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Nuevamente con mi profesora de literatura

Relato enviado por : Anonymous el 03/02/2018. Lecturas: 1855

etiquetas relato Nuevamente con mi profesora de literatura   Confesiones .
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Resumen
Ese día me pasé pensando en mi profesora de literatura, me gustó mucho verla preñada, está igualmente linda como cuando fue mía por primera vez, lo más raro es que me excité mucho verle toda barrigona, me imagine lo hermoso que sería hacer el amor con ella en ese estado, ponerla en cuatro patas, irle metiendo mi picha poco a poco, ya sea por delante con cuidado o por su rabito que tanto me gustó y recordar los días cuando éramos felices pero no la volví a ver, así es la vida me dije a mi mismo, lo que viene se va.


Relato
Ese día me pasé pensando en mi profesora de literatura, me gustó mucho verla preñada, está igualmente linda como cuando fue mía por primera vez, lo más raro es que me excité mucho verle toda barrigona, me imagine lo hermoso que sería hacer el amor con ella en ese estado, ponerla en cuatro patas, irle metiendo mi picha poco a poco, ya sea por delante con cuidado o por su rabito que tanto me gustó y recordar los días cuando éramos felices pero no la volví a ver, así es la vida me dije a mi mismo, lo que viene se va.
Yo ya tenía mi novia con la cual hacíamos el amor frecuentemente pero no como con Cecilia, mi profesora de literatura, mi novia pese a mis ruegos y suplicas y que en más de una vez la tenía buen arrecha para que me suelte su rabito, no puede hacerlo, yo le lamí y chupe en más de una vez su conchita como su anito que lo tenía bien cerrado listo para abrírmelo, igual me dejó que ponga la cabeza de mi falo en la entrada de su trasero pero cuando quería meterle el resto y pese a que estaba muy excitada, cuando una mujer entrega todo, ella no perdía su juicio y siempre me decía: otro día tesoro, otro día ahora no pero ese día no llegaba, ya me estaba cansando de su juego pero como la amaba que ya estábamos pensando vivir juntos ya que su padre es de recursos y estaban de acuerdo con nosotros.
Yo esperaba con paciencia ya que pensé que ese gran día que sería cuando vivamos juntos por lo que me llené de mucha paciencia, ya me lo dará me decía cuando le ponía boca abajo, masajeaba sus nalguitas ricas, las daba besitos, lamía con su conchita que expelía olores fuertes y abundante fluido, ese olor era mucho más penetrante que los de Cecilia que no decir de sus fluidos que salía de su cosita y se esparcían por sus ingles y pubis muy sutilmente mordisqueaba su clítoris que se erguía lujurioso alguna vez introduje mis deditos en su anito muy delicadamente que los había bañado con sus jugos vaginales pero cuando deseaba comerme su culito ella como siempre se negaba.
Sucedió algo que no me esperaba, una mañana de sábado cuando yo estaba en el parque que queda cerca donde vivo, me encuentro con Cecilia que paseaba muy alegre, estaba sola y muy linda, saludamos y charlamos por largo rato cuando de pronto vi en sus ojos que ella quería algo más que una simple charla es ahí que me comenta que su esposo trabaja fuera de la ciudad y viene cada 21 días y que está sola y que no ha dejado de pensar en mi yo le dijo que yo tampoco pero tengo novia es ahí que me dice: -¿Te satisface cómo yo?- me quedo lívido ante su pregunta y me vuelve a preguntar: -¿Te satisface cómo yo, dímelo?, dudo en responder, mi silencio fue la respuesta por lo que me acaricia la cara me da un beso en la mejilla, me abraza y me dice al oído: como yo nadie, papito, nadie, yo te hice macho bien lo sabes; te deseo y tú también, vamos a mi casa, tenemos todo el día para estar juntos y hacer el amor muy rico, mis hijos están con sus abuelos, ahí te daré lo que tu novia no te da, ardo de deseo de ser tuya.
Tomamos un taxi, el trayecto a su casa nos tomó una cuarto de hora, durante el viaje me comenta que el embarazo le ha puesto muy caliente, pasa todo el día arrecha pero como su esposo no está en casa y no le gusta hacerlo en mi estado, me muero de ganas y que vio en mis ojos que la deseo, me dijo igualmente que yo fui su único desliz, no lo haría con nadie más, me ratificó lo que algún día me dijo que yo soy su macho. Yo le dije que la veo muy linda, deseable y que ardo por hacer el amor, ella me sonrió feliz, me dio un beso en la boca, puso su cabeza en mi hombro con una de sus manos me abrazo y con la otra la llevó a mi instrumento que pronto respondió parándose lo acariciaba mientras me decía que le he hecho falta que le perdone haberse separado que pensó que podía vivir sin mí, que me ha pensado mucho y no tenía el valor de buscarme, me dijo no sabe de quién es su hijo ya que al día siguiente tuvo sexo con su marido, yo la besé con ardor mientras acariciaba su pancita que poco a poco fui bajando mi mano a su conchita que ya estaba caliente y jugosa, me dijo que me espere ya que no quiere perder la compostura en el taxi, le conteste que está bien pero que igual no me la manosee. Durante el resto del trayecto nos comportamos bien ya que sabíamos que teníamos todo el día para estar juntos.
Nos sentamos en la sala, Cecilia me dio una cerveza, ella se sirvió un juguito, luego de bebernos reiniciamos el juego típico de calentamiento que lo habíamos suspendido en el taxi, nos besamos y acariciamos como dos muchachos que se inician en el arte del sexo. Ella tomó la iniciativa y me fue despojando todas mis vestiduras, yo hice lo mismo, es ahí que me levanto hago que se abra de piernas y le doy la mejor mamada de su coño, me gustó mucho verla preñada, gordita con sus pechos más grandes que antes y con sus nalgas más respingonas, me excité profundamente, ella igual tanto me decía que no pare que le haga terminar así que ya no puede más pero le dije algo que se sorprendió:
-Espera un ratito, quiero tener un recuerdo tuyo así preñada, quiero fotografiarte, ella se puso contenta al escuchar mis palabras y me dijo: -Lo que quieras tesorito, soy toda tuya y con mi celular que tiene cámara de fotos le saque varias fotos desnuda en poses muy insinuantes, tome fotos de su conchita, de su culito, de su barriguita. Cecilia estaba feliz ya que no pensó que yo le guste tanto en su condición de preñada; luego nos fuimos a su lecho matrimonial para continuar nuestro encuentro.
Nos tomamos fotos juntos, desnudos y hasta en pleno acto con mi picha metida en su vagina y cuando me la mamaba y hasta cuando termine en su boca, posteriormente cuando le daba por su culito, ella igual me las tomo a mí, fotografió mi picha cuando le lamía su chochito, bueno plasmamos en fotografía todo nuestro acto, luego en un rato de descanso entre copula y copula me dijo que nunca olvidará este momento que su esposo nunca lo hizo es más una vez le dijo que no le gusta verme toda deforme.
Nos recostamos en la cama y dimos inicio a un nuevo encuentro, yo ya no era el muchacho poco experto, ella como siempre totalmente entregada, con suma delicadeza mamé sus pechos, bese su abombado vientre, lleve mis manos a su conchita e inicie mi juego sexual es ahí que ella dijo: -A los tiempos, sí que rico, no sabes cuanta falta me has hecho, quiero tu picha pero por el culo, ábrelo como esa vez, siiii, por el culo como si fuese tu perra arrecha, ya no puedo más, dame tu verga, te suplico- conteste -no hay que suplicar, la puse en cuatro pero antes de meterla, le abrí de piernas y le mamé el culito y su conchita como lo hacen esos perros antes de ligarse con su compañera de sexo. Ella quietita se dejaba lamer toda, claro está soltando de su vagina olores y fluidos que me los embebí completamente y que decían lo arrecha que estaba.
Cecilia se puso frenética, su pecho asesaba fuertemente mientras movía sus caderas de adelante para atrás y pidiéndome que la lama más y más, yo no podía detenerme lamí su culito que expelía ese olorcito que siempre me enloqueció, se lo chupe mientras metía mis dedos en su conchita hasta que ella me dijo: Ya basta cabrón, dame por culo que no puedo más son muchos meses sin sexo, puta madre dame por el culo que es únicamente tuyo de nadie mássss, tome con mis manos los fluidos que salían de su conchita, los embadurne en su culito, ella me dijo que le dé de una sola y bien duro, eso mismo lo hice, ella no dejaba de moverse de bufar, expresar su gran placer con sí que rico a los tiempos papito, más, la tienes muy gorda. ¡Ay! Si muy gorda me gusta más hasta el fondo, déjame tu leche en lo más profundo de mi culo, hazlo yaaaaa, le di gusto en todo, le di bomba como desquiciado hasta cuando sentí que mi picha se engrosaba soltando ríos de semen, ella contenta dice: -sí que rico, ya, yaaa, si ¡ay! Ya a los tiempos, sí en medio de su placer erótico la recosté boca arriba, la contemple toda deseable, llevando mi boca a su conchita, estimule su clítoris haciendo que tenga un rico orgasmo, mientras la amaba no pude evitar compararla con mi novia, Cecilia era la hembra perfecta, sublime, total, completamente amoldada a mí.
Ambos sudábamos profusamente, alegres por volver a amarnos pero ahí no paró ya que como buen joven pronto mi picha quería más es así que sin que lo pida, me dio una rica mamada dándose todo el tiempo del mundo, se engullo toda mi picha, ella está con los ojos cerrados completamente gustosa hasta que yo le dije que es mejor que mientras ella me la mama yo también lo hago, fue el mejor 69 de mi vida. Mi novia no se compara con Cecilia nuevo orgasmo de ella, nueva eyaculación mía. Satisfacción mutua completa.
Mientras descansábamos me dijo que no me va a dejar que desea estar con su marido y conmigo que a los dos nos ama a su esposo como padre de sus hijos y a mí como macho, me dijo también y tu novia, la amas, ya le tiraste, te ha dado el culito, si la amo y hemos hecho el amor pero se niega darme el culo respondí pero también a ti voy a casarme con ella será mi esposa y madre de mis hijos y tu mi hembra.
Al escuchar que mi novia no me ha dado el culito ella se sonrió feliz, me beso y me dijo: No quiero que le des por ahí, eso no, solo yo debo dártelo, nadie más. Le bese apasionadamente pero dentro de mí me dije a mi mismo: ya veremos a las dos les voy a dar por trasero.
No fue fácil para mi estar con dos mujeres, felizmente mi novia no es tan ardiente como Cecilia que es devoradora pero un día en que estábamos con mi novia haciendo el amor, me juré comerme su culito, aunque no quiera total ya más de una vez le había puesto mi glande en su anito pero ahora se lo metería todo, no sabía que pasaría luego, ya estaba cansado de que me diga que otro día, compre un gel lubricante y mientras le besaba el rabito me lo unte en mi picha sin que se dé cuenta. Mi novia estaba muy arrecha pidiendo más es sí que le pido que me dejé ponerle la cabeza de mi picha en el rabito como ya lo había hecho en otras ocasiones. Ella me dice: -únicamente la puntita veras no me la metas toda- respondo -si mijita le puse la cabecita, lleve mis manos a su conchita, topetee su clítoris la encendí de lujuria, ella empezó a quejarse de pación y deseo y a mover cadenciosamente sus caderas de adelante para atrás sin sospechar lo que le esperaba es ahí que me aferro a sus caderas pongo la cabeza de mi falo en su anito pero no se lo meto sino que lo dejo ahí mientras la excito topeteando sus conchita, ella frenética empieza a mover sus caderas pensando que yo me detendría y de una sola se la meto hasta el final, imaginándome como le daba a Cecilia, la pobre pegó un grito, me insulto, me dijo que soy un perro cobarde que no quiere por ahí que no es lo correcto pero yo ya estaba amarrado como perro dándole bomba sin parar con un saca y mete frenético, sentí como abría su culito, metía mi picha hasta el fondo y se la volvía a meter, mi picha estaba tiesa, gorda, destilando sus fluidos. Ella se movía para sacársela pero yo que estaba aferrado a sus caderas con mi pecho pegado a su espalda le daba y daba bomba hasta que le dejé mi semen en su culito. Se lo rompí cruelmente, esa acción la pagaría con creces ya que desperté en ella un deseo masoquista que lo tenía bien guardado.
Me costó mucho que ella me perdone pero lo hizo bajo mi juramento de no hacerlo nunca más por su culito, yo acepté por el amor que la tenía, además que sabía que tengo otro culito igualmente rico, nunca más lo hicimos por su rabito pero yo me decía a mí mismo: Tranquilo ya te comiste su culo, ya tendrás tiempo para darle nuevamente y si eso no pasa tienes a Cecilia que te lo da sin tanto problema. Sí caí en la cuenta que una mujer debe tener una atracción muy especial con su macho que no es únicamente amor para darlo, ese algo espacial tenía Cecilia, mi profesora de literatura.
Con el apoyo de nuestros padres, mi novia se convirtió en mi esposa, madre de mis hijos pero no en mi hembra –Cecilia si lo fue– pese a que en más de una vez le dije que soy de ella y que haga conmigo lo que quiera que no dude, nunca lo hizo, creo que le faltó imaginación, así de simple, imaginación o temía mi reacción, no puedo decirlo.
Con Cecilia cada que podíamos yo iba a su casa para tirar y tirar pese a que su barriga cada vez crecía. Nos dimos modos para hacerlo rico que usualmente era en cuatro patas o ella encima de mí, ella era muy feliz sabiendo que la deseo mucho en su estado, podía ver en sus ojos su felicidad, me pedía que le dé por su rabito; luego de un par de meses su madre fue a vivir un tiempo donde ella para cuidarla en los últimos meses de embarazo y en el posparto fueron varios meses de separación luego retomamos nuestro romance a mí me encantaba mamarle sus pechos más grandes cargados de leche. Se excitaba mucho cuando yo ponía mi falo entre sus tetas y la serruchaba, ahí tenía unos ricos orgasmos, caímos en cuenta que ese su punto débil. Me comento algo que a nadie ha dicho y es que se excita cuando les da seno a sus hijos Todavía nos vemos su hijo ya tiene cinco años.
En uno de nuestros encuentros, Cecilia me contaría que descubrió que su marido es un perro infiel que anda con una y con otra y que a ellas si les tira como debe que ser se va a divorciar, no si lo hizo ya que yo terminé mis estudios y estoy por irme a continuarlos en el exterior, tenemos un par de hijos con mi esposa, felizmente para Cecilia y para mi pudimos guardar el secreto de lo nuestro. No sé qué pasara luego que venga del exterior son un par de años de ausencia donde todo puede pasar.
Mis estudios en México los llevaba muy bien sin problemas pero un día retorne a casa antes de lo previsto, mis hijos estaban en la guardería es así que entro y veo a mi esposa en pleno acto sexual con dos hombres que le daban verga por sus huecos, uno debajo, ella en el medio y otro encima de mi esposa como se dice comúnmente, era un emparedado de mujer vi varias botellas de vino a un costado, música tropical, ropa dispersa en la sala y su anito introducido por una descomunal picha y otra tan grande que le taladraba por delante, me asuste ver semejantes pichas metidas en el culito y vagina de mi esposa, la mía era un juguete comparando con esas.
Ella como una cualquiera expresaba su gusto y dolor a viva voz con ayees y quejidos, podía ver como esos dos machos se la metían y sacaban frenéticamente al mismo tiempo, podía ver su anito completamente abierto y su conchita más aún, tal era la entrega que no cayeron en la cuenta de mi presencia, rápidamente les tome varias fotos y sin que se den cuenta salí del apartamento, me fui a un bar para tomarme un par de tragos para pensar que haría y cómo reaccionaría al verla al descubrir la hembra lujuriosa que era mi esposa al regresar a la hora de costumbre cuando llegué a casa mi esposa estaba como si nada hubiese pasado, recién duchada y con cálido beso me recibió contenta como todos los días.
Ya por la noche en nuestra cama me insinué que deseaba tener sexo con ella por supuesto que puso miles de escusas seguramente tendría dolor de su conchita, culo y que cosas más, seguramente les habría mamado sus pichas y ellos comerse a besos su conchita como culo no dije nada pero ganas de someterla a la fuerza no me faltaron, pensé que yo también tenía mi pecadito de infidelidad y la deje tranquila.
A la noche siguiente ya en nuestra cama, tome mi celular y le enseñe las fotos que había tomado recordándole lo que alguna vez le dije que me pida lo que desee de mí y todo lo tendrá, antes de que se excusé le dije que no diga nada que así es la vida que si eso quería era que me lo diga para saber a qué me atengo, añadí que sí como hay hombres que tienen más de una mujer es posible que una mujer necesite más de un hombre y en mi mente pensaba como mi profesora de literatura.
Ella con lágrimas en los ojos me suplicó perdón, me dijo que le haga lo que quiero y entre el acto me contó que cuando le rompí el culito y pese a que dolió mucho entró en ella un gusto a que le maltraten que la tiren con dolor que ha hecho todo lo posible por detenerse pero no puede y que como a mí no me gusta ese tipo de sexo buscó en la calle quien lo haga a los pocos días de lo que me hiciste, encontré un buen macho que me tiró con dolor como me gusta, me mordió todo mi cuerpo, me pegó duro, me dio correazos en mis nalgas, me metió su picha por el culo, yo grite de dolor pero también de placer. Lo siento esa es la mujer que tú me hiciste. No te culpo así es la vida, despertaste mí el ser masoquista que lo tenía sin saberlo, bien guardado.
No tuve el valor de responder ya que yo había tenido la culpa pero si me la tiré toda la noche sin parar, saque todo el poder de macho, hice que me mamé la picha, tome su cabeza e hice que se incruste todo mi falo, mordí sus senos, su cuello, bueno mordisquee todo su cuerpo como su clítoris y labios vaginales y ella mientras más rudo era más se excitaba, no puedo decir cuántas veces terminó, le di bomba como desquiciado tanto por su conchita y por su culo que sangró, tomé un fuete y le pegue duro en sus nalgas, yo quería que ella me diga que no quiere más pero por lo contrario más la excitaba, los olores a nuestra relación sado-masoquista se esparcieron por la habitación como sus gritos de placer, saque toda la rabia de macho engañado debí haberla perdonado aceptar la mujer que yo hice de ella lo que es pero mi machismo pudo más, al día siguiente ella estaba radiante, feliz, me colmó de besos y caricias pero yo no pude corresponderla, no soy sádico, para mí el sexo es todo lo contrario por la noche le dije que ese no es mi modo de AMAR A LAS MUJERES que fue mi reacción cobarde al saber qué tus acciones deshonestas que no la juzgo, ni acuso pero que no la volveré a topar y que quiero el divorcio cuando retornemos a nuestro país. Ella aceptó mis palabras bajando la cabeza sin decirme nada.
No la volví a topar nunca más, es muy posible que ella haya continuado encontrándose con sus amantes que le daban todo gusto pero no me importó en lo absoluto. Mis estudios terminaron, al retorno a mi ciudad me divorcie de ella luche por la tenencia de mis hijos y lo logré ya que nuestros hijos la estorbaban en su modo de vida, nunca más supe de su vida es muy posible que en este momento este tirando con varios machos que le den lo que le gusta, hasta ahora tengo el complejo de culpa ya que sin desear hice de ella lo que es, mi único consuelo es saber que ella es seguramente feliz con su modo de ser y yo con el mío.
Ya una vez divorciado por mutuo consentimiento y repuesto a lo que significa el divorcio estimulado ya que yo fui su primer macho en todos los sentidos, yo fui quien se comió su conchita y sin su consentimiento le rompí el culo a mi esposa y le hice mamar mi picha por primera vez luego me dije que putas que se la tiren como ella desea sin embargo nunca sospeche que se convierta una masoquista que me asustaba.
Un día cuando necesitaba el cuerpo de una mujer para amar, recordé los hermosos momentos que pasé con Cecilia, me puse a pensar lo lindo que sería volverla a ver por lo que fui a casa de Cecilia para saber que es de ella, la encontré como siempre linda y alegre preparando sus clases de literatura, me invitó a pasar nos contamos nuestras vidas, nuestros cuerpos se llamaron desesperadamente, se decían la falta que se tienen pronto estuvimos en su lecho copulando desquiciadamente para recuperar el tiempo perdido, escuche las palabras que siempre me gustaron: dame por culito cariño, ábreme como sabes hacerlo y se la abrí como ella deseaba, deposite en su interior ríos de semen y saque de lo más profundo de ella millones de orgasmos. Nos dijimos que no es únicamente sexual lo nuestro sino amor y nos amamos salvajemente varias veces, ella pedía más yo le daba gusto. Yo quería que no pare y no paró, llenamos nuestros cuerpos de orgasmos amorosos retenidos por un par de años de ausencia, nos juramos no volver a separarnos pese a lo que diga la gente ya que la diferencia de edad entre nosotros era muy evidente.
Ambos estábamos divorciados por lo que luego de hacer el AMOR como nos gusta y pese a que hay varios años que nos separan decidimos que ese no es problema cuando hay entrega y compresión total, vivir juntos, cuidando y educando a sus hijos y los míos, fuimos totalmente fieles, entregándonos uno para el otro como debe ser.
El tiempo pasó las dificultades que tuvimos no fueron problema para vivir juntos nuestros hijos fueron creciendo felices varios de ellos ya no viven con nosotros y como dicen los cuentos infantiles, “vivieron felices”… hasta cuando no lo sé pero somos felices ya el tiempo dirá hasta cuando dure el idilio de amor con mi profesora de literatura.
Urawan

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Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 21:24) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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