En verdad era amoroso y me atraía a pesar de su juventud o a lo mejor era lo que mas me atraía. Paparece mi hijo que venía jugando con su amigo y este al tratar de subirse a la silla casi me derriba de ella, menos mal que su amigo me afirma…, claro que por el apuro no se fijo donde puso sus manos para afirmarme y una de ellas se ubicó en mi trasero por debajo de mi corta falda entre mis nalgas, la otra cae en mi estomago por debajo de mi blusa sintiendo en mis carnes la tibieza de esos dedos duros y firme que me agarran para no caerme aprisionando mi vientre, me recorrió un golpe eléctrico por mi columna al sentirme tocada por este impúber y joven macho, y sentir la tibieza de su piel y la dureza de sus dedos erizaron los pelos de mi nuca, alborotando mis adrenalinas estremeciéndome de placer. Creo que hasta se me mojo mi vagina. ero este chico no seque tenía que atraía mi mirada,
Relato
Norah
Por necesidad con mi marido que estamos casados hace ocho años y tenemos un chico de cinco, tuvimos que arrendar parte de la casa, como era grande la dividimos en dos de dos dormitorios cada una, mas otra pieza para comedor sala de estar y como habían dos baños uno para cada familia, lo único que tuvimos que dividir agrandándola fue la cocina.
Mi marido que no es viejo tiene 30 años, nunca le ha importado mayormente el sexo y a veces pasábamos una semana o mas sin estar revolcándonos juntos en la cama, además que llegaba casi siempre cansado, comía y se acostaba.
Llegó a nuestro lado arrendándonos la media casa un matrimonio de unos 40 años con su hijo de 15 años, era delgado, pero se notaba que gustaba del deporte pues lo veía en el patio que compartíamos colgándose de los árboles y flexionando sus brazos para desarrollar sus músculos, delgado, pero tenía su cuerpo duro por los juegos que desarrollaba, era gran amigo de mi hijo con quien jugaba siempre unos minutos a pesar de los cinco años de mi hijo y este lo adoraba a su amigo Leo.
A pesar de mi edad, 28 años, aun sigo estando muy bien de belleza, sin duda gracias a que se cuidarme. Mido 1.65 de estatura, luzco un cuerpo en perfecta forma y con un abdomen plano y sexy, mis pechos son normales o sea no los tengo muy grandes como otras mujeres, mis nalgas son muy provocativas y notables en especial cuando uso faldas ajustadas, mis piernas están perfectamente torneadas y bellas. Soy una mujer casada desde hace ocho años y de este matrimonio como conté anteriormente tengo un niño actualmente ya de casi seis años, no es por hacerme la muy decente pero si debo aclarar que jamás hasta el día de hoy le había sido infiel a mi marido pues además de ser una mujer muy moral, también soy religiosa, ni siquiera me había dedicado a mirar otro macho que no fuera mi marido, pero este chico no seque tenía que atraía mi mirada, además era simpático y cuando me veía cargada iba y me ayudaba en la carga muy ceremoniosamente diciéndome cosas muy agradables como…, permítame no deseo que sus brazos se estiren, para eso tiene este esclavo… o, demasiada carga para una belleza la va a deshojar el esfuerzo…, un cuerpo tan delicado y bello no debe esforzarse habiendo un macho cerca, permítame…
En verdad era amoroso y me atraía a pesar de su juventud o a lo mejor era lo que mas me atraía.
Un día me encontraba colgando mi ropa recién lavada y estrujada por la lavadora y la aireaba subida sobre una vieja silla, vestía una corta, en verdad más que corta falda amplia y vieja que ocupaba para el aseo, apenas me cubría mis piernas y con el viento, por lo delgada, se movía mostrando mis calzones a quien mirara, además de mis bien redondeadas piernas…, aparece mi hijo que venía jugando con su amigo y este al tratar de subirse a la silla casi me derriba de ella, menos mal que su amigo me afirma…, claro que por el apuro no se fijo donde puso sus manos para afirmarme y una de ellas se ubicó en mi trasero por debajo de mi corta falda entre mis nalgas, la otra cae en mi estomago por debajo de mi blusa sintiendo en mis carnes la tibieza de esos dedos duros y firme que me agarran para no caerme aprisionando mi vientre, me recorrió un golpe eléctrico por mi columna al sentirme tocada por este impúber y joven macho, y sentir la tibieza de su piel y la dureza de sus dedos erizaron los pelos de mi nuca, alborotando mis adrenalinas estremeciéndome de placer. Creo que hasta se me mojo mi vagina. Me ayuda a bajar de la silla recibiéndome entre sus brazos sacándome suspiros de apasionamiento de sentirme cobijada por unos brazos rudos atléticos. Rápidamente me deslicé fuera de ellos o me desmayaba ahí mismo, agradeciéndole su amabilidad y destreza. Desde ese día lo miraba y deseaba estar entre esos brazos nuevamente,
Transcurren los días y como a los dos meses llega el invierno habiendo leña en el patio trasero voy en busca de esta para la salamandra, en el patio esta Leo y veo como antes de elevarse a un árbol se soba su entrepiernas con dureza, se notaba que su miembro estaba alterado…, al ennoblecer su cuerpo quedando colgado del árbol su bulto sexual se apreciaba de buena calidad y dimensiones, apenas cubiertos por un pequeño short de ejercicios, sin camisa y nada que cubriera su sorprendente dorso. Soy una mujer muy moral, también soy religiosa, ni siquiera me había dedicado a mirar otro macho que no fuera mi marido, pero este chico me atraía, aún mas cuando mi mirada se fijaba en su entrepiernas, mi vagina estaba húmeda por que no decirlo mojada… de solo verle su paquete sexual me lo imaginaba desnudo mirándolo desarrollado, rígido, dilatado
Dos días después mi hijo se lastima una pierna y Leo me lo atiende llevándolo a la posta y luego lo trae en brazos a casa y lo recuesta en su cama, mas calmado este se relaja y se queda dormido a causa del medicamento que le habían suministrado en su atención medica.
Abrazo agradecida a este muchacho y al abrazarlo le estimulo sus hormonas pues veo que trata de apartarme, pero decide aprovecharse del momento y junta su pelvis a mi cintura sintiéndole su pene dilatado al estimularse incrustándose entre mis muslos, me enloquece sentirme clavada por su joven y poderoso pene en mi cuerpo y sin darme cuenta lo abrazo mas fuerte y agasajo sus nalgas apretándolo contra mi cuerpo, seduciéndole a empotrarme con él, no es torpe el chico y responde acariciándome mis senos, recorre mi cuerpo mientras beso su cuello respondiéndome acariciándome en mi entrepiernas. Sentí como subía mi corta y delgada falda que ocupaba en casa, sentí el calor de sus manos en mis muslos y sentí deslizarse mi diminuta tanga camino del suelo… me acomoda en un sofá.
Fue entonces cuando comencé a sentir como se deslizaba dentro de mi cuerpo su verga, y a medida que me fue penetrando, a mi me brotaron lagrimas, no de dolor ni por nada malo, sino de felicidad. Así que cuando su cuerpo estuvo por completo en contacto con el mío y su miembro bien dentro de mí, yo comencé a mover mis caderas, al principio lentamente, sintiendo como entraba y salía su verga de mi vagina, pero a medida que continué moviéndome, Leo me apretaba más y más contra su desnudo cuerpo, proporcionándome un placer que yo ya creía olvidado.
Por un largo rato mi joven vecino y amante, me hizo sentir la mujer más deseada del mundo. Así que a medida que continuamos disfrutando el uno del otro, gemíamos y nos acariciábamos perturbados de placer. Me sentía la mujer mas feliz del mundo sintiendo ese juvenil pene empotrándome y abriéndome mis carnes vaginales llevándome a suspirar de pasión en mí entrega, a su vez este me tomaba mis senos y afirmándose de mis nalgas me asestaba duras penetraciones…, le di la vuelta, momento en que empecé a jinetearle saltando como una loca sobre su pene…, Dios mío la visión de sus pechos sueltos saltando de un lado a otro me excitó mucho mas inmediatamente mi pene creció aún más.
Empezó a gritar de tal forma que pensé que en cualquier instante vendría mi padre en las vecinas piezas para ver que pasaba, creo que se excito demasiado mojándome mi pene con su orgasmo, porque segregó de la vagina un liquido que escurrió por mi entrepiernas, rápidamente me acaricia tocándome el pelo, y al oído me susurró, mételo quiero sentir tu leche en mis entrañas, la giro y a lo perrito la poseo asestando duras arremetidas contra su vagina y entrañas no parando hasta que ella nuevamente se estresa en un nuevo orgasmo y yo eyecto en su matriz mis ríos de semen .. Caímos ambos agotados en la cama.
Luego de un descanso ella se acomoda y jugando con un dedo sobre mi pecho dice, eres fantástico como macho, me saciaste plenamente, quiero ser tu amante, pero debemos cuidarnos hay muchos ojos y recuerda que soy casada y tu tus padre te cuidan como su adorado hijo, pero quiero sentirte no una sino varias veces mas en mis entrañas saciándonos mutuamente..., ¿qué contestas?..., casi me atore al contestar rápidamente que si, que también lo deseaba. Desde hoy tenía una hembra dispuesta a recibir mi semen en su carnales entrañas y ser mi amante.
Durante estos años que ya suman tres, ella sigue, cuando podemos, siendo mi hembra. El año recién pasado quedo embarazada de mis vaciamientos de semen en su matriz y ahora tiene un hijo de casi cuatro años y una nena de casi un año que fecundé en su matriz. Es feliz y así me lo demuestra en nuestros frecuentes encuentros siendo ella infiel a su marido y entregándome placenteros apareamientos para saciar mi erotismo.
Su marido varias veces le a ofrecido cambiarse de casa, pero ella se niega diciéndole que aquí se siente protegida y le aman sus hijos, eso si nada le dice de que aquí tiene su amante, que la complace y descarga sus emociones en unos deliciosas cópulas.
Y el no perdió ni un segundo de el momento, me dijo con mucha morbosidad ¡Ahora puta súbete la falda y retráncate en la pared! Yo con rabia fui subiendo lentamente la falda de mi vestido hasta mi cintura, el se alejo unos metros deleitándose con mis piernas, yo vi clarito como su verga creció dentro su pantalón, tomo una cama fotográfica sacándome varias fotos en esa pose tan humillante para mí.
Relato erótico enviado por Anonymous el 11 de September de 2009 a las 23:52:41 - Relato porno leído 160822 veces
Lucia es una mujer casada, pero aun joven de unos 34 años senos grandes y un culo generoso además que tenia un rostro muy bello, pero lucia aunque tenia esposo y tres hijos que le hacia parecer una dama, a ella le encantaba follar a menores entre 13...
Relato erótico enviado por sexolito el 10 de April de 2005 a las 00:02:30 - Relato porno leído 156464 veces