Mis vecinas angustiadas 5 Alejandra

Casi a media noche Alejandra le dice a su marido que su hijo se durmió y que se va a casa el dice que no puede todavía en una o dos horas más tendrá listo el pabellón y se irán, ella insiste entonces el profesor me solicita si puedo acompañar a Alejandra ya que también me iba, no me gusto mucho la idea, pero asentí y la acompaño cargando entre mis brazos al dormilón de su hijo, en el camino me trata de sondear con diferentes preguntas a todas doy repuestas, pero nada averigua por que nada digo conservando la virtud de las mujeres que ella me preguntaba…, eres un macho bien caballero no dices ni cuentas nada, te felicito por lo hombre que eres, llegamos a casa al ingresar ella me pide si puedo cargar su bebé hasta el dormitorio de este que esta ubicado en una pieza pequeña al lado del de sus padres, paso por este dormitorio amplio y muy bonito en su diseño con un gran espejo en una de las paredes, dejando a su bebé en la cama me dice te acompañaré a la puerta…, al pasar nuevamente por su dormitorio le digo que este esta muy bonito en su distribución y en su decoración… ella sonríe dichosa ante el cumplido y me dice si quieres te muestro el resto de la casa… acepto y comenzamos a verla en verdad la había arreglado bien y finalizamos en su dormitorio nuevamente, estábamos frente al espejo y en su luna nos veíamos los dos en el reflejo… buena pareja me dice a mi oído, la tomo por los hombros ubicándola delante de mí y abrazándola al tiempo que la asimilaba contra mi cuerpo, le digo así lucimos mejor. Me mira a través del espejo y dice veo que el muchacho quiere demostrarme su hombría al apretarla contra mi cuerpo mi pene comenzó a tomar su reciedumbre y enérgicamente comenzaba a crecer… me permite masajearle su estómago y maliciosamente amplio el radio de acción pasando cerca de su bajo vientre rozando su zona erótica de su entrepiernas…, reclina su cabeza hacia atrás en mi hombro susurrándome en el oído derecho… tu profesora de arte contaba cosas de ti, que eras un sobresaliente macho… ¿me lo quieres demostrar? …

La miro por la luna del espejo y veo que muerde sus labios y se relame con su lengua…, me excita y mi pene crece en proporciones considerables. Apoyada como esta mi cóccix en ella siente la presión del pene en sus carnes… abre sus ojos sorprendida y luego sonríe y me mira…, quieres dártela de macho conmigo al igual que con tu profesora me dice… mi marido vendrá pronto, dice, y me mira insinuándose… luego me dice como apresurándome en mi decisión… te vas o vas a esperar la llegada de mi marido dice esto sonriendo… Ante tal indirecta reacciono, la giro la abrazo besándola y mis manos levantando su diminuta falda se introducen entre este y su piel, camino a su vagina… trata de escapar se lo impido desabrochando su blusa y besando sus senos la llevo a la cama caímos en esta y ella se revoluciona agitando sus piernas, pero estos movimientos solo me sirven para poder extraer su prenda interior y teniendo su vagina a mi disposición la abro de piernas y mi boca se zambulle entre ellas lamiendo sus labios vaginales…, se detiene toda defensa paralizándose y me permite lamer con ansias su vagina en busca del clítoris que sale rápidamente a mi encuentro, ella ahora solo es una mujer conmoviéndose a los placeres de los lamidos en su clítoris… gime…, se lamenta…, solloza y entre suspiros me dice apúrate que puede llegar mi marido…, me ubico sobre ella sin pantalones y penetro mi impresionante glande en sus carnes es un grito cuando comienzo a penetrarla, es gigante dice, duele…, detente duele…, suspira y ¡oh gime como me abres mi vaginita… oh!, cuando comienzo mi entra y saca de mi pene en sus entrañas como solloza y gime estremeciéndose en la cama, luego se ve en el espejo vibrando, sacudiéndose ante las profundas penetraciones de mi pene en su cama, sus ojos húmedos por sus sollozos, y a un macho que la embiste intensamente, se ve despeinada ante tantas maniobras, pero su boca esta abierta de satisfacción al recibir los gozos de pasión emanan de sus carnes al ser friccionadas por ese deteriorado glande que la hace gemir en cada penetración excitando sus hormonas que desean solo sentirse satisfecha de este severo y feroz apareamiento, le gusta verse en el espejo con un macho proveyéndole placer a su delgado cuerpo que se meneaba excitado como nunca se había movido, sus caderas tenían vida aparte cabeceándose al ritmo de las penetraciones varoniles, ese espejo reflejaba sus pasiones y las hormonas mas se alteraban, comenzó a gritar y resollar ante la proximidad de sus orgasmos y se entrega totalmente a este juvenil macho que tan deliciosamente sabe satisfacerla, su cuerpo se agita y curva recibiendo sus orgasmos y emanan de sus entrañas fuertes de emisiones de líquidos seminales a su vez el semental que la posee entierra cada vez mas fuerte y mas profundas estocadas acabando con inundar su matriz y entrañas con tanta leche expulsadas en su interior. Se abraza a este macho y lo besa con pasión si es de ahora sirviente de este macho, de este exquisito macho.

Luego de un descanso le dice Alejandra ándate que puede llegar tu profesor y no le va agradar en absoluto que uno de sus alumnos haya gozado de su mujer.

Me retiro por ese día y al día siguiente es la