Noche de antro y perdí mi virginidad

La verdad no me arrepiento de haberle entregado mi primera vez porque lejos de dolerme la verdad lo disfrute muchísimo, ese chico me llevo a la gloria y eso nunca lo olvidaré. Luis uno de los chicos más lindos y populares de la escuela, alto como de 1.70, cabello claro y ojos cafés. Él fue quien me hizo mujer y creo no fui la primera, era un chico con mucho éxito con las chicas debido a su atractivo físico, muchas chavas de la escuela querían entregarse a él y se rumoraba que algunas habían perdido su inocencia en sus brazos, creo yo me sume a ellas.
Yo había sido una chica más o menos bien, estaba cerca de cumplir los diecinueve y aun conservaba mi pureza. Claro como toda chica me gustaba besarme con chicos o tomar con mis amigos pero a pesar de eso logre que nadie me llevara a la cama, en esos meses se acercaba la graduación del bachillerato y todos estábamos por ir a la universidad. Antes de la graduación los compañeros de varios grupos organizaron una party en uno de los antros más cool de la ciudad para festejar, la verdad nunca planee ser desflorada esa noche.
Aunque de ante mano ya sabía que Luis desde hace tiempo me andaba queriendo ligar pero yo no le hacía mucho caso debido a su reputación pero debo admitir que no me era tan indiferente, sin embargo al saber que no tomaba a nadie enserio me hacía por rechazarlo. Esa noche de sábado llego por fin, era un sábado 23 de mayo. Me arregle bien bonita aunque no tenia novio, mi mamá me compro un lindo vestido rosa de falda corta para el baile de graduación pero decidí usarlo desde esa noche, me puse tacones altos y me solté el cabello, me deje visto en el espejo la verdad sin presumir me veía bien linda,
Ahí por fin en el antro me sólo estaba con mis amigas tomando vodka con soda, debo admitir que cuando se trata de antros yo me pongo bien loca y me dejo bailar con quien sea, la música y el ambiente eran muy hot y todos estábamos poniéndonos a más no poder de locos. Luego de varias copas ya me sentí algo pasadita, no recuerdo con cuantos baile pero fueron varios chicos los que me tomaron y algunos de ellos los más atrevidos hasta me tocaban mi intimidad sobre la ropa, esta por demás decir que ya me sentía súper pasada de onda y excitada. Sin darme cuenta en esos momentos ya estaba con Luis, el me estaba perreando detrás de mí, sentía sus manos tocar mis muslos bajo la falda y buscar ansiosamente mi intimidad. Imagine que era cualquier chico de ahí por lo que me deje hacer de todo.

Me estaba dando un momento de gloria con sus toques, fue tanto que en pocos momentos tuve un glorioso orgasmo y mi ropa interior se mojo totalmente, al instante no pude evitar voltearme para ver quién era el niño que había logrado que me viniera tan rico y mi sorpresa fue tal al ver que era Luis que entre tantas chavas zorras que había en este lugar me había elegido a mí para cachondear.
Sin embargo no sé porque pero al ver que era él me fui de su lado y volví con mis amigas. A los pocos minutos nos fue alcanzar y el mismo nos pago una botella completa de brandi añejo, todas lo amaron y se lo querían comer por eso, una y otra de mis amigas se le estaban insinuando pero Luis sólo me veía a mí. La única que no prestaba interés en el, casi sin darme cuenta continúe tomando, cada vez estaba más borracha, pero aun podía tener el control. Luis de nuevo volvió a tomarme y continuo tocando mis partes intimas, esta vez con más atrevimiento. Sin pensar lo que diría el removió mi ropa interior y sentí como metió su dedo en mi culo, estaba loca de placer ya ni pensaba las cosas.
Luis me besaba el cuello y bien que escuche como me dijo ¡Ámbar quiero metértela amor! Yo lo bese y me fui yendo del antro con él, creo ni mis amigas se dieron cuenta de eso, al salir aunque movida pero me percaté que estaba lloviendo mucho. Luis me subió a su auto, me iba llevar a un hotel de la ciudad, la verdad me sentía un poco mal por el alcohol y tenía un poco de nausea, también me sentía confundida y atemorizada al imaginar que sería desflorada por él en pocos momentos. Había trafico debido a la lluvia y creo el estaba más inquieto que yo, era obvio que estaba muerto de ganas de hacerme suya.
Cuando al fin estábamos avanzando ya casi llegábamos al hotel donde me iba a llevar, en esos momentos la duda y el miedo fueron más intensos y gritándole le dije que parara su auto, casi me salgo aun con el auto en movimiento. Luis no tuvo alternativa y estaciono su auto en la carretera, yo como loca salí huyendo de su auto, corrí a más no poder sin ver que me venía siguiendo. Me adentré en un parque que por la lluvia estaba todo desierto, antes de avanzar más Luis me detuvo y me sujeto con fuerza ¡No mi amor, esta vez no te escaparas de mi, te deseo tanto! Me decía con mucha rabia, debido al mareo del alcohol no tenía fuerzas para huir de él.
Luis me retranco a un árbol, con rudeza subió mi falda y bajo mis pantis hasta mis rodillas. La lluvia nos caía perfectamente y estábamos bien mojados, sentía sus labios besar mis nalgas y con sus dedos tocaba desjuiciadamente mi zona intima ya sin pantis, el tiro de mi cabello con coraje como a un jinete a una yegua.
Pude ver como se puso el condón, sabía que había llegado el momento. Sin pensarlo yo misma agarre su pija y me lo puse en mi intimidad, no hubo nada de preámbulo y fácilmente me la metió hasta dentro mi vagina, no sentí nada de dolor, sólo sentí como mis labios se abrieron dándole paso a ese maravilloso miembro que me desfloro, quería gritar de placer a cada embestida que Luis me daba, su miembro entraba y salía de mi intimidad con total lubricación.
Luis me estaba haciendo el amor deliciosamente lindo, me estaba llevando a la gloria. Las gotas de lluvia y su penetración estaban creando en mi un total éxtasis del que no quería despertar jamás, Luis tenía mucho aguanté parecía que no se cansaba de hacérmelo. Momentos más tarde me la saco de mi vagina y me dio vuelta pero el idiota no aguanto y se vació antes que pudiera penetrarme analmente, se quieto el preservativo y le dejo tirado ahí mismo. Sin decirme nada se vistió y camino alejándose de mí, no podía creer que ahora luego de robarme mi inocencia me estará dando la espalda pero es que sabía perfectamente como era, yo misma me toque mi intimidad y note que tenia rasgos de sangre, me acomode mi vestido y camine hacia mi casa sin tomar ningún auto, quería ordenar mis ideas aunque seguía lloviendo.