Mis tías… ( CON fotos)

Bueno, de lo más nervioso fui a la casa que había sido de mis abuelos, donde mi tía vivía. Lo primero de que me di cuenta, fue que además del coche de Georgina, en el parqueadero también se encontraban los coches de mis otras dos tías. Sagrario, y Concepción. Ya dentro de la casa, me extraño sobre manera, la forma tan cariñosa en que las tres, me trataron. Y no es que nos llevásemos mal, pero siempre mi madre mantuvo cierta distancia de sus tres hermanas. Ya que según mi vieja, que en paz descanse, sus hermanas eran unas locas. Y las pocas veces que la escuché referirse a ellas tres de esa manera, cuando le pedía que me dijera, por qué se expresaba así de ellas. Mi mamá se limitaba a decirme, yo las conozco mucho mejor que tú, y se porque lo digo. Dejándome sin la menor idea de a qué se refería ella, cuando decía eso. Ya en la sala de la casa, me di cuenta de que mi tía Georgina, había cambiado toda la decoración, sustituyendo los viejos muebles, que tenían mis abuelos, por otros mucho más modernos, y cómodos. Yo me sentía de lo más raro, pero a la vez, me moría de curiosidad, por saber de qué deseaban hablar mis tías conmigo. Fue cuando Georgina la mayor, me dijo. Sabes Ernesto, tú eres nuestro único sobrino, y entre mis dos hermanas y yo deseamos darte una sorpresa. Yo tras escucharla, me quedé en las mismas. Lo que si me di cuenta, fue la manera en que las tres me miraban. Y eso me hizo sentir, más nervioso todavía. Georgina se me acercó, y tomando asiento a mi lado me continuó diciendo. Sabemos que tú madre, no hablaba bien de nosotras tres, por lo que antes de darte la sorpresa, queremos saber lo que te decía de nosotras. Te preguntaras para qué, y te diré, que es simplemente por curiosidad. La verdad es que cuando, les dije. Que mi madre decía que sus hermanas eran unas locas. Y las pocas veces que la escuché referirse a ellas tres de esa manera, cuando le pedía que me dijera, por qué se expresaba así de ellas. Mi mamá se limitaba a decirme, yo las conozco mucho mejor que tú. Cuando terminé de decirle lo que mi madre decía de ellas. Las tres se comenzaron a reír a carcajadas, y de inmediato mi tía Sagrario, que es la del medio, comentó. La pobre, siempre nos tuvo envidia. A lo que Concepción la menor, me preguntó. ¿Y tú que piensas de todo eso? Yo le respondí, nada. Mi madre, por lo visto, no quería relacionarse con ninguna de ustedes tres, pero no tengo la menor idea de las razones, que habrá tenido ella para actuar de esa manera. Fue cuando Georgina colocando una de sus manos sobre mi rodilla, sonriendo me dijo. Ernesto, es bien sencillo, a la piadosa de tú mamá, no le agradaba que nosotras tres, fuéramos putas. Cuando escuché a mi tía decirme eso, al mismo tiempo, sentí como la mano que mantenía sobre mi rodilla, la fue corriendo hasta que por encima de la tela de mi pantalón, suavemente agarró mi miembro, sin dejar de sonreírse. Yo estaba entre confundido, y asombrado. Pero a la vez sumamente interesado, por seguir escuchando a mi tía. En esos momentos mi tía Concepción, tomó asiento a mi lado, diciéndome. Así que opinas de eso sobrino, yo no lo podía creer, lo que terminaba de escuchar, por boca de mi tía. Fue cuando mi tía Sagrario, me dijo. Y ahora las tres, queremos acostarnos contigo. En cierto momento, hasta pensé que se trataba de alguna broma, de mal gusto, por parte de mis tías. Pero casi de inmediato, y sin que mi tía Georgina soltase mí ya caliente miembro. Las tres comenzaron a desnudarse, frente a mí. Sin que yo dijera o hiciera nada en lo absoluto, por evitarlo. Es más casi de inmediato, mis tres tías comenzaron a quitarme la ropa, y yo únicamente me sonreía, en parte por la vergüenza que sentía, al ellas tres estar casi del todo desnudas, a mi lado. Y en parte por la tremenda excitación que comencé a sentir, a medida que me fueron quitando toda mi ropa, hasta dejarme del todo desnudo entre ellas tres. En esos momentos, mi tía Concepción, hizo que yo tomara asiento, y agarrando mí ya erecto miembro se lo llevó a la boca. Dedicándose a mamar, como nunca antes en mi vida, nadie me había mamado la verga. A medida que Concepción comenzó a darme esa sabrosa mamada, al poco rato, me agarró los testículos, y me los templó, diciéndome. Eso es para que no te vayas a venir muy rápido. De inmediato Sagrario, le indicó a su hermana, que ella deseaba probar mi verga, por lo que Concepción, le cedió su lugar. Fue cuando me di cuenta de que mi tía Georgina, acariciaba a mi tía Concepción, y le mamaba sus grandes tetas. Yo estaba súper excitado, y deseoso de que mis tres tías, continuasen proporcionándome tanto placer. Pero como era yo solo, contra las tres, por decirle de alguna manera. Nos acomodamos en el sofá, y por ratos, las fui penetrando a las tres, al tiempo que entre ellas mutuamente, también continuaron prodigándose caricias, besándose, y mamando sus coños, sin descanso alguno. Yo también me puse gustosamente a mamarles sus coños a mis tres tías. Cuando eventualmente, porque ya no pude aguatarme más, me vine dentro del coño de mi tía Georgina, ella chillaba de placer, tal como si fuera una bestia en celo. Al poco rato, cuando yo daba todo por terminado, mi tía Sagrario, volvió a mamar mi dormido miembro, y gracias al calor de su boca, y su húmeda saliva, mi verga se volvió a parar. Mis tres tías, esa noche creo que me exprimieron hasta la última gota de semen de mi cuerpo. Con decirles, que al siguiente día ni a mi trabajo fui, ya que apenas me levanté, mi tía Georgina, me saludo, con una rica mamada. De la herencia, ni siquiera hablamos de eso, y por los momentos pienso, estrechar más los lazos familiares, con mis tres tías…..