Me cuesta seguir… Nos separamos, sin decirnos nada, cada uno se lavo y vistió en silencio. Una vez listos, fuimos al comedor Allí los dos callados, evitábamos mirarnos, yo jugaba a las cartas pero estaba en una nube.
Relato
Me cuesta seguir… Nos separamos, sin decirnos nada, cada uno se lavo y vistió en silencio. Una vez listos, fuimos al comedor Allí los dos callados, evitábamos mirarnos, yo jugaba a las cartas pero estaba en una nube.
¿Qué había pasado? Perdí mi virginidad a la fuerza, pero a lo último me entregué, gocé, disfruté… Es una locura! ¿Gozar con mi violador? Era otra locura. Me dolía la cabeza, el cuerpo, entre las piernas y estúpida me gustaba. El que no me llevaba el apunte… Podría decirme algo… Me decidí a hacer algo y le pregunté en un susurro: ¿Ahora que va pasar? Seco me respondió: ¿Qué querés que pase? Nada. Cuando tenemos ganas cogemos, embarazada no te vas a quedar.
Seguimos en silencio. Mi cabeza era un lio ¿Eso era todo? Romperme la concha y nada. Seguir cogiendo y no pasa nada. Vergüenza, dolor y tantas cosas como si nada.
Jugamos un rato más y me dijo: tengo sueño vamos a dormir. –Bueno – le contesté. Al llegar el se fue a su asiento y yo al mío. El se durmió enseguida y yo a pensar. ¿Esto es todo? El no sirve más que para cogerme, sacarse el gusto, ¿ya no somos novios o sí?, ja ahora con la concha rota menos. Poco a poco fui ordenando mis ideas y me hice un plan: saber que es coger, aprender y joderlo a él. Tenía tres meses de vacaciones por delante… Ya vería que hago. Así me dormí con una sonrisa.
Llegamos a Córdoba, no importa donde, fuimos a la casa que mi padre había alquilado y el hijo de puta a su casa a una cuadra. Teníamos unos vecinos muy atentos con los que hicimos amistad enseguida. Eran el marido, la Sra. y dos chicos de 7 y 9 años. El macho de esta familia me impactó, buen físico y lo que me gustó fue su mirada, era la de un tipo que le gustaban las mujeres, penetrante.
Bueno… Perdonen tantos detalles pero así me surgen. Hay cogedero de sobra en mi relato.
Salidas, fiestas, playa y yo cada vez más caliente, con unas ganas de coger enormes. Me enojaba por sentir eso, pero la calentura podía más. Tendría que haberme masturbado y así calmarme pero era una idiota, no sabía qué hacer, solo me lavaba con agua fría.
En una fiesta lo encontré a él sentado en un sillón grande. Me dije es ahora o nunca. No sabía cómo encararlo, seducirlo, pero allá me largué. Luego de unos saludos me senté al lado de él y como si fuera natural, sin darme cuenta, al sentarme se me subió la pollera de mi vestido con un poco de mi ayuda.
- ¿No te divertís con los chicos de tu edad?
- Me aburren y además tengo problemas, cosas en las que pienso.
- Vaya… Puedo saber ¿cuáles son esos problemas? Digo si querés charlar para pasar el rato.
- Bueno… Tengo una amiga a quien quiero mucho. Al venirme me contó algo que me dejó mal: el novio la violó, le saco la virginidad a la fuerza.
- Es grave. ¿Ella que hizo?
- Te cuento – le dije mientras “distraídamente” ponía mi mano sobre su pierna, pero que saqué rápido – El problema es que ella no sabe porque si la primera vez fue doloroso, el novio al hacerle por segunda vez y de parado, ella sintió placer, le gustó. Eso la tiene loca ¿Cómo puede sentir placer con su violador?
- Muchacha – vi que estaba nervioso – Te diré… Allí comenzó toda una explicación sobre el gozo, el orgasmo, el placer y que se yo cuantas cosas más. Yo le preguntaba a veces algún detalle. Al terminar por decir así, yo puse mi mano sobre su pierna por un momento, diciéndole Gracias Le voy a contar a mi amiga por teléfono. Ahora me voy al baño. Me fui y lo dejé, hoy me doy cuenta, con una calentura a mil. Esto que les cuento esta abreviado para que no sea muy larga.
Terminó la reunión y al prepararnos para irnos me encontré con él sin nadie cerca.
- Querida no soy tonto – me dijo de entrada – Se que tu amiga sos vos.
- Atragantada no sabía que contestar y le manifesté: bueno me daba vergüenza, que se yo.
- Me gustaría enseñarte muchas cosas pero no con palabras, ¿entiendes?
- Creo que si… - Le dije con vos temblorosa – Pero no sé…
- Mañana escápate a mirar vidrieras sola. Te espero con el auto – allí me dio una dirección cerca de la peatonal y la hora a la mañana temprano.
- No se…
- Déjate de pequeñeces, no tenés nada que perder.
Esa última frase me decidió: Esta bien – le dije
Nos fuimos cada uno a su casa. Allí me la agarre con mi madre.
- Si mañana quiero salir de paseo por el centro sola, sin mi novio, sin nadie. Quiero ver vidrieras, descansar y pensar sobre mi novio
- ¿Pasó algo?
- No mamá. Es que me tiene un poco cansada, aburrida. Creo que no es el muchacho que quiero para novio. Pero cállate la boca, esto es entre vos y yo, si decís algo armo un escándalo que ni te cuento.
- Está bien, cálmate. Cuídate mañana
Me fui a mi pieza, la cabeza hecha un lío y con un montón de sensaciones. ¿Cómo sería estar con él? Es una persona grande… ¿Qué querrá de mi, a donde querrá llevarme? Me porté como una puta, una degenerada. ¿Qué pensará de mí? Pese a todo me dormí. Al levantarme me arreglé lo mejor que pude y saludando me fui a la calle. Llegué al lugar del encuentro y allí estaba él en el auto. Me acerqué, me abrió la puerta y subí. El corazón me iba por las nubes.
- Tranquila. Todo va a ir bien. No soy un pibe, soy un hombre grande y se tratar a las mujeres. Dale ven acércate a mi…
- Con vergüenza y que se yo, me acerqué a él. Mientras manejaba acercó su mano a mi pierna acariciándome, la subió hasta mi entre pierna y me tocó la vagina a través de mi pantaloncito de verano que era como si no llevara nada. Después de un momento me dejó para manejar, entramos a un garaje, en una ventanilla que no se veía nada pagó y estacionó el auto.
Salimos del coche y tomándome de la mano me llevo por un pasillo hasta una habitación. Había espejos, luces, una gran cama – la cual me puso muy nerviosa - baño. El me abrazó besándome en la boca, jugando con su lengua dentro de mi boca. Fue un beso profundo, me sacó la remera, el corpiño, entre mi vergüenza y se agachó Allí si se armó, me sacó el pantaloncito, la bombacha y sentí su lengua en mi concha. La cabeza me estalló, era una sensación maravillosa, empecé a gemir fuerte. La lengua se me metía en la concha haciéndome gritar de placer ayyyyyy siiiiiiiiii Me dejó y tomándome de la cintura me llevó hasta la cama. Allí quedé loca de calentura, desnuda a la vista de él. Tomó un teléfono y pidió algo, vino dulce y manteca, se sacó la ropa y atendió al mozo a través de una ventanita. Sirvió vino en copas, se dio vuelta para traerme una copa y allí lo VI. Tenía un pedazo enorme! Mas grande que la de mi novio hijo de puta. Dura, parada, gemí fuerte y pensé en lo que me esperaba con semejante pija. Me dio la copa, bebí un sorbo largo y sentí que un calor me recorría todo el cuerpo, aumentando mi calentura. Dejó las copas en una mesa y se subió a la cama. Se puso manteca en la pija, mientras me decía para que y allí se acercó a mí empezando a chuparme todo el cuerpo. Cuando me agarró la concha creí que me desmayaría. Tomó ese pedazo de carne dura y la acercó a la entrada de la concha, empezando a meterla. Creí que me dolería, pero no, se fue metiendo de a poco, mientras sentía que se me abrían las piernas, la concha, era como si me estuviera partiendo por la mitad. Que placer! Estaba re loca, entregada totalmente, quería pija, quería coger. El empezó su meta saca cada vez más fuerte, me agarré de él y traté de acompañarlo en su movimiento. En un momento largué un grito fuerte entre mis gemidos, siiiiiiiiiii, dame mássssss, cógeme, me voy y así fue, acabé como una loca, fue un sacudón fuerte, sentí que mi concha reventaba de placer. El se aguantó… Esperó que terminara, al hacerlo me sacó la pija y se puso boca arriba, con la pija como un mástil, me agarró y me subió encima de él, con mis piernas a los costados. Me dijo: Agarra la pija, métela en la concha y siéntate arriba de ella de a poco. Así lo hice, me traje la pija a mi concha, me metí la cabeza y empecé a empujar para meterla. Era terrible, no puedo le dije.- seguí me dijo, ponla toda. Como pude la fui metiendo, sintiendo que me partía la concha en dos. El se puso manteca en los dedos, me acercó uno al agujerito del culo y empezó a acariciarme, a querer meterlo. Era una sensación tremenda! Una pija clavada en la concha y ese dedo en el culo… Me dijo como abrirme, así lo hice y el dedo se me metió adentro en medio de mis gritos: ayyyyyyyy noooooooo dejameeeeee Me duele…. Nada él siguió con sus caricias en mi culito metiéndome el dedo bien adentro. Allí empezó una cogida terrible! Ayudado por el dedo me levantaba y bajaba, cogiéndome por la concha sin piedad. No le bastó un dedo que me metió otro, así eran dos que se movían en mi culito. En medio de gritos acabé como un terremoto, sacudiéndome toda. El volvió a quedarse quieto. Estaba encima de él medio desmayada, me sacó los dedos del culito, me sacó de encima de él y me puso en la cama en cuatro patas, la cabeza en la almohada y mi culo bien parado. Se puso detrás de mí y me dijo: ahora te va doler un poco, pero pasa enseguida, te va a gustar mucho. Aguanta y abrite cada vez que empujo. Volvió a poner manteca en mi agujerito. Viendo lo que iba a hacer instintivamente le grite: No! Así no! Me duele mucho… Dejame. Nada él siguió en lo suyo. Sentí la punta de la pija en mi agujerito y él con una palmada en mi nalga me dijo: abrite y aguanta, enseguida pasa. Allí empezó algo terrible, la pija se me fue metiendo entre mi dolor, los chirlos en mis nalgas y los gritos de él de que me abra. Poco a poco la fue metiendo hasta que estuvo toda adentro. El dolor era enorme, creí que me desmayaría, lloré, grité, pero ya estaba adentro, ya me estaba cogiendo como él quería. Se quedó quieto un rato, mientras me hablaba, acariciaba, poco a poco se me fue pasando el dolor y lo mejor fue que me estaba gustando.- ¿Te la saco? – me dijo. Moví la cabeza que no. –Bueno vamos a coger con ganas. Allí comenzó a moverse con la meta saca, una mano en mis tetas y otra en mi concha, metiéndome los dedos adentro. Me entregué totalmente y acompañé su movida. Que placer! la cabeza me estallaba de sensaciones fuertes de placer, quería coger y coger, así acabé a los gritos, mientras él se movía cada vez más fuerte. En un momento, con un grito, me agarró fuerte y largó el primer chorro de leche en el culito, allí me fui en otro orgasmo, el siguió largando leche caliente llenándome el culo.
Terminamos y nos recostamos. Agitados, medio dormidos, estuvimos unos veinte minutos. – Le di un beso diciéndole voy al baño. Él vino atrás mío y vi como se lavaba, me dijo como hacer mi limpieza con agua fría en el culito para desinflamarlo y luego sí, lo demás. En un momento me dijo: - Tenés que aprender otra cosa más. Espera. Fue buscó la botella de vino y una toalla. – Mirá - me dijo – Si querés seguir cogiendo, como nosotros ahora o querés calmar a un chico, tenés que llevar un trapito en una bolsita de nailon, mojado con lo que te gusta más beber. Así le limpias la pija y se la podes chupar mejor. Ahora ven que te enseño a chuparla. Estaba sentada en el inodoro, el se acercó a mí, me dijo – abrí la boca, cerrá los ojos si querés. Ayudado por el que me abrió la boca tuve su pija en la boca. Primero un rechazo, pero enseguida, resignada, para esto vine, a coger, se la empecé a chupar como el me dijo. Fue maravilloso como se fue haciendo grande, dura, caliente Sabía que, aunque estaba cansada íbamos a seguir cogiendo. Luego de un rato de chupársela, me la sacó y me dijo vamos a la cama. Así lo hicimos.
Disculpen se hizo largo, esto sigue en una tercera parte.
Mi Madre, a sus 42 años, es una hembra que está rebuena. Mi Padre, un pobre idiota. Así que una noche decidí darle marcha a ella con mis amigos, mientras mi padre miraba..........
Relato erótico enviado por domo54 el 12 de December de 2008 a las 11:35:56 - Relato porno leído 312204 veces
Era un día normal, común y corriente, yo regresaba de la prepa, yo soy un chavo moreno, alto, con buen cuerpo, bien dotado y muy atrevido, no tengo novia y ese día fue uno de los mejores en mi vida
Relato erótico enviado por Anonymous el 29 de August de 2008 a las 13:06:42 - Relato porno leído 212265 veces
Mi nombre es Alicia, y hasta no hace mucho mi familia, y yo desde luego vivíamos en un retirado pueblo, en el que apenas y nos enterábamos de las noticias, ya que ni tan siquiera llegaba la señal de la Tele. Por lo que cuando nos mudamos a la ciudad, lo que más me impresionó fue el baile del perreo
Relato erótico enviado por Narrador el 04 de June de 2012 a las 23:00:35 - Relato porno leído 149875 veces
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 21:04) dice:
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