Mis primos, me exprimen… ( CON fotos)

Realmente en principio pensé que mi mamá me acompañaría. Pero apenas llegamos a la finca de mi tío, fue que me enteré, que mi mamá se iba de luna de miel con su nuevo novio, sin haberse casado aun. Por un momento pensé en llamar a mi papá, para que me viniera a buscar, pero me acordé que él, y su novio, si su novio. Mi papá es gay. Se fueron de viaje.

Resignada a mi suerte, no me quedó otra que quedarme en casa de mi tío Ignacio. Con lo pesado que me caía mi primo Julio, ya que cuando era una niña, él solo se la pasaban jalándome las trensas, y buscando sapos, o lombrices, para tirármelos encima, por el solo placer de escucharme gritar.

No bien comencé a bajar mi ropa, apareció mi tío Ignacio, y tras un fuerte abrazo, y decirme lo mucho que yo ya había crecido. Le pegó un grito a mi Primo Julio. Fue cuando vi aquel chico, grande, de rostro simpatico, y abundante cabellera marrón oscura, que se dirigía hacía nosotros.

Mi tío de inmediato le preguntó ¿Te acuerdas de tu prima Adelita? Julio se me quedó viendo, algo sorprendido, y apenas lo escuché balbucear algo como, si que has crecido, ya no eres la flaquita pecosa, que por todo gritaba.

Bueno la cosa es que al poco rato llegaron otros dos primos nuestros, de más o menos de nuestra edad. Pero a diferencia de Julio, Ivan, y Jesús, son rubios. Además son los hijos de mi tía, y madrina Adela, que al igual que yo viven en la ciudad.

No se pero apenas vi a mis tres primos, en mi cabeza comenzaron a revolotear, un sin número de locas ideas. Por lo que apenas llegó la noche, sin que mis tíos se enterasen, los llamé a mi habitación, donde nos pusimos a charlar de todo un poco, hasta que a Julio le dio por comenzar a contar historias de terror.

Cuando Julio terminó, la tonta historia de terror. Tomé la palabra, y por joder, me puse a contar otra historia, pero muy diferente a la que mi primo Julio, había terminado de contar. Se trataba de un cuento erótico, creo que es de las noches de Bocacio, algo que me acordé haber leído una vez. A medida que les fui contando como un emisario de un duque engaño a un rico mercader, para acostarse con la mujer del mercader frente a este. Me di cuenta de inmediato que mis tres primos, se encontraban empalmados.

Fue cuando aquella loca idea, de acostarme con alguno de los tres, volvió a revolotear por mi cabeza. Así que lo único que se me ocurrió preguntarles fue. Bueno que se les ocurré que podemos hacer los cuatro ahora.

Julio dijo, es algo tarde para ir a montar a caballo, Ivan comentó, si estuviéramos en la ciudad, pudimos haber ido a un cine, o a un Pub remató diciendo Jesús. Pero cuando yo dije, bien ya que no podemos ni montar a caballo, porque está muy oscuro, ni podemos ir a un cine, por que están muy lejos, lo mismo que un buen Pub. Que les parece si nos ponemos a follar.

Mis primos se me quedaron viendo, como si no creyesen lo que sus oídos terminaban de escuchar. Así que se los volví a repetir. Y casi de inmediato mientras que yo les sonreía seductoramente, mis primos comenzaron a acariciarme por todas partes.

Al poco rato ya los tres, habían comenzado a desnudarme. Mientras que yo comencé a sacar sus miembros de sus pantalones, para ponerme a mamárselos. Después de lo cual no hizo falta de que yo les dijera más nada. Ya que mientras se quitaban parte de su ropa, continuaron acariciándome entre mis muslos, mi coño, mis nalgas y hasta mis pequeños pero parados senos.

En cierto momento sentí los ensalivados dedos de Julio, acariciando e introduciéndolos por mi apretado culito, para que la poco rato, después de dilatar un poco el hueco de mi culo, comencé a sentir divinamente, como mi primo comenzó a penetrar mi esfínter. Así que mientras Julio viciosamente me enterraba su sabrosa verga entre mis nalgas. Ivan continuó dejando, que yo siguiera mamando su verga.

Al rato Julio como que se cansó de seguir dándome por el culo, y tras sacar su verga, me la enterró dentro de mi coño sabrosamente. Mientras que Jesús manoseando su propio miembro no dejaba de vernos.

Yo restregaba mi cuerpo contra el de mi primo Julio, hasta que disfruté de un sabroso orgasmo al mismo tiempo que Ivan se vino dentro de mi boca, haciendo que yo me tragase gran parte se su semen. Julio también se vino dentro de mi acalorado coño, y antes de que me diera cuenta, ya Jesús me enterró por mi apretado culito toda su verga.

El resto de la noche, así como el de los restantes días que la pasé en casa de mi tío. Mis primos continuaron exprimiéndome, y yo a ellos. La verdad es que no pensaba, que me fuera a divertir tanto, en la finca de mis tíos….