Lo que sí dolió al comienzo fue cuando penetré su culito, pero cuando este se adaptó a mi pene, tuve que ahogar sus bramidos de placer, mi cuerpo ya estaba listo para continuar. Esa primera vez marcaría mi vida para siempre, como amante de una mujer caliente e insaciable, viciosa del sexo y todo lo relacionado con este.
Relato
Wally mi vecina
Vivo en una población de cuatro casa pareadas, dos mirando al sur y dos al norte y colindando con los patios, en la de atrás de mi casa vive Wally una hembra que a mis 17 años me quita el sueño y en las noches es la imagen que tengo presente mientras desahogo con mis manos mis testículos.
Es delgada de pelo largo, con unos senos que parecen dos voluminosas manzanas que me encantarían manosear, un culo bien parado y un par de piernas largas y bien formadas, como la deseaba, pero sabia que a sus 38 años no se iba a fijar en un niño de 17 años, a pesar que una vez que se quedó atrapada entre unas cajas tuve que pasarme a su patio para ayudarla y entre ayuda y ayuda le acaricio su cuerpo y ella me miro diciéndome sin pasarse vecinito, no soy una inocente.
Martín mi vecino de 45 años, un día lo encuentro totalmente ebrio en el parque cercano a casa, me ofrezco para llevarlo a casa, pero me dice que se embriago justamente por motivos de su casa. No comprendo le digo y el me empieza a contar “¿sabes lo que es conocer que los hijos de tu matrimonio no son tus hijos sino que tu mujer te puso los cuernos y quedó embarazadas de otros machos?
Para colmo de mis males durante los cinco años que dura mi matrimonio, Wally mi mujer a quedado embarazada en dos ocasiones, por suerte o desgracia, hoy en día gracias a los estudios médicos y de genética pude comprobar, que ninguno era mío, ya que soy impotente, digo funciona bien, se me para y todo, pero mi semen no puede fecundar a ninguna mujer a menos que me someta a un tratamiento costosísimo, pero esto lo descubrí ahora hace poco tiempo con los exámenes que me hizo el médico. El primer embarazo a los tres años de matrimonio, en el cuarto año el segundo y espero que no me salga en el quinto con otra sorpresa”.
Oye le digo a veces los médicos se equivocan y en verdad tus hijos son tuyos, crees eso tu, me dice; mira haz la prueba yo te ayudo, vigila a tu mujer y yo también para que solo tenga sexo contigo y si queda embarazada es que el médico se equivoco, ¿Qué dices?... Sería una muy buena noticia me dice, pero como la vigilamos, tu sales de vacaciones por 20 días creo, llévala a una parte que no pueda tener contacto con otros machos y sea solo tuya, yo voy contigo para ayudarte a vigilarla, pensando en ganarme unas vacaciones gratis. Buena idea me dice, vamos al campo donde mi madre ahí estaremos solo mi madre, una hermana vieja de mamá, tú y yo y ella con los niños, buena idea…
Al día siguiente solicita permiso a mis padres y parto de vacaciones al campo con ellos…., llegamos es bonito el campo con un pequeño estero para bañarse y hay caballos para pasear, etc. por la tarde salimos a pasear y Wally me dice que nota muy raro a Martín su marido, salimos en el atardecer y a Martín montado en un caballo sale de compras al pueblo dejando a los chicos con la madre de este,
Paseando por el campo le cuento a Wally que Martín sabe que ella le fue infiel y que los hijos son de otros hombres y que están en el campo como prueba que ella puede quedar embarazada de él. Me mira asustada y me pregunta como sé eso, le cuento el encuentro en el parque y ella mordiéndose los labios me dices tienes que ayudarme…, solo hay una manera que te puedo ayudar le digo el desea dejarte ahora embarazada por eso no te compró pastillas y no te las dejara tomar.
Cual es esa manera, me dice…, que quedes embarazada le digo con ansias y temeroso de su reacción, como me dice si él no es capaz de embarazarme y yo deseaba hijos, y aquí quien me va a preñar, me mira… y me dice, pillo estas tú y tú quieres que me entregue a ti…, eres muy niño te puedo hacer daño… no creas le digo no serás mi primera mujer, en verdad la primera que tuve por única vez dándomelas de macho fue con una puta y estaba mas borracha que caliente. Por eso me salio una ganga. Luego tuve mis aventuras por ahí algunas las he narrados en otros relatos.
¿Crees que serías capaz de satisfacerme y dejarme preñada?, me dice.
Por supuesto y quiero ayudarte, quiero que salgas de este lío por que tú me excitas mucho, me haces vibrar de pasión y quiero que seas una mujer feliz con un buen hogar y deseo ser feliz contigo consumando el acto sexual.
Me vuelve a mirar y sonriendo me dice, sin responsabilidad de lo que pase contigo, pero hay que ver cual es el día perfecto, así quedé embarazadas de mis otros hijos buscaba el día perfecto; salía a la calle y buscaba un macho de mi agrado lo conquistaba y a la cama, después si te he visto no te conozco.
No conmigo nada de si te he visto no te reconozco, tú me enseñaras como te gusta que te posean y llegar a ser feliz, luego nos ejercitaremos a compensarnos el uno al otro, llegando a la máxima pasión del enlace carnal.
Saquemos la cuenta dice, se acabó mi menstruación el Lunes y dura tres días empezó el Sábados pasado a hoy Domingo llevamos nueve días, el Jueves serían trece y mi máxima ovulación es el Viernes. Oye un momento digo, primero hay que hacer una prueba y tú me guiaras como te gusta, no es llegar a entro y punto.
Eres un fresco me dice y me arrastra entre unos matorrales, ya me dice comienzan las lecciones me gusta que me abracen y besen en la nuca, me recorran el cuello con la lengua y me besen, me acaricien, me… no puede seguir hablando por que la tomo y comienzo a besar y acariciar su nuca con mis labios luego la beso en su garganta comienza a bufar, continué acariciando y besando.
La desembaracé de su blusa desnuda se revolcaba entre mis brazos, le amarraba los pezones entre mis dedos hasta hacerle daño, con el deseo vivo de querer poseerla. Ese día de verano, con el fin de provocarla, la acariciaba. Debe haberle gustado lo que le hacia, pues me abrazó para besarme y me hizo sentir como nunca mi virilidad que se endureció al máximo. No tardé en notar sus senos libres bajo de mí, solté los botones de su vestido lo que le permitió cubrir con mis manos no solo ambos senos, me acariciaba, sentía como mi sexo palpitaba y como ella al interior de sus muslos era bañado por sus jugos vaginales. Mi boca se apoderó de sus pezones y sus besos me hicieron llegar al paraíso. Abrí totalmente su vestido y le pedí que se sacara los calzoncitos que estaban totalmente empapados. El aroma de su sexo hizo que mi pene se endureciera aún más, al abrir mi pantalón saltó como impulsado por un resorte. Su mano se llenó con el e instintivamente comenzó a masturbarlo. Afortunadamente, la oscuridad del atardecer era total y mi cómplice. Mientras chupaba sus senos, mis manos bajaron hasta su cintura, rodeando su trasero, mis dedos recorrieron su rajita, y un de mis dedo penetró su hoyito trasero. Supe lo delicioso que era mamarle su sexo con un dedo ensartado en el culo. Sentí la necesidad de llegar hasta el final. Le pedí que nos acomodáramos en el pasto, todos mis preciados sueños se estaban siendo realidad, primero chupó mi pene, dejé que lamiera mi sexo y yo lamia su rajita, hice todo lo que había leído en libros eróticos, cuando finalmente penetró su sexo no sentí ningún dolor, tan dilatado y mojado estaba que prácticamente mi pene resbaló al interior. Hicimos el amor hasta cansarnos la llene de mi semen y ella glotonamente me acariciaba con sus paredes sexuales mi pene hasta que explotaba y la bañaba con mi líquido seminal, cuando nos animamos llenos de emoción la dí vuelta. Lo que sí dolió al comienzo fue cuando penetré su culito, pero cuando este se adaptó a mi pene, tuve que ahogar sus bramidos de placer, mi cuerpo ya estaba listo para continuar. Esa primera vez marcaría mi vida para siempre, como amante de una mujer caliente e insaciable, viciosa del sexo y todo lo relacionado con este.
Luego ella me exigió apúrate que puede llegar Martín y tenemos que volver a la casa, luego hablamos del viernes. Vistiéndonos apurados y casi corriendo volvimos a casa. Cuando volvió Martín estábamos en casa.
El lunes Martín no la dejó ni respirar siempre encima de ella, El martes fuimos todos de visita donde unos parientes primos de ellos, por fin el miércoles tuvimos una mañana para nosotros pues Martín y su mamá fueron al pueblo.
Aprovechamos el momento y como no había nadie en casa la tome entre mis brazos y ahí estábamos, los dos, encadenados uno al otro, dándonos placer. Yo tenía agarrada a mi vecina por las mamas, ella me cogía con sus manos mi cabeza, y yo le lamía su nuca y cuello, lo mejor que sabía, la apretaba con mi mano sobre su culo hacia mi cuerpo. Quería que se diera cuenta que era mía y que estaba dentro de ella. Mi pene crecía y se notaba que crecía cada centímetro. No debía hacerlo muy mal por que notaba cada embestida de mi pene ingresado al interior de mi particular amante provocó en unos momentos tres orgasmos seguidos, mientras se llenaba de mis líquidos en su útero En esos momentos dado aceleré mis embestidas, mientras ella entraba en otro de sus orgasmos prolongados que la hacía temblar incontroladamente. Noté todos los chorros de semen que vaciaba en su interior. Que placer, me vino una oleada de goce y a ella le vino un orgasmo increíble fruto de ese sabio miembro que se movía astutamente entre sus labios mayores y menores y le hinchaba su clítoris.
Cuando me incorporé, le caían por el interior de sus muslos el semen que había llenado y rebalsaba desde su vagina. Nos acomodamos la ropa y esperamos que llegaran los dueños de casa. Mientras nos poníamos de acuerdo como íbamos a escaparnos el viernes que era el día perfecto para embarazarla.
El viernes llegaron visitas y casi no había tiempo de escapar los dos solos, tuvimos que esperar el anochecer, cuando se retiraban las visitas y Martín fue a dejarlas cuando escapamos al campo y a la salida de la casa entre el gallinero y las caballerizas nos acomodamos entre unos sacos levantando su vestido estando ella excitadísima con una pésima postura estaba doblada a la mitad mostrando su culo, dejando ver todo el pequeño orificio de su sexo que yo deseaba penetrar. Sus piernas abiertas. Estábamos súper calientes. No deseábamos nada más en ese momento que sexo, ella solo deseaba que la penetrara por detrás, como a una puta, que le hicieran volar de placer con un orgasmo incontrolable mientras mi miembro la penetraba en su vagina. Necesitaba mi semen para preñarse y así engañar a su marido. Soy tuya me dice, si me ayudas seré para siempre tu amante.
Arreglamos nuestras ropas luego de ese comprometido encuentro y volvimos al interior de la casa para no despertar cuchicheos.
A la llegada de Martín compartíamos con su madre una amigable plática.
Luego de un mes ella le anuncia a su esposo que nuevamente esta embarazada, Martín está feliz me llama y me dice la cuidamos tanto que no pudo irse con otro macho así que yo la embaracé el médico estaba equivocado como tu indicaste y me abraza feliz, ¡pobre! no sabe que ahora su mujer es también mi mujer.
Y el no perdió ni un segundo de el momento, me dijo con mucha morbosidad ¡Ahora puta súbete la falda y retráncate en la pared! Yo con rabia fui subiendo lentamente la falda de mi vestido hasta mi cintura, el se alejo unos metros deleitándose con mis piernas, yo vi clarito como su verga creció dentro su pantalón, tomo una cama fotográfica sacándome varias fotos en esa pose tan humillante para mí.
Relato erótico enviado por Anonymous el 11 de September de 2009 a las 23:52:41 - Relato porno leído 160836 veces
Lucia es una mujer casada, pero aun joven de unos 34 años senos grandes y un culo generoso además que tenia un rostro muy bello, pero lucia aunque tenia esposo y tres hijos que le hacia parecer una dama, a ella le encantaba follar a menores entre 13...
Relato erótico enviado por sexolito el 10 de April de 2005 a las 00:02:30 - Relato porno leído 156477 veces