, sintiendo como sus manos acariciaban todo mi cuerpo, presionando sabrosamente su cuerpo contra el mío. Mi esfínter lo abría, y cerraba a medida que mi tío seguía metiendo, y sacando su verga de mi cuerpo, arrancándome profundos gemidos de placer, hasta que finalmente se vino dentro de mí. Por un rato nos quedamos quietos los dos, y luego él extrajo su miembro de entre mis nalgas. Yo me quedé tal y como él me había dejado, tendido sobre aquella pequeña mesa de metal, pensando en lo que había me había sucedido. Evelio por su parte, se estuvo lavando su miembro por un corto rato, pero al regresar colocó su mustia verga frente a mi boca, y sin necesidad de que me dijera nada, me dediqué a mamársela, hasta que ya al poco rato volvió a tonificarse. Yo estaba deseoso de que me lo volviera a meter, por lo que apenas me puse de pie, me di vuelta para volver a recostarme, pero boca abajo sobre la pequeña mesa, ofreciéndole nuevamente mi culo. Cosa que mi tío volvió aprovechar, y de inmediato me volvió a penetrar. Yo nuevamente disfruté de todo lo que mi tío me estaba haciendo, al tiempo que me mordisqueaba la nuca, y me decía que sabroso que era mi apretado culito.
Después de eso nos vestimos, y se me ocurrió preguntarle cómo se había dado cuenta de que me gustaba que me dieran por el culo. Fue cuando, me dijo. Francisquito yo no soy ciego, desde antes de que te fueras del pueblo, sabía que te gustaban los hombres, por la manera en que te me quedabas viendo la verga, cuando estaba orinando. Además, tú manera de vestir, de hablar, y hasta de caminar, cuando te volví a ver, no me quedó la menor duda de que no la estaba pasando muy bien, hasta que estuvimos en el bar, y me di como se te hacía la boca agua, cada vez que clavabas la mirada en mi verga.
Bueno después de eso, mi tío y yo nos vemos con más frecuencia, ya sea que él baje a la ciudad, o yo suba al pueblo.
Entramos al cuarto y empezó todo, él me tomó por detrás y empezó a tocar mis nalgas y me susurraba cosas al oído: ¡eres una puta q aprenderá de mí!, ¡eres mi perra! Y yo se lo confirmaba le dije q seria su perra, el me volteo y quedamos frente a frente, y acercó su boca a la mía, pero mas q besarme su lengua paseaba por mi boca.
Relato erótico enviado por Putitacachonda el 29 de December de 2009 a las 23:34:17 - Relato porno leído 140699 veces
Aventuras en Paris
Jesús y Pablo marcharon a Paris para poder vender el video. Dejaron a sus tres amigos en una casa que habían alquilado en un pueblo muy pequeño en Huesca. Los dos habían quedado con Pierre, un ejecutivo muy interesado en esta clase de material.
Relato erótico enviado por mena55 el 24 de August de 2008 a las 13:55:00 - Relato porno leído 114288 veces
Si te ha gustado Mi tío se dio cuenta…. ( CON fotos) vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Mi tío se dio cuenta…. ( CON fotos).
narrador
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 22:07) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:37) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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