Leo le comenta a Minerva, la veo nerviosa, estresada, está tensionada al tiempo que la toma por sus hombros para consolarla, sentir al macho que apoya sus manos en su cuerpo es una verdadera descarga eléctrica en los músculos de su cuerpo, estos se descomponen estimulándose y se activa en ella la pasión de un apareamiento con este macho, joven, un muchacho 18 años, pero es un macho…
Relato
Minerva una mujer mayor con sus 41 años a su haber, casada con Manuel 20 años mayor que ella, dos hijos una de casi17 y el chico de 11 años, miraba como llovía por la ventana a la vez que su mente retrocedía varios años recordando cuando ella era solicitada por los machos por que tenía un gozoso y glamoroso cuerpo, a sus 25 años y por último ella había elegido a Manuel un hombre mayor como marido por la seguridad de su vida, no deseaba vivir mas en la escasez de recursos que vivía su familia. Hoy con sus 41 años sintiéndose joven aún con un cuerpo que le exigía satisfacciones carnales, pero que no satisfacía su marido por edad, enfermedad y desinterés. Pensaba mientras por los vidrios escurría la lluvia como la reparaban sus conquistas masculinas excitando su cuerpo, como era acosada por los machos, hoy turbada miraba caer la lluvia mientras sus hormonas revolucionadas recorrían su cuerpo pidiéndole sosegar sus deseos apasionados por ser bien apareada por un macho que la desease, que la requiera como ella desea ser incrustada con arrebato por un macho. Esos pensamientos la estaban mas que excitando, sentía su vulva mojada, su vagina se contraía y soltaba vibrando activada, necesitaba con urgencia un macho, Dios envíamelo lo necesito ¡ahora!... suena el timbre de su casa y vuelve a sonar antes que ella por fin reaccione a su sonido y va a la puerta a ver quien es.
Es Leo un joven bien formado, musculoso por el trabajo de sus estos en el trabajo ayudando a su padre en sus negocios, preguntaba por su hija… que no estaba, pero ella veía en el un macho… lo hace pasar antes de informarle que esta sola en casa.
Le consulta si necesita algo en el cual ella pueda satisfacerlo, mientras sentía escurrir por sus muslos los fluidos de sus desesperadas ansias de emparejarse con un macho que la saciase de sus morbosos e impaciencias deseos de copula. No sabe como ocurre y como ella lo atrae diciéndole estas mojados sácate ese chaleco mojado, y lo tiene entre sus brazos desnudándolo…, el joven semental parece que olfateo los olores de sus fluidos dispersados por su vagina ansiosa y jadeante por un apareamiento…
Leo le comenta a Minerva, la veo nerviosa, estresada, está tensionada al tiempo que la toma por sus hombros para consolarla, sentir al macho que apoya sus manos en su cuerpo es una verdadera descarga eléctrica en los músculos de su cuerpo, estos se descomponen estimulándose y se activa en ella la pasión de un apareamiento con este macho, joven, un muchacho 18 años, pero es un macho…
Minerva lo abraza desesperada, no recapacita ni deduce, solo actúa…abraza al macho besándolo entusiasmada y excitada, este no es de lo mas inhibido y actúa sus manos recorren su cuerpo sobre todo sus pechos pellizcándole sus pezones, estos se elevan incitados, luego sus manos recorren sus piernas alzándole sus faldas. Sin darse cuenta tiene las manos del macho entre sus piernas sobándole por sobre el calzón su vagina…, esta al sentirse manoseada en su sexo gime y solloza excitada y se acomoda entre los brazos del macho abriéndose de piernas.
No se entera cuando este la sube entre sus brazos y la traslada a la cama donde la acomoda y comienza a lamer su clítoris al tiempo que baja los calzones de esta…, desnuda de su cintura para abajo tanto ella como el macho siente cuando este se acomoda sobre ella abriéndole su blusa para manosear sus senos y como puede le inserta un gran glande en su vagina que la hace suspirar y gemir por su tamaño mientras al ingresar en esa mojada vagina su glande expande a máxima capacidad las entrañas de su vagina… Dios ese macho la esta penetrando, exclama Minerva…, y al sentirse apareada sucumbe entregándose a un loco meneo de cintura donde ambos cuerpos se refregaban angustiado en una loca transferencia de placeres del uno al otro. Como se satisfacía Minerva quejándose y refunfuñando de placer, si eso era lo que necesitaba un macho que la penetrara duramente si… sigue le dice, soy tuya…, soy tu mujer…, a lo menos diez minutos el macho la apareo zarandeándola en la cama, luego ella lo atrapa con fuerza sobre su cuerpo cruzándole sus piernas por detrás de su trasero sin permitirle movimiento mientras entregaba sus fluidos de su orgasmo en su entrañas a ese despiadado pene que la penetraba con lujuria, relajada suelta a su macho y este se mueve por un par de minutos mas antes de inundarle su matriz con los ríos de semen que eyacula en ella. Ahora eres mía le dice Leo, te visitaré a lo menos dos veces por semana y serás mi mujer, mi puta hembra. Minerva sabe que lo que dice el muchacho es verdad, ahora tendrá que satisfacerlo las veces que se lo solicite, piensa que se le acabaron la escasez de placeres conyugales Leo la recompensara muy seguido de sus penurias carnales.
No pasa la semana y Leo le ha solicitado ya dos veces poseerla en su cama, tenía escasez de placeres, ahora estaba adolorida de sus continuas entregas a este joven macho, tendría que buscar una solución…
Conversa el tema con su amiga Vilma madre de una compañera de su hija y también madura de 40 años, casada con hijos… un día hacen tríos juntándose los tres ellas dos y Leo. Conversamos y mientras conversábamos Leo a Vilma la abrazaba, como a pesar de ser mayor tenía unos bonitos senos y un culo admirable la recorría manoseándole su culo y senos ella en su desesperación por sus problemas que tenía con su marido quien le era asiduamente infiel, no se lo impedía, Leo al estar con una mujer mayor ya se desesperaba por tener su mente fija en las mujeres mayores, le gustaban, desde que había estado con Minerva gustaba de acoplarme a mujeres adultas, el estar manoseando a esta mujer casada, con hijos, adulta y con agradable cuerpo le excitaba y deseaba ligarse a ella llevándola a realizar el evento vehemente del ardiente apareamiento, mis manos ya recorrían sus piernas por debajo de sus ropas cuando ella se da cuenta de mis actos, diciéndome que haces, mi marido me es infiel y ¿tu deseas que le sea infiel a él?. Si le digo así te vengarías de de los malos momentos que el te hace pasar a ti. Me mira y como he seguido recorriéndola debajo de sus vestimentas toco su vulva esta está húmeda por las caricias recibida, ella apoya su cabeza en mí, suspirando y su respiración comienza acelerarse, sin oponerse a mis apretones a sus senos, saco uno fuera de sus ropas y lo succiono en su pezón, fue el inicio de su entrega suspiro, se agitó, apoyada en la mesa de la cocina sus manos se aferran duramente en ella, su cabeza cae hacia atrás desesperada, entre abre su boca buscando oxigeno lo que aprovecho para introducir mi lengua en ella, pone una mano en mi cabeza, pero en vez de rechazarme me toma de mis cabellos y me aprieta a ella, mueve su cabeza librando su boca para decirme ¿me deseas?, en verdad deseas a esta vieja me dice. No eres vieja le digo, eres una diosa que sufre por un idiota cuando debería ser y la acaricio ella comienza a respirar entrecortado al ingresar mis dedos en su vagina esta por llegarle uno de sus orgasmos, sin que ella lo impida bajo sus calzones y mis ropas apoyándole mi pene en su vulva la entrega de ella es total, en esos instantes le llega su orgasmo sin haber sido penetrada diciéndome, méteme ese duro grueso y tremendo pene en mi vagina quiero ser tuya, Tenia mi pene apoyado en su vagina y comencé a ingresarlo con una dura sacudida hasta que la tenía penetrada totalmente y su vagina húmeda por el orgasmo anterior lo que me permite un agradable deslizamiento en sus entraña la penetraba en un delicioso y maravilloso apareamiento, la pobre mesa de la cocina crujía antes nuestras arremetidas hasta que empapándole su matriz con los chorros de mi semen ella sentía como estos inundaban su matriz reconfortándola al sentir que un macho joven la deseara, no era de mal cuerpo y eso me atraía mas a ella.
Ahora Leo era mas que feliz, a su joven edad de 18 años tenía a su haber dos mujeres maduras maltratadas por sus maridos y deseosas de que él las premiase con sus anhelos de copular con ellas.
Y el no perdió ni un segundo de el momento, me dijo con mucha morbosidad ¡Ahora puta súbete la falda y retráncate en la pared! Yo con rabia fui subiendo lentamente la falda de mi vestido hasta mi cintura, el se alejo unos metros deleitándose con mis piernas, yo vi clarito como su verga creció dentro su pantalón, tomo una cama fotográfica sacándome varias fotos en esa pose tan humillante para mí.
Relato erótico enviado por Anonymous el 11 de September de 2009 a las 23:52:41 - Relato porno leído 160826 veces
Lucia es una mujer casada, pero aun joven de unos 34 años senos grandes y un culo generoso además que tenia un rostro muy bello, pero lucia aunque tenia esposo y tres hijos que le hacia parecer una dama, a ella le encantaba follar a menores entre 13...
Relato erótico enviado por sexolito el 10 de April de 2005 a las 00:02:30 - Relato porno leído 156466 veces