Mi vecinomi semental y semental de mi cuñada

Con Leo mi vecino, hoy todo un macho de 20 años, mantengo una activa relación en el cual desde más de tres años somos amorosos y apasionados amantes. El me fecundó mi primera hija y es el que me tiene preñada del segundo embarazo, aunque legalmente el padre es mi marido, este semental es quien me sacude y obtiene mis estremecimientos desvergonzados y escandalosos, cuando me meneo en la cama, mis caderas se cimbran angustiadas ante el acoso de su pene en mi vagina entregándole mis orgasmos más salvajes que él logra con su mete y saca de su majestuoso pene en mi vagina.
Llega a mi casa una de mis concuñada quien venía muy angustiada por sentía que su matrimonio se derrumbaba por no poder engendrar hijos. Lleva tres años casada y de los dos años que esta buscando embarazarse y nada, se hizo un tratamiento médico y nada han ido ambos a distinto medico y nada, según sus exámenes ella esta apta para engendrar hijos, pero su Octavio el marido no es capaz a pesar del empeño que le ponen, ahora cambió a mi médico haber si quedaba preñada y por eso me buscaba para conversar que tratamiento había realizado y ahora tenía una hija y otro en el vientre. ¿Cómo lo haces? Me pregunta…, le digo que no solo es el tratamiento sino también la disposición de uno y si todo aún no resulta tener claro lo que se desea recurriendo a un tratamiento que no todas lo harían…. Me dice yo haré todos por que amo a Octavio, pero la familia lo está hostigando y este se está enfadando conmigo y lo puedo perder. Que hiciste, dímelo sin perjuicios y sabré callar.
Miro a mi concuñada a sus 30 años Quena era una mujer delgada, con sus senos eran pequeños, su trasero no destacaba, pero era parado y eso excitaba a los hombres… piel blanca y pelo azabache, sus ojos azules con un rostro agradable, eso si era un poco apagada y de factible certeza en algunas cosas. No sabía si confiar o no en ella, pero me dice… por favor Florencia eres la única en quien confió, ayúdame…o mi matrimonio se desarma.
Eso no lo deseaba y me decía que era la única en quien confiaba…
Bueno le digo vas a confiar en mi, cuéntame algún traspié que sea secreto para contarte lo que haremos. Me mira y me dice… En la cama no soy feliz Octavio no me satura como deseo, no quedo satisfecha. .., es un secreto prometiste guardarlo. Si…, si le digo tranquila ahora puedo confiar en ti…
Tengo un joven semental muy agradable y lo mejor de todo sabe callar y guardar las formas, por lo que no temo de él… él es quien me ha embarazado las dos veces….
Miro la cara de Quena sorprendida, pero se repone y me dice quieres que yo busque uno igual, si me pillan con lo celoso que es Octavio me mata.
No le digo no tienes que buscarlo…, yo te presentaré el mío y tu te acostaras con él y te dejaras preñar, ¿Qué tal?... Quena lo piensa, se muerde los labios y dice…, acepto, pero esto queda entre las dos.
Agrega amo a Octavio y sigo enamorada de él, pero la familia va a destruir mi matrimonio y no lo deseo…, me acostaré con tu semental…, espero que no sea brusco.
No… no lo es…, dice Florencia yo también adoro a mi Arturo, pero deseo y gozo con Leo, es amoroso, cariñoso y eso si salvaje para aparearse conmigo y lo mismo será contigo, este joven macho me desequilibra mis hormonas y me entrego en escandalosos y atrevidos meneos de mis caderas donde este me hace gozar y mis hormonas placenteramente colmadas tranquilizándome en mis deseos carnales a lo menos por dos o tres días.
Bien dice Quena hagámoslo rápido para no arrepentirme… Se ponen la s señales para que aparezca Leo, Florencia mientras arregla las vestimentas de Quena, esta es vestida con solo sus calzones y sus medias debajo del batín transparente que casi no cubre nada del cuerpo de la concuñada, media hora después este llega Leo.
Saluda a las mujeres y mira sorprendido a Florencia, esta le dice te tengo una concuñada muy desesperada y abatida quiero que le levantes el animo la ensambles embarazándola, quiere y necesita preñarse…
Leo observa las vestimentas de Quena y vislumbra ese cuerpo comenzando a excitarse y llevaba más de tres días que no se apareaba con nadie por lo que estaba un excitado y comienza a acariciar a la mujer en principio esta está lenta a sus caricias, pero luego las agradecía suspirando a medida que se incitaba y se excitaba con el macho…, mis manos comienzan a recorrer su cuerpo y la beso, al comienzo sus labios estaban cerrados, pero al tercer intento de besarla se estimula y los entreabre devolviéndome el beso… nos acariciamos, nos apropiamos de nuestros cuerpos, mis manos recorrían cada rincón de su fabuloso cuerpo, ella me acariciaba mi melena y cabeza sin dejar de besarme y sus labios recorrían mi rostro, mis manos llegan a su zona libidinosa, la zona gozadora al estar estas en su entrepiernas hace escapar de sus labios suspiros entrecortados de antojos retenidos, trata de apartarse, pero se lo impido aún más, lanzado la dispongo contra la puerta acariciándole su zona fogosa, se revuelca tratando de escapar, no, no puede ser que un muchacho la este tratando como una mujerzuela y desea aparearse con ella…, mis manos descorren el lazo de su batín y aparecen sus encantadores senos que rápidamente son acariciados y succionados por mis labios sus pezones, pero continuo bajando por ese cuerpo a mi caprichoso consentimiento de admirarla y observarla en ropas interiores, vestía un encantador combinado verde agua, sus piernas enfundada en un juego de medias verde oscuras y un liguero blanco las sostenían, me agache y de rodilla mi boca se pegó a su vulva bajándole su mini braga, se agitó, jadeo, sollozó y trata de salir de esa amatoria posición, lo impido bajo mis ropas inferiores y aparece mi ágil, largo, elevado y duro pene, grueso ante los requerimientos de una dama que en esos momentos lo tiene entre sus manos sorprendida del largo y grosor, me destrozarás mi vagina con esto mi marido lo tiene chico y delgado, no te preocupes digo se acomodara al tiempo que empalo mi grueso glande en su vagina, siento como su vagina se dilata adolorida con la entrada de mi pene en sus carnes, y cada metida mía es acompañada de sollozos, gemidos y gritos acomodar este pedazo de carne y músculo entre sus piernas dilatando su vagina, ella trata de abrir más sus piernas, pero se lo impide la braga a media pierna, por lo que siente apretada al ingreso de mi miembro bestial en sus entrañas escapando de su boca suspiros y jadeos ardientes impetuosos, deseaba ser tratada con fiereza en su vagina necesitaba descargar la pasión acumulada que la mala acción de su marido había cargado en su cuerpo…pero quien la tenía en esa posición carnal de penetración era un desconocido, trata de salirse de esa posición , pero su cuerpo reclama…si desea ser de este macho que bien la trataba y excitaba… estaba en esos momentos tranquilizando sus carnales sentimientos apasionados en una entrega gozadora sacando desde el fondo de sus entrañas los primeros indicios de un placer que despertaba sus espasmos y convulsiones en ella llamando a sus orgasmos para regar sus fluidos vaginales en ese pene que tan maravillosamente la estaba apareando, la cubría a su entera satisfacción, estaba prendada con las caricias prodigada por este semental, … me movía desesperada sus caderas en un maravillosos vaivén esperando que su nuevo hombre, ahora su amante, nuevo marido, su vigoroso macho amo de su cuerpo rociara en sus entrañas, la deliciosa leche que ella esperaba con sus desesperados vaivenes y caricias para que explotara este novel macho en su matriz, pronto siente la esperma irrigada en su vientre, esa tibia leche que su impúber, el dueño de su cuerpo en esos instantes dejaba chorrear en su matriz, este chico era una maquina productora de semen, como la inundaba con sus fluidos y estos saturaban su vagina escurriendo por sus medias camino al suelo, como la inundaba, debería tenerlo nuevamente dentro de ella, pero ahora en la comodidad de la cama…, en esta inserté de un impulso mi penetrante pene en su vagina, gimió de dolor y pasión al sentirse hembra de otro hombre, excitada revolvía sus caderas en un placentero movimiento al tiempo que gemía susurrándome soy tuya, soy tu mujer, ¡oh!, ¡ah!, infame me has convertido en tu puta…, ahg…, dame duro, empótrame fuerte quiero ¡oh, ah!, sentir mis orgasmos en eso ella acelera sus movimientos suspirando fuertemente me gime ¡ah! Mis orgasmos soy tu mujer… ¡ah!. Riégame mi vagina con tu leche, acelerando sus vaivenes de caderas al tiempo que excitada menea absorbiendo con sus pliegues vaginales mi pene que no resiste mas vaciando ríos de semen tibio en sus entrañas. Quena estaba feliz su vagina había sido llenada varias veces de esta leche tibia esperaba haber sido preñada.
A continuación nos reunimos con Florencia en la cocina quien tenía preparada un leche con plátano y queque, luego de beber Leo se va para que no lo pille el marido de Florencia y ambas mujeres quedan solas, Quena rompe el silencio diciendo en verdad es un semental de primera nunca me habían gozado con tanto placer y yo nunca había tenido tantos orgasmos, dice además fui rociada con su semen en grandes cantidades, mi marido apenas gotea y este inundó dos veces mi matriz que manera de producir leche, espero estar preñada, si estoy embarazada te juro que vengo aquí a acostarme con el toda la tarde para que me inunde con su tibia leche…, cuantas veces desee. Prontamente se viste y sale camino a su casa.