Norma y su hija Stephanie mis amantes

Voy a contar lo que sucede en mi casa de residencia donde tanto yo como mujer madura tengo 33 años, estoy casada con un hombre en casa nada material falta, pero este hombre falla en algo fundamental para tener satisfecha a su mujer, falla en el sexo, tiene 42 años de edad y parece un viejo de 60, nunca esta con apetitos carnales, tengo que andar detrás de él para que se digne a satisfacerme en lo carnal a lo menos unas cuatro veces en el mes..., no soy una ninfómana, pero necesito las atenciones del macho a lo menos un par de veces en la semana, con mi marido si me descuido pasa el mes y el feliz mientras para satisfacerme debo recurrir a mis dedos o un consolador en mi vagina y así aplacar mis deseos carnales. La muestra es que en 16 años de casados apenas tengo una hija Stephanie de 15 años y esta chica es igual a mi, es caliente y anda pensando con quien le gustaría que la poseyese y la transforme de niña a mujer, con un buen sexo en un delicioso y satisfactorio apareo en su cama.
Ustedes comprenderán que mi cuerpo no es deforme, tengo unos parados y firmes senos, llaman la atención en los machos de la calle, mi trasero sin ser contundente es paradito y bien formado, mis piernas son lo mejor de mi cuerpo sacan silbidos de pasión en los hombres. Cuando subo al metro u otra locomoción y no hay asientos por lo que debo viajar de pié, rápidamente pasan apoyándose en mi trasero machos que aprovechan de refregarse en mi cintura, algunos mas audaces hasta recorren mi cuerpo con sus manos. Normalmente en cada salida llego a casa ávida de sexo y mi marido esas tarde noches me dice, estoy cansado, mañana me espera una loca mañana, tengo sueño... y yo al baño a saciarme sola masturbándome, nunca le he puesto los cuernos a mi marido, pero lo estoy pensando, claro que temo la incomprensión de los machos que todo lo comentan en el bar... bueno esa es mi vida.
Como la casa es grande mi marido la dividió en la casa y un departamento con su dormitorio, una pequeña cocina americana y un comedor sala de estar... hace dos meses que esperamos alquilarla, pero no hay personas solas para arrendarla, siempre llegan matrimonios y matrimonios con hijos, el patio es común por lo que tenemos mucho cuidado con las personas que llegan.
Hoy vino acompañando a mi marido uno de sus jefes que recién llega a la ciudad y necesita un espacio para descansar y dormir..., este macho que tengo por marido le conversó de sus anexo y este vino a mirarlo, es un muchacho joven apenas de 24 años, buen fisco delgado, pero no flaco, bonito rostro, el aspecto en general activo mis hormonas brincaron de placer apoyando su elección.
Mi hija Stephanie también aprobó la elección de este macho, tenía buen genio y aspectos positivos en su estructura.
Cuento corto lo tenemos instalado en el anexo, Lleva dos días y ha venido a media mañana a acomodar sus cosa que por falta de tiempo no había podido, este anexo tiene entrada propia, pero es por el patio así que lo vi cuando ingreso. Como buena anfitriona me acerque a ver si necesitaba algo cuando me desocupe, ¡Oh, que placer!, verlo solo en short con su cuerpo transpirando por el esfuerzo que estaba haciendo..., le digo si ayudo en algo me dice estoy terminando en hacer mi cama dígame si esta correcta.., y me hace pasar, en casa estaba sola mi marido trabajando, mi hija en clases, eran las 10:30 horas y hasta las 15:30 horas no llegaría nadie a mi casa tenía mas de cinco horas para colaborar con este macho que la verlo así como está revolucionó mi cuerpo, mis hormonas encendieron la llama de la pasión y mi vagina se humedeció con los fluidos que bajaron de su matriz al ver un macho potente y joven en plenas labores, pero mas me gustaría a mi hacerlo transpirar al abrazarme y besarme y por que no a lo mejor saciarme con el de estos locos y acumulados antojos de tener sexo, pero sexo del bueno, no de los que me da mi marido quien apenas se mueve y además rápidamente se vacía y yo tengo que hacer el resto para desahogarme.
Lo miraba al ingresar a su dormitorio y la cama se veía bien, pero como estaba totalmente enajenada por el placer de sentir un amacho joven y potente a mi lado le digo, abría que recostarse en ella para aprobar, recuéstese me dice, lo hago y comento falta su peso para aprobar digo, no desea que también nos abracemos y meneamos la marquesa en una placentera orgía, recostándose a mi lado, me mira y le digo yo no me opondría a una buena cogida en esta cama, pero quienes serían los protagonistas le digo, tú me dice y yo, o soy muy feo para tu gusto, no..., no..., eres magnífico para mi gusto se me sale de mi boca..., como estamos recostados veo que me abraza con un brazo, oye ¡cuidado!, le digo, que hace un mes que mi marido no me toma en cuenta, imagínate como estoy..., sin decir palabras me besa..., y vuelve a besarme... loca respondo y nuestras lenguas juegan un peligroso juego en nuestras bocas mientras nuestras hormonas sexuales se alteran y las adrenalinas suben y bajan excitando nuestros cuerpos, mi vagina se inunda con sus secreciones al desear una aproximación del miembro masculino y sentirse abrirse con fogosidad y apasionamiento al entrar ese intruso entre sus carnes sentía sus manos en todas partes de mi cuerpo, de pronto mis senos están al aire siendo sobados o lamidos por su lengua y a veces mis pezones se endurecen al sentir como los chupetea este macho..., estaba desesperada, contraía mi cuerpo con todas mis fuerzas, mis caderas se agitaban lujuriosamente, estaba loca de placer, gemía y gritaba, me acariciaba, besaba..., yo estaba activadísima, de pronto me atieso, me calmo y exploto en un orgasmo, sin ser penetrada he explotado en un orgasmo fabulosos, que macho..., sabía tocar donde correspondía y sacar provecho de sus maniobras, estaba sudada y mi vagina inundada. Él seguía besándome, no me entero cuando arremanga mi falda hasta más arriba de mi cintura, saca mi mojadísimo calzón y siento en mi vagina un monstruoso pene que comienza a abrirme mis paredes vaginales y gemía satisfecha al ingresar este extendido, riguroso, firme y rechoncho pene en ella, Sentía que me partía en dos, muevo mis caderas a la vez que abro al máximo mis piernas para no ser tan duramente tratada..., con que fuerza y pasión me alojaba su pene en mi matriz llegaba hasta el fondo llevando a llenarme de gemidos ante tan dura arremetida, pero sentía un inmenso placer, este macho joven y potente me deseaba y se apareaba conmigo con placer y pasión como me deleitaba de sentirme así desgarrada mi vagina..., si este era un macho feroz como me sacaba y volvía con mas fuerza a encajarme su pene, a lo menos estuvimos diez minutos jugando al mete y saca hasta que mis hormonas se alteraron y mis sacudidas y estremecimientos fueron escandalosos, como me meneaba, me apareaba desesperadamente con todas mis fuerzas, mis caderas se agitaban lujuriosamente, desvergonzadamente, fogosamente, este joven muchacho con sus caricias sus empotradas tenía en mi una mujer ardiente, gozadora apasionada y carnalmente a tal punto que mi cuerpo se atiesa y en unos grotescos alaridos entrego por segunda vez mis orgasmo a este macho, lo abrazo y beso con desesperación este había sido mi mejor apareamiento en años y yo caía entre sus brazos agotada y totalmente entregada a este juvenil macho, ahora él sería quien mandaba sobre mi cuerpo y cuando me aparearía.
Mas tarde le macho estaba en su pieza reposando cuando llega mi hija con su uniforme de colegio, le gustaba usar una mas que mini falda no se como la admitían en clases casi mostrando sus calzones, la blusa súper ajustada a lo menos una talla menor a su figura, ve a Leo en su anexo y se desespera me dice si le puede servir un café y se lo leva, escuchaba desde la cocina sus conversaciones de pronto silencio, me sorprendo y me acerco a la pared de su anexo, se escuchaban unos débiles reclamos y unos jadeos explosivos de mi hija. Pronto sale arreglándose la blusa y muy abochornada de la casa de Leo..., entra en la cocina y nada digo, pero ella sabe que sospecho de algo. Stephanie había sido excitada y poco falto para ser poseída como estaba yo no ocurrió nada.
Al día siguiente Leo no va a trabajar por haber solicitado permiso para repara su vivienda, mi marido sale a las 7:30 horas con mi hija a quien pasaría a dejar al colegio cuando se me ocurre pasar por el anexo a preguntarle a Leo si quiere desayunar, al entrar me dice tengo frío dame calor recostándote a mi lado, andaba en ropas de dormir e inocentemente me saco mi bata y en una camiseta que no me tapaba el trasero y unos diminutos calzones me ubico entre sus tapas para abrigarlo, no alcanzo a acomodarme cuando me tenían desnuda y un pene abultado, grueso y escandaloso entrando por mi vagina abriéndome sin consentimiento mis entrañas vaginales entre gemidos y jadeos de placer y gozo llenándome mi vagina con su monstruoso pene de carne nervios y venas zamarreándome en sus entradas y salidas de mi vientre. Mi marido no había llegado a su trabajo y mi hija al colegio cuando tenían a su esposa y madre encrespada y encendida de satisfacción y complacencia en la cama con otro macho que la aniquilaba contra el colchón de la cama del macho, como gritaba y me estremecía ardiente de placeres carnales, acompañaba al macho en sus duras arremetidas contra mi matriz, así estuvimos mas de diez minutos sollozando y gozando de esta delicia del coito.
Luego fuimos a desayunar a la cocina, solo tapados por las batas debajo desnudos, finalizado el desayuno voy a lavar los platos y soy atacada por detrás y me levantan la bata apoyada sobre este lavaplatos soy penetrada por mi vagina con el macho por detrás a lo perrito, en una hora había sido penetrada dos veces por mi macho nuevo, estaba enardecida y entusiasmada de gozo con este tratamiento, luego vamos al baño a asearnos y nos bañamos juntos bajo la tenue caída del agua de la ducha nuevamente este semental me deposita en mi matriz sus semen donde me tiene con mis piernas sobre sus hombros mientras vaciaba sus espermas y espermios en mi vagina., en casi dos horas tres veces me habían copulado mi vagina reclamaba irritada tras tanto uso, pero faltaba lo mejor en mi dormitorio el bestial macho me recuesta en mi cama matrimonial donde dormía con mi marido y me pone su pene en mis labios diciéndome acaríciamelo y chúpalo, mientras el en un 69 paladeaba los elixir de mi vagina, par continuar ubicándome en la cama con dos almohadones bajo mi trasero y con este elevado clavar su pene en mi destrozada vagina, la pobre no deseaba mas coitos, pero igual me las ingenié para recibirlo acunarlo entre mis pliegues vaginales y darle a este súper macho su orgasmo correspondiente mientras me llenaba de sus fluidos testiculares. Esa mañana no valía nada, estaba desecha con tanta pasión depositada en mis entrañas.
Al otro día nuevamente Leo se queda en su anexo entraba en el turno de la noche, pero estaba mi hija en casa tenía unas presentaciones por la tarde así que la mañana estaría en casa, apenas sale mi marido este salvaje amo de mis entrañas me lleva a su cama aprovechándose dice de que mi hija dormía, esta estaba entusiasmada con mi inquilino, en su cama me penetra hasta hacerme gemir y gritar de pasión y dolor con su pene en mi matriz me sorbía los senos mientras se apareaba, me metía un dedo por mi culo mientras me empotraba, y subió mis piernas sobre sus hombros antes de llenarme mi matriz de sus semen... cuando fui a la cocina ahí estaba mi hija muy seria, si mi papá se entera queda una gran masacre me dice Leo venía detrás y la escucha y cuando mi hija desea refugiarse en su pieza el entra con ella, escuchaba los llantos de mi hija y luego sus conversaciones, para continuar con unos rezongos de mi hija, a continuación solo silencio y luego grandes gemidos de mi hija, me asomo al dormitorio y veo a Leo con mi hija en un delicado y desigual 69 donde el macho llevaba la delantera y mi hija casi destruía la almohada mordiéndola y rasgándola de placer , entro y ella entre exclamaciones de jubilo y miedo me dice mamá este macho me va a penetrar... , soy virgen ..., si hija le digo tomándola de la mano mientras Leo me mira y sabe que la única forma que mi hija no hable es desvirgándola ahora... se ubica sobre ella y esta muñeca se abre de piernas deseando locamente ser empotrada, siente ese pene entrando en su vagina y esta opone resistencia en su himen el macho de un solo golpe lo rompe y mi hija emitiendo un alarido apresa mi mano y abraza a su violador acompañándolo en su desesperado placer de sentirse mujer.