Mi vida sexual - Un viaje a Córdoba muy caliente Relato de una amiga 4ª

Amigos lectores, gracias a mi amigo pude confesar toda esta historia de mi vida siendo tan jovencita. Estos primeros relatos los vi muy largos, quizás, pero mi “escritor” me dijo que fue como una catarsis, una necesidad de desahogarme. Por eso lo va a subir en confesiones y no primera vez o como abusadas. Ahora sigamos. Luego de pasear me fui hasta casa, no había nadie. Aproveché para bañarme, comer algo más, me vestí con la malla, una remera y un pantaloncito. Ah no sé porque me puse debajo de la malla un pequeño cuchillo, de hoja muy pequeña. Hasta el día de hoy no sé porque lo hice Me fui donde sabía que estarían mis padres. Si veía al hijo de puta de mi ex novio, si, estaba decidida, lo mandaría de paseo, hoy mismo. Tengo mi macho y hay muchos dando vuelta por allí. Cuando llegué saludé y busque con la mirada a mi noviecito. Lo vi con un grupo de muchachos y chicas. Me acerqué y él al verme, se levantó y vino a mi encuentro. Con prepotencia y mal humor me dijo
- Che, ¿donde carajo te metiste? Tu madre me dijo que fuiste de paseo… Te fuiste sola, no me dijiste nada, que te crees que soy.
- Bajando el tonito! En cuanto a que creo que sos, sos mi ex novio hijo de puta. A partir de ahora terminamos, no quiero verte, ni que me jodas.
- Pero… ¿Qué te crees que sos? – Se me vino encima no se si para agredirme, no perdí el tiempo y le di un sonoro cachetazo. Por un momento puso cara de asombro, lo mismo que sus amigos
- Hija de puta! – me dijo – Esto no va a quedar así!
- ¿De qué va a quedar? ¿querés que hable con mis padres? Salí a caminar y supe que no eras lo que quería para novio y punto. Lo que pasó, pasó. Pero cuídate de andarme atrás o molestándome. ¿está claro?
Se quedó quieto, con cara preocupada, lo de mis padres lo puso mal. No sabía que decir o hacer. Trató de recomponerse en medio su palidez, nervios.
- Hace lo que quieras! – me dijo con vos ahogada – Me arruinaste las vacaciones, hija de puta.
- Vos te lo buscaste… - Me di media vuelta y me fui a caminar, el se fue con su grupo de amigos.
Me fui donde estaban mis padres y allí agarre a mi madre, le dije que terminé con mi novio, no era para mí. Ella preocupada, ¿Por qué hija, se llevaban bien? Si te metes la lengua en el culo te cuento. – Hija que forma es esa de hablar a tu madre! – Perdona pero estoy muy nerviosa. -¿Qué pasó?, no diré nada a nadie. – Simple Se estaba poniendo pesado, ¿entendés? Quería cosas que no estaba dispuesta a darle y no le di. No soy una puta No quiero lío de familias, ni con él, por eso cállate, estamos de vacaciones, no las arruinemos. – Esta bien. Cuídate por favor.
Esto que cuento lo hago pensando en otras chicas que pasan por situaciones similares, a veces son abusadas, a veces no reaccionan y no se defienden. Hay otros hombres, no chicos, dispuestos a darnos placer. Tenemos que ser mujeres y no juguetes de un tarado que se la cree.
Caminado llegué a un lugar con poca gente, carpas que se alquilan. Me saqué la ropa, se la deje a una SRA. Estaba muy nerviosa, me reí pensando que necesitaba pija, coger, para tranquilizarme. Salí del agua y me fui a sentar en una roca. Vi que un hombre mayor de quizás más de 50 me miraba mucho. Allí me agarró fuerte, como una buena puta me di vuelta, abrí las piernas y con la malla mojada le mostré la raya de mi concha. Se puso loco mirándome. No pudo aguantar más y me hizo una seña. Lo miré haciéndolo sufrir y luego fui
- ¿Qué quiere? le dije
- ¿estás sola, no tenés novio?
- ¿A Ud. Que le importa?
- Vaya que estas de mal humor. Hablemos claro, te vi provocándome y te llamé, creo que andas necesitada de cariño y yo tengo ganas de dártelo.
- Puede ser… Pero soy joven y UD. Un viejo. Yo valgo por mi juventud… - no sé porque le dije eso – UD. Es poco para una joven, no le parece?
- Mirá, se que andas caliente y yo te puedo hacer un doble regalo – Allí metió la mano en un bolso y sacó dinero, bastante. Es tuyo por un polvo rápido en la carpa.
- Creo que nos entendemos. Pero nos pueden ver u oír.
- No, no hay nadie. Dale ven….
Era una locura, yo me estaba ofreciendo como una puta y por plata… Cogería con un viejo, ¿tan caliente estaba? Bueno si, estaba recaliente – vamos - le dije. Fuimos a la carpa, él enseguida se sacó el pantaloncito y puso una toalla grande en el suelo. Yo tomé el dinero, que puse en mi remera y con gran vergüenza me saque la parte de arriba de la malla y enseguida el pantaloncito con la malla. El viejo al verme desnuda se le salían los ojos, muy agitado, me tomó de la mano invitándome a acostarme. Allí pensé: ¿Qué estoy haciendo? ¿Cogiendo con un viejo que no conozco? Suspiré y me dispuse para la cogida, que esperaba fuera rápida. El tipo se agachó y me metió la lengua en la concha, chupándomela como un desesperado. Yo gemía sintiendo un placer que me invadía todo el cuerpo. Me dejó y se colocó encima de mí. Tenía una buena pija, sería brava la cogida, pero ya que estamos… Me abrió la concha y empezó a meterla. Que pedazo duro y caliente! Pese a todo me gustaba y mucho. Me moví con él cogiendo en la meta saca. El agitado, bufando, me daba con todo. Acabé y le dije: Seguí cogiendo quiero más. Así lo hizo, dándome con todo. En un momento me apretó, me aplastó con su cuerpo ahogándome, acabó y yo con él sacudiéndome toda. Quedamos quietos un momento. Se levantó, yo aproveche para levantarme y ponerme la ropa.
- Espero te quedes callado. Si se que hablaste de mi vengo y te desfiguro. ¿entendés?
- Piba lo que menos quiero son problemas, sos menor e iría en cana
- Tenía ganas y me la saqué contigo. Acá terminó todo. Chau, fue bueno.
- Si, fue bueno.
Me fui cuidándome de que nadie me vea.
Mientras caminaba me puse a llorar, pensaba ¿Qué había hecho? Soy peor que una puta, soy una prostituta. Entregarme a un viejo desconocido y encima por plata… ¿Qué pasaba conmigo? ¿Por qué no podía, que se yo, controlar mi calentura? Todo lo que me pasó, violación, cogida con un macho mayor, me rompió todo control, me volvió una puta que solo quiere pija y pija, sentir como una droga el orgasmo, que nunca termina de satisfacerme y así ando caliente como perra en celo.
Traté de reponerme para que mi familia, mi madre especialmente, no se dieran cuenta de lo que me pasaba.
- Hola mamá… ¿Como están?
- Bien… ¿Y vos? No te veo con buena cara.
- Si, no me siento bien, creo que me viene la menstruación. Quizás el cambio de ambiente, la pelea con la basura de mi ex novio, esas cosas. No te preocupes pero me voy a casa a descansar, ando con dolores, vos sabés…
- ¿querés que te acompañe?
- No… No pasa nada, algo natural, ya lo hablé con vos y no me preocupa.
- Bueno… Cuídate por favor
Me despedí, me fui a casa y el camino compre dos latas de cerveza, pan y queso. En casa me senté en la cocina a beber y pensar. No estoy acostumbrada al alcohol, pero necesitaba algo que me ayudara. Pensé en todo lo que me había pasado… Lo que sentí. Fue algo quizás terrible, pero después de todo natural, me rompieron la concha, mi amigo mayor despertó en mi a la mujer – me hizo hasta el culo – y lo que me pasó con el viejo fue una experiencia de lo que debo controlar, lo que no debo hacer. Quizás le diría a mis lectoras, más que a los machos, es que tengan cuidado con las citas a ciegas, entregarse, dejarse coger porque si, llega un momento en que nos transformamos en una cosa para que los machos nos usen a cambio de nuestra degradación. Que se yo… Es mi experiencia, mi pensar, quizás el alcohol me haga pensar así, cada una es dueña de hacer lo que quiera con su cuerpo. Mi amigo, el que me ayuda con la escritura de mi confesión, mi primeras experiencias sexuales a tan corta edad, Se ríe de mí, diciéndome: Che loca, era un relato corto, de cómo te violaron y te estás transformando en una DOCTORA CORAZON SEXUAL. Joderse! Lo peor que a mi me pones re caliente, a mil. Sos una desgraciada!
- Me reí con él y le dije: Aguántatela! Estas son MIS confesiones. Una cosa me lleva a la otra… Espero que mis lectores, si alguno me lee, no se cansen de mi “charla” y disfruten con las cogidas y todo lo que pasé en ese verano caliente en Córdoba, ya que hay más para contarles.
Bueno, pongo orden como me dijo mi macho escritor, llegamos el 2/3 de diciembre, en el tren me violó mi novio, lo dejé al llegar, cogí con un macho mayor casado, cogí con un viejo por plata, empecé a beber en casa y allí descubrí muchas cosas.
En la mesa de la cocina pensé como controlar las ganas de coger, sin andar buscando un macho. Necesitaba una pija… Allí pensé algo y empecé a buscar. ¿Qué? Bueno, después de revolver toda la casa encontré un frasco de perfume. Era de 20 cm con tapón de metal y todo de vidrio, tenía unos pequeñísimos hoyitos pero era muy suave al tacto, grueso o un poquito más, como la pija de mi macho. Estaba vacío, limpié con agua caliente, jabón. Mientras le pasaba alcohol, me iba calentando, vi que al estar vacío le podía poner agua tibia, tenía tapa y además el tapón a rosca. Una vez lo tuve listo me fui corriendo a la pieza, pero primero limpié todo en la cocina. Al llegar a mi pieza ya desnuda, me recosté y me dispuse a coger. Lo lubrique con manteca, me abrí bien de piernas y empecé a meterlo, era grande, me llenaba la concha apretando, me abrí todo lo que pude, era una cogida tremenda! Gozaba como loca, con gritos, gemidos, empujé con fuerza hasta el fondo, sentí como llegaba hasta el fondo, pero quedaba un pedazo para agarrarlo. La cabeza me volaba, grité fuerte Siiiiiiii Adentrooooo Siiiiiiiii y empecé el saca meta. ¡Qué placer! Estaba como loca gozando esta pija, dura, calentita y con esos hoyitos que casi no sentía, pero me acariciaban la concha. Bueno, acabé a los gritos, como una loca, sacudiéndome toda y quedé como desmayada por un rato. Cuando me recuperé me fui al baño, me lavé y lavé ahora, a MI AMIGO. Cuando lo tuve en mi mano, se me cruzó algo y pensé ¿Por qué no? Le puse agua tibia, lo cerré bien y allí me dispuse a que mi amigo me reventara. Apoyé su base en el inodoro para que quedara parado, lo sostuve con mi mano y poniéndome encima me lo fui metiendo. Noooooo grite, me voy a lastimar. Pero nada, quería pija! Así que me lo fui metiendo, sintiendo que me partía en dos, pero que placer! Una locura que me reventaba la cabeza. Nunca, en esa época, pensé que se pudiera gozar tanto. Con toda adentro me fui moviendo en el meta saca hasta que acabé como una loca, entre gritos, fuertes sacudidas. Quedé mareada cuando terminé, casi me caí al suelo, me agarre como pude y me metí en la ducha. Me saqué a mi amigo y me bañé, luego me fui a la cama, después de limpiar y guardar todo. Dormí hasta que sentí que llegaban mis padres. Me levanté, estaba fresca como una lechuga, tranquila.
“Queridas amigas usar un consolador no es tonto. Ayuda mucho cuando andamos escasas de macho adecuado, conocido. Soy, con el tiempo, muy amiga de la “tecnología” puesta al servicio del sexo. Hay negocios que venden todo tipo de cosas para disfrutar del sexo, variar, salir del sexo abrirte, meto saco, acabo y listo. Creo que la mayoría soñamos con un trío. A veces no podemos concretarlo por la razón que sea, pero… ¿Qué me dicen de tener un buen macho boca arriba, la pija parada como mástil, que se nos mete adentro de la concha y enseguida, bien lubricado con manteca, meternos un vibrador, de piel pellizcable (parece de carne), de buen tamaño, por el culo? Lo puede meter sacar una misma o él, es de un placer inmenso. O los didos vibratorios que se ponen en el dedo para acariciar la concha, el culo o las tetas. Son más excitantes a veces que la lengua del macho. Una cosa final, ya se me está enojando mi amigo escritor, soy muy amiga de la limpieza intima. Con los vibradores bien limpios cuido mi salud y la de mi macho. No se… Es mi pensar. Ah hay un librito que leí y que puedo mandarles gratis al email de la que me escriba, que trata del auto erotismo, muy bueno”.
Bueno, reconozco que soy muy charlatana, perdonen. Pero todo esto me sale del corazón. Es un recuerdo tan cargado de cosas que me pasaron cuando tenía 13 años, después de cuando me violó un novio hijo de puta. Espero ansiosa que les vaya gustando. Sigo, después de un descanso, en otra subida.