Cuando me encontraba sentada en las oficinas de la fiscalía, esperando a ser entrevistada por una fiscal. La escuché decir al acercarse a mí. A ella es la victima de la violación, bueno no se diga más. Tenemos la declaración de los testigos, la confesión de uno de los imputados, así que lo demás es pan comido, y no hace falta someter a la joven a un mayor estrés, por lo que puede retirarse hasta el día del juicio.
Relato
Todo eso era cierto, fui emborrachada, secuestrada y violada. Por varios de mis compañeros de clase. Pero en realidad no me sentía mal por ello, ya que de no ser porque aun era menor de edad, en esos momentos, no hubiera presentado cargos. Cosa que si hicieron mis padres, sin tan siquiera consultarme nada. Claro que aparecí dos días después de que me secuestraron, desnuda, aparentemente golpeada y deambulando por una carretera, sin la menor idea de donde me encontraba ni de cómo había llegado a ese lugar.
Mucho después del juicio, en el que todos ellos se declararon culpables, para evitar una larga condena. Un día cercano a la víspera de mi secuestro, estaba sola en casa, con toda mi calma, me puse a recordar todo lo sucedido. No es que antes no lo hubiera hecho, si lo hacía, pero siempre terminaba sintiéndome mal por lo que me sucedió. Mis primeros recuerdos, se referían básicamente a lo dicho durante el juicio por los testigos. Que me encontraba acompañada de varios de los acusados, y que estos de manera continua prácticamente me obligaban a beber, hasta que perdí el sentido. Después de eso no tenía memoria alguna hasta que desperté en una clínica acompañada por mis padres, la policía y hasta la prensa.
Según la psiquiatra y la psicóloga que me atendieron, fue tan fuerte el abuso contra mi persona que el trauma fue tan grande, que mi mente bloqueó todo eso por completo, negándome a recordar y hablar de lo sucedido. Bueno eso en parte era cierto, realmente me negaba hablar de lo que me pasó. Pero si recordaba todo con lujos de detalles, como después me di cuenta al estar a sola recordando.
Originalmente mis compañeros de clase y yo, íbamos a salir en compañía de varias de las chicas del salón. No sé por qué razón, finalmente yo fui la única chica del grupo. Así que me acuerdo que llegamos a un Pub, donde aparte de que bailé con la mayoría de mis compañeros de clase, también comencé a beber un poco más de la cuenta. Hasta el punto en que me comencé a dar cuenta de que ya había bebido de más, pero los muchachos en lugar de hacerme caso, cuando les dije que no deseaba beber más. Todos insistieron en que siguiera bebiendo, hasta que prácticamente me obligaron a seguir haciéndolo y bailando con todos ellos. Al punto en que comencé a comportarme, como una verdadera loca.
Cuando digo que me comencé a comportar como una loca, se debe a que cuando algunos de los chicos a medida que estaban bailando conmigo, comenzaron a tocar todo mi cuerpo, los dejé que siguieran sin tan siquiera tratar de impedídselos, y cuando algunos de ellos me pidieron que les mostrase mis nalgas, yo hice un poco más que eso, al mostrarles por completo mis nalgas y también mi coño, sin vergüenza alguna. Después de eso, debido al desorden que teníamos, creo que nos llamaron la atención, por lo que uno de los muchachos propuso que nos fuéramos a su casa, para seguir la juerga, a lo que yo tampoco me opuse.
En el trayecto, yo me sentaron en el asiento posterior, entre dos de mis compañeros, los que al igual que en el Pub, comenzaron a tocar todo mi cuerpo descaradamente, sin que tampoco me opusiera a ello, mientras me daban de tomar otra cerveza. Cuando llegamos a la casa, ya esos dos compañeros de clase, me habían quitado las pantis y me introducían sus dedos dentro de mi coño sabrosamente, lo que tontamente me pareció bien gracioso. Tanto que apenas llegamos a la casa, me imaginé lo que me esperaba. Cuando apenas pasamos por la puerta varios de ellos me comenzaron a desnudar, me puse a reír como una tonta, como nunca antes lo había hecho. Aun sabiendo lo que me podía suceder, pero todo me parecía tan gracioso, que no podía negarme a que me siguieran haciendo, lo que ellos quisieran hacerme.
Así que cuando me colocaron sobre el sofá y varios de ellos también se quitaron toda su ropa, seguí con mi ataque de risa. De inmediato cuatro de ellos me saltaron encima prácticamente, besándome por todas partes, y acariciando mi coño así como mis tetas y hasta el hueco de mi culo. Lo que me produjo una gran satisfacción, quizás por ser la primera vez en la vida que alguien me hacía eso. Entre los besos y caricias, comencé a sentir como algo se introducía dentro de mi coño, produciéndome mayor placer, casi de inmediato otro de los chicos me tomó por las caderas y sentí como me introducían algo por el culo que aunque me resultó doloroso, también terminé disfrutándolo profundamente. Yo me encontraba a la completa merced de ellos, así que al poco rato, también me pusieron a mamar, lo que hice al mismo tiempo que los otros dos me estaban follando.
Después de eso, el resto del tiempo me la pasé recibiendo verga por todos los huecos de mi cuerpo, una y otra vez, sentía como me enterraban y sacaban de mi coño, de mi culo o de mi boca, alguna de las vergas de mis compañeros de clase. Mientras que yo sentía un inmenso y tremendo placer cada vez que lo hacían. Sin importarme las consecuencias, ni lo que llegasen a pensar de mí, no pensaba en otra cosa que no fuera en seguir dejándolos que me siguieran dando verga por todas partes. Hubo momentos en que me quedé dormida, y al despertarme, me volvían a dar otra cerveza, y casi de inmediato me enterraban otra verga, cuando no era que yo misma la buscaba.
Eso fue así por los dos días que me tuvieron encerrada en esa casa, hasta que en cierto momento al despertarme, me encontré completamente sola y desorientada, al salir a buscar a mis compañeros de clase, ni cuenta me di dé que estaba sin ropa. Comencé a caminar, hasta que llegué a una carretera y un auto por poco y me arroya. Cuando la policía me llevó al hospital, donde me hicieron todos los exámenes, según la fiscal del caso en mi cuerpo había tanta droga, que tuvieron hospitalizada por casi dos semanas. La verdad es que no me acuerdo que me hayan dado algo aparte de las cervezas, pero después de pensarlo mucho, se tomaron mucho trabajo, para hacer algo que de manera voluntaria ya estaba dispuesta hacer, claro que eso no se lo he dicho a mis padres.
...Hermanito, ya no sigas. No sabes lo que haces”.-Me decía llorando Astrid.
Yo, cegado me dije a mí mismo que si ya había llegado hasta ahí, no podía irme sin meterle el polvo...
Relato erótico enviado por charly_bo el 11 de June de 2012 a las 00:00:02 - Relato porno leído 247198 veces
Si te ha gustado No fue lo que sucedió, sino como pasó. vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar No fue lo que sucedió, sino como pasó..
narrador
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
cunimicita
(4 de February de 2009 a las 11:24) dice:
me fascina, y más cuando la mujer permiten o no que varios hombres disfruten de su cuerpo katebrown
(18 de October de 2022 a las 22:21) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:55) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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