Minerva y Julia amigas de Matilde

Voy tranquilamente de vuelta de mi colegio por la tarde cuando tropiezo con Matilde y unas amigas apoderadas del curso de Ernesto en el otro colegio, me presenta a sus amigas y estas le preguntan si soy otro de sus niños y Matilde sensualmente les contesta, este es el que me hace niños en mis entrañas golpeándose su abultado vientre de seis meses, es el padre de este retoño por nacer. Cuando lo tienes en tus entrañas ruges y gimes de placer por lo agradable como este te está saciando, tienes dos o más orgasmos en el apareamiento. Sale le dice Minerva, una mujer mayor de unos 35 años, delgada, pero con grandes senos. Mi marido rara vez me saca un orgasmo y este te saca de a dos…, pruébalo y luego comentamos le dice Matilde…, te acompañamos a la casa de Julia que esta sola para que no sospechen de nada malo te hacen, mientras te satisfaces con mi semental que es arrebatador, extraordinario y generoso en sus apareamientos… Julia me mira, es una mujer de baja estatura, pero un prominente trasero y sus piernas se ven estupendas, no tiene más de 30 o 33 años. Si es así hasta a mi me gustaría probarlo dice…, Minerva se envalentona y dice vamos… Llegamos a una modesta casa donde Julia dice ahí esta el dormitorio mío quien lo ocupa, tú le digo y tomándola de la mano la arrastro ingresamos en este y meto mis manos bajo su falda para sacar sus calzones y estos están húmedos donde Julia estaba ardiente de deseos por ser penetrada, rápidamente saco mis ropas y las de ella besándola cada parte que queda desnuda de la mujer, al cabo de cinco minutos Julia protesta ya estoy lista hazme tuya…, mis dedos que estaban acariciando su clítoris estaban bañados en líquidos vaginales proporcionado por su calentura, cuando acomodo mi pene tieso, duro, ancho y ardiente en su vagina esta lo cautiva desesperada llegando mi miembro hasta el fondo de su matriz sacándole escandalosos gemidos de dolor y pasión…, diez minutos y ella sube sus piernas a mi cintura gimoteando, tartamudeando grita me llegan…, me llegan…, mis orgasmos oh…ah…rico…más…oh…, ya tranquilo, ya fui tuya…, ay como me desgarras es muy grande tu pene, misericordia ah… ah…, aahh al sentirme vaciar en su matriz mis ríos de semen, mi esperma es abundante y tibia a lo que ella me dice. Eres un maravilloso semental oh…, como me riegas mis entrañas, otro día te buscare para repetirlo, eres un semental a pesar de ser un muchacho, no tienes más de dieciocho años, pero eres una delicia como dice tu amante…., creo que me gustaría ser tuya otra vez eso si solos los dos. Claro que vamos a tener cuidado soy casada tengo tres hijos uno es de tu edad… se viste nuevamente y besándome me acaricia.

Minutos después Julia sale al salón y le dice a Minerva es tremendamente efectivo ¡oh! como me apareo si fue el desenlace mas agradable del mundo, fui suya y quiero repetirlo después.

Minerva se envalentona y entra al dormitorio, me ve tirado sobre la cama se ubica a mi lado y comienza a besarme mi pene, luego lo mete en su boca.., este antes las caricias recobra su grandiosidad pronto está duro, tieso, hinchado esperando a su mamacita, esta aún no se decide y continua acariciándolo.

Siento la necesidad de penetrarla y la acomodo a lo perrito, ella no se incomoda y levanta su trasero para ser poseída cuando siente la penetración de mi pene por su vagina comienza a estremecerse y grita suavemente al sentirse atiborrada, repleta y satisfecha al comenzar a zarandearse exquisitamente al ritmo impuesto por mi miembro en las entradas y salidas de este en su cuerpo. Al rato Minerva comienza a escandalizar gritando y trastornándose a medida que sentía como su excitación ardorosa era calmada por este miembro duro, largo y gordo que tenía en su sexo, gemía y se desvanecía saciada por los orgasmos que comenzaban a llegarle unos tras otros, más gritaba al sentirse satisfecha, desesperada al ser tratada tan duramente por este macho mucho mas potente que su marido se agarraba a la almohada clavando sus dedos en esta y cuando los orgasmos la dejaron descansar sentía las duras alojadas de ese semental contra su vagina y pronto siente un líquido caliente inundando su matriz en tal cantidad de líquidos que estos al inundar su útero resbalan camino a los muslos por donde continúan su camino hasta la alfombra. Era una agradable sensación sentirse satisfecha y saciada por este joven semental, con el doble de potencia que su marido y que no la dejaba desesperada sino que la saciaba. En verdad nunca la habían saciado como ahora este muchacho lo había hecho. Lo mantendría como su amante ocasional para beneficio de sus enlaces carnales apasionados.

Matilde tendría rival por este semental, no le importaba ser casada y de tener dos hijos con una hija casi de la edad de este…, sentía que su vida sexual cambiaría había encontrado un admirable y fenomenal macho y no lo dejaría escapar tan ligeramente.

Se comparte una taza de café y luego se abandona esa vivienda Matilde le reclama a Lean cuidado con estas brujas, las dejaste encandiladas por que nunca habían estas putas tenido un semental como eres tú, en verdad con el estado maternal que estoy no puedo tener las relaciones salvajes contigo, por eso te busco donde descargarte, pero cuidado eres mío.

No pasan tres días cuando me encuentro una día Sábado con Julia en la iglesia estaba acompañada por unos chicos de mi edad que me dice son sus hijos mayores, en un descuido de estos me dice hoy a la noche estaré sola mi marido trabaja, estos van de parranda y mi nena chica está con los abuelos. Te espero… y se retira.

En casa digo que voy a una reunión y que volveré tarde… a las nueve de la noche llego a casa de Julia esta me abre esta apenas cubierta con una corta bata de tul que en verdad no se trasluce y no cubre nada… me toma de mi mano me ofrece una cerveza y tomamos cada uno un vaso mientras ella provocativa me rozaba a cada instante hasta que finalmente se sienta sobre mí con sus piernas abiertas y mirándome comienza a besarme…, estaba apasionada y exasperada además de alborotadora por sus premuras hormonales que deseaban ser saciadas…, estaba excitada y como una vulgar mujerzuela necesitaba ser cubierta y saciada, necesitaba un recio macho que la cubriera y la cargara hasta liberarlas de sus hormonas acumuladas que su marido no había sabido saciarle y sus hormonas la tenían con fuerte dolor de cabeza al estar sobreexcitada sin saciarse. Como se entrego a su juvenil amante sin ningún impedimento y lo que este pedía ella lo hacia, su púber amante la beso en su vulva, la recorrió con sus labios su cuerpo, metió sus dedos en su vagina, ella beso y chupo su pene, sus senos fueron duramente maltratados y sus pezones mordidos, estaba Julia en un entrega fogosa, apasionada y excitada solo deseaba ser penetrada y cubierta por este semental sin importarle su marido, sus hijos y que estaba en sus días de concebir, solo deseaba sentirse duramente mortificada por el pene de este macho… deseaba a este semental con su pujante y recio pene en sus entrañas. Como se saciaba de ese fabuloso miembro viril en su vientre. Su marido no era capaz de hacerle el peso por lo que ella seguiría copulando con este muchacho un semental que la embutía con fuerza y destreza haciéndola llegar a los más fabulosos orgasmos. Desde ahora era su mujer, su esclava amorosa, su puta.

Me cita para que la visite en dos semanas mas ya que su marido sale de vacaciones por una semana y quiere irse de excursión con los chicos mayores al campo, quedando ella con la menor de seis años en casa, ya se las arreglaría para enviarla con sus abuelos por un par de días y ese tiempo estaría dispuesta para su nuevo señor, amo de su cuerpo, semental brioso, agresivo, gozador de su cuerpo colmándola de orgasmos que ella deseaba.

Julia pensaba a sus 35 años se entregaba a un muchacho que la colmaba como su nuevo marido y amo…, y lo peor ella lo necesitaba y eso la enloquecía al pensar que este era su dueño. Su cuerpo se excitaba al pensar en él, lo necesitaba.