Olaya sentada en el sofá muy perturbada y al verme me dice déjalos en la cocina y ven a conversar conmigo, cumplo las ordenes me siento a su lado y ella se acomoda en el sofá subiendo sus hermosas piernas y las recoge sobre este abrazándolas con sus brazos, claro que al realizar tal posición recogió sus vestidos y me muestra sus muslos hasta su diminuto calzón celeste claro…, curioseo indiscretamente para mirar mas, pero no se ve mas…, ella me observa al curiosear su cuerpo, y su enojo comienza a desaparecer y me dice que miras curioso.
Relato
A mis recién cumplidos 18 años me han llegado varios regalos siendo para mi tres de gran importancia por que me demuestran el gran cariño que me tienen. Uno mi padre y la compra a mi nombre de la camioneta doble cabina, si no es nueva si es del año pasado. Dos la decisión de ambos padres de apoyarme en lo que desee en mis estudios o si deseo viajar que viaje, seguiré estudiando es lo mejor. Y el tercero me lo dio la mujer de mi vecino Amaro, Olaya una señora a quien respeto por que es mayor que mí, 38 años, es una mujer no muy alta, pero con una apariencia que quita la respiración, su figura es admirada por todos los hombres del barrio, una silueta muy bien mantenida, una estampa de concurso, sus senos redondos y de un volumen que se notan en su conformación, un trasero admirable por lo parado y se nota duro, de mirarlo dan deseos de tocarlo, apretarlos y manosearlos. Su conversación muy agradable y conmigo le encanta conversar y trata de que le cuente mi vida, pero no me atrevo y menos decirle que ella colma mis pretensiones de la mujer que deseo. Ese día de mi cumpleaños del jueves de la semana pasada fue mi culminación de la felicidad.
Ella olaya me dice si puedo llevarle unos melones que compró y son incómodos para ella llevarlos, por lógica que para mi sus palabras son ordenes, a los minutos partí con la carga…, llego a su casa en un mal momento escucho a esta discutir con su marido y padre de dos de mis amigos Claudia de 15 y Federico de 10 años, a quien no tomo muy en cuenta es a Diego de 6 años que son sus hijos, bueno escucho la discusión y el padre sale ofuscado acompañado de sus hijos a quienes sube a su auto parte raudo, la puerta queda entreabierta y yo en ella sin saber si entrar o volver después, peroles melones pesan entro. En el living esta Olaya sentada en el sofá muy perturbada y al verme me dice déjalos en la cocina y ven a conversar conmigo, cumplo las ordenes me siento a su lado y ella se acomoda en el sofá subiendo sus hermosas piernas y las recoge sobre este abrazándolas con sus brazos, claro que al realizar tal posición recogió sus vestidos y me muestra sus muslos hasta su diminuto calzón celeste claro…, curioseo indiscretamente para mirar mas, pero no se ve mas…, ella me observa al curiosear su cuerpo, y su enojo comienza a desaparecer y me dice que miras curioso, luego me dice mi marido es un embustero se lleva los niños donde su mamá para que crea que va a estar con ellos toda la noche, cuando se muy bien que los deja con su madre y el desgraciado se va con los amigotes de farra y juerga, hasta con mujeres andan…, imagínate hasta con mujeres repite. No se como me sale de mi boca estas palabras, pero las dije…, hay que ser un tonto estúpido desear otras mujeres cuando en casa tiene un monumento de mujer, cualquier hombre quisiera abrazarte y besarte por lo hermosa que eres…, eres una ofrenda de mujer, una doña señora. Me mira con sus grandes ojos y me dice hazlo te doy autorización para realizarlo, ven mi muchachito aprésame entre tus brazos y me abraza tirando de mi, al abrazarla ella se estira en el sofá y sus vestidos quedan en su cintura, esa mujer delirio de mis antojos sexuales me abraza, mi cuerpo se revoluciona mis hormonas a mil recorren mi cuerpo, mi pene se endurece y desarrolla como si fuese un fuelle, mi glande deforme y achatado adquiere tamaño de una bola de tenis, mi cabeza a la altura de sus senos y no puedo escapar a los deseos de chuparlos y no sé como lo hice, pero tenía uno de sus senos entre mis manos lamiéndolo y succionando su pezón, una de mis manos recorre sus muslos descubiertos y son suaves, ella me dice el necio de mi marido prefiere a sus amigotes a estar conmigo, mientras recorría todo sus cuerpo con mis manos, mi lengua se había trasladad a su cuello y la lamía junto a su oreja, digo tu marido es estúpido al dejarte abandonada… en eso ella se da cuenta de mi actuar y me dice oye me estas recorriendo entera, me vas a calentar y no voy a tener quien me apacigüe, tú…, ¿te la podrás?, por supuesto que si le contesto no serías mi primera mujer he tenido otras…, me mira y luego dice en verdad has tenido otras mujeres, contéstame con la verdad…, estoy deseosa de vengarme de mi marido, pero …, si contesto es verdad…, bien dice y me comienza a desnudar, veremos, dice…hasta donde te la puedes.
Ella me ha desnudado y me a permitido sacar sus blusa y sostenes, tengo esos redondos senos a mi placer, los amaso, los sobo y los chupo en sus pezones estos están duros como uvas, desean ser acariciado y mamados…, ella estaba acariciándome mi miembro con ambas manos y estaba sorprendida de ese glande enorme decía, estrafalario, fenomenal. Este me hará sufrir y destrozara mi pobre vagina, tendrás que metérmelo con mucho cuidado… vamos a la cama que quiero sentirlo en mi sexo…, no se lo permito y ahí mismo en el sofá, sacándole sus calzones, mejor dicho tironeando y rompiendo sus calzones, la ensarto hasta donde puedo con mi miembro…, este apenas entra en su cabezota y ella gime, llorisquea y me detiene diciéndome salvaje…, despacio… ¡oh! que tremenda cabezota… ¡ah!, con cuidado y yo centímetro a centímetro iba penetrando mi pene en su vagina mientras sus paredes cedían milímetro a milímetro en su extensión para recibirlo y acariciarlo con sus pliegues, ¡que placer!, estaba entrando en el vientre de la mujer que maravillaba mis sentidos.
Diez minutos después esa pieza era un algarabía de gemidos, gritos, sollozos y ayees de placer y dolor…, Olaya estaba entregándose a mis movimientos amorosos en un grandioso apareamiento, gemía en mis oídos, soy una perra decía…, me estoy entregando a un púber macho…, eres mi semental, me estas destrozando mi vagina, pero sigue…, sigue. Soy tuya…, el torpe de mi marido no me aprecia, pero tú si, entonces soy tuya…
Como se entregaba…, no dejaba de seguir besándome, y acariciando mi desnudo cuerpo. Sentí sabrosamente, como mi pene entraba y salía de su vientre, una y otra vez, al tiempo que ella movía sus caderas, restregando su vagina contra mi cuerpo, ambos sin dejar de besarnos, me decía ella lo rica y sabrosa que yo estaba mi pene arañando esa tremenda cabezota las paredes de su vagina, mientras nos besábamos, la jale y ubique en posición de misionero, colocándola en posición idónea, la reacomodé todavía no estaba suficientemente lubricada para la tarea, pero poco a poco me encontré que engullía por completo mi miembro, este ingresaba llenando su vagina... me sentía totalmente estimulado. Comencé a moverme. En esa posición ella era una maestra, disfrutaba de mi ritmo arrítmico, a veces la metía deprisa, a veces despacio, a veces ligero, a veces profundo... Yo contemplaba absorta donde nuestros cuerpos se fusionaban..., con cada embestida yo me apoyaba en el suelo, que rico .., mis bolas rebotaban con fuerza en sus glúteos, delicioso, oh…, que sensación tan rica sentir mi órgano genital entrar y salir de su matriz ah , jadeante ella grita espérame, y tuvo un orgasmo delicioso…., oohh que caliente estaba…, deseaba ser poseída. Esa mujer cuyo marido estaba en casa de su madre, era mía, la mamá de mi amiga, esposa y madre de tres niños disfrutaba entregándose a los deleites del sexo conmigo, la gozaba saciando sus ímpetus sexuales con mi órgano reproductor…, al tiempo que me saciaba de todos mis anhelos y comencé a vaciarme, de manera terrible, espectacular, mientras advertía mi espeso líquido de esperma rebalsándose, regándole toda su vagina, pronto paré mis movimientos y tomándola por la cintura enterré hasta el fondo mi miembro viril, me estremezco y grité de placer mientras inundaba toda su cuevita con mas borbotones de mi semen. Caí luego agotado, pero satisfecho esa hembra que quitaba la respiración, su figura admirada por todos los hombres del barrio, su silueta muy bien mantenida parecía una estampa de concurso era en esos momentos mi amante.
Quería mas, pero no tenía fuerzas para nuevamente copularla ella se ríe y me dice mi machito basta por hoy o te mato, otro día seré tuya nuevamente. Hoy me has saciado como pocos hombres saben hacerlo y he quedado más que satisfecha, otro día estaremos mas descansados y otro día es otro día. Ahora ve al negocio de tu padre.
Y el no perdió ni un segundo de el momento, me dijo con mucha morbosidad ¡Ahora puta súbete la falda y retráncate en la pared! Yo con rabia fui subiendo lentamente la falda de mi vestido hasta mi cintura, el se alejo unos metros deleitándose con mis piernas, yo vi clarito como su verga creció dentro su pantalón, tomo una cama fotográfica sacándome varias fotos en esa pose tan humillante para mí.
Relato erótico enviado por Anonymous el 11 de September de 2009 a las 23:52:41 - Relato porno leído 160940 veces
Lucia es una mujer casada, pero aun joven de unos 34 años senos grandes y un culo generoso además que tenia un rostro muy bello, pero lucia aunque tenia esposo y tres hijos que le hacia parecer una dama, a ella le encantaba follar a menores entre 13...
Relato erótico enviado por sexolito el 10 de April de 2005 a las 00:02:30 - Relato porno leído 156544 veces