En el ascensor llevaba en brazos a Mary como si fuese una bebita encantada que jugase con ella, por suerte le había prevenido que no contase a nadie acerca de la lección de besitos.
Relato
Mónica 04
Al llegar a la casa de Mónica con su sobrinita María, no me quedó más opción que subir con ellas para ver el nuevo game de la chiquita.
En el ascensor la llevaba en brazos como si fuese una bebita encantada que jugase con ella, por suerte le había prevenido que no contase a nadie acerca de la lección de besitos.
Moni se fue a cambiar cuando le dije al oído que se pusiera el camisolín cortito del otro día, que me encantaba verla con prendas escasas, con sonrisa pícara me dio un besito en la boca mientras Mary no se perdía detalles de cómo se besaban los mayores.
Mientras estábamos solos yo mismo alcé a la malcriada para sentarla en mis piernas, esta vez tratando que quedase su vestidito algo levantado para verla bien, la chiquita ya lograba excitarme como no habría imaginado hace pocos días. Esta vez la acomodé bien tomándola por las piernitas para rozarle la chuchita por accidente, verle asomar ese triangulito blanco con el tajito marcado me producía escalofríos.
Cuando llegó Moni casi me dá un infarto, se había puesto una prendita liviana para dormir y se le transparentaban todas las formas y hasta el color de su bombachita. Diciéndole que se veía preciosa hice un gesto con el dedo para se diese vuelta y poder apreciarla de todos lados, con tremenda bronca al pensar que esa carnecita solamente sería para otras chicas puede admirar su traserito. Que colita divina para perder la nariz allí dentro...
Diciendo que prepararía una comida pre cocinada me dispuse a ayudarla y abrazándola por detrás le dí un beso en la nuca, le recorrió un escalofrío pidiéndome que no hiciese cosas raras pero apreté suavemente sus tetitas mientras ella abría una lata de sardinas.
Con voz temblorosa ordenó que me sentase a la mesa mientras ella preparaba la comida, no tuve más remedio que sentarme ante la máquina con Mary sobre la falda, puso alto el volumen del game para susurrarme que había visto cómo le tocaba las tetitas a la tía y tuve que explicarle que era parte de los jueguitos entre adultos. Para consolarla dejé la mano en su plano pecho mientras jugaba con los pezoncitos.
Ya en la mesa nos cruzábamos miradas los tres, cada uno con un mensaje secreto que solamente el otro comprendía. Por suerte Moni no adivinaba que me gustaba su sobrinita...
Cuando terminamos la cena la mandó a dormir pero María insistía en quedarse un rato más, alfinal decidí llevarla yo mismo a su camita y alzándola en brazos fuimos a su dormitorio, mirando de reojo para ver si Moni nos seguía, la misma estaba sentadita en el sillón hojeando un libro.
Bajándola al pie de la cama, le pregunté donde guardaba la ropa de dormir, al contestar que se acostaba solamente en bombachita procedí a quitarle el vestidito, la escuincla estaba preciosa casi desnudita. La metí en la cama arropándola lentamente, no quería taparla aún para mirar su cuerpito y nuevamente le rocé el tajito por accidente. Al menos debía justificar el accidente preguntándole si no quería hacer pis antes de dormir mientras aún estaba tocándole la puchita. Ante su negativa la tuve que tapar bien y comprobando que estemos sólos, le dí un largo besito en la boca.
Ya en el comedor estaba por retirarme cuando Moni palmeando el sofá hace señas que me sentase, ni corto ni perezoso cumplí su deseo rodeándola con un brazo pero evitando avances posteriores. Agradeció que viniese a su empleo así pensarían que era el novio y disipaba ciertas habladurías acerca que le gustaban las mujeres.
Preguntándole si era verdad que jamás había besado a un hombre antes, negó con la cabecita agregando que tampoco había visto un atributo masculino. Le dije que podría mostrárselo pero temía causarle repulsión, realmente no tenía idea que cosas atraían a un chica Les.
Tomando su mano la dejé apoyada en mi entrepierna diciendo que allí estaba, que abriese mi pantalón y mirase hasta donde quisiera. Lo apretaba un poco, temerosa de abrir los botones. Al final procedí a sacar el gusano para que tomase aire, estaba un poco desinflado por lo bizarro de la situación y le expliqué que solamente hacía esto para ayudarla, que no me propasaría con ella, hasta se me escapó "--te quiero demasiado para hacerte algo así--".
Creo que me estaba enamorando de esta chica, tal vez por saber que era un amor imposible me metejoneaba aun más. Me dio un besito en la boca mientras tomaba el monstruo con la mano para inspeccionarlo de cerca, tuve que limitarme acariciando su cabello mientras ella decidía si debería degustar el sabor de la barra de carne.
Al final levantó la cabeza dando a entender que ya había visto suficiente, guardando la herramienta endurecida le pregunté si lograba placer tocándose allí abajo. Sonrojada por la pregunta directa contestó que era el único modo, antes la novia le daba besitos allí pero ella sola ni se animaba a usar un consolador.
Le recordé que un dedo masculino no tenía diferencias con uno femenino y si me daba la espalda podría imaginarse que era su amor perdido quien le proporcionaba placer.
Con una mirada triste agradeciendo que fuese tan comprensivo con ella, se sentó en mi falda descansando su cuerpo en mi pecho y separando las piernas. Sus brazos estaban inmóviles dando a entender que todo sería tarea mía, acariciando sus piernas fui subiendo hasta llegar a su bombachita, apenas rozando su vagina le pasaba el dedo con extrema suavidad hasta advertir que su ritmo respiratorio aumentaba, le estaba gustando el tratamiento dactilar.
Subiendo un poco la mano, la deslicé dentro de su prenda íntima palpando sorprendido que se depilaba allí, no percibí un solo pelito mientras los dedos bajaban lentamente para sentir su puchita en pleno. Por suerte estaba generando humedad propia y el dedo se deslizaba sin inconvenientes, al final era una mujer y con la máxima sensibilidad en el sitio que lo tienen todas. La única diferencia es que debería estar imaginándose que era otra mano la que le proporcionaba placer, al advertir unos temblores en su cuerpo anunciando el desenlace, le mordí suavemente la orejita susurrándole que la quería mucho mientras aceleraba el dedo para llevarla al clímax. Este llegó en forma de convulsiones lentas hasta un gritito de placer, deseaba besarla en ese instante pero hubiese cortado su ensueño.
Quedó desarmada encima mío mientras le arreglaba el corto negligeé para tapar la escena del crimen, abrazándola amorosamente le dije que fuese a dormir con esa sensación de haber hecho el amor con su compañera.
Debí retirarme prestamente teniendo el gusano más rabioso que de costumbre y estaba por hacer una barbaridad.
Al llegar a casa sonaba el teléfono y una voz femenina me recriminaba no estar en casa a estas horas, no lograba deducir el origen hasta decir que era Rocío para comunicar la aprobación de los cursos extracurriculares, solamente necesitaba reducir el precio de las lecciones. Encantado bajé los números evitando decirle que hasta le pagaría a ella por venir a estudiar a casa, quedamos por la mañana y me despidió con un beso sonoro.
Obvio aclarar que se me paró al escuchar el cariño telefónico, esa noche me dormí pensando en su rubia cabellera y en lo descabellado que estaba haciendo al meterme con una alumna.
Al despertarme tomé un concienzudo baño, vistiendo elegante sport y perfumado me puse a arreglar un poco el departamento de soltero.
Cuando sonó el timbre, el corazón me latía a mil pero debía mostrar absoluta serenidad y desinterés, la saludé con un beso en la mejilla apreciando que ella también se había acicalado para la oportunidad, su pelo suelto cayendo en cascada por los hombros la hacía lucir hermosa, la corta pollerita obligaba a reflexionar que disfrazar a las chicas con guardapolvos era un crimen de lesa humanidad.
Ofreciéndole una silla dispuse los libros y papeles para iniciar la clase, mirando hacia todos lados dijo preferir el sillón que era más cómodo, esta alumna me estaba saliendo exigente.
Ofreciéndome el importe de una clase, le aclaré que no le cobraría nada hasta comprobar que asimilaba las lecciones, con una sonrisa dijo que con varias lecciones sin comprender lograría comprarse el calzado que le gustaba.
Comentando que el actual le apretaba un poco, me arrodillé a su lado procediendo a descalzarla, Rocío temblaba por la emoción de estar a solas con el muchacho que le gustaba y tocándole los piecitos.
Un suspiro de alivio me dio a entender que realmente le apretaba ese calzado diciéndole que le daba el dinero para que comprase lo que necesitaba, al masajear un poco sus dedos le daban cosquillas entreabriendo las piernitas y ofreciendo el maravilloso espectáculo de su bombachita.
Igual que en el aula, pero ahora estábamos solos y me tenía arrodillado a sus pies masajeándole los deditos doloridos. Casi subo la mano por esas piernitas ofrecidas, pero recapacitando volví a mi papel didáctico tomando uno de los libros y evaluando su nivel para arrancar desde allí.
A Rocío realmente le gustaba la materia y sabía un montón, riendo le dije que sería penoso no verla más luego de las pocas lecciones necesarias.
Algo ruborizada confesó empezar a estudiar mucho del tema por mi culpa, y no sabía que más hacer para que le prestase atención. No quería apresurar el tema diciéndole que ahora tenía mi completa atención y había sido muy cruel mostrarme sus piernitas entre abiertas sabiendo que yo no podría hacer nada al respecto.
Relató que una compañera de clases estaba loquita por el suplente de matemáticas y sabiendo que estaría solamente unas semanas allí recurrió a esa estrategia, el pobre hombre la esperó a la salida del colegio para hablarle.
Diciéndole que era una nena hermosa con una carita de ensueño le acaricié la rubia cabellera sugiriéndole que buscase alguien de su edad, con una carcajada dijo que los chicos del colegio eran todos taraditos en cambio un hombre ya formado tenía las ideas claras.
Ignoro si me deseaba de noviecito o qué, lamentándome que ya tenía una relación de pareja reiteré que ella era hermosa y no dudaría pedirle que fuese mi novia de tener una edad adecuada para ser vistos juntos en público.
Dijo comprender la hipocresía de la sociedad y que podríamos vernos a escondidas, estaba por tomarle la manita pero ambos pensábamos lo mismo, nos encontramos a mitad de camino sintiendo la tibieza de la otra piel.
A pesar de su aspecto mundano capaz de mostrar su ropita íntima para llamar la atención era increíblemente tímida, bajó la cabecita ruborizada mientras me arrimaba en el sillón para pasarle un brazo por los hombros. Estaba en la edad donde se inicia a sentir amor por otra persona pero sin saber manejar la situación una vez logrado el acercamiento, con mucha ternura deposité la boca en su pelo y aspirando le dije que me atraía terriblemente pero temía hacerle daño. Cuando me dedicó su mirada llena de amor no pude resistir besar esa boquita, con toda la suavidad del mundo posé mis labios sobre los suyos, apenas percibiendo el airecito expulsado por su nariz.
Desconozco si habrá sido su primer beso pero me echó los brazos al cuello indicando que quería más, tuve que dedicar bastante tiempo para recorrer su carita con la boca, desde la frente hacia abajo hasta decidirme con sus labiecitos tentadores. Reclinándonos en el sofá terminé con el cuerpo sobre ella y su carita entre las manos, tenía una mirada tan dulce que evidenciaba estar enamorada realmente.
Debía llevar la situación con suma cautela para no lastimar su corazoncito y hacer de su primer relación algo hermoso e inolvidable. Estaba buceando en sus ojitos cuando nos sobresaltó el timbre de la puerta, como resorte Rocío estaba sentadita ante un libro simulando leer concentrada sin percatarse que estaba descalza. Era la vecina y tuve que comunicarle que estaba dando una clase particular y ahora no podría atenderla, luego de darme un apretoncito en la entrepierna no quedaban dudas de la razón de su visita.
relato verdadero de como conoci a una nena de 12 años y en una noche en que su madre la deja sola, ella se convierte en una mujer, y le queda gustando!
Relato erótico enviado por Pezebre el 01 de November de 2005 a las 06:21:07 - Relato porno leído 574508 veces
Hola mi esposa y yo llevamos 5 años de casados y tenemos un hijo de 3 años ella tiene una hija de su antiguo matrimonio, de ella es de quien les voy a hablar ,
Todo comenzó un día que mi esposa tuvo que ir a su trabajo y yo tenia descanso
Relato erótico enviado por Anonymous el 02 de July de 2008 a las 16:37:40 - Relato porno leído 202756 veces