Noche Buena

Pamela era una madre joven, apenas tenía 24 años y ya tenía dos pequeños niños, una linda niña de unos 5 años y un travieso varoncito de 2 añitos, el cual era no solo la alegría del hogar, si no el verdugo de su hermana, pues su travesura favorita era pegarle a su hermana con cualquier juguete, juegos de niños, nada grabe, pero la navidad se acercaba así que Pamela como buena madre destino una tarde a ayudar a sus pequeños niños a escribir su carta para San Nicolás.

La joven madre se sorprendió al ver la que su pequeña nena había escrito con sus curiosas letras “quiero un hermanito, bueno” la chica esbozo una sonrisa pues no creía que lo que hiciera su hijo más pequeño fuera para tanto, pero lo dejo pasar, y mientras ella seguía con sus qué aceres, los niños jugaban.

Cabe mencionar que Pamela al ser joven tiene sus carnes muy bien distribuidas, es morena de cabello lacio, labios carnosos, un buen par de tetas, una cintura pequeña, cadera pronunciada con buenas piernas y unas nalgas que se veían duras y firmes, la chica mantenía ese cuerpo con sesiones diarias en el  gimnasio y era constantemente acosada por miradas morbosas de los vecinos.

Los días pasaron y la navidad había llegado así que temprano en la noche Pamela junto con su esposo llevo a la cama a sus hijos, los cuales no tardaron en quedarse dormidos, lo cual aprovecho la joven pareja para salir a la cocina y cenar con sus amigos, familia y seres queridos, era una navidad normal, nada extraordinario pero mientras las horas pasaban, Pamela se empezó a sentir cansada así que decidió irse a dormir en la habitación que estaba al fondo de la casa, donde nadie la molestaría y al estar apartada no escucharía la música.

La chica llego al cuarto y se recostó en la cama donde rápidamente se quedó dormida, en ese momento una la figura de un hombre apareció en la habitación, al estar ella sola y dormida no se dio cuenta de que era San Nicolás el que había aparecido en su habitación y detrás de él estaban dos pequeños enanos que eran sus duendes, los cuales no se parecían en nada a los que se ven en las caricaturas pues eran regordetes y tenían cara de hombres molestos además de una barba mal rasurada y ser muy robustos pero bajitos de estatura pues debían medir cerca de 1 metro o menos, San Nicolás se dirigió a ellos:

-En este frasco está el esperma del esposo de esta señora, su hija me pidió un hermanito y como ha sido muy buena niña se lo daré, tomen en frasco y vacíenlo adentro de su vagina, mientras levantan sus piernas para que se le valla todo, yo en tanto pondré los regalos abajo del árbol

San Nicolás les entrego a los duendes una pipeta con un líquido blanco adentro de ella, y se retiró, pues ya había dado instrucciones, los duendes rápidamente se dirigieron a la mujer que ya hacía en la cama dormida completamente, los duendes la vieron de pies a cabeza, estaba ahí tumbada recostada de un lado y solo tenía puesto un diminuto vestido color vino de minifalda y unos tacones altos color beige, la chica estaba muy buena así que uno de los duendes no pudo evitar decir un comentario:

-Mira que buen culo tiene esta puta

Mientras con una mano le acariciaba la pierna subiendo por debajo de la falda hasta tocar toda su nalga desnuda, lo cual le sorprendió mucho y levantando un poco la falda con delicadeza, tratando de no despertar a la hembra vio debajo de la misma y exclamo:

-Mira nada más, la muy putita tiene una tanguita de hilo dental, y apenas alcanza a cubrirle la panocha

Excitado a más no poder el duende saco la mano de debajo de la falda de Pamela e inmediatamente la dirigió al paquete que se había formado entre sus piernas, mientras tanto el otro duende buscaba algo adentro del morralito que cargaba con una mano y en la otra tenia sostenido la pipeta que le había dado San Nicolás y justo cuando el duende que tenía sostenida la pipeta decía con alegría:

-A lo he encontrado

El otro se acercaba a él y con entusiasmo le daba un codazo de complicidad pero tan bruscamente que hizo que el duende que tenía sostenido la pipeta la soltara haciendo que esta se rompiera en muchos pedazos y derramando todo el líquido que había dentro desperdiciándose completamente.

Los dos duendes se miraron mutuamente y diciendo:

-¿Que aremos ahora?

Se sentaron uno junto al otro quedándose pensativos y mientras estaban ahí tratando de encontrar una solución a su problema uno le pregunto al otro:

-¿Que buscabas en el morral?

Mientras el otro tomaba entre sus manos un pequeño frasco que no era otra cosa que un gotero y enseñándoselo a su compañero le dijo:

-Buscaba esto, es una droga mágica que hace que los humanos estén despiertos y a nuestras ordenes, pero ellos piensan que todo es un sueño y a la mañana siguiente así lo recuerdan, como un sueño, lo iba a usar para que ella pusiera de su parte cuando le metiéramos la pipeta

El otro entusiasmando, dio un salto de alegría y le dijo a su compañero que ya lo tenía todo solucionado y su compañero con cara de asombro le preguntaba:

-De que estas hablando, el frasco se rompió

Y el otro a su vez le explico su plan:

-Mira, tú le hechas de esa droga mágica así que la despertamos, nos la cogemos hasta que quede completamente llena de leche y por consiguiente embrazada y a la mañana siguiente ella pensara que tuvo un sueño húmedo.

El otro duende todavía no estaba convencido pero tampoco quería que San Nicolás lo regañe así que sin decir palabra alguna se puso de pie y toma el gotero entre sus manos, y dejando caer dos gotitas de esa droga encima de la cabeza de Pamela se giró y le dijo a su compañero:

-Listo, ahora puedes hacerlo

El otro no cabía en sí mismo, no podía creer su suerte, así que de inmediato se lanzó encima de la chica y parado en la cama tomo con una mano la falda de la mujer y se la jalo hacia arriba haciendo que Pamela despertara y volteara a verlo rápidamente, el duende se quedó inmóvil, no sabía si la droga funcionaria, pero la chica como hipnotizada no forcejeo y solo se quedó inmóvil por lo cual el duende que ya le había subido la falda hasta la cintura se bajó los pantalones dejando al descubierto su diminuto pene, la chica lo miro y estando claramente bajo trance, exclamo:

-¿Solo esto?

Pero el duende rápidamente hizo su jugada y jalándose el mismo las orejas hizo que su miembro diminuto y flácido creciera enormidades en pocos instantes y quedara extremadamente duro, gordo, grueso y venoso, la chica miro aquella verga que de un momento a otro había cambiado radicalmente su forma y tomándola entre sus delicadas manos empezó a acariciarla mientras el duende solo miraba con una sonrisa en los labios como la chica jugaba con su pene.

Pamela como si estuviera ida, balbuceaba:

-¿Cuánto medirá?

El duende acercando su cara a la de Pamela le dijo:

-¿En realidad quieres saber?

Y el duende con una cinta métrica en la mano le dijo:

-Pues toma

Pamela como un niño en navidad tomo la cinta métrica y empezó a medir, primero el grosor para sorpresa de Pamela el duende tenía 20.5cm de grosor y estaba extremadamente lleno de venas, ahora seguía lo largo y la chica nuevamente manipulando la cinta métrica midió desde la base hasta donde empezaba el glande, atónita la chica vio como la cinta marcaba unos 38.2 cm justo cuando el duende le dijo que el glande también debía ser medido para sorpresa de la chica la cinta ahora llego a unos 42.5cm.

Impactada por el tamaño Pamela volteo a ver a los ojos al duende mientras en sus labios se dibujaba una sonrisa y sin perder tiempo empezó a masajear aquel enorme pene para que luego lo se arrodillara en la cama y engullera el miembro del duende haciéndole una mamada, en tanto el enano se agarraba al cabello  de la chica para clavarle más al fondo aquella verga, la chica solo empezaba a hacer arcadas pues seguramente esa enorme verga le llegaba bien hondo en la garganta y mientras en la habitación solo se escuchaba un sonido acuoso, el otro duende miraba atónito como Pamela estaba arrodillada en la cama con el culo al aire y tragándose la verga de su compañero.

La pareja estaba completamente concentrada en sus asuntos ella en chupar aquel nabo y el en enterrarle la verga en la garganta lo más profundo posible así que ninguno de ellos se percató de cuando el otro duende se acercaba por la espalda de la chica asía ellos, fue solo hasta que este último tomo en sus manos aquella diminuta tanga de hilo dental blanca y la jalo con todas sus fuerzas, arrancándosela completamente a la chica, que el duende que estaba recibiendo la mamada recordó que su compañero estaba presente; Pamela trato de voltear a ver ¿quién le había quitado su hilo dental con tal brusquedad?, pero el duende a quien se la estaba chupando no se lo permitió, pues le sujeto la cabeza fuertemente clavándole el nabo en la garganta.

En tanto el otro duende, el que le había arrancado la tanga, contemplaba aquel culo ya desnudo y veía extasiado aquella panocha que estaba depilada y en donde estaban sus bellos púbicos tenían dibujado un corazón con aquel monte de venus, no cabía duda era una obra de arte ver aquella panocha desnuda, pero era tanta la excitación que ya tenía aquel duendecillo que no estuvo mucho tiempo mirando y rápidamente empezó a chuparle todo el queso a la chica y mientras subía y bajaba llegaba hasta el culo de la hembra de la cual se habían empezado a desprender fluidos vaginales.

Mientras le estaban chupando el conejo, ella seguía chupando aquella enorme verga y ya la teniéndola puesto en cuatro fue más pronto que tarde que los duendes quisieron intercambiar posiciones, así que moviéndose habilidosamente intercambiaron puestos, solo dándole tiempo a la chica para jalar un poco de aire, pues aquel pene que estaba chupando la estaba asfixiando, pero su descanso no tardo mucho pues inmediatamente estuvo el otro duende enfrente de ella le junto su miembro en los labios para que otra vez degustara un mazacote, la chica así lo hizo y teniendo la boca llena nuevamente sintió como el otro seguía chupándola toda la entrepierna dejándola bien humedecida, desde su vello púbico hasta donde la espalda pierde su nombre, pasando y haciendo una pausa, una larga pausa en su ano, el cual la chica sentía estaba ya muy mojado por la saliva de esos dos hombrecillos.

La chica sentía chupando incapacitada para girar la cabeza y ver que ocurría a espaldas suyas, así que no pudo ver cuando aquel duendecillo que la estaba chupeteando ceso de su labor y se puso de pie en la cama, tomando su desproporcionado pene con sus manos y apuntándola directo a su panocha, fue solo hasta que sintió como aquel gordo glande se apoyaba en sus labios vaginales que se percató que sería penetrada por aquel duendecillo.

La chica estaba bajo los efectos de la droga mágica y se dejaba hacer, pero no por eso estaba del todo inconsciente así que la parte de ella que todavía estaba despierta le hizo entrar en razón y darse cuenta que los duendes no eran nada atractivos, de hecho eran bastante feos, por lo cual le causaban repulsión además de que recordó que ninguno de los dos duendecillos tenia preservativo puesto que se los había chupado a los dos y sintió como escurrían los fluidos de los penes,  por lo  cual la chica empezó a forcejear con todas sus fuerzas pero era inútil pues a pesar de ser pequeños de tamaño eran extremadamente fuertes, y por tal motivo le fue imposible a la chica zafarse de ninguno de los dos.

Mientras tanto Pamela solo sentía como aquel descomunal pene de duende invadía su vagina y mientras centímetro a centímetro el duende iva enterrando su verga en la vagina de la chicas, en los ojos de esta empezaban a brotar lágrimas, pues a pesar de haber sido lubricada por la saliva de los dos duendes, el enorme tamaño de aquel miembro le hacía daño.

La chica no podía gritar pues su boca estaba siendo follada por el otro duende y mientras el pene del otro estaba cada vez más adentro ella solo se resignaba a aguantar, mientras escuchaba como aquel hombrecillo decía

-Ya casi putita, ya casi, ya tienes la mitad adentro

El duende cerraba los ojos de placer mientras empujaba más y más hondo adentro de la chica, la cual se aferraba a las sabanas de su cama mientras sentía como era penetrada, los dos duendes la tenían empalada y sujetado fuertemente para que no se escapara, mientras uno le llenaba el conejo de embestida en embestida metiendo poco a poco su verga en la delicada panocha de la chica hasta que no aguantamos más y sujetándose fuerte a las caderas de la joven madre, empujo con todas sus fuerzas llevando su pene a lo más profundo de la hembra haciendo que de esta se desprendiera un fuerte grito el cual fue rápidamente tapado por la verga del otro duende quien le dijo a su compañero:

-Ponla encima de ti para que le puede poner el nabo entre las tetas

El otro duende deseoso de ver la morbosa escena cargo a Pamela por la cintura sin sacarle la verga y la jalo encima de él dejando a la chica boca arriba haciendo que le fuera imposible a la chica seguir chupando la polla del otro duende, mientras el que se la tenía clavado la sujetaba por la muñecas sin dejar de retacarle la verga en el conejo, la chica solo jadeaba y dejaba salir gemidos en cada arremetida que le daban.

El otro duende por su parte le jalo el vestido hacia arriba tratando de sacárselo por la cabeza, pero la posición en la que estaba la chica se lo impedía así que opto por dejarlo lo más arriba que pudiera dejando las tetas al aire y aprovechando eso para poner su pichón entre aquellos hermosos pechos, los cuales tomaba en sus manos y hacia que apretaran la verga que el previamente había puesto entre ellos y mientras Pamela le hacia una cubana a aquel duende el simplemente le bombeaba y le bombeaba mientras la chica gritaba:

-Para, para, me duele, por favor más despacio

Pero el duende no le hacía caso hasta que con todas sus fuerzas la empujo para arriba zafándola de su verga y tirando a su compañero por todo el techo hasta que cayó a un costado de la cama, mientras que el que la había empujado exclamaba:

-Esta posición no me gusta, siento que no te tragas toda mi verga así

Y mientras él se tiraba boca arriba en la cama le decía:

-Ahora si ven aquí, quiero que te montes y me dejes ver esas tetazas mientras te la meto toda

Pamela no quería, pero los efectos de la droga hacían que ella obedeciera y mientras horrorizada veía como su cuerpo se movía en contra de su voluntad, el otro duende ya hacía en el piso de la habitación aturdido por el golpe que se había dado al ser lanzado por la habitación pero poco a poco se recuperaba solo para ver como la chica ya tenía todo el vestido arremangado en la cintura y estaba con las tetas al aire, el sexo desnudo, solo unos tacones de los que no se había despojado y agachándose encima de su compañero mientras con una mano sostenía la verga y ella misma la apuntaba hacia su sexo pues se veía claramente como aquel glande ya había empezado a separar los labios vaginales mientras entraba poco a poco, la cara de la chica era de dolor mientras se enterraba cada vez más hondo aquella verga hasta que desapareció completamente adentro de ella, fue justo cuando el duende que ya la tenía clavado nuevamente puso sus manos encima de las nalgas de la chica y empezó a bombearle la verga en la panocha haciendo de ella gritara nuevamente.

-AAAAAYYY cabron duele

Pero el duende seguía clavándosela y su compañero veía atónito como la verga aparecía y desaparecía toda de adentro de Pamela, mientras su amigo claramente excitado le apretaba las nalgas separándolas y dejando a la vista aquel diminuto agujero que tenía la chica por ano solo para acercarse por la espalda a ella y curiosamente empezar a masajear las nalgas, la chica volteo a ver ¿quién era el que le estaba sobando? y miro como aquel duende estaba perdido admirándola y con la verga bien parada, la chica volteo otra vez la cabeza a su posición original y vio como el que se la tenía clavado había empezado a chuparle las tetas y no solo eso, las succionaba y mordía mientras la chica solo le decía:

-Cuidado, más despacio, me haces daño

Pamela estaba empezando a sentir placer por la clavada que le estaban dando pero su idilio fue interrumpido cuando sintió como algo empezaba a presionar contra la estrecha entrada de su culo, rápidamente volteo a ver solo para encontrarse con la escena de que el duendecito que la estaba sobando ya se había subido en la cama y tenía apoyado su verga contra la entrada del culo de Pamela, la cual empezó a chillar y a forcejear:

-NOOOO, por ahí no, por ahí no se los ruego, jamás me lo han hecho por ahí

Pero los duendes no le hacían caso y solo al escuchar el comentario de Pamela de que nadie se lo había hecho por atrás el que estaba a punto de romperle el culo se puso más caliente y aferrándose a las caderas de la chica empujo toda su verga de una sola embestida al interior de la chica, la cual pego nuevamente un grito de dolor

-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

Mientras el que ahora se la estaba culeando decía:

-A que rico aprieta, nunca había tenido un culo virgen apretándome la verga

La chica solo apretaba los dientes mientras ahora los dos duendes empezaban a embestirla los dos al mismo tiempo haciendo que el que se la estaba clavando por el culo le causara mucho dolor, pero solo por un rato pues al cabo de unos minutos el culo de Pamela  ya había empezado a adecuarse a la enorme macana que tenía enterrada por atrás.

Y mientras ella solo sentía como las vergas entraban y salían de su cuerpo, no podía describir la sensación que sentía adentro de ella, pues era la primera vez que alguien tenía la dicha de encularla, y en el culo sentía una mescla rara de entre dolor y placer que hacían que de la chicas se empezaran a desprender leves gemidos, mientras el que se la tenía clavado por la panocha no le soltaba las nalgas y tampoco dejaba de chuparle, succionarle y morderle los pezones.

Pamela sentía como su propio cuerpo la traicionaba pues estaba muy mojada y para los duendes no paso desapercibido pues rápidamente uno de ellos hizo un comentario:

-¿Sientes como esta puta esta mojada? Hay que darle más duro para que se corra

Y así lo hicieron los duendes pues inmediatamente aceleraron el ritmo provocando que de Pamela se desprendieran fuertes gritos de placer y dolor pues el culo aun le dolía, pero no lo demostraba porque al cabo de unos minutos ella misma empezó a mover sus caderas subiendo y bajando de las vergas que le tenían ensartado aquellos machos cortos de estatura provocando que los penes le llegaran aún más al fondo, hasta el punto en el que ella sentía como se corría y dejando salir un gemido de placer decía:

-AAAAAAAAAAAAAAAYYYYYYYY me corro cabrones, me corro

Los duendes solo sonreían y seguían bombeando a la hembra la cual se estaba entregando ya totalmente, hasta que el que se la estaba metiendo por el conejo ya no aguanto más y agarro fuerte a Pamela de las  nalgas dejándole la verga bien adentro mientras sus ojos quedaban en blanco  y la chica solo sentía como su interior se llenaba de la leche del duende, la chica inmediatamente grito:

-No, por favor, adentro no, me quedare embarazada

Pero era demasiado tarde, el duende se había corrido adentro de la chica y mientras el pene empezaba a reducir su tamaño el esperma empezaba a escurrir desde el interior de la vagina de la hembra, la chica solo imaginaba en que horrible seria quedar embarazada de ese feo duende, solo hasta que el que se la estaba culeando le saco la verga de su ano que ahora estaba bien abierto y rijo por la irritación, la tomo de las caderas y la jalo haciendo que la chica quedara sentada en la cama, mientras con una mano sujetaba la cabellera de la hembra y tirando de ella hizo que ahora si Pamela quedara completamente boca arriba tumbada en la cama, el duende que todavía estaba empalmado se subió a la cama enfrente de la chica y empujo a un lado a su compañero que estaba ahí tirado en la cama recuperándose de la corrida que había dejado adentro de la chica.

El duende tomo su pene erecto en su mano y con la otra separa las piernas de la chica haciendo asía un lado una de ellas,  y poniendo la cabeza de su pene en la entrada de la vagina se había colocado en posición, Pamela solo estaba ahí mirando como aquel duende se disponía a penetrarla nuevamente, mientras sentía como aquella verga entraba en su interior hasta que el duende de un solo golpe se la clavo toda provocando que Pamela dejara escapar un grito de placer.

Y teniéndola nuevamente clavada el duende empezó a bombear frenéticamente mientras ella se aferraba a él para que no se lo sacara, no cabía duda la chica ya estaba completamente fuera de sí, por momentos la chica miraba al duende y veía como este hacía gestos de placer mientras le enterraba toda la poronga, pero fue solo hasta que vio como en una arremetida que le dio mientras se aferraba a sus nalgas y como el otro duende había puesto sus ojos en blanco que la chica regreso de su mundo de placer y se dio cuenta que este duende también le llenaría la concha de su leche

Pamela nuevamente empezó a forcejear, pero era demasiado tarde el duende se estaba corriendo adentro de ella y no se la iba a sacar, la chica sentía como la su concha se llenaba una vez más de los mocos de duende, hasta que este termino de correrse y como su compañero su verga empezó a quedar flácida, el duende se quitó de encima de la yegua y se dirigió a donde había dejado sus pantalones dejando a la chica tumbada en cama, lo cual aprovecho para arrodillarse en la misma y con una mano empezar a inspeccionar el interior de su conejo solo para confirmar lo que ya sabia pues sus dedos salieron completamente empapados de esperma.

Intempestivamente la chica sintió unas ganas enormes de dormir pues el duende que había terminado primero ya estaba a las espaldas de la chica y le estaba rociando un polvo que seguramente era un somnífero haciendo que la chica rápidamente se quedara dormida.

A la mañana siguiente Pamela despertó en la cama con su marido tumbado a un lado y con unas ganas enormes de ir al baño y mientras ella estaba a solas en el W.C. solo trataba de recordar la noche anterior como si todo hubiera sido un sueño. Fue solo hasta que sintió que su culo le dolía y que se percató que su tanga no estaba  que pensó “¿pudo haber pasado en realidad?” pero rápidamente descarto la idea y se convenció a si misma de que seguramente su esposo habría aprovechado que ella estaba completamente dormida para desvirgarle el culo.

Pero nueve meses más tarde Pamela  dio a luz a un bebe que a pesar de parecerse a ella, no tenía ni el más remoto parecido a su esposo, sin embargo la pequeña hija de Pamela ahora ya tiene el hermanito bueno que tanto queria.