Mi vecina y su reunión

Mi hijo aún estaba enardecido de pasión necesitaba calmarse y fue a la casa de la vecina que estaba sola, por que su pareja y sus hijos habían salido, copulo con ella por un par de horas antes de volver a casa, ahora venía descargado el semental, lo miraba y no podía creer que este hijo dócil y cariñoso cuando se excitaba adquiría la fuerza de un toro salvaje, buscaba donde podía descargar sus potencialidades de semental y no miraba si esa mujer era casada, soltera, con hijos, si era joven o madura, aunque me decía que yo era lo máximo como mujer, era la que mejor se acoplaba a él y era la que mas lo saciaba. Que me cuidara por él me deseaba desde hace tiempo y siempre me celaría por estar casada con su padre. Loco le decía si no tuvieras padre no habrías nacido y él te dio ese poder de saciar a las mujeres y ese encanto para conquistarlas… el solo reía.

Con mi vecina nos habíamos juramentado a no decir nada con respecto a mi hijo, que este era nuestro amante y que ella estaba preñada de él, y menos de hablar de su potencial poder para aparearse no una vez sino varias veces seguidas con una mujer.

Pero Ursula una mujer bien proporcionada de 35 años dos hijos de diez y seis años parece que hablo o lo hizo extensivo a dos mujeres mas, ya que un día fue a casa de una de estas amiga y me solicitó permiso para llevarse a Ricardo alrededor de las siete de la tarde para volver bien tarde…, en verdad le di la autorización por que este semental andaba inquieto y para mi era un peligro tenerlo excitado en casa, quien ahogaría sus angustiadas potencialidades retenidas era yo, quedando descalabrada por unas horas y a veces por un día. Ya no me sentía su madre sino su deseada, su codiciada y anhelada hembra y él me lo hacia saber con sus ardientes y violentas caricias que terminaban si estábamos solos en la cama

El padre no estaba de acuerdo, pero le dije a su oído la niña sale con pololo a casa de los padres de el y al salir nuestro hijo quedamos solos, me miro y sonrió gustoso.

Esa noche me trajeron a Ricardo como a las tres de la mañana a casa las amigas de Ursula y también a Ursula metieron bastante bulla.

Ricardo durmió hasta cerca de las dos de la tarde que lo desperté para almorzar y después cuando su padre se fue al club a ver el partido con los amigos y su hermana estaba encerrada en la pieza con su novio, conversamos.

Me contó la famosa fiesta…
Llegamos y las señoras estaban locas por aislarse en el segundo piso de la casa en una dependencia aislada en un rincón de la casa, lejos del resto de la gente de su familia.

A las horas estaban casi todas mareadas por el licor que tomaban y Ursula se saco casi toda su ropa acalorada quedando en corpiño y calzones y encima y un chaleco, Julia una mujer mayor de unos 50 años se desnudo quedando solo con sus sostenes y calzones paseándose para mostrarse, la última y mas joven de unos 30, 32 años Maria fue mas recatada y se sacó todo tapándose luego por una batín de seda, al caminar se separaba este al medio y se veía su vulva enmarañada de rulos bien negros.

Yo me dijo Ricardo miraba y me reía tomando cerveza, María se sienta a mi lado y me empieza a besar aprovechemos me dice antes que llegue mi marido que vendrá luego, y como yo no soy rogado me dice mi hijo la tome introduciéndole mis manos por sus piernas y activé sus hormonas como me acariciaba y se movía tratando de que me activara encima de ella, por último la tome la acomodé sobre unos colchones y me apareo con ella, como chillaba esa hembra esto quería me decía antes que llegue mi marido después solo me va usar él, se meneó desesperada en sus caderas, la clavaba con furia su vagina y ella respondía con gemidos y aullidos. La maltraté contra un colchón que habían dos en la pieza, por lo menos media hora y la desgaste contra ella, metiéndole y sacándole mi pene hasta que ella empachada y satisfecha me abraza y me dice ya semental dale a las otras que contigo voy a saciarme bien acoplada. En eso llega su marido y mira como su esposa es zarandeada y ella gime y chilla perforada por mi pene entregándome sus orgasmos y recibiendo mis espermas en su matriz. Luego se sienta al lado de su hombre acariciándole y pidiéndole perdón por haber estado saciando sus estímulos sexuales con otro hombre, Ursula se lo quita y baila con este para finalmente empotrarse ella con el pene de este recién llegado macho.

Mientras yo y Julia nos entreteníamos acariciándonos y luego copulando con ansias y desesperación esta solo suspiraba y respiraba entre cortado mientras recibía mi semen en sus entrañas…

Mi hija me dice que van a salir con el novio y mi esposo está con sus amigos en el bar mirando partido de fútbol, me quedaba sola con mi hijo menor…, brrr…, tiritaba no se si de temor o pasión, estábamos solos los dos y este hijo mío no desaprovechaba las ocasiones y esta vez por supuesto no la desaprovechó, en un par de minutos me tomo y estuve entre las sabanas de su cama sin falda y sin calzones, camisa desabrochada senos al aire, y él acariciándome, besándome y apuntándome con su pene entre mis piernas buscando ingresar en mi vagina con ese enardecido y entusiasta pene ardiendo de pasión por tenerme como su hembra en su cama, olvidaba por completo este semental que era su madre la que tenía ahí, solo deseaba penetrar a esta codiciada y anhelada hembra la mujer que según él era la que mejor machacaba librándole, esta hembra, de sus potenciales excitaciones sensuales y dejándolo totalmente agotado de sus pasiones al llenarle su vientre de semen. Como me poseía si me lesionaba mis piernas y mis caderas con sus duras y potentes arremetidas contra este vientre que lo cobijo meses, metía y sacaba su pene con tanto entusiasmo que una no podía sino solo abrazarlo y sucumbir en sus diestras penetraciones entregándose a los orgasmos del placer de yacer cubierta por este joven y delicioso semental hasta sentirse inundada por los líquidos que este vaciaba en su matriz. Era un placer enorme ser colmada en mis entrañas por ese pene aunque fuera el pene de mi hijo. ¡Oh, que delicia ser ensartada por este macho!.

Meses fui la querida amante de mi hijo, trataba de no olvidarme de mis pastillas anticonceptivas para vivir plenamente estos momentos de agrado y placer con el pene de mi hijo. Aunque este me rogaba embarazarme no lo dejé.

Del colegio de este hijo me mandó a buscar su profesora jefe una doña hembra de largas piernas y larga cabellera, me dijo que mi hijo a veces lo pillaba ella admirándola y esto la ponía nerviosa, señora le dije me gustaría confesarle algo, pero no aquí en la escuela, ella me invita a su casa media calle del establecimiento, en el camino nos encontramos con Ricardo y ella le pide acompañarnos, gran error de su parte, luego lo sabría ella. Llegamos a su casa entramos y conversamos en el living, ella no tenía hijos a pesar de llevar dos años de casada con su marido…