Mi vida sexual - Un viaje a Córdoba muy caliente Relato de una amiga 10

Dormí como tronco de cansada, agotada que estaba. A la mañana fui con mis padres a la playa de esa gran laguna, de esta Córdoba, tan caliente en varios sentidos, JAJA Disculpen me da por reírme, vean si no: Si al salir de Buenos Aires me hubieran dicho que pasaría por todo lo que pasé, creo que mis rizas se escucharían hasta en la Luna. Estaba hecha un lío… ¿Mi vida es así, pasar de macho en macho? Tengo solo 14 años y ya estoy, no cogida, si no re cogida. Fueron los meses más intensos de mi vida, no sé cómo pasó y como pude aguantar, no soy una gran mujer, de buen físico, pero me tuve que aguantar cada macho… Empezó con mi ex y su violación, mi macho mayor – hizo conmigo lo que quiso y una vez en el hotel y otra en el auto -, luego, lo que me avergüenza, me vuelve loca: mi entrega por plata a un viejo; luego mi “encuentro” con mi AMIGO que tanta satisfacción me dio; el muchacho de la casa de comidas, que se fue antes de las fiestas; el 31 donde conocí a una chica, tuve relaciones con ella hasta el 05 de enero, una experiencia muy profunda para ambas; el chico que vino de afuera, era virgen y yo a fuerza de concha conseguí que se hiciera hombre. Toda una historia de calenturas, cogidas, separaciones, en fin…
Al medio día volví de la playa, estaba inquieta, usé a mi AMIGO, me tranquilicé, comí, esas cosas. A la noche temprano, sonó el teléfono, atendí y una voz me dijo: - Volví. Estoy en la puerta. - ¿quién es me dijo mi madre? - Equivocado. A los pocos minutos manifesté: - salgo a comprar algo… - Bueno – me dijo mi madre. Él estaba esperándome, nos dimos un beso largo y luego el me susurró: - Vení… Me tomó de la mano y me llevó cerca, allí me metió en la entrada de un garaje a oscuras, como a cinco metros de la vereda. Me apoyó en la pared y me susurró: - Te amo, te extrañé como un loco, me dolía la pija al recordarte. Allí comenzó a acariciarme, meter la mano entre las piernas, llevaba una pollerita, me sacó la bombacha… Allí le dije: - Espera, nos pueden ver… Nada, él siguió me tiendo mano, voló la bombacha que guardó en un bolsillo, sus manos me levantaron la remera, soltaron el corpiño y así mis tetas quedaron al aire, para que él me las chupara. Estaba nerviosa, pero todo me iba calentando, no podía evitarlo y si hay que coger acá… Me acomodó la pollera en mi cintura y abriéndome las piernas sentí que me buscaba con su pija el agujero de mi concha. Pronto me la metió con ganas y empezó el meta saca con fuerza. Estaba casi en el aire sintiendo las embestidas de mi macho y así fui llegando al orgasmo feroz de una buena cogida. Él se contuvo, no sentí su leche… Creí… Bueno, me la sacó, me dio vuelta, haciendo que me apoyara en la pared con los brazos y allí me di cuenta lo que me esperaba… Me metió un dedo en el culito y yo alcancé a decir: - despacio no seas bruto… Él siguió abriéndome con los dedos, mientras yo me abría todo lo que podía, mientras esperaba la cogida que me abriría el culito con su pija sin piedad. Sentí la punta en el agujerito, - Despacio, es todo tuyo, despacio, no me revientes. Así lo hizo. Me metió la cabeza haciéndome gemir y luego juntos la fuimos metiendo. ¡Qué placer tener esa pija en mi culo, mis intestinos, caliente, dura, que palpitaba! Comenzamos el meta saca y yo olvidada de donde estaba, seguía con mis gritos: Siiiiiiii masssssssss cogemeeeee y él que me tapaba un poco la boca para que no me sintieran. Cogimos con ganas, su mano en la concha me llevó a un tremendo orgasmo, seguimos y él me abrazó fuerte, me largó el primer chorro caliente bien adentro, allí tuve otro orgasmo que me sacudió toda y él siguió mandando leche caliente hasta que terminó. Nos quedamos agitados un rato y luego al salir la pija ya flácida nos separamos. Un beso largo profundo nos unió. – Perdona tengo que irme… Dije que salía un momento a hacer una compra. – Está bien, perdona pero te amo como un loco… - Nada que perdonar, yo también te amo. Allí quedamos en encontrarnos al otro día. Se la hago corta… Hasta el 19 de enero seguimos cogiendo con ganas en todos lados. Allí fue lo terrible: separarnos. No queríamos pensar en eso, pero el momento llegó, nos despedimos, quedé en un mar de lágrimas, desesperación, otro que se va de mi vida, otra experiencia más. Bueno… Al otro día, sin él, me quedé en casa bebiendo, llorando y pensando. No lo amaba, pero había sido quizás lo más intenso de mi vida, en estas vacaciones tan tremendas, tan calientes – no por solo el clima, si no por las cogidas – donde me pasaron tantas cosas, fue como un curso acelerado de sexo, machos y orgasmos.
Les recuerdo que mi email es: sepa.2012.boletin@gmail.com Les agradecería me escriban con sus comentarios y si quieren les mando una copia del libro sobre autoerotismo (sin pagar nada y sin virus) Muchas gracias.