Mi vida sexual - Un viaje a Córdoba muy caliente Relato de una amiga 14 final

Bueno estamos llegando al final de lo que pasó en esta Córdoba tan “caliente”, donde TODO se dio de una forma impensada, fruto del comienzo de una violación y lo que para mí fue importante, que me marcó: la gran cogida, después, con mi macho mayor, que me hizo de todo sin piedad, despertando en mí la mujer que hay en todas las chicas de cualquier edad.
- Che, ¿empezás de nuevo?
- Está bien! Sigo…
Al otro día nos encontramos. Un beso y sentir que nuestra relación era otra cosa, por lo menos para mí. - ¿Cómo estás? - Bien, un poco extrañada al saber que ya soy mujer y tuya. – Yo no pude dormir… Pensé mucho en nosotros. Sabes, siempre quise una chica como vos como novia. Quisiera, es mi deseo, que seamos novios de verdad, aún ante tus padres. Vos haces la secundaria y yo voy a ir a la Universidad y quisiera que pudiéramos pasarlo juntos, ser pareja. Me dejó dura. ¿Así venía la cosa? ¿Era esto el amor? Tuve que reconocer que así era. Tal era así que de alguna forma no sentía deseos más que coger con él. – Me gusta lo que decís… Yo pienso lo mismo. Nos dimos un beso…
- Loca, ¿otra vez con la novelita rosa? ¿con los consejitos, la filosofía? Mirá que no sigo.
- Cálmate. Ahora sigo
Nos fuimos caminando, ¿hacia dónde? HACIA LAS ROCAS! No lo decíamos pero QUERIAMOS COGER! Yo ya estaba recaliente, la entre pierna mojada, QUERÍA PIJA DE MI MACHO. Qué le vamos a hacer, era algo “natural”. Ante la calentura COGER CON GANAS!
Llegamos charlando, con besos, pero nerviosos. Sabíamos que íbamos a coger!
Llegamos a las rocas, nos ubicamos en un lugar apartado y ya sentados nos abrazamos, besándonos y las caricias empezaron, cada vez mas intimas. – No puedo más – le susurré – vamos detrás, en algún lugarcito. – Está bien… Nos fuimos más atrás, a un rincón entre las rocas. Puse algo en el suelo y me recosté, “vergonzosa” no me desnudé. Él vino ya desnudo – ¡vaya que tenía ganas! La pija parecía un mástil, un tremendo palo de carne dura, caliente. Me fue desnudando, mientras me acariciaba, me besaba, cuando me agarró la concha con su boca creí que me volvía loca. ¡Qué manera de chupármela? Ya desnuda, me abrí de piernas invitándolo. Carajo! Se me puso encima y me la metió un poco, la punta y luego toda adentro de una vez. Sentí la metida, grité Ay….. Despacio….. Ay…. Nada, el siguió cogiendo, empezó el meta saca y yo acompañándolo, ¡Que cogida! Con todo, totalmente entregada a mi macho que me cogía con todo. – No acabés….. Todavía…. Seguíiiiiiii Así lo hizo, hasta que tuve un orgasmo feroz, siguió cogiéndome hasta que acabamos los dos juntos. Fue una acabada tremenda, sentí sus chorros calientes que me inundaban la concha, las contracciones de su pija y de mi concha. Quedamos abrazados un rato. Me fui a mear, luego él. – Es tan bueno como con mi herm… - Allí se calló – Perdona, fue muy bueno y nuestro. – ¿Que decís de tu hermana? – Le pregunté y al ver su cara seria, le dije otra cosa - Nunca creí que coger fuera tan maravilloso, me gustó mucho. – Perdona, se me escapó, soy tan feliz contigo… Sos la novia que siempre quise. Pero lo de mi hermana, no sé… Es algo muy íntimo y te puede ofender, no quiero problemas entre nosotros. . Está bien, te amo, me entregué a vos y creo que podemos hablar de cualquier cosa, sin problemas. Se quedó callado un momento. – Ahora que empecé, ¿querés saberlo?, no te vas a enojar… - Si querés hablar hacedlo, si te ayuda bueno, ni no lo dejamos. – Esta bien. Me inicié sexualmente con mi hermana. Desde chicos siempre andábamos desnudos, especialmente en verano, dormíamos en la misma habitación hasta los diez años. Nos gustaba tocarnos, ver la diferencia entre nosotros. Ella es mayor dos años y cuando pudo se encamó con un chico. Le gustó mucho, bueno es más puta que gallina, perdonando que es mi hermana. Un día, solos en casa, estaba bañándome y ella entró, no me molestó, pero venía desnuda. Vi su cuerpo, me calenté, la pija se me paró y ella me dijo: Vaya, te creció mucho, ya debes de tener ganas de coger, dale vení… Nos fuimos a la pieza y allí lo hicimos, recibiendo de ella clases de cogida, hasta el culo me dio. Quedé callada y pensando: ¿Qué me asombro de mi puterío si la hermana es así sin problemas? Él estaba serio - No te preocupes, lo que pasó, pasó. Vos te iniciaste con ella y yo contigo. Pero todo esto te puso caliente, lo digo por la pija dura. ¿Qué pensás hacer ahora? Allí con una sonrisa se me puso encima, empezaron los besos, caricias y otra vez a coger con ganas.
Bueno, la hago corta, cogimos con ganas todo el resto de las vacaciones. Llegó el fin y nos despedimos hasta que nos encontráramos en Buenos Aires. Aquí viene el fin verdadero…
Ya en Buenos Aires, nos encontramos, empezamos a coger en hoteles y a hacer planes. Todo iba bien entre nosotros, teníamos intereses en común, gustos, increíble pero nos entendíamos muy bien. Quiso conocer a mis padres, así lo hicimos y todo anduvo bien. Pasó el tiempo, él se recibió en la facultada y recibió una beca para Estados Unidos por un año, pero cada tres meses vendría a la Argentina. Lo aceptamos, yo quería ir con él pero la beca no lo permitía, así que solo me quedaba esperarlo cada tres meses. Luego de la tercera visita, se fue y a los pocos días recibí el fin… Una carta de un amigo indicándome con gran pesar el fallecimiento en un accidente de mi gran amor. Estuve meses internada, dejé la facultad que había empezado, enflaquecí, sicólogos, siquiatras y las no ganas de vivir. Iba al cementerio donde el estaba y me pasaba todo el día llorando. Después de tres años, comencé a recuperarme, conocí a mi amigo actual, el que escribe y empecé de nuevo a vivir.
- ¿A vivir? Te voy a reventar! ¿A vos te parece que tengo que escribir todo este melodrama, como fin de una historia que iba ser solo de una violación?
- Bueno, no te enojes, ya lo hiciste y te lo agradezco.

Les recuerdo que mi email es: sepa.2012.boletin@gmail.com Les agradecería me escriban con sus comentarios y si quieren les mando una copia del libro sobre autoerotismo (sin pagar nada y sin virus) Muchas gracias.