Obligando a mama

Esa noche venia furioso y medianamente ebrio, en la fiesta la minita con la que había bailado y jugueteado, en el momento clave se volvió esquiva y me dijo que íbamos muy rápido y que no quería una relación casual, la muy puta como no iba a querer una relación casual si toda la noche aplasto su duro culo en mi firme y tieso palo, bueno una relación estable me importaba menos que un dulce, así que en ese mismo momento la mande a la mierda.

Al entrar a la casa tropecé con la mesa de centro chocando con una repisa rompiendo así los adornos que estaban sobre ella, en ese momento salió mi mama tapándose con su diminuta bata, muy sensual se creía la muy puta y me empezó a sermonear. Mi mama pese a tener 40 y algo, tenía sus cosas, de mediana estatura, piel blanca, cabello largo rubio y rizado, cara de simpática, una grande sonrisa y unos bellos ojos verde claro, con un culo enorme y firme que lo resalta con sus ajustados jeans, pero su fuerte son sus tetas, son notoriamente gigantes y redondas, pocas veces usa escote porque cuando lo hace deja la embarra, o sea nadie le mira la cara, y su vientre si bien es de acorde a su cuerpo grueso no es gordo, sino que esta súper bien, o sea a fin de cuentas está muy bien para su edad e ideal para los que les gustan las mujeres con grandes cualidades.

Esta mas decir que nuestra relación nunca fue tan sana y se volvió peor después de la muerte de mi padre, y precisamente en ese momento no estaba para sermones, ni mucho menos que me hincharan por llegar ebrio, me dijo que era como mi padre, que era un vago, un drogadicto, un delincuente, etc… yo no me iba a aguantar que me tratara así, y le dije, mira vieja de mierda, deja de molestarme maldita puta y no te metai en mi vida, dicho esto me dio una bofetada, lo cual le respondí del mismo modo, hijo de puta me dijo y comenzamos a forcejear, ella me trataba de golpear y yo le sujetaba las manos, en ese momento entre tanto forcejeo, vi como se rebotaban sus inmensas ubres frente a cada forcejeo, esta demás decir que toda la noche tuve el pene como un fierro, así que ese acontecimiento me causaba un morbo y una calentura que me era difícil de controlar.

Me tenían medio hipnotizado sus melones cuando logro zafarse y me dio una cachetada marcando su mano en mi cara, le solté la otra mano y le dije, te pasaste vieja culia, y le di un golpe en el estomago con toda mi fuerza, callo media aturdida por el dolor al piso, y como estaba medio ebrio caí sobre ella, al tratar de afirmarme pase a llevar su enorme teta, en ese momento con mi mano en su teta ya no podía aguantar más, debía hacer algo y le dije, te voy a enseñar a respetarme guatona de mierda y me abalancé encima.

Le abrí su bata dejándome ver su cuerpo en ropas intimas, lo cual me dejo a mil, nunca había visto a mi madre de esta manera, pero mi vista estaba nublada por la excitación y el alcohol, no había nada que pudiera pararme.

Con el puñetazo la había dejado sin aire, y su rostro mostraba dolor y llanto, por otro lado estaba yo que al verla indefensa y con ropa interior provocadora no dude en romperle el brassier para dejar a la luz sus inmensas ubres, al rompérselo saltaron las tetazas y por fin pude verlas desnudas, eran claramente más grandes de lo que parecían tenía un pezón oscuro y grueso pese a que era rubia, no lo pensé ni un minuto y lo metí en mi boca, era fantástico tenía el porte del dedo gordo de mi mano y tenía un olor sumamente excitante, mis manos se dirigieron inmediatamente a sus nalgas y las comencé a estrujar, estaba en las nubes, saboreaba unas inmensas tetas, iba de una a la otra le mordisqueaba el pezón le succionaba hasta más no poder, mi lengua recorría sus gorda delantera mojando sus ubres, le bese cada parte de sus tetazas, sintiéndolas suavemente en mi cara, le pase la lengua entre medio de sus tetas con mucho esfuerzo ya que aquellas tetas no me lo permitían, mientras que con mis manos intentaban apretar cada una de sus firmes y grandes nalgas.

Estaba en eso cuando oí decir suéltame maricon, al parecer se había recompuesto, así que con mis manos apreté su cuello y le dije vuélveme a molestar una vez mas y te ahorco vieja de mierda, en ese momento se me ocurrió amarrarle las manos así que mientras ella trataba de soltarse rápidamente saque mi cinturón le tome ambas mano y se las amarre fuertemente en su espalda, y ahí la tenía yo, con las inmensas tetas al aire, con su rostro lloroso y con las piernas cerradas.

Se las separe sin mucho esfuerzo, y le desgarre el calzón, su chocho era gordo y sin mucho bello solo un poco arriba, desde donde estaba sentí su olor de mujer y me abalance a comerme su coñito, lamí, chupe, mordisque, succione un buen rato, ella seguía llorando pero su cuerpo se movía de forma extraña, no sé si se movía de excitación o de molestia, pero lo hacía. Tenía toda mi cara con sus jugos cosa que me gustaba, le metí un dedo y entro como con jabón, así que le metí dos y tres, y la masturbe un rato con cierta brusquedad, la vieja bastarda estaba bien abierta así que pensé en probar su culo, así que chupe dos de mis dedos, y se los metí en el fondo del culo, lo cual hiso que arqueara su espalda. Estuve follandole su culo con mis dedos mientras me divertí un rato más con su chocho, hasta que decidí que era el momento, debía ponérselo.

Me baje los pantalones y le mostré mi firme pene, se los acerque en la cara y le dije, ya puta chúpala, ella me dijo ya para hijo ya esta bueno, le dije te, dije chúpala y le bofetee fuerte su cara, le puse mi pene en sus labios y le tape la nariz, ella abrió su boca para respirar, le introduje la verga en su boca y comencé a follarsela, estuve poco tiempo con mi pene en su boca ya que su coño era mi objetivo, así que se la saque me acomode sobre ella, le abrí las piernas y se la puse en los labios, le pase la cabeza por su entrada, juguetee con sus gordos labios y sin avisarle se la clave hasta el fondo.

Caí sobre ella y comencé el mete y saca, mi boca nuevamente se dirigió a uno de sus pezones y mi mano al otro, estaba en el paraíso, esas tetazas me tenían enfermo, su aroma, su tamaño, su firmeza, su suavidad, era cosa que me mataba, y su coño, era ardiente como el fuego, y pese a su edad me apretaba el miembro como si quisiera arrancármelo, me tenía en el éxtasis mismo, y el solo pensar que quien me tena así de loco era mi madre me daba un morbo que me enajenaba.

Se la metía, se la sacaba, y la volvía a meter, sin sacársela, mis manos recorrieron todo su cuerpo, le pellizque sus pezones y se los tiraba con fuerza al punto de dejárselos rojos e hinchados, ella solo lloraba y saltaba con cada embestida, puse mi cara frente a la suya y busque sus labios, ella ya no oponía resistencia así que la bese, profundamente, aunque ella no correspondió el beso, le metí la lengua hasta su garganta, probé su dulce saliva, le tome su lengua con mi boca y se la succione, tragando su saliva, que tanto me fascinaba.

Sentía que ya faltaba poco, que ya me venía, así que sin dejar de besarla, con mis manos en sus nalgas, le metí con fuerza nuevamente dos dedos en su culo y en el momento que arqueo su cuerpo, se la metí hasta el fondo, explotando le llene su cuerpo con semen, el semen de su propio hijo, fue tanta excitación que sin cambiar la posición tuve fuertes espasmos, lo que me dejo exhausto…

Cuando me pude recomponer, le saque mi lengua de su boca para chuparle por última vez sus pezones, y me separe de ella, notando como salía a borbotones mi semen de su coño en cantidad, tome mis cosas y la desate, ella se tapo la cara y continuo llorando, y le dije para que aprendas que yo soy el hombre de la casa vieja de mierda, y fui a mi dormitorio a dormir como un bebe.