No pude negárselo y aquí estoy nuevamente siendo penetrada duramente por su pene y me muevo desenfrenadamente, lo deseaba.
Relato
Tenemos nuevos vecinos al lado e mi casa siempre me pasaba por entre las parras del muro a esa casa como estaba sin habitantes a robarles sus duraznos que tenían en el huerto.
Llega una pareja de mediana edad le calculaba unos 30 o 32 años a ella y unos cuarenta a él, con una pequeña cría de un año o menos.
Ella solicita a mi madre favores por que no sabe donde ir de compras y donde se sitúan estos negocios además le era incomodo salir por su pequeña
Mi bondadosa madre le dice mande a Leo mi hijo menor a sus 16 años sabe todo, Su casa la conoce como su mano…
La vecina Montserrat aprovecha y me llama bien tupido para los favores, un día al volver con unas compras tienen una discusión con su marido mientras la nena dormía, la mujer es empujada por el marido cayendo con sus ropas revueltas mostrándome sus piernas y parte de sus calzones, a mis 16 años mis adrenalinas se encrespaban fácilmente estaba a cien de caliente viendo lo que mostraba, el marido alterado se va al trabajo y ella queda tirada en la cama llorando, me acerco a consolarla y poder tocar esas piernas, ella entre sus gemidos me dice que este hombre siempre es así de brusco. Me acerco a ella quien me abraza angustiada y yo aprovecho de meter mis manos entre sus muslos… oye cuidado que eso tienen dueño me dice, si le digo, pero se fue enojado dejándome a una precios mujer llorando desconsoladamente, ahora me dice debes calmarla tú por que el se fue al trabajo. ¿y como? Le digo así me dice y me da un buen beso en mis labios, abrazándome no soy inocente y aprovecho de abrazarla y besar sus labios y ella me sigue besando lo que me altera y la abrazo con fuerza recorriendo sus senos y solo siento mis manos agarrándole carnes ajenas… oye no te amarraron las manos parece, me dice y ella se deja recorrer, ¿sabes? me dice tus acaricias son deliciosas, es algo que mi marido desprecia, al tiempo que me agarra de mis brazos diciéndome, en verdad que tocas mejor que mi marido, aprovecha me dice, que me dijeron recostado a su lado mis manos ágilmente la recorrieron al igual que mis labios la besaba y recorría con mis dedos desde su nuca hasta llegar a … oye ahí no ,me dice cuando toco su entrepiernas…, en verdad estaba caliente y deseaba poseerla, ella juega conmigo abrazándome y soltándome , oye me dice ¿has tenido una mujer en la cama como tu hembra?... no respondo, nunca, me mira, mira hacia su beba que dormía en su cama cuna, y me dice ven aquí subiéndome sobre su cuerpo. Seré tu primera hembra, te quitaré tu adolescencia y serás mío.
Se desnuda totalmente y me desnuda, entre las sabanas estaba acariciándola y besándola…, separé las sabanas, me quedé embelesado mirándola. Acostada, sobre la cama. Totalmente desnuda. Su cabello alborotado sobre la almohada. Sus preciosas tetas sobre su pecho. Su barriguita. Su pubis, veía su vagina como se abría y cerraba ansiosa… Ella trataba de taparse con las manos. Estaba divina llevo una de mis manos a las tetas, se la agarré y acarició. Besaba sus labios, la frente, las mejillas, el cuello de Montserrat, y ella ronroneaba como una gatita de lo complaciente que se sentía entre mis brazos. Estaba que quemaba de ardiente pasión por ella. Sentimos que despierta su bebé y ella le dice espérame mi vida que un tierno, firme y vigoroso macho desea aparearse con mamá y lo confortaré y encumbraré como semental y te atiendo.
Sus palabras me excitaron y provocaron. La penetre, estas eran profundas y de suave movimiento. Ahora además de besarla acariciaba sus tetas. Pellizcaba sus pezones, llegó con mi boca a sus tetas para besarlas y chuparlas.
Fueron muchos minutos de placer. Montserrat no dejaba de mirar a su pareja. Se dio cuenta de que ningún hombre en su vida la había tratado así. Que ningún hombre le había dado tanto placer. Comenzó a moverse dentro de su vientre ese tremendo pene entraba y salía dentro de sus entrañas, gemíamos calientes el uno del otro, movía mi cintura subiéndola y bajándola mientras el me jalaba de mis muslos. Sus sacudidas y estremecimientos fueron desvergonzados, escandalosos, como se meneaba, pero ella me dijo, ahí mis llegan mis orgasmos soy tu mujer… la clavé profundamente y la copulaba desenfrenadamente…,soy una puta entregada a tu pene… dame duro , me decía mientras la apareaba desesperadamente clavándole mi pene con todas mis fuerzas, de pronto su cuerpo se arquea, sus dedos se clavan en mis carnes, su boca me muerde en un hombro, nuevos excitantes movimientos de mi pelvis entregaban mi orgasmo a este púber macho … era feliz y me desmaye satisfecha y repleta de gozo y placer. De pronto mi semental se atiesa y descarga en mi matriz litros de semen inundándome mis entrañas al tiempo que nuevos excitantes movimientos de mi pelvis entregaban al sentir su leche descargada con fuerza en mi matriz otro orgasmo… era feliz y me desfallecía satisfecha y repleta de gozo y placer. Si mi vecinito era un don macho y una maquina productora de semen como me inundó. Recuerdo mi nena y me levanto a atenderla mientras el macho descansa agotado… He sido recompensada por otros hombres, pero como mi vecino ninguno.
Cambio pañales a mi hija y dándole su biberón me recuesto al lado de mi ardiente, apasionado, efusivo nuevo semental de mi cuerpo y este reacciona abrazándome y nuevamente estaba su pene tieso, duro y extendido solicitándome un nuevo apareamiento… no pude negárselo y aquí estoy nuevamente siendo penetrada duramente por su pene y yo muevo desenfrenadamente, ardientemente y desvergonzadamente mis caderas mientras me clavan con desesperación ese delicioso pene. Nuevamente me encharca mis entrañas con litros de su semen, abrazados al lado de mi hija prometo a este macho que no será esta la única vez que le pertenezco. Desde hoy tengo dos machos que me maltratan con sus penes mi cuerpo.
Y el no perdió ni un segundo de el momento, me dijo con mucha morbosidad ¡Ahora puta súbete la falda y retráncate en la pared! Yo con rabia fui subiendo lentamente la falda de mi vestido hasta mi cintura, el se alejo unos metros deleitándose con mis piernas, yo vi clarito como su verga creció dentro su pantalón, tomo una cama fotográfica sacándome varias fotos en esa pose tan humillante para mí.
Relato erótico enviado por Anonymous el 11 de September de 2009 a las 23:52:41 - Relato porno leído 160822 veces
Lucia es una mujer casada, pero aun joven de unos 34 años senos grandes y un culo generoso además que tenia un rostro muy bello, pero lucia aunque tenia esposo y tres hijos que le hacia parecer una dama, a ella le encantaba follar a menores entre 13...
Relato erótico enviado por sexolito el 10 de April de 2005 a las 00:02:30 - Relato porno leído 156464 veces