Nuevos vecinos 2

Bueno contaré mi historia que sucede en estos tres años que ya somos vecinos de este barrio. Mi marido cada día mas dado a los amigos que su casa. El solo abastece de alimentos y dinero a esta casa, pero su familia necesita amor, colaborar, compartir y arreglos de esta de eso nada.

En verdad quien se ha adueñado de esta casa como el colaborador, reparador de daños y entrega de amor a la hija y a la madre es mi joven vecino Leo hoy de 18 años quien desde su adolescentes 16 ha colaborado activamente en mantenerme saciada, satisfecha y ahora embarazada.

A Leo lo destete yo, fui su primera mujer y perdió la virtud entregándose a mi cuerpo, siempre recuerdo esa primera ves cuando… Nos desnudamos totalmente entre las sabanas me acariciaba y besaba…, separa las sabanas y me quedó embelesado mirándome. Acostada, sobre la cama. Totalmente desnuda. Mi cabello alborotado sobre la almohada. Mis preciosas tetas sobre al aire. Mi barriguita. Mi pubis. Veía mi vagina como se abría y cerraba ansiosa de tenerlo a él… Estaba divina llevo una de mis manos a las tetas, me la agarró y acarició. Besaba mis labios, la frente, las mejillas, el cuello, y yo ronroneaba como una gatita de lo complaciente que me sentía entre sus brazos. Sus penetraciones, estas eran profundas y de suave movimiento. Ahora además de besarla acariciaba sus tetas. Pellizcaba sus pezones, llegó con su boca a sus tetas para besarlas y chuparlas. Ningún hombre me había dado tanto placer. Comenzó a moverse dentro de mi vientre ese tremendo pene entraba y salía dentro de mis entrañas, gemíamos calientes el uno del otro, movía mi cintura subiéndola y bajándola mientras el me jalaba de mis muslos. Sus sacudidas y estremecimientos fueron desvergonzados, escandalosos, como se meneaba, me apareaba desesperadamente clavándole su pene con todas sus fuerzas, de pronto mi cuerpo se arquea, mis dedos se clavan en sus carnes, mi boca lo muerde en un hombro, nuevos excitantes movimientos de mi pelvis entregaban mi orgasmo a este púber macho… era feliz y me desmaye satisfecha y repleta de gozo y placer, mientras este púber macho llenaba de semen mis entrañas. … He sido recompensada por otros hombres, pero como mi vecino ninguno.

Llevamos dos años siendo vecinos y amante a lo menos dos veces por semana, Leo suple en varias funciones a mi marido, sobre todo en las carnales donde mi cuerpo no puede vivir si no soy profanada a lo menos una vez a la semana por su delicioso pene a veces pienso que soy ninfomana, pero no por que solo deseo sexo con mi vecino y no con cualquier hombre, a mi marido por ley debo saciarlo, pero mi verdadero macho es mi joven vecino y él lo sabe.

Como me lleva a la cama sin importarle mi hija ya que esta se acostumbró a que su madre se encierre en su dormitorio con el vecino, y que su madre grite, gima y suspire ardiente mientras la cama cruje.
Si mi vecino me coge me lleva a mi cama y empezaba aparearme, lentamente, con intensidad. Su pene resbalaba por las paredes de mi vagina arrancándome gemidos gozo y de placer a los dos. Poco a poco, aumentaba el ritmo. Nuestras bocas no se separaban ni un instante.
Aquel joven, supuestamente inexperto, me llevaba a un intenso orgasmo. Su miembro martilleaba dentro de mí, una y otra vez. Su boca la besaba, a veces con pasión. Otras con ternura, en verdad me enloquecía este vecino y yo me entregaba con toda el alma.
Hoy dos años después aún me saca gritos y suspiros de placer, es un amante completo las mujeres que el posee quedan prendados de su capacidad amatoria y siguen deseándolo. Una vez me enfermé y no podía satisfacerlo y él estaba hasta enfadado por falta de sexo, menos mal que uno de esos días vino a visitarme mi comadre madrina de mi hija y a esta le solicité que me descargara mi macho dos semanas sin sexo, no le gusto mi pedido, pero luego me felicitaba por tener un amante tan extraordinario, fuera que no si la apareo en mi cama sacándole gemidos de pasión y llantos de entrega carnal… Si a mi solicitud ella mi comadre Eva fue penetrada en mi cama… Leo la acoso hasta lograr que ella permitiera a mi macho recorrer con sus labios sus piernas y al llegar a su vagina este saco calzón y a lengüetazos la llevo al limbo del placer, permitiendo mi comadre ser apareada por mi amante como se meneaba mi Leo sobre esta hembra, mi comadre es ancha de caderas por lo que se pudo equilibrar divinamente sobre ella mientras la cubría con su miembro, los movimientos de Leo eran excitantes a veces lentos otras violentas, luego caricias para nuevamente empotrarla con firmeza. I pobre comadre gruñía mordiéndose la lengua para no gritar de pasión, sus caderas eran movimientos desesperados y escandalosos en sus vaivenes, creo que nunca se había movido tanto mi comadre como se movía con mi Leo sobre ella…, gemía alborozada y suspiraba satisfecha de tanto placer causado por este macho que sabia copularla. Esta hembra de 40 años era una demoledora de machos, pero aquí quien estaba entregada y demolida de tanto entrar y salir ese pene en su matriz era ella y solo gemía y gemía entregada al delicioso coito donde la estaban transportando el orgasmo carnal mas profundo y palpitado que ningún otro macho la había llevado era ella y agitándose, sus piernas meneándose al aire sin distinción entregaba su orgasmo a este macho recibiendo a su vez los chorros de semen en su matriz. Finalizado el coito solo deseaba dormir agotada de tanto placer. Siempre se recuerda de mi Leo y no desea encontrase con él por que sabe que al verlo ella sola se acostara sacara sus ropas y llamara a este macho para que la posea, y esto puede poner en peligro su adinerado matrimonio.
Hoy me he levantado un poco mareada a de ser por mi embarazo, recuerdo como Leo me embarazó todo por culpa de mi marido, me dijo abandona las píldoras y tengamos otro hijo, no quería pero toda la familia insistía por lo que deje las píldoras por ese mes, me cuidaba que Leo no me apareara por temor a embarazarme de él y no de mi marido ese fin de semana era el ideal estaría sexualmente en mis fechas de gravidez desde el sábado, domingo y lunes… busque a mi marido el sábado, pero nos fuimos a una fiesta que nos habían invitado y no paso nada, el domingo pensé es el día, llego un hermano de mi marido a buscarnos para un paseo y pasó el domingo, el lunes mi marido parte al trabajo trato de que me fecunde antes de irse al trabajo, pero este dice estar apurado que a la noche…, quede mas que excitada y deseosa de sexo, esa mañana me mojaba sola en pensar que al anochecer sería saciada por mi marido, a medio día aparece Leo trate que se fuera con distintas excusas para no ser fecundada por este macho y no por mi marido…, en la cocina me atraca Leo y yo estaba mas que excitada y deseosa de sexo. No me hice de rogar mucho, pronto caí en sus astucias y tretas y siseando deseaba que un macho me acariciara y me levara a la cama para gozar de sus duros empujones contra mi matriz. Leo es distinto de mi marido no pierde ocasión de aparearse conmigo, ahora estoy en mi cama en posición de perrito con mis faldas sobre mi cintura sin calzones mis medias afirmadas por mis ligas al aire, mis piernas abiertas apoyada de mi vientre en la cama y mis rodillas en la alfombra, mis senos al aire son manoseados y pellizcado por los dedos del macho mi boca abierta buscando aire y gimiendo alborotada por ser invadida en mi vagina por ese tronco grueso, rígido, empinado, que estaba abriendo mis carnes vaginales… ¡ah…, oh…, ah! Sentía las duras clavadas d este macho mi púber amante y vecino, ¡oh…, ah…, oh! clamaba me abrió las piernas y enterró su cabeza entre ellas. Su lengua se enterraba en mi concha y la frotaba en mi clítoris, me levantaba de los muslos y chupaba y metía su lengua en mi agujerito yo solo gemía y me revolcaba groseramente entusiasmada me abrió las piernas y empezó a lamerme la vagina que ya estaba mojada de nuevo, yo me sentía en la gloria, no quería parar lo que se veía venir, permanecí callada. El empezó a desvestirse hasta quedar completamente desnudo ante mis ojos me coloco boca, levanto mis piernas hasta ponerlas en su hombro y me penetro con rabia moviéndose con los movimientos míos y de Leo sin percatarse mi marido de que su mujer estaba siendo cogida, cachada, penetrada y violada por su vecinito. Leo me movía al ritmo de coito con mis manos aplastaba sus nalgas como deseando que su penetrada sea mas profundas .empecé a gemir despacito temiendo que mi hija se despierte con mis gemidos y moviéndome con los movimientos del apareamiento y míos y sin percatarse de que como mujer casada estaba siendo cogida, cachada, penetrada y violada por su mi amante. Yo me movía desesperada y escandalosamente en mis vaivenes estaba siendo recompensada de todos estos días esperando ser poseída de pronto mi cuerpo se agita y atiesa entregándole a este macho sus fluidos y deseando que este la riegue con su leche, no tuve que esperar demasiado pronto Leo gruñe y suspira chorreándome en mi matriz litros de semen, si el había sido antes que mi marido y su semen me estaba fecundando mi segundo hijo…rogaba que no fuera así, pero sabía que este macho era potente y su semen fuerte y activo.
Esa noche tampoco mi marido hizo nada fue el martes cuando se recordó de aparearme y según él de preñarme sin saber que su vecino, el cual él se burlaba le había ganado sus afectos y me había fecundado dos días antes. Con gran beneplácito de mi entrega a su copula.