Mi vecina, mamá de de mis amigos, es mi amante y el vecino lo sabe

Jugaba feliz en la piscina con mis amigos me habían invitado a su piscina y como hacia calor ahí estaba... a la edad de 16 años uno no mira situaciones sino que actúa y ahí estaba con mis dos amigos menores que yo en edad, uno tenía 12 y el otro 10 años, felices en el agua junto a nosotros estaba la madre de ellos una señora de 34 años de bonito cuerpo, unos senos que como usaba un diminuto bikini me tenían locos al miarlos y ella lo notaba y se sonreía cuando me pillaba mirándoselos, entre juegos y juegos ella nos abrazaba y recorría nuestros cuerpos, dos veces sentí sus manos en mi paquete sexual y una vez me los apresó, mi pene era crecido para los chicos de mi edad por que me encantaba por las noches, manoseármelo, y este había desarrollado un buen tamaño... eso si seguía virgen no había conocido hembra.
A los hijos de este matrimonio le gustaba jugar conmigo y siempre me invitaban a su casa. Su madre como no veía nada malo me permitía hacerlo, solo el padre tenía ciertas recelos veía demasiado interés en su mujer por este chico, un día venía temprano del colegio por tener reunión los profesores cuando me encuentro con doña Juliana la mamá de mis amigos y como venía con paquetes le ayudo... al llegar a su casa me invita a pasar, pensando en que sus niños también no estaban en clases paso, pero ellos no estaban y el padre en el trabajo... Doña Juliana me dice que me sirva bebida en el refrigerador hay bebida, tomo un vaso y me sirvo, ella había entrado a su dormitorio y cuando me estoy sirviendo me llama diciéndome, tráeme a mí un vaso de bebida, se la llevo a su dormitorio y la veo sin ropas solo con sus sostenes y su diminuto calzón, su liguero afirmando unas oscuras medias y nada más, casi se me cae el vaso de impresión y mi pene pego un brinco en mis calzoncillos, se veía exquisita... me quede paralizado mirándola y ella me sonríe diciéndome cuidado con la bebida pásamela y abrazándome la deja en la mesita de noche, me dice note gusta mi cuerpo..., y sin pensarlo digo es hermoso y me gustaría que fuera mío... eres un niño ¿te la podrías con esta mujer?..., empeño le haría digo caliente ... ríe y me acaricia mi estómago y baja hacía mi pene notando que este ha crecido.
En eso llega el padre un individuo de 54 años, a buscar unos apuntes en su escritorio y me ve en casa, nada dice coge sus documentos y sale diciéndole a su mujer que no volverá hasta el anochecer por su trabajo y al salir me mira sospechando algo, pero se va.
La madre mira si se va el automóvil y vuelve a la carga con mi cuerpo... metiendo sus manos por debajo de mi pantalón de gimnasia en que había salido de la escuela por tener clases de gimnasia y me lo manosea. Me vuelve a repetir la pregunta ¿te la podrías con esta mujer?... El otro día te lo toque en la piscina y me dejaste caliente me dice, ahora me complacerás y yo extraeré todas tus leches desde tus cojones. Al decirlo me baja los pantalones y calzoncillos mamándome mi pene..., este se endureció de tal manera que me dolía y la cabezota del glande era una verdadera pelota de tenis, dura, hinchada y recorrida por las venas en su configuración.
No sabía que hacer mientras me mamaba mi pene, entonces agarre sus pezones y los pellizque, luego beso y sorbo sus pezones acariciando sus senos, como gemía ardiente de deseos de ser poseída... la escuchaba quejarse, mi marido hace mas de dos meses que no me ocupa..., estoy deseosa de macho y tú... serás mi macho... escuchaste a mi marido que no vuelve hasta la noche y mis hijos están en el colegio... Lo que ella no sabía que el marido había sospechado y silenciosamente vuelve a escondida a casa y se encierra en un deposito de licores, pero el había hecho dos agujeros con vista hacia el dormitorio y otra mirilla con vista hacia el living.
La Señora Juliana se acerca a la cama se atraviesa en esta reposando y me atrae hacia ella cayendo sobre su cuerpo..., abre las piernas y me dice seré tuya aprovecha...., soy inexperto, pero no necio, como pude me acomodé y trate de penetrarla con mi pene, pero me faltaba experiencia y a la segunda ella me ayuda llevando la cabezota del pene a su madriguera impetuosa y caliente. El marido encerrado en la licorera observaba y veía como su mujer estaba violando poco menos a Leo su chico vecino.
Leo sentía que agradable es sentir como abría esa vagina, sus pliegues vaginales abrazan su pene, lo cobijan y lo acarician, luego lo sueltan para que entre otro poco y nuevamente lo mismo, desesperado, el chico lo clavo con fuerza y llego hasta los testículos en contra de su vulva y ella grita al sentirse ocupada hasta el fondo por este pene..., despacio dice..., despacio tu pene es mas largo y gordo que el de mi marido, me duele..., ¡ah..., oh..., me estas desvirgando nuevamente. Gritaba la mujer a esto el marido no soportaba su pene erguido y se lo manoseaba tratando de aplacar sus excitaciones.
Un minuto mas tarde, Leo es un huracán en sus movimientos y la mujer como tira y sorbe de su pene, sus caderas movidas, agitadas con lujuria, estaba loca de placer, gemía y gritaba, veía el marido como esta acariciaba, besaba, ¡Mm gemía, más quiero más, Leo saltaba sobre su cuerpo penetrándola con todas sus fuerzas..., oh! ya casi inconciente por placer que le daba en este apareamiento gemía, jadeaba, chillaba recompensada por este adolescente amo y desde hoy dueño de esta mujer, esta no sería la única vez que la penetraría , despacio decía, ella ..., te voy ha enseñar..., así..., a las mujeres nos gusta así y ella lo guiaba en el delicioso apareo que estaban prodigándose, cinco minutos después aúlla y ella lo abraza desesperada al entregar su orgasmo mojándome su pene con sus flujos en el interior de su matriz, lo besaba locamente y lo abraza.
Agotado el chico se relajo sobre ella llenándola con su leche la cual arrojo en el interior de la matriz entre rezongos y gritos de placer, había copulado con su mujer y esta estaba mas que satisfecha. Descansemos dice ella, luego dice volvemos otra vez a gozar, mis hijos llegan tarde y tu marido digo que no llega hasta la noche... tu lo oíste. Se visten y van al living a beber cerveza.
Diez minutos después ve el marido a su mujer que lo recostó en el sofá, ya tenía la bata totalmente abierta y la camiseta no tapaba demasiado, el chico metía la mano entre los muslos a pesar de que ella trataba de cerrarlos, una mano le frotaba la vagina y con la otra se abrió el pantalón y se lo bajo, se puso encima de ella, su manos dentro de poco haría que abriera las piernas
No, no decía su mujer, pero lo abrazaba del cuello, realmente totalmente segura de que ese macho la poseyera nuevamente sigue no pares musitaba.
El chico empujo su pene dentro de ella, estaba grande y dura, su vagina estaba mojadísima, le subió la camiseta hasta dejarle lo pechos al descubierto, teniéndola ensartada los beso y chupo, sobre todo los pezones que estaba duros, a punto de reventar
Empezó a meterla y sacarla, lo abrazaba con sus piernas para que llegara más adentro, poco a poco empezó a hacerla gemir, subía lentamente, no lo creía, estaba con un chico de la edad de mi hijo y la estaba cogiendo, la llevo al orgasmo y no dejo de bombearla, no lo dejaba bajar, yo estaba realmente disfrutando en mi escondite, y a ella la hicieron explotar en el orgasmo y él chico se la saco de golpe y se la mete en la boca, mi mujer recibe ese semen llenándola de este su garganta, hacía muchos años que siempre usaba condón y ahora tampoco lo uso, pero ni tiempo me dio de pensar si quedaba preñada
La dio vuelta y la puso en cuatro piernas, le subió la bata y la camiseta, él se quitó el pantalón, la sentó en sus muslos tomándola de la cintura y se la metió otra vez, la monto, se la sacaba lento y se la metía rápido, mi mujer manoseaba las nalgas pero casi todo el tiempo se tomaba por la cintura presionándole a él contra su cuerpo y este la presionaba contra el sillón, la llevo a otros tres órganos el tercero de los cuales exploto cuando él ya sacaba su pene, la tenía gimiendo y ronroneando a mi mujer y esta le decía eres mi macho..., seré tuya cuantas veces desees. A todo esto me había manchado mis pantalones con el semen que broto de mi pene al manipularlo ardiente de ver como gozaba mi mujer con un muchacho.
Ahora tendría que pensar desarmaba mi matrimonio en el cual no cumplía mis obligaciones y mi mujer estaba sedienta de sexo o me hacia el despistado y nada sabía de esto. Decidí lo ultimo siempre que mi mujer no quedara preñada..., hablaría con ella, le diría que no me importa si tiene por amante al chico y vecino nuestro, que todo lo sé y le haría prometer que no se embarazaría de mi vecino Leo. Así mantendríamos nuestro matrimonio hasta que nuestros hijos crecieran.
Total el tenía su amante en la oficina y también era joven, trataría de no embarazarla.