Mi vecina me adiestra en mis primeros pasos de la sexualidad

Jocelyn una madura mujer de 36 años, casada madre de dos hermosos hijos, Juan de 16 años los mismos años que yo tengo y Clarita apenas de cinco años, ella es una mujer de maravilloso cuerpo, sus senos protuberantes, sus piernas largas y bien moldeadas, su trasero de admirar, su entrepiernas se notaban abultadas hacia delante en su vagina, era de ojos claros, pelo castaño, cabellos hasta sus hombros, era distinguida y seductora, me cautivaba totalmente y varias noches fue la figura que en mis delirios pasionales del manoseo sexual de mi sexo. Mis masturbaciones eran memorables cuando pensaba en ella y llegaba a mi clímax, el semen mojaba una toalla que tenía y la cual luego tenía que lavarla, por ser mojada íntegramente, para una nueva ocasión.
Sucedió un día que Jocelyn se daño el dedo mayor del pié y no podía pisar por lo que caminar imposible, Juan mi amigo fue donde su abuela y pasó a dejar a su hermana al colegio y volvería con su hermana a casa después de las 18:00 horas, su marido trabajando, se me solicita si puedo ayudar en acompañarla por si requería de algo, que la visitara varias veces en la tarde, en verdad me instalé en su casa por si me necesitaba…, ella estaba con una pierna sobre las tapas por su dedo y tapada por una manta, como hacia un poco de calor ella se instala sin tapas solo cubierta por esta delgada manta. No se que movimiento hizo que esta se escurrió y apenas la pudo tomar para taparse su pubis, a sus requerimientos me acerco a ella, estaba a medias tapada y su torso se veía espectacular con sus senos al aire y que senos…, casi sin respiración me acerco, no se como la miraba que ella me dice ¿nunca habías visto una mujer con sus pechos al aire?, muevo mi cabeza diciéndole que no. Sorprendida me dice entonces embelésate, mírame lo hermoso que son mis senos, si quieres tócalos me dice sonriendo, eso si te castigaré si lo haces…, estiro la manta sobre su cuerpo y la inmovilizo al taparla, ahora le digo ¿cómo me castigaras? Y corro con mi cabeza esa manta y beso sus senos…, eres un tramposo me dice, ¿y tu acaso no querías hacer trampa?, digo…
Eres un mañoso, pero simpático, acuérdate que eres amigo de mi hijo, además soy mayor y me debes respeto… Señora Jocelyn le digo, usted es una hembra dotado de hermosura y yo un muchacho, pero que esta. Sus maravillosos senos, unas deliciosa y adorables piernas, su magnifico trasero, pero valía la pene un sacrificio.
Soy casada y tengo marido, con la verdad dígame siempre le ha sido fiel a su marido por que se dice que le ha fallado y que de ahí nació Clarita…, que sabes tu de eso se revuelca enojada, nada solo se lo que cuentan…, me mira y me cuenta hace unos cinco años mi marido quedo sin trabajo y no teníamos ni para comer, fui a trabajar yo y en el empleo de limpiadora del piso de una empresa un jefe me ofrece trabajo para mi marido como contador que es su trabajo, pero que debería pagar por su esfuerzo…, como digo y este me forzó a tener relaciones carnales con él a la fuerza…, era mas fuerte y por el empleo tuve que dejar que me penetrara con su miembro.
Me levantó la falda sacó mis calzones y bajo sus pantalones y sin cortesías me apresa contra su escritorio y aunque yo gemía y luchaba por soltarme al fin pudo penetrarme al darme vuelta y afirmándome en mi espalda con su brazo lo logro, sentía esa masa escarbar en mi vagina y yo sin deseos solo lloraba y gemía, me dolía el tenerlo adentro y mi vagina se irritaba con el roce, pero el mete y saca hasta llegar a vaciarse su semen en mi entrañas, cuando me deja tranquila solo lloraba y maldecía ese momento, cumplió eso si y le dio trabajo a mi esposo, este demostró lo que valía y otra empresa lo busca y lo nombra a cargo de las auditorias de la empresa, ahí conocí a Laureano un italiano que estaba por tres meses en Chile y en su fiesta de despedida este me declara su pasión y yo cedo me dejo llevar a un cuarto alejado de la fiesta y me entrego a su pasión como me penetraba cada vez quería entrar mas adentro y estaba penetrada hasta sus cojones, cuanto goce y me trastorné siendo poseída por este individuo, me abrió de piernas , me soba mis muslos , besa mi vientre y siento como ese miembro invade poco a poco mi vagina abriendo mis carnes mientras yo gemía y deliraba de calentura me acoso por lo menos diez minutos hasta que me lleno con sus fluidos mi vagina y ambos gruñíamos de ardiente pasión en nuestra entrega…, a la semana siguiente el parte yo me entero por mis vómitos que estoy embarazada. Te cuento esto para que no creas en lo que la gente habla.
Ahora estamos solos dice, y tu me dices que soy tu martirio, que te derrites por mi, has de saber que no me gustan los jóvenes me agradan los con experiencia y tu eres virgen creo… eres amigo de mi hijo ¿sabrás callar? Y al decir esto saca la manta y se muestra desnuda solo con sus bragas y sacándose su corpiño me dice acuéstate aquí a mi lado, ahora desnúdate me dice sacándome mis pantalones de tenis con mi calzoncillo, se mete entre mis piernas cazándome mi pene casi totalmente empinado y lo comienza a saborear lamiéndolo y chupándolo con su boca y lengua…, este crece hasta dolerme mis genitales y ella está embriagada chupándomelo, se lo quito y desesperado le abro sus piernas, ubico mi pene en su vagina tratando de penetrarla, la primera vez no puedo insisto y ahí si la penetro…Que placer sentir como este, suavemente, comienza a abrir su vagina, sentía como mi duro pene era acariciado y comprimido cuando iba ingresando en esa suave y acolchada matriz. Ella guiaba mis movimientos controlada por sus movimientos de su cintura y trasero…, era fenomenal estar penetrando a una mujer madura como me guiaba y como nos quejábamos extraviados, frenéticos, enardecidos por las excitaciones, arrebatos y furores de pasión y placeres, éramos dos amantes indisciplinados, Jocelyn sentía como su cuerpo se relajaba en estas encomiables labores amatorios, nos satisfacíamos y nos acariciábamos en nuestro apareamiento. Por la tarde tres veces recibió mis fluidos inyectados con pasión.
Que agradable había sido mi primera vez de copular con una mujer madura, madre de hijos y con años de casada, trate nuevamente de parearme con ella, pero ella se negaba y me dice que si no la dejo tranquila hablara con mi padre y me acusará que la violé. La dejo tranquila, transcurren tres meses, y en el cumpleaños de su hijo Juan ella estaba feliz y bailó conmigo, estaba vestida con un vestido verde oscuro de seda pegado a su cuerpo mostrando sus formas anatómicos, se veía preciosa y los compañeros de Juan comentaban calladamente entre ellos lo hermosa y el bonito cuerpo de la mamá, deseando a este hembra y creo que mas de alguno fue al baño a manipularse masturbándose su pene en su nombre…, bailaba conmigo permitiéndome arrimar mis manos a su trasero y manosear sus senos por sobre el corpiño. Todos estaban medios ebrios por el vino que corría junto al asado y Jocelyn no era la excepción, la note media ebria y aprovecho para exigirle que ambos tengamos juegos carnales amorosos, ella solo ríe, cuando la llevo al final del pasillo y nos refugiamos en la pieza de los cachivaches y planchados solo gemía diciéndome eres un aprovechador espero que no nos pillen. Cerré la puerta con llave y la acomode como pude en ese montón de ropa sin planchar la urgí a ser nuevamente mía y ella me dice que tiene miedo esta próxima o esta en las fechas de fecundarse y no deseaba otro bebé, pero mis caricias y juegos eróticos llevándola a la cama en esa pieza la convencieron diez minutos después estaba recostada siendo penetrada por mi poderoso pene.
Gemía en esa pieza, se revolcaba y se entrega con gran pasión a mis duras empotradas tratando de penetrarla mas allá de su matriz… ¡que coito!
Volvimos al cumpleaños y en uno de los siguientes baile que junto apretado danzábamos me dice si es verdad que estoy enamorado de ella…, lo confirmo y me dice soy casada, tengo hijos, soy mas mayor que tú, pero tu me quieres y me deseas, además a mi me gusta estar apareada a ti, por lo que seguiremos viéndonos, pero con mucho cuidado y cuando yo te llame, así estaré segura y tú podrás gozar de mi cuerpo.