Una amiga me enseña como se deben hacer las cosas.
Relato
No debimos, pero…
Eran algo así como las 10 de la mañana cuando sonó el teléfono. Me levante con toda la agilidad de que era capaz a tan intempestivas horas.
Si?
Hola S Soy A
Ah! Hola que tal? Que te cuentas?
Pues es que…
No me digas más. Habéis vuelto a discutir
Si
Que ha pasado esta vez?
Nada, lo de siempre
Ya
Puedo ir a tu casa?
Si claro, peor me acabas de despertar y estoy un poco agilipollado
Bueno si molesto…
No no, no te preocupes
Entonces voy?
Siiiiiiiii
Vale
En 10 minutos estoy ahí
OK
Demasiadas veces pensaba para mi. Era A, la novia de mi mejor amigo. Habían vuelto a tirarse los trastos a la cabeza.
A los diez minutos exactos sonó el telefonillo
- Si?
- Soy yo
- Sube
A los pocos momentos sonó el timbre de la puerta.
- Hola como estás?
- Bien, pasa anda
A era una chica que estaba muy buena. Buen pecho, buen culo, buenas caderas, pero no era especialmente guapa, por lo menos para mis cánones.
Nos dimos dos besos como siempre, y ella como siempre me cogió la nuca mientras lo hacia. Esto era algo que me gustaba mucho, me hacia sentir algo especial.
Venía vestida como solía, es decir, bastante ligerita, y en un día de calor como aquel más. Llevaba puesta una camiseta blanca de tirantes cubriendo como buenamente podía un pecho que llevaba siempre muy apretado, formando un canalillo muy apetecible. Por abajo traía unos pantaloncitos negros cortos. Muy cortos.
Después de mirar con ojos de lujuria ese pedazo de culo le ofrecí un café
No gracias, acabo de desayunar
Segura? Lo tengo recién hecho.
Si, pero un vaso de leche fresquita si que me tomaba
Vale, ponte cómoda que ahora mismo salgo
Y según le decía esto ella pasaba al salón de la casa.
Cuando regresé con mi café y su leche ella se había recostado en el tresillo dejando a la vista unas preciosas piernas.
Toma, aquí tienes
Gracias, eres un sol
Ahora mismo soy una piltrafilla
No hombre, con lo bueno que eres conmigo
Y en ese momento comenzó a contarme lo que había pasado, que si el la había dejado tirada no se donde, que si ella se fue con no se que amiga, que si el volvió y no había nadie. En fin, típicos malentendidos de pareja.
El caso es que mientras me contaba esto me di cuenta de que lo que yo había creído eran unos pantaloncitos, era en realidad una minifalda. Presté toda la atención que pude, y traté de no mirar con mucho descaro ya que estaba sentada frente a mí. Me empezó a incomodar la situación por varios motivos. Uno, era la novia de mi amigo. Dos, se encontraba mal anímicamente. Tres, se me empezaba a poner dura. Yo solo llevaba puesto un pijama de verano, de esos que al trasluz se transparentan que da gusto, y que además no se distinguen por sujetar el paquete de una forma excepcional que se diga.
Estaba yo pensando en lo mucho que tenía que estudiar para bajar el calentón cuando ella se echó a llorar.
Bueno bueno bueno, no llores
Es que…
Ya, tranquila. Ya verás como se arregla. Como siempre
Mientras decía esto me acerqué y la abracé. Ella hizo lo mismo y con fuerza.
Estuvimos así un ratito y cuando se separó me dijo
Uy! Fíjate como te he puesto, quítate esa camiseta
No te preocupes, si no pasa nada
Pero ella me incorporó un poco para sacarme la camiseta. Lo hizo, y cuando se estaba sentando ella le dije
Además, tu también te has manchado, no me había dado cuenta de que llevabas maquillaje
Un poquito, lo justo para que no se note. Voy a darle con un poco de agua vale?
Y según decía esto se quitó la camiseta, dejándome ver esas tetas apretaditas por un sujetador levemente transparente que dejaba imaginar los pezones.
- El baño?
- Allí – acerté a decir
- La primera de la dcha.?
- Si si. Yo voy a echar a lavar esto
Me levante hacia la cocina cuando ella se dirigía al baño para que así no viera que estaba bastante empalmado, pero a mitad de camino se giró para preguntarme si tenía algún detergente suave. La pillada fue de órdago y lo único que le dije fue un
Mmmm si espera ahora…
Ella me miró un poco extrañada y se metió en el baño.
Yo eché a lavar la camiseta del pijama y de paso mojé un trapo limpio de cocina y me lo pasé por la espalda, para así volver a bajarme el calentón. Cogí un detergente a mano y fui hacia el baño, pero ella ya había salido y estaba el en tresillo de antes esperando abriendo y cerrando las piernas. Esto no ayudó en mi proceso de autocontrol y se me volvió a empezar a hinchar la polla. Se estuvo quieta en cuanto aparecí.
Ya la he lavado un poco con jabón de las manos. La he tendido fuera no te importa verdad?
No no – le decía mientras me sentaba a toda velocidad
Esta vez ella miró con más atención y se medio sonrió.
No te preocupes, ya verás como se arregla todo
Eh! Ah! Si si, imagino que pasará pronto
Seguro
Por cierto! Como llevas tu lo tuyo?
Me preguntaba por mi relación con mi novia, que en las últimas fechas estaba un poco sosa sexualmente.
Bueno, no ha cambiado mucho en las ultimas semanas
Ya, pero vosotros jugáis?
Si
Como? – preguntó con cierta impaciencia
Pues no se, como todo el mundo imagino
No, cada un lo hace de diferente forma
Pues no sé, depende – respondí algo nervioso
Vamos a ver, tu le comes lo que le tienes que comer?
A veces
Y ella te chupa la polla?
A veces
Y cuando no os hacéis eso como os lo montáis?
Pues la acaricio un poco y luego ya…
Ya
Pero nos cuesta que entre porque no se me pone suficientemente dura y claro así le molesta y no hay manera
Claro, es que una mamadita previa sienta fenomenal
Si, pero cuando me lo hace no aguanta mucho tiempo y además no me gusta todo lo que creo que debiera.
La conversación está claro que iba subiendo de tono y ella cada vez se movía más en su asiento y yo menos en el mío para que no se notase el bulto.
Y como lo hace?
El que?
Que como te come la polla
Cuando dijo eso mi aludida asomó la cabeza a ver que decían de ella. A la miró un momento y luego me miró a los ojos de una forma tal que se me erizó todo el vello
Eh?
Que como te come la polla – me dijo muy despacio a medida que se acercaba
No sé – respondí nervioso
No sabes si te lame o te come? No sabes si chupa tus huevos? No sabes si se la mete hasta el fondo?
Esto último hizo que al fin mi polla se pusiese en posición de firmes, construyéndose una espléndida tienda de campaña.
Te voy a demostrar como se hace una buena mamada – me dijo al oído en un susurro
Se agachó rápidamente, me bajo el pantaloncito de un tirón y me dijo
Mira
Se puso delante de mi polla, abrió la boca y se la metió entera de una sola vez. Cuando su nariz chocó con mi abdomen cerró la boca y se la sacó muy lentamente. Eso hizo que se me pusiese más dura.
Ves como funciona?
A continuación, con la parte interna de los labios me recorrió el capullo de arriba abajo varias veces. Y mi polla continuaba endureciéndose. Yo entrecerré los ojos por lo que recibí un grito
- No!!! Tienes que mirar como un tía te CHUPA LA POLLA
A lo que contesté
- Siiiiiii, pero sigue por favor
Y antes de que terminase la frase ya le estaba dando. Lamiditas por arriba, me chupaba los huevos mientras me pajeaba, se la metía y chupaba rápidamente succionando, etc. En fin, era una experta. Yo me estaba acercando a mi fin, pero antes de que pudiera avisarla paró y me dijo
- Ahora te voy a enseñar como folla una tía de verdad
Se quitó el sujetador, momento en el que me abalancé sobre sus gordas tetas para comérselas. Entretanto ella se despojó de la faldita que resultó ser un pareo y se quedó solo con el tanga negro semi transparente que ya había visto fugazmente. Se tumbó y me dijo
Ven aquí y pon tu polla entre mis tetas
Ahora mismo
Eso hice y ella me regaló una cubana de órdago, pero esta vez me adelanté yo. Antes de que se me pudiese escapar nada paré me retiré un poco, cogí el tanga por los laterales y de un tirón se lo arranqué.
Ella quedó tan impresionada que cuando se quiso dar cuenta ya le había metido toda la polla en el coño y la estaba empotrando literalmente en los cojines. Empezó a gemir y a decir cosas ininteligibles y yo seguí empujando. Aguantaba de forma extraordinaria debido, imagino yo, a la espectacular mamada que me habían proporcionado. Llevaba un rato así cuando de repente noto que se me había salido la polla de su sitio. Había sido ella, que no sé como se había dado la vuelta y ahora me pedía que se la enterrase en el culo
No lo he hecho nunca
Y qué? La tienes suficientemente dura?
Creo que si
Como que creo?
Y se dio la vuelta para darme cuatro viajes a la polla con la boca, de manera que se puso como un garrote
- Así te parece suficiente me preguntó
- No
Y ella se rió y me dio un par más de viajes. Estaba intentando empezar el tercero cuando la cogí por la cintura y le di media vuelta. Se puso a cuatro patas y casi me faltó tiempo para meterle la polla en el culo. Costó un poco pero se logró. Era una sensación totalmente nueva, con lo cual gocé mogollón y por los gritos que daba, ella también.
Estaba totalmente enfervorecido, pero de repente noté que aquello no aguantaría mucho más, pero decidí darme un último gusto. Saqué mi polla de su culo y le dije
Se me ha vuelto a aflojar un poco
Ella se dio la vuelta con algo de fastidio pero volvió a darme ración de lengua. Estaba sacándosela cuando me vino toda la leche que no había salido en un mes. El primer chorro le pilló desprevenida, pero enseguida me miró con ojos de vicio y se llenó la boca con los restantes. No pudo evitar sin embargo que parte se le escapase por la comisura de los labios y le cayese en las tetas viendo lo cual me dio un último calentón que me dejó seco.
Vaya vaya que rápido aprendes!
He tenido una buena maestra
Ya, pero ahora tendré que ducharme para quitarme este sudor
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513563 veces