Al volver de la cocina la veo con su trasero bien parado, una pierna recogida sobre la cama de uno de sus bebés, mostrándome la desnudes de esta y sus calzones de color amarillo, la vista es exquisita y mis ojos se prenden a esa maravillosa escena, no me doy cuenta que ella me mira sonriendo, solo cuando habla reacciono, parece que mis piernas son de tu agrado... Me acerque a su rostro con mis manos hasta llegar a su cuello, la acaricie, me miró sorprendida, seguí bajando por sus hombros y brazos rozando su piel con la punta de mis dedos... Estaba entregada, me dice eres un muchacho te haré daño, eso veremos le contesto, la acosté sobre la cama...
Relato
Hm., que vecina tengo no hay macho que no la desee, ella lo sabe y se deja adorar por estos a todos les sonríe y le mueve delicadamente sus ojos…
Esta casada con un presumido varón que lo único que sabe es mandarla para que todos vean que el es el que manda en casa, es un idiota.
Bueno conmigo tiene muy buenas relaciones y me abraza diciéndome eres un machote y me sonríe… no sabe lo excitado y caliente que me deja a mis 17 años, claro que ella tiene 26 y es madre de dos chicos de 6 y 3 años, no me acaricia, ni me mira aunque sea el último macho del barrio.
Sorpresa hoy me nombra y me llama diciéndome mimosa… Leo se que tu me harías un favor y yo te lo recompenso con un delicado beso, que me dices, le contesto el favor te lo haré por deseo hacértelo, pero no vendo por tan poco… mm… orgulloso el niño dice… bueno quiero que cuando vuelvas me traigas el pan y estas cosas que te tengo anotadas del almacén de tu padre, mira como llueve… ¿y tú no deseas que me moje verdad?, e encojo de hombros diciendo te mojes o no es cosa tuya… además despreciativo me dice…
A la vuelta después de media hora mas menos le traigo sus cosas, me dice si las dejo en la cocina por que hace las camas de sus chicos, entro y al volver de la cocina la veo con su trasero bien parado, una pierna recogida sobre la cama de uno de sus bebés, mostrándome la desnudes de esta y sus calzones de color amarillo, la vista es exquisita y mis ojos se prenden a esa maravillosa escena, no me doy cuenta que ella me mira sonriendo, solo cuando habla reacciono, parece que mis piernas son de tu agrado…, no solo las piernas le digo, bien sabes que vales mucho como hembra y el vanidoso de tu marido no lo aprecia en todo el valor que debe…, que sabes tú si aun eres un muchacho, pero tienes razón mi marido no me valora.
Mi vecina, me llamó dos días después por que tenia un problema de electricidad en su casa, haber si se le solucionaba su problema tuve que sacarme los zapatos y trabajar sobre su cama matrimonial; ella estaba muy atenta conmigo y me ofrecía algo de tomar...; vestía un pantalón que no era muy ajustado si marcaba bien su culo y una camiseta blanca ajustada donde se le marcaba el sostén y sus ricos senos, además llevaba sus gafas que la hacían ver muy sexy.
Encaramado sobre su cama logré soluciona el problema eléctrico, comentándole lo blanda y cómodo de su lecho matrimonial, espero que le dé su marido buen uso, le comenté…, eso cree me respondió, este está mas preocupado de su trabajo que de su esposa, a este no falta nunca, pero conmigo hace un mes que falla. Y molesta recogió unas prendas que estaban en el suelo.
Me acerque a su rostro con mis manos hasta llegar a su cuello, la acaricie, me miró sorprendida, seguí bajando por sus hombros y brazos rozando su piel con la punta de mis dedos, ella puso sus manos sobre mi pecho, tratando de alejarme, pero lo pensó, y subió sus manos acariciando mi cabeza y me miraba fijamente a los ojos; aún temblando asustado fui soltando los botones de su blusa muy despacio, separé la tela y recorrí su abdomen plano y terso para luego pasar mis manos por su espalda desde el nacimiento de sus hermosas nalgas hasta la nuca; ella se estremecía toda y los ojos le brillaron intensos mientras su respiración se tornaba fuerte y acelerada;
Me dice, ¿conforme con lo que has tocado? Trata de apartarse se lo impido soltándole el broche de su sostén metiendo mis manos bajo le delicada tela, me apoderé de sus rotundos pechos y los acaricié con cierta firmeza, los tenía duros y su pezones muy parados, pellizqué sus pezones que se pusieron rígidos en cuestión de segundos. Seguíamos mirándonos en silencio.
Al observarla que no se incomodaba por que la estaba reduciendo como una mujer de mi propiedad, entonces bajé mis manos hasta su cintura, solté sus pantalones, y las fui bajando lentamente junto a su calzón, por sus muslos arrastrándolos hacia abajo hasta aferrarla por las nalgas, me mira y ella hizo lo mismo con mis pantalones y mi ropa interior, arrimó su vientre buscaba mi pene en plena erección; busqué su boca y ella entreabrió los labios ansiosa, le introduje la lengua bien profundo hasta rozar su paladar y entonces ella me la succionó con voracidad mientras temblaba toda, su respiración se hizo más fuerte y restregó su sexo contra el mío.
Estaba entregada, me dice eres un muchacho te haré daño, eso veremos le contesto, la acosté sobre la cama mientras colocó mi verga sobre su rajita, juego con mi pene moviéndolo hacia arriba y hacia abajo sobre el húmedo sexo de mi vecina, esta gime, y trata de clavarse el miembro en su rajita, con nuestra ropa a medio quitar así mismo la penetré muy suave pero en un solo movimiento; su vagina era muy estrecha, pero bastante húmeda y caliente; sus ojos se aguaron por el llanto, de saber que le estaba siendo infiel a su marido, su expresión era de felicidad y dolor al mismo tiempo, pero no se quejó, ni siquiera emitió un sonido, clavé todo mi miembro en su vagina. Hace tiempo que soñaba con esto le digo, ella me contesta entre suspiro hazme tuya y calla…
Entonces ella me aferró con sus torneados muslos por la cintura y rodeó mi espalda con sus brazos; yo la sujeté con una mano por las nalgas y con la otra amasé uno de sus senos y comenzamos a movernos acompasadamente al principio para luego ir aumentando la fuerza y la velocidad de nuestros movimientos; mi vecina me agarró por la cintura y comenzó a halarme hacia ella con fuerza cada vez que elevaba su pelvis para ir al encuentro de mi pene; nuestras miradas permanecían unidas batallando internamente con los sentimientos de culpa, ella respiraba cada vez más fuerte y gemía sordamente mientras yo resoplaba por la nariz, hasta que al cabo de unos minutos, estalló ella en un orgasmo silencioso pero muy intenso, estremeciéndose y arañando mi espalda ante el placer que en esos momentos tenía luego de estar un mes privada de ser poseída, lo cual logró que mi miembro vaciara en su matriz, inyectándolos hasta lo mas profundo de su útero, inundando su intimidad con un inmenso caudal de tibio semen. Hablo por primera vez,… no, no te vacíes en mi sexo que me embarazas…, estoy en los mejores días…, Oh…te vaciaste…que rico es tu leche… estoy siendo preñada por ti. Ah…rico, eres un bandido me estas embarazando…, gime afligida y luego me dice embarázame vecinito hoy soy toda tuya, dijo, y abrazándome lloraba por sus sentimientos de culpa, pero a la vez tenía una carita llena de placer y gozo. Deseaba entregarme a otro macho or que mi marido no es capaz d tranquilizarme, pro nunca espere que fuera u chico y tú lo has conseguido… me entregue a ti ahora debes callar y ser bien hombre.
Luego nos recostamos y ella apoyo su cabeza sobre mi pecho, buscando protección por lo realizado, espero, comento, que esto no se sepa…, me crees un bocón le conteste, sepa que un caballero no tiene recuerdos y nunca habla de sus vecinos.
Me miró sonriente y me invita a marcharme, diciéndome debes irte… ah, la próxima semana se me va a descomponer una lámpara…, me imagino que vendrás a repararla cuando te llame y no por supuesto no estará mi marido.
Y el no perdió ni un segundo de el momento, me dijo con mucha morbosidad ¡Ahora puta súbete la falda y retráncate en la pared! Yo con rabia fui subiendo lentamente la falda de mi vestido hasta mi cintura, el se alejo unos metros deleitándose con mis piernas, yo vi clarito como su verga creció dentro su pantalón, tomo una cama fotográfica sacándome varias fotos en esa pose tan humillante para mí.
Relato erótico enviado por Anonymous el 11 de September de 2009 a las 23:52:41 - Relato porno leído 160836 veces
Lucia es una mujer casada, pero aun joven de unos 34 años senos grandes y un culo generoso además que tenia un rostro muy bello, pero lucia aunque tenia esposo y tres hijos que le hacia parecer una dama, a ella le encantaba follar a menores entre 13...
Relato erótico enviado por sexolito el 10 de April de 2005 a las 00:02:30 - Relato porno leído 156477 veces