Nicole (Mis vecinas angustiadas 1)

Vecinas angustiadas 1
Nicole.


Me solicita colaboración un cliente de papá en amarrar las ramas del parrón y repara este. No pongo inconveniente como tengo 16 años y estoy de vacaciones del colegio por tres meses me servirá para entretenerme.

Estaba arriba del parrón cuando de una cabaña contigua en el patio salen discutiendo una pareja, ella era la hija del dueño de casa, una mujer sin ser maravilla era mujer de unos 23 años y me imaginé que él era su marido…, escuche que ella le reclamaba la poca consideración que tenía por ella, que además de tenerla caliente llegaba con tragos y solo a dormir, etc.…

Pasada una hora aproximadamente tipo diez de la mañana pegaba el sol con potencia, estaba por bajar a buscar sombra cuando aparece la hija llamada Nicole con su beba de unos dos años en traje de baños ambas y la niña se mete en una chiquita poza de agua hecha para ella en el patio era su mini piscina, no la cubría, pero según ella nadaba moviéndose agradablemente en la alberca. La madre se recuesta en una toalla a dorarse al sol, empiezo a bajar y veo que esta madre esta llorando al tiempo que se apretaba sus senos y se masajeaba su entre piernas y desesperada por su pasión de ser complacida, estaba caliente y necesitaba macho.

Bajo silenciosamente acaricio su beba y ella no se entera en su labores de complacerse sola de su calentura. Me acerco y en vez de hablarle le tomo sus senos, vuelve de sus ensueños y me mira diciéndome que haces…, te relajo le digo, y pellizco sus pezones, reniega contrayendo todo su cuerpo, déjame que no esta mi marido…, ese no te sirve le digo necesitas un macho de verdad y continuo recorriendo su cuerpo con mis manos hasta sus entrepiernas, déjame repite, pero no me aleja de su lado, desalojo un seno de su sujetador y lo beso mordiéndole su pezón que chillido salio de sus labios y como se enrosco su cuerpo, me miraba con ojos excitados… déjame dice, pero atrapa mi mano metiéndola entre sus piernas, entre su traje de baño y su piel ingresan dos dedos míos y acarician su vulva, fue como si hubiese recibido un golpe eléctrico, arqueó su cuerpo, apretó sus piernas atrapándome mis dedos y luego con un fuerte bufido se relaja mojándome mis dedos con aguas que salen de su vagina, creía que se había meado. Relajada no se opone a mis caricias y luego de unos minutos se levanta me toma de la mano y me lleva a la cabaña, y ella dice de aquí vigilo a mi beba y nadie nos ve acariciándonos, por favor no me dejes caliente dice relajándose sobre un sillón, Nicole estaba entregada no se opone a ninguno de mis acciones y manoseo completamente su cuerpo, al pasar por la parte inferior de su bikini saco este cayendo al suelo, ella no se opone, beso sus labios pliegues de su vulva y ella abre sus piernas desesperada, esta ardiente de apetitos sexuales, anhela ser disfrutada, desea un macho entre sus piernas, necesita un miembro que remueva su vagina, mete una mano entre mi pantalonera de tenis y mi piel tentando mi pene que a estas altura estaba que explotaba de sediciosa pasión por una mujer, que sería mi primera hembra. Se sorprende al tocarme mi pene y la saca fuera de su protección mirándolo fijamente y dice que cabezota parece una bola de tenis y es deforme con esas venas destruirías la vagina de una mujer con este monstruo…, y lo lleva a su entrepiernas donde lo cobija entre sus muslos estos están húmedos con sus líquidos vaginales que se han derramados por sus piernas, por lo resbaloso que están estos mi pene sin esfuerzo se deslizan hasta la entrada de su vagina y ella siente como sus pliegues de la vulva se agrandan y expanden dándole cabida a ese monstruosa cabezota y acoge en su vagina a esta cabezota que va dilatando sus carnes sexuales, dos resoplidos y un pequeño grito … ¡ah!..., ¡uf!.. aay , anuncian la entrada de este en su cuerpo y este cuerpo reacciona moviéndose, flameando, y esas caderas adquieren un delicioso movimiento tortuoso atrapando y soltando mi miembro a medida que este se mueve entrando o saliendo de su vagina, sigue me dice…, mas adentro…, muévete…, ¿es tu primera vez?, me dice …, si contesto…, te guió dice y me da instrucciones de cómo complacerla … muévete, quieto…, adentro…., sigue, etc. Hasta el momento que ella me abraza hasta casi impedirme respirar y luego se agita desesperadamente refunfuñando y me dice estoy siendo tuya…, soy tu mujer…, soy tu hembra y me besa desesperadamente mis labios, al tiempo que escucho crujir el sillón contra el piso de la cabaña al menearse con desesperación ella entregándome sus orgasmos, pensé que se estaba meando luego supe que eran sus efluvios que acompañan a la entrega apoteósica de la dama en un coito.

No me había vaciado y mis testículos me dolían ante las leches acumulados en ellos y continué moviéndome ella me decía, esta bueno mi machito, ay que me duele… cálmate, ¡oh! esto es tener un macho no acaba nunca, ya mi amor descárguese en su putita que esta esperando sus semen…, démelo, tengo que ver mi hija descárgate y en eso entre gemidos y suspiros de placer y dolor mi pene expulsa sus los chorros de semen que pensé que eran mis meados que se me escapaban, pero ella me dice eso mi macho déme sus leches, déme sus semen, cayendo agotado sobre ella abrazándola. Ella me aparta y me dice tengo que ver mi bebita…, mira me desnudaste entera macho semental como me regaste se me esta saliendo tu leche por la cantidad que me diste. Saliendo y desde afuera me mira y me manda un beso con sus manos.

Al rato salgo y ella esta en la pileta que tienen en un rincón bañándose, y lleva en sus brazos a su hija, jugando en el agua…, ven métete me dice esta deliciosa el agua, al meterme y llegar a su lado me dice ves el agua esta complaciente como el macho que recién me apareo… si tu dices algo de esto te rasguño te desfiguro tu rostro me dice, cálmate le digo mi padre dice que un caballero no tiene recuerdos aunque estos sean gratos de una dama y debe callar para siempre…, entonces silencio me dice, de que silencio le digo, yo no se nada y ella ríe…

En eso aparece el, padre de ella y me dice buena yo te hacia trabajando y él en el agua…, ay papá le dice Nicole…, tengo amarrado todo le contesto, faltan dos maderos por arreglar que debe comprar y debe traerme mas amarras por que quedan solo dos.

Ahora en la tarde bajo con mi señora a unas compras y traeré las cosas me dice, mientras goza del agua. Le comunico que iré a almorzar a casa y vuelvo lo que Nicole me impide diciéndome que ya estoy considerado en la mesa y no puedo rechazarla…, la miro y me convence con sus ojos pardos que me dicen quédate, quédate…

Almorzamos nos tomamos un café en la sombra que nos da el parrón y pronto doña Mercedes la mamá le dice a don Oscar vamos que tenemos que ir donde el padre Luís que nos espera para ver lo del bautizo de la nena y luego hay que ir de compras quiero estar de vuelta temprano tipo seis por que deseo ver mi comedia de las 19:00 horas. Son recién las 15:00 horas tenemos tres horas le dice… Gana la madre y a las 15:30 todo listo para salir excepto un escollo la bebita quiere ir con los tatas. Nicole autoriza y parten creo que aun no dan la vuelta de la esquina y Nicole va donde estoy tendido en el pasto y me busca para enredarse conmigo en un vínculo afectivo precipitándose encima mío y dándome todo tipo de agarrones a mi cuerpo, trato de evadirme, pero me atrapa abrazándome y besándome, luego me recuerda con que quería irse a su casa a almorzar para dejar aquí despedida y abandonada…, te iras cuando yo te diga, por que ahora eres mío, solo mío sentándose con sus piernas abiertas sobre mi cóccix y al llevar mi mano para tentar sus nalgas advierto que está sin calzones. Mi pene pega un salto y se pone en posición firme para poder taladrarla. No se como se las arreglo, pero me encontré sin pantaloncitos y mi miembro engrandecido a su abultado ideal, solo deseaba sentirlo dentro de su vagina como en la mañana cuando ella lo acariciaba con las paredes y pliegues de su vagina y mi pene se enardecía tratando de cumplir sus objetivos de consolarla, satisfacerla, culminar la tarea de semental llenándole de semen su matriz hasta saturarla de apareamiento.

Ella se elevaba y yo la tomaba por su cintura atrayéndola nuevamente a sentarse sobre mi al tiempo que mi pene topaba su matriz, volvíamos a lo mismo no se cuantas veces, pronto siento que ella se contrae, comprime sus piernas y vagina me mira con unos ojazos maravillosos y suelta unos resuellos grandiosos, gimiendo y tiritando sobre mi cuerpo, derramándome en mi pene sus líquidos seminales al concluir sus orgasmos, a su vez yo la abrazo por su culo y apretujo sus nalgas contra mi cuerpo estaba desesperado sintiendo como extraía ella mis leches vaciándolas en su matriz…. Descansamos y ella se levanta me coge de una mano y me dice esto merece un premio mayor y me lleva a una cama donde se desnuda mostrándome su cuerpo normal, pero desesperado por un buen apareamiento que satisficiera sus exaltadas pasiones y emociones eróticas, en la cama pasa de todo…, nos realizamos un 69, luego a lo perrito, hasta finalizar deleitándonos con otro apoteósico coito que nos deja destrozados en esa cama, ya sabes dice si sabes callar serás mi amante, mi juvenil amante, yo te seré y mi cuerpo estará siempre a augusto y solo tienes que pedírmelo y te lo concederé, eres mi nuevo marido y yo tu mujer, tuya por siempre.

Tendremos que ingeniar un método de mensajes para no estar llamando por teléfono que nos pueden pillar. Mira le digo algo vi. en la televisión tu cuelgas una toalla roja y unos calzones rojos en una soga que se vea desde la calle y si los calzones están delante de la toalla es en la mañana si esta detrás es en la tarde, si hay dos toallas rojas es que es imposible si hay colgados dos calzones rojos es que estas desesperada. Y debo encontrar la forma de emparejarnos.

Llegan los papas y la beba y comenzamos de nuevo a trabajar en el parrón, claro que antes me demoraría dos días, ahora me demoraré tres.

Esos dos días venideros fueron de películas, esa mujer Nicole estaba hambrienta mejor dicho, desesperadamente hambrienta e insatisfecha de su marido, al día siguiente apenas llegue ella tenía colgada no dos calzones rojos sino tres, esperamos que saliera su padre a sus trámites y su marido al trabajo, ella me hace bajar del parrón y me introduce en su cabaña no se preocupa de su madre por que sabe que esta gusta levantarse tarde después de las diez y son recién las nueve, como me atrapa en su cama desnuda parecía un una perrita en celo, se ubicaba en la cama en posición de cuatro apoyos con su trasero bien parado para que por detrás la aparee penetrándola por su vagina y según ella mi pene le saldría por la boca por las duras clavadas que le daba hasta que ella entre gemidos y ayees me regalaba sus orgasmos y yo le regaba su útero con mi leche…, como nos quedaba tiempo antes de que se levantara su madre la cubría a lo misionero colocando sus piernas sobre mis hombros como se quejaba cada vez que la penetraba hasta el fondo de su vagina y no descansaba hasta inundarle su matriz con mis ríos de semen. Luego me encaramaba en el parrón a continuar mi trabajo, los dos día fueron de locura, sexualmente esa hembra fue mía no menos de seis veces y en los tres días fui su semental vaciándome en ella a lo menos diez veces. Quedó bien satisfecha y me dice que soy su amo y amor de su cuerpo ardiente.