Mi vecino Milo y Racha

Bueno como comentaba antes mi amante mi vecinito Milo hoy de 20 años, en verdad es como fuera mi esposo en la semana soy empotrada por mi amante a lo menos seis veces, es decir unas 24 veces al mes, y como me zarandea en la cama..., compare quien era mi marido y yo soy de aquel que mas me posee, mi vecino Milo. Por estos motivos busque trabajo y en la tienda donde trabajo somos tres mujeres, la dueña una mujer de 44 años, Raquel, casada dos hijos de 19 el mayor y 15 años la menor, Racha la vendedora antigua de 31 años también casada, hijos apenas uno de 5 años, en sus 7 años de matrimonio y yo Selma. Racha se entregado a mi en su amistad y me cuenta sus penurias de matrimonio, a veces la aconsejo y otra la escucho. Me cuenta lo mal que es satisfecha por este y a veces lo alejado de cada disfrute de un apareo con este espécimen, está estresada y no sabe que hacer, no se porque le dije que eso lo hablara con mi amante marido Milo a lo mejor el la aconseja, me molesto toda la semana que cuando estaría Milo en casa... aburrida la llevo un sábado a medio día en las dos horas de colación que teníamos..., resultado que Milo la escucho, la acarició, le ablandó y la provocó excitando sus hormonas, terminando ambos en un maravilloso y enardecido apareamiento donde Racha no paraba de gemir aullar y escandalosamente menearse en mi cama haciendo crujir a esta hasta casi desarmarla. Sus caderas eran un fenómeno en sus movimientos y su vagina tiraba y tiraba de ese esplendido pene de mi amante. Racha es una mujer muy atractiva diré que está muy buena, está bien sabrosa. Tiene unos pechos bastante grandes redonditos, muy jugositos y muy bien puestos ya que no los tiene caídos ni nada por el estilo, tiene una caderas que saltan a la vista de inmediato, eso fue lo primero que a le encanto a Milo, sus estremecimientos fueron escandalosos, desvergonzados, con un meneo, terrible como se apareaba desesperadamente con todas sus fuerzas era una mujer retenida de sus ímpetus carnales y con mi Milo los soltó todos, quedo sin fuerzas por mas de diez minutos donde Milo aprovecho de ella y la inundó con sus potentes chorros de semen. Esa tarde era una sombra de ella en el trabajo, al lunes siguiente me solicita permiso para, en esa semana, repetir la sesión con mi amante... Llega un domingo por la tarde a casa mis hijos habían salido a jugar a los juegos, llame a Milo y le dije Racha quiere conversar contigo... no se lo que ambos hicieron en el dormitorio solo que sentía que Racha gemía y gemía ella después me cuenta... Comencé a calentarme y poco a poco fui mojando mis pantaletas con mis jugos. Milo entonces ya ahí me tomó por la cintura cogiéndome por atrás y recargó su pene entre mis nalgas mientras sus manos se metían por debajo de mi vestido acariciando mis piernas levantando mi falda hasta sobarme mi vagina que cada vez se mojaba más, después me apretó con fuerza mis senos amasándolos y estrujándolos, luego se tendió en el piso boca arriba y se colocó entre mis piernas abiertas y debajo de mi falda, sentí como acariciaba mis piernas en toda su longitud mientras me decía que mis piernas le gustaban mucho así como el rosado de mis tangas, luego se sentó entre mis piernas y pegó su boca a mi rajada y haciendo mis tangas a un lado introdujo se lengua en mi agujero atrapando mi clítoris, chupándolo y jalándolo provocándome un inmenso placer, después de esto me tomó de la mano y me llevó a una de las recámaras, ahí me tendió en la cama y me levantó la falda hasta arriba, me bajó las pantaletas, se quitó rápidamente sus pantalones y sus calzoncillos y tras acariciarme de nuevo las piernas, se acomodó en medio de ellas y me ensartó con su miembro hundiéndomela toda hasta lo más profundo de mi vientre sentí como Milo se frotaba frenéticamente dentro de mi mientras jadeaba y sudaba copiosamente, así estuvo largo rato hasta que sentí como después de una fuerte embestida en que me enterró hasta adentro su órgano empezó a arrojarme chorros de semen caliente y espeso inundando mi útero y vagina. Que experiencia tan fabulosa, nuevamente me había entregado plenamente a Milo desde ahora amante de Selma y mío. Pasa un mes y Racha llega un día desesperada a conversar conmigo me dice estoy preñada, tu amante me preñó a sido el único que me satisfizo este mes y estoy embarazada, que hago... fácil le dice Selma empieza a aparearte con tu marido y dentro de un mes le dices que te embarazo y tendrás un hijo nuevamente se pondrá feliz. Así lo hace y su marido ni se entera que el hijo es fecundado por Milo y no por él. La jefa se entera de nuestro cuchicheo y solicita mayores antecedentes del macho... Racha encumbra a Milo en su relato a los altos puntos de apareamiento despertando la curiosidad de Raquel quien solicita conocerlo. Milo es citado a nuestra tienda en donde tiene una larga y prolongada conversación y una demostración de su habilidad y como lleva a las hembras a una delicada, entusiasta y ardiente relación carnal quedando estas cautivadas por este macho.... Raquel después de escuchar su conversación solicita demostración y Milo no se hace de rogar le encantan las mujeres maduras, si son casadas mas aún y si tienen hijos mayores de seis años lo trastornarse y no se detiene hasta lograr sus encantos prodigados por la hembra en una deliciosa y bien saciada enlace amatorio. Raquel siente como este semental se arriesga a sentarse a su lado en un estrecho sillón, la toma de su cintura según dice, para no caerse. Sus manos acarician las rodillas de la dama, luego sus muslos y por último sus nalgas, cuando la madura dueña desea detener los acosos es tarde, ya sisea y su respiración alterada, no se entera cuando este macho está acariciándole sus vagina y metiendo sus dedos entre su calzón y su vientre, trata de oponerse, pero su reacción es tardía, este ya a sacado su braga y la tiene sentada en su falda con su trasero desnudo, su vulva mojada solicitándole que sea despacio para que no la dañe, Milo la traslada a la alfombra y se pega con sus labios a su vagina mordisqueando su mojada clítoris y de su garganta salen calientes gritos de placer y solo desea ser apareada... solicitando sexo... pronto le llega su orgasmo y solicita clemencia diciendo ... quieto, me partes..., ¡oh..., Ah!, despacio de que... era joven que no me lo metían... con tantas ganas..., solicitando sexo... pronto le llega su orgasmo y solicita clemencia diciendo ... quieto, me partes..., ¡oh..., Ah!, despacio de que... era joven que no me lo metían... con tantas ganas. El macho no la hace esperar y se ubica entre sus piernas acomodándola le sube su falda hasta mas arriba de su cintura y su blusa es abierta para succionar sus pezones, Raquel solo pide clávamela, hazme tuya, te pertenezco. ¡Ah..., ¡oh! más duro le dice en las maniobras... alterada mientras mueve desesperada su caderas parecía una muñeca de jóvenes años meneándoselas al macho este aprovecha para empotrarla salvajemente sus entrañas rebosándole su matriz de su tibia leche, semen y espermas. Sentía esos líquidos deslizarse por mis muslos, nalgas y caer sobre las sabanas, el joven semental la tenia agarrada de sus caderas en cada eyaculación mas fuerte la apretaba a su cuerpo, casi inconciente por placer que había dado en este apareamiento, Raquel gemía, jadeaba, chillaba recompensada por su adolescente amo y desde hoy dueño de su cuerpo. Milo se levanta a realizarse su aseo, en el baño y Raquel recién puede parase y siente todos esos líquidos de semen, leche y esperma deslizarse por sus medias hasta el suelo. Fue divinamente cubierta y recompensada por este semental y sabe Raquel que este semental volverá por más, y ella estará dispuesta a recompensarse y deleitar a su nuevo amo y señor de su cuerpo. Años que no la satisfacían plenamente y con tanta furia como lo hicieron hoy. Lo lamentaba, pero sus hijos y su marido tendrán que acostumbrarse a que ella llegue algunas veces tarde y agotada, ellos no lo van a saber, pero significa que esos días fue acoplada por un macho semental, un lujurioso y laborioso macho.